Capítulo 46

Antes de empezar :

El siguiente capítulo contiene violencia sexual, trate de hacerlo lo menos descriptible pero si crees que esto puede herir tu susceptibilidad u ofender tus creencias, te pido atentamente que NO continúes leyendo y pases al siguiente capítulo.

Edelyn

"El que es descuidado con la verdad de las cosas pequeñas, no se puede confiar en los asuntos importantes"
Albert Einstein

En el pasado no era alguien popular o que destacará mucho pero era feliz con las cosas pequeñas de la vida, mi familia a pesar de ser prestigiosa con grandes responsabilidades era unida y con un gran sentido de la humildad, mis padres me enseñaron que la codicia y la superioridad solo envenena el alma por lo que me enseñaron a valorar lo mucho o poco que tenía y que sin importar el estatus de las demás personas todos merecían respeto.
Mi familia me enseñó muchas cosas entre ellas la música, mi madre en el pasado fue alguien muy talentosa aunque para ella era más un hobby sin embargo para mí se convirtió en parte de mi, era como una pasión que me hacía feliz por lo que desde pequeña me inscribieron a institutos de música de entró todos los instrumentos el piano era el que más me apasionaba, me encantaba la manera en la que mis dedos al tocar una pequeña tecla emitía hermosas melodia era como danzar con las manos. Siempre conocí a personas muy talentosos y apasionadas pero muy pocas eran alegres ya que tenían un gran régimen de estudio musical mientras que yo solo quería divertirme con lo que me apasionaba al principio pensé que iba a emprender ese camino sola pero al poco tiempo me di cuenta que me equivoque pues conocí a las personas que fueron mis amigos, conocí a las personas con las cuales mi vida cambió por completo. No eran personas malas de hecho daban una muy buena impresión, tenían buenos modales, eran bastante alegres y su pasión era tan grande como la mía, creí que eran buenos amigos. Natasha siempre fue la más vivaz con ambiciones muy altas, nunca cedía ante nadie incluso aunque le provocará problemas lo enfrentaba con valentía, su talento con el saxofón era impresionante la primera vez que la escuché tocar me quede con la boca abierta ella tenía un gran espíritu libre por otro lado Javier era un poco más calmado como yo, un gran compositor con un talento innato quería ser director musical, sabía que podía conseguirlo sin problema pues tenía una gran coordinación de los elementos musicales, aunque no parecía que tuviéramos mucho en común ya que nuestros caminos musicales parecían querer tomar diferentes rumbos nos entendíamos bien, nos gustaba reír por cualquier tontería, experimentar fuera de nuestra área, disfrutar de la música, pensé que teníamos una gran relación y que las cosas pequeñas bastaban para ser feliz pero me equivoque.

—Chicos escuchen, mi hermano por fin nos invitó a una de sus fiestas —comentó Natasha en verdad emocionada.

—Pensé que nos odiaba, no se burla todo el tiempo de nosotros, ¿por qué la repentina invitación? —objeto Javier.

—A mi hermano solo le gusta jugar pesado no nos odia, y nos invitó ya que una nueva banda se formó en su grupo y quiere que vayamos a escucharlos para poder ayudarles.

—Dirás más bien que solo quiere utilizar para luego botar nuestros traseros como basura cuando no ya no necesite de nuestra ayuda.

—Eres tan pesimista Javier sin embargo —me miró con súplica antes de juntar sus manos en forma de ruego—anda, vamos, vamos, di que si Edelyn.

—No lo sé, antes tendría que preguntar a mis padres.

—Estoy segura que les encantará la idea después de todo solo quieres una vida normal y relajada, ¿que puede ser mejor que una fiesta?

—No estoy segura.

—Anda vamos, será divertido.

Mire a Javier en busca de apoyo pero el solo se encogió de hombros, me rasque la nunca poco convencida pues me aterraba la idea de intentar algo nuevo.

—Creo que esta bien, aunque sea solo un rato.

—Genial, ¿y tu que dices Javier?

—Que me arrepentiré de esto después pero esta bien, pero en cuanto ve a a todos actuar como locos  voy a marcharme.

—Ya verán chicos que esta será la mejor experiencia de su vida.

Si soy sincera nunca hice ir, no me sentía del todo segura y el estar rodeado de tantas personas nuevas me era un tanto aterrado pero creí que sería bueno extender mi círculo social y mis padres opinaron lo mismo pues sin meditarlo mucho tiempo me dejaron ir, por otro lado mis hermanos fingieron sentirse ofendidos pues los viernes era nuestra noche de película y convivencia pero aún así aceptaron que me divirtiera un rato pues creían que sería bueno tener más amigos y divertirme fuera de casa.

—No olvides la pata de conejo—bromeó mi hermana pues al ser viernes trece decía que la mala suerte podía a echarme solo fue un chiste de su parte, creía que terminaría cayendo en algún lugar o ponerme en vergüenza pero la realidad es que las cosas fueron más allá.

—Cuidate hermanita y diviértete pero no demasiado —aquel comentario de mi hermano me hizo sentir tan apenada en especial cuando giro a ver a Javier —recuerda que te vigilo jovencito.

—No te preocupes estaremos bien, yo cuidate bien de Edelyn.

—Mas te vale jovencito.

—Guarda silencio y deja que bajen del auto. No olvides de tener tu teléfono todo el tiempo te llamaré cuando sea el momento para nuestra noche de películas.

—¡Noche de películas!

Grito emocionado mi hermano mientras bajaba del auto junto con Javier, recuerdo que la casa de Natasha se veía tan vivaz, había varios autos afuera y la música podía escucharse desde afuera, cuando entramos y observe a varias personas bailando, bebiendo mientras reían a carcajadas sabía que me sentiría algo incomoda pero aún así traté de adaptarme, al principio todo marchaba bien, aunque sólo permanecía sentada observando la fiesta nadie me molestaba o me obligaba a hacer algo que no quisiera pero aún así el ambiente no me era del todo cómodo, no podía adaptarme pero por el otro lado Javier le había ido muy bien, incluso parecía que había conseguido nuevos amigos mientras que Natasha disfrutaba de la atención de los muchachos yo solo disfrutaba del observar a las personas.

—¿Realmente es aburrida mi fiesta? —gire a verlo y es que lo recuerdo a la perfección. El hermano de Natasha era alguien alto con un buen aspecto físico, una sonrisa encantadora, peinado bien arreglado, era un hombre que podía pasarse por un perfecto caballero.

—No es eso, es solo que no estoy acostumbrado a este tipo de fiestas, pero aunque no lo parece me divierte el ver.

—¿Y que es lo que te tiene tan entretenida?

—Estoy segura que aquel chico en cualquier momento caerá al suelo de tantas vueltas —dije señalando a uno de los jóvenes que se encontraba con otro jugando.

—Cierto, sin mencionar que el estilo de baile de tu amigo también es divertido.

Recuerdo ver a Javier tratando de bailar en la pista de baile un tanto rígido pero aún así parecía divertirse mientras movía las manos en el aire, aquello me hizo reír pues aunque la música era lo suyo no parecía que el baile lo fuese. Converse por un par de minutos con el hermano de Natasha y me pareció alguien en verdad agradable, amable y atento por lo que nunca sospeche nada de sus verdadera intenciones, supongo que debí desconfiar desde el momento en que me empezó a servir las bebidas y un malestar vino a mi.

—¿Te encuentras bien?

—Si, solo me duele un poco la cabeza, supongo que no estoy muy acostumbrada a la música tan alta.

—Irónico de alguien que está acostumbrado a la música.

—Si pero no a tan alto volumen.

—Que tal si te recuesta un poco en la habitación de Natasha, ten una aspirina para aliviar el dolor.

El recuerdo a ver recibido aquella pastilla sin embargo no logré tomarla ya que al dirigirme a la habitación de Natasha tropecé contra alguien y está se cayó no volví a pedir otra debido a la vergüenza pero solo lo deje pasar pues pensaba solo recostarme un poco en lo que mis hermanos pasaban por mi, le escribí a mi hermana mencionando que me sentía un poco mal y que quería que pasara por mi pero ella no contestó de inmediato por lo que supe que estaba ocupada así que no insistí.
Entre con confianza a la habitación que me indicó y me senté en la cama, él me miró desde la puerta y me sonrió en espera a que algo sucediera pero como no había tomado la pastillas aquello solo arruinó un poco sus planes.

—Mi hermana habla todo el tiempo sobre ti.

—¿Enserio? Espero que sean cosas buenas.

—Lo son, cuando me dijo que eras hermosa no quise creerle pero ahora que te veo me doy cuenta que es verdad, incluso te ves bastante suculenta.

Aquello me dejó sorprendido y un tanto incomoda pero no dije nada, creí que solo quería molestarme.

—Dime Edelyn preciosa, ¿alguna vez has tenido novio?

—Ah no, estoy muy ocupada con mis estudios.

—Eso significa que eres un ser inocente.

—No lo sé, eso creo.

—Que tentación —cuando se acercó sentí un enorme terror —Vaya que sera satisfactorio romper esa tentación.

Acercó su mano pero yo me aleje de inmediato.

—Esto no es divertido, yo debo ir a casa.

—No iras a ningún lado maldita perra—recuerdo aún el la sensación de dolor cuando la palma de su mano impacto mi rostro—.Parece que eres bastante resistente, debí darte una dosis más alta.

—¿Qué?

—Necesito divertirme contigo de alguna manera.

—¡No! —grite con terror en cuanto tomó mi mano para lanzarme a la cama, empezó tocando mi cuerpo, su tacto era tan violento era alguien más fuerte que yo mientras que yo era tan pequeña, recuerdo que mordí su cuello con fuerza y eso me ayudó a alejarlo cuando quise correr a la puerta alguien más me detuvo, era uno de sus amigos le suplique por ayuda pero al ver su mirada sabía que estaba del lado de él.

—Pensé que estaría inconsciente pero está bien, así es más divertido.

Recuerdo la sonrisa de ambos de como me perseguían por toda la habitación por simple diversión, se burlaban en mi cara mientras que yo estaba completamente aterrada moviéndome de un lado para otro lanzado cada objeto como si este fuese de ayuda, era obvio quienes serían los ganadores en esta lucha pero aún así no pensaba rendirme quería algún milagro incluso aunque habían logrado derribar en el suelo yo seguía luchando, el amigo del hermano de Natasha me sostenía con tanta fuerza las manos que una de mis muñecas se disloco aún con todo seguí luchando, escuchaba sus risas con maldad mientras mencionaban todo lo que me harían yo estaba tan aterrada.

—Hubiera sido más sencillo para ti la pastilla hubiera hecho efecto en ti, las otras chicas jamás reclamaron nada.

En ese momento solo pude imaginar a todas las pobres chicas de las cuales abusaron mientras se encontraban inconsciente y por un momento las envidie pues en su memoria no estaría tan horrible recuerdo, cuando se deshizo de mi pantalón perdí toda esperanza y solo cerré los ojos pidiendo a Dios que terminará rápido pero entonces la puerta fue abierta gire rápidamente pidiendo ayuda y me sentí aún más segura cuando mi mirada se cruzó con la de Javier, él me miró en silencio observó la situación pero él no se movía ni un centímetro mientras yo pedía su ayuda.

—¡Hey Javier! ¿Donde esta Edelyn? —Escuche gritar a Natasha el giro hacia el pasillo para alejarse lentamente a lo cual negué con súplica.

—No... No me dejes, por favor.

—No lo sé, la vi irse con su hermano posiblemente se están divirtiendo.

Aquellas palabras me destrozaron por completo mi pecho subía y bajaba debido a la impotencia, yo solo veía como la puerta era cerrada mientras mis lágrimas caían sin parar él se había marchado se había ido y entonces sentí un gran dolor entre mi entrepierna, grite hasta quedarme sin voz más de una vez le pedí que parara, seguí luchando incluso aunque no lograba nada, él solo se reía con burla mientras acariciaba mi cuerpo de una manera obscena, no dejaba de hablarme de manera descarada y cuando pensé que había terminado su amigo continuó de una manera más violenta llegó un momento donde desee morir y quería que así fuese por lo que solo me quede quieta esperando a que terminará quería que después de eso solo me dejarán, esperaba a que me golpeara hasta la muerte pero solo siguieron burlándose de mi.

—Fue divertido, volvamos a hacerlo una próxima vez—beso mi frente mientras se marchaba con su amigo y yo solo llore con terror no podía creer que ya estaba planeado una próxima vez, no podía creer que me dejaba viva para volver intentarlo entonces mi celular sono, conteste por inercia y al escuchar la voz de mi hermana el llanto se volvió más incontrolable, frenético y doloroso, ni siquiera se como fue que mi hermana logró entenderme entre aquel llanto tan atroz solo se que lo hizo lo necesario con rapidez mientras yo me quede en aquella habitación llorando.
Cuando mi hermana llegó corrió a buscarme mientras que todos en aquella fiesta fueron detenidos, aún recuerdo el grito de mi hermana cuando corrió a mi lado para abrazarme no sabía lo fuerte que era hasta que cargo conmigo, cuando dije quien había sido mire como mi hermano corrió hasta él para golpearlo, la policía tuvo que intervenir ya que casi lo mataba ni siquiera supe en que momento llegue al hospital pero si que fue algo difícil para todos, mis padres lloraron día y noche mientras se encargaban de arruinar a las personas que habían hecho lo mismo conmigo, el juicio fue duro y no sólo se les encarceló por violación también por intento de homicidio pues un golpe más y hubiera muerto, la familia de Natasha fue la que más sufrió y creo que ella me culpo por todo, era bien conocido lo que su hermano había hecho y ella trató de culparme dijo que si no hubiera querido terminar así jamás debí haber seducido a su hermano fue desgarrador escuchar esas palabras en cuanto a Javier nunca lo volví a ver, durante el juicio omití el hecho de que el pudo haberme salvado, nunca supe por qué no lo delante también solo quería terminar cuanto antes y tratar de olvidar todo.
El tiempo se encargo de sanar mis heridas físicas pero no parecía ser lo mismo con las emocionales. Tuve ayuda de personas profesionales pero era un sentimiento que nadie me hacía olvidar, incluso ahora sigue sin sanar por completo, puedo realizar muchas cosas como salir a la calle sin miedo, estar sentada en el mismo lugar con una persona desconocida incluso soportar que toque mi mano pero no puedo sanar mis miedos del corazón, no puedo avanzar del todo.

Mire a Keyson quien seguía en silencio mientras me miraba en espera a que continuará sabía que ahora mismo era un completo desastre pues las lágrimas caían sin parar pero aún así seguía dispuesta a continuar mi historia pues el peso de hablarlo con alguien se sentía un poco más tranquilo.

—Lo que sucedió ese día trató de guardarlo en lo más recóndito de mi mente. No puedo fingir que no ocurrió porque sin pensarlo viene a mi mente por un par de segundos. Odio más el hecho de como esos recuerdos aun tienen poder sobre mi que el momento en sí. Detesto ser una cobarde que se dejó romper por dentro por eso... Me odio por permitirme perderme en el miedo.

Cerré los ojos volviendo a revivir cada segundo de ese día, la sensación, el dolor, la impotencia, la tristeza, el terror incluso la traición que sentí, lleve mis manos hacia mi pecho volviendo a sentir el miedo golpear mi pecho, las lágrimas salían sin parar mientras mi voz temblaba.

—A veces pienso que Natasha tenía la razón jamás debí haberlo provocado, debí ser cuidadosa, si tan solo yo...

—No —bramo Keyson pero yo no le mire—. No hay excusa para lo que esas personas te hicieron, fue inhumano, no importa el como ibas vestida, ni como actúas, ni tu condición, más de una vez yo tuve a una mujer ebria entre mis brazos pero jamás pensé en hacer algo con ellas, el abuso sexual no tiene un motivo de provocación, ese acto de destrozar a la persona física y moralmente es sólo para bestias, ustedes no son un objeto de satisfacción son personas que tienen mucho que dar y que ofrecer, algo como el decidir con quien tener sexo solo les pertenece a ustedes no tiene que ser forzado ni obligado tiene que ser algo de mutuo acuerdo... Lo que sucedió no fue tu culpa Edelyn. Lo que sucedió ese día fue el instinto más bajo de una bestia la cual debe pagar... No hiciste nada malo, esta bien tener miedo, esta bien ser cobarde, esta bien llorar, esta bien que....

Le mire aun con varias lágrimas en mis ojos, mientras mi cuerpo temblaba le vi conmovida al notar que él también lloraba mientras evitaba el tocarme por respeto a la situación.

—Esta bien que sientas furia y que quieras mandar todo al demonio, esta bien tener esa herida pero en especial sanar a tu tiempo y a tu manera, nadie va a culparte por mantener eso en tu mente pues difícil de llevar pero la verdad es que para mí eres una gran heroína por tener la voluntad de continuar aunque es difícil... Eres fuerte aunque no lo creas pues si tienes la voluntad de querer serlo eres mas valiente de lo que crees.

Sus palabras me conmovieron por completo acerque mi mano para tomar la suya para soltar aquel llanto que había guardado desde hace mucho tiempo.

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