Capítulo 50

Leví

—En otras noticias una decena de presos huyen gracias a una explosión provocada por....

Vi como la televisión fue apagada mire a Candy quien me miraba confusa me señaló de arriba a abajo con el control remoto a lo cual solo levante los hombros un tanto confundido.

—¿Que demonios te pasa? Apenas ayer estabas muy emocionado respecto al plan que tenias con Edelyn, vuelves en la madrugada siendo un fiasco, pensé que no te ibas a rendir si ella te rechazaba.

—No quiero hablar sobre eso.

—Tan malo fue tu rechazo, escucha Leví...

—Ella no me rechazo, ni siquiera hablamos.

—¿Entonces? ¿Que demonios te detuvo? No me digas que la viste con otro chico...—un silencioso se formó yo desvíe la mirada mientras recordaba lo sucedido —Oh Dios, ¿la viste con otro chico? ¿Con quien?

—Él despertó.

—¿Quien? ¿De qué me hablas? No trates de confundirme y cambiar de tema.

—Mi hermano despertó.

—¿Que?

—Fui a buscarla a su casa pero su hermana dijo que estaba en el hospital así que fui a verla, cuando  llegue estaba hablando con mi padre en la entrada la incomodidad del momento hizo que olvidara por completo la razón y fue entonces cuando lo vi, mi hermano estaba caminando hacia a ella, parecían conocerse, yo no sabía que hacer así que solo me fui.

—Oh bueno... Es una sorpresa pero también es una buena noticia, tu hermano despertó.

—Parece que no entiendes la gravedad de todo esto, mi hermano despertó.

—Y eso es bueno, ¿que tiene de malo?

—Ellos dos se conocen entonces debe saber la verdad, ahora sabe el tipo de persona que soy, ella jamás querrá volver a verme.

Sentí como algo golpeo fuertemente mi cabeza mire el control remoto para después a Candy.

—¿Que demonios? ¿Por qué me lanzas el control remoto?

—Estabas haciendo mucho drama.

—¿Y se supone que lanzarme el control remoto es una buena idea para hacerme reaccionar?

—Dejaste de hacer drama así que si, si lo fue.

—Me largo de aquí.

—Espera, Levi—ella me sostuvo del brazo para sentarme junto con ella en el sillón —escucha me pondré sentimental pero solo por un momento... En cada historia siempre existen diferentes versiones y sin importar lo que se diga o haga la verdad completa nunca sale, en algunas ocasiones eres el héroe, eres villano en otras, un personaje secundario o un simple extra pero sin importar que versión o personaje elijas debes estar consiente que esa solo es tu versión y que la otra persona es quien decide creer que así es o si es algo mal escrito, el punto aquí es que no puedes asegurar que eres el villano o que eres el héroe, solo creer que la otra persona confíe en la verdad que tratas de demostrar. Se mejor que nadie que eres diferente a lo que fuiste antes así que demuestra ese hecho, no cometas el mismo error de antes de dejar las cosas sin aclarar, no dejes ir ni lastimes a Edelyn de la misma manera como lo hiciste con Dayana.

— Estoy segura que puedes, ahora ve y cuéntale a verdad, Elijah.

Cerré los ojos con cierta frustración y duda, me sentía aterrado yo no quería hacerlo pero al recordarla llendo detrás de mi y escucharla decir mi nombre de alguna forma se sintió confortable hasta cierto punto.

—Gracias Candy, eres la mejor.

—Claro que lo soy—fanfarroneo, yo me levante para encaminarme hacia la salida pero antes de retirarme gire a verla.

—Y por cierto, antes de dar un consejo sobre honestidad creo que deberías aplicarlo.

—¿Acaso tratas de insultarme?

—Solo digo que estaría bien que fueses honesta también respecto a tus sentimientos, todos merecen saber la verdad además no puedes ser por siempre la villana.

—Digamos más bien que soy un antiheroe.

—¿Y eso quien lo define?

—Muy gracioso, es la última vez que me pongo sentimental contigo.

Le sonreí para poder despedirme y salir de casa para poder encaminarme hacia a ella, está vez las cosas serían diferentes, no pensaba cometer el mismo error pero antes de poder ir hacia a ella debía encargarme de otros asuntos que podían causar conflictos.

Apague la motocicleta al llegar a mi destino, entre tomando el camino que me sabía de memoria para cruzar aquella puerta que era un tanto difícil cruzar en el pasado, nuestras miradas se cruzaron sonrió por un momento antes de cruzarse de brazos.

—Debo admitir que estoy sorprendido por el hecho de que vinieras a buscarme primero, ¿y bien?

—No te daré a Edelyn.

—No sabia que era de tu propiedad.

—Sabes a lo que me refiero.

—Oh vaya, ¿y que harás para impedirlo?

—No lo sé.

—Parece que llegaste sin un plan.

—No lo tengo, ni pienso hacer uno pero si tengo una meta y esa es volver a recuperar a Edelyn.

—Interesante tomando en cuanto que fuiste tu mismo quien la dejó por otra.

—Tu eres un... —solté un largo suspiro un tanto frustrado mientras lo miraba ni siquiera podía enojarme con él puesto que tenía razón —el idiota soy yo. Tienes razón, yo la deje y no te imaginas lo arrepentido que estoy pero es solo que yo no podía, yo aun no.

—Sabes, estar arraigado a una persona no es lo ideal cuando lo haces terminas lastimando a otras.

—Lo sé.

—Y aunque lo sabes aun sigues aferrandote a ese alguien para luego aferrarte a alguien más, eso no es bueno para ti ni para la otra persona.

—Parece que despertaste siendo un sabio—hable burlón a lo cual en soltó una carcajada.

—Recuerdas cuando te diste cuenta que estabas enamorado de Dayana y no dejabas de parlotear de ella.

—Como olvidarlo, vendaste mi boca con cinta de aislar cuando por fin te saqué de quicio.

—Si lo hice, en ese momento te dije que era mi momento de hablar pero al final no mencione nada, bueno creo que llego el momento. Todos esos sentimientos que días que decir que sentías por Dayana bueno yo lo siento por Edelyn.

Un silencio se formó entre ambos no quería escucharlo, ni siquiera pensar en esa idea pero sabía que de alguna forma le debía tanto.

—¿Desde cuando? ¿Como estas seguro que sientes algo por ella?

—Puede decirse que fue incluso mucho antes de conocernos, nuestro primer encuentro fue tan breve, cruzamos un par de palabras pero para mí ese momento definió muchas cosas, lo que ella le dijo a lo que pensó que sería un simple extraño cambio todo y ahora tiempo después nos encontramos de una manera bastante singular, incluso yo al principio no la recordaba pero aún así no hizo falta pero ahora que lo hago y por las cosas que pasamos me doy cuenta de algo, yo estoy...

Tome a mi hermano de la bata del hospital yo no quería escucharlo, lo veía en su mirada era bastante sencillo identificar esa mirada pues era igual a la mía era como verme en el espejo para darme cuenta que en verdad la quería, no, era incluso mucho más que eso y me dolía darme cuenta de ello, solté a mi hermano lentamente para alejarme.

—No puedes, no puedes sentir eso que dices sentir.

—Creo que es demasiado tarde.

—Tan solo olvidarla.

—Ja, no veo que a ti te esté funcionando ese hecho.

—No, no lo está.

—Parece que nuevamente nos enamoramos de la misma chica, vaya pedazo de mierda.

—Si así es.

La puerta de la habitación se abrió gire para observar a Edelyn quien permaneció de pie en la habitación mirándonos a ambos. Finalmente su mirada se detuvo en mi en espera de algo para luego mirar a mi hermano quien asintió levemente con la cabeza fue en ese momento que ella se decidió en acercarse para abrazarme.

—No vuelvas a irte de esa manera Elijah, me tenías tan preocupada.

—Lo siento, no lo volveré a hacer.

Mire a mi hermano para sonreír de manera arrogante mientras la abrazaba el arqueo su ceja antes de sonreír con mucha más malicia.

—Creo que mi pierna aun duele.

Aquella simple frase hizo que Edelyn me soltara de inmediato para ir con mi hermano.

—¿Estas bien? Te dije que no era buena idea saltar por la ventana.

—Pero debes admitir que fue divertido.

—No lo fue, ¿realmente te duele mucho? ¿Crees que interfiera en tu progreso?

—Creo que estaré bien, más bien creo que se me endurmecio la pierna, que tal si me ayuda a levantarme.

—Claro.

Ella se acercó para ayudarle fue entonces cuando mi hermano me miró para sonreír con burla mientras se acercaba más ella y sabía que no estaba en el derecho de reclamarle o de lo contrario yo saldría perdiendo puesto que si ella sabía sobre quien en realidad también era consiente sobre el accidente.

—Edelyn.

—¿Si?

—Aún sabiendo lo que pasó, ¿no me odias?

Un silencio se formó y ella miró a mi hermano antes de volverme a ver, sabía que se sentía impresionada de que fuese yo la persona que tocara el tema en especial frente a mi hermano.

—La verdad es que al principio me tomo por sorpresa lo que sucedió no parecía ser algo que tu hicieras y después te deteste por un momento pero no por tus acciones si no por haberme mentido, pero entonces recordé aquel día donde ambos mencionamos sobre tener secretos, se que tú pasado fue difícil y no tengo derecho a juzgarte sobre ello, esa versión tuya quedó atrás y yo me quedo con la que conocí, por eso no te odio... Además me alegra que hayas venido eso demuestra que tenía razón.

—¿Sobre qué?

—Qué la nueva versión de Elijah es de una persona amable. No cabe duda que el Elijah que conozco es el que más me gusta.

Y por un momento algo mágico surgió pero mi hermano lo interrumpió.

—¿Y que hay de mi? ¿No te gusto?

—Claro que si, ambos son mis amigos.

Por un lado estoy feliz pues el gesto de mi hermano fue bastante cómico por el otro no me agrado el hecho de ser solo el amigo. Mire a mi hermano quien también me observaba para luego asentir tendríamos un largo camino que recorrer juntos de ahora en adelante.

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