Capítulo 45

Edelyn

"Un barco está siempre seguro en la orilla, pero ese no es el propósito para que se construye"
Albert Einstein

Desde que sabía parte de la verdad sobre quién era en realidad Leví me era más incómodo e inquietante, quería decirle que no hacía falta que fingiera frente a mi pero eso solo traería muchos problemas, tampoco quería quedar en medio de una disputa a demás el verdadero Keyson Leví parecía querer aclarar las cosas con su hermano así que solo me quedaba el ser paciente hasta que se decidiera por contarme la verdad.

—Pronto serán las vacaciones, los chicos pensamos que sería buena idea el ir de viaje o no se si prefieras ir de campamento.

—Tendría que consultar primero con mis padres.

—Solo queremos pasar tiempo contigo así que si ellos deciden venir con nosotros no hay ningún problema.

—Creo que sería algo interesante de ver, mi madre detesta los mosquitos y mi padre es algo competitivo.

Aún recordaba aquel campamento familiar donde mi padre lanzó de la canoa a mi hermano con tal de llegar primero a la meta después de eso mamá le prohibió participar en cualquier evento pues se salía de control al grado de hacer trampa con tal de ganar.

—Estoy seguro que podremos llevarnos bien, también nosotros somos bastante competitivos.

—Entonces estaré esperando los arreglos.

—Te llamaré.

—Si, esperare por tu llamado.

—Cuidate Edelyn.

—Tu también E... Leví —me corregí de inmediato sintiendo cierto nerviosismo al casi pronunciar su verdadero nombre, creo que debería de tener un poco más de cuidado.

—Adiós —se despidió nuevamente antes de subir a su motocicleta para marcharse. Yo lo mire alejarse me despedí con la mano hasta ya no observarlo para poder entrar al hospital, no podía creer que había tenido el valor de mentirle en la cara a Leví para decirle que venía a ver a una vieja amiga que se encontraba internada debido a un tratamiento cuando en realidad venía a ver a su hermano para observar como seguían sus terapias de recuperación, me había dicho a mi misma el ya no hacerlo en especial tras el encuentro con Jung pero al final se volvió una costumbre el regresar a este lugar. A diferencia de Leví, Keyson tenía un aura que me hacía sentir cómoda incluso aunque estuviera en silencio, no me sentía obligada de decir algo, sentía como si lo conocía desde hace mucho tiempo.

—Tu novia llegó justo a tiempo —mencionó el enfermero Paulo mientras me miraba con una sonrisa —espero que le prepares una buena recompensa, tan solo mira como se apresura a progresar.

Mire a Keyson quien dio varios pasos sin la ayuda de nadie, aún era algo lento pero sus pasos eran firmes.

—Realmente estoy orgullosa de ti, a este ritmo podrás recuperarte pronto.

—Solo dame un par de días más y veras como logro salir con mucha rapidez que tu.

—Bien tortolitos los dejo solos, sigue animando a tu novio para que siga asi—mencionó Paúl antes de marcharse.

—¿Ya no piensas negar sobre qué somos un par de tortolitos? —interrogó Keyson con un tono burlón mientras seguía caminando con cuidado.

—Me di cuenta que sin importar lo que diga no me creerán, así que lo mejor es dejar que las personas crean lo que quieran.

—Tan solo admite que te gusta la idea de que somos un par de tortolitos.

—Oh no, atrapada—hable con drama mientras levantaba las manos en el aire.

—Me alegra que te veas mejor que la última vez. Cuando dijiste que tenías cierta dificultad con Jung no pensé que fuese tan extensa, en verdad te viste demasiado incomoda la última vez.

—Tuvimos un pequeño problema, la verdad es que no es importante.

—Mencionó que se entero de algo que no debía —aquello captó mi atención por lo cual gire a verlo—no mencionó de que se trataba pero si que quería disculpar. En su próximo encuentro deberías darle la oportunidad de intentarlo ya si no te es suficiente su miserable disculpa puedes mandarlo al demonio.

Le mire en silencio y es que me resultaba un tanto cómico el como sus consejos empezaban con algo de madurez y tranquilidad para terminar con aquel toque tan cómico no pude evitar el reír antes de asentir un par de veces.

—Tomare tu consejo, muchas gracias.

—Más te vale, no quiero que las cosas vuelvan a ser incomodas entre ambos. Vaya que ambos tienen la costumbre de salir huyendo mientras dejan hablando a uno.

—Salir huyendo, ¿ambos?

—La última vez también salió corriendo Jung cuando mencioné que fuiste novia de Elijah.

Su comentario me sorprendió un poco pero tomando en cuento lo sucedido con su hermana y el incidente de su pierna entendía el por qué tal vez no me quería cerca ya que a simple vista Elijah parecía un completo peligro.

—Supongo que todo es un mal entendido.

—Eso parece —Keyson soltó un largo respiro mientras se sentaba a mi lado —. Vaya que caminar es agotador.

—Luces como si hubieras hecho algún maratón —mire su rostro totalmente rojo y sudado, tomé un pañuelo de mi bolso para limpiar su rostro —¿Tienes sed? Puedo traer algo para ti.

—Estoy bien pero, ¿quien carga con un pañuelo en su bolso en este siglo? —mencionó burlón tomando mi mano la cual sostenía el pañuelo.

—Se que es una idea bastante vieja pero es útil.

—Os ruego que aceptéis esta prenda como muestra de mi gratitud —Keyson llevo mi mano que aun sostenía el pañuelo hasta sus labios para besar mi muñeca—. Y yo responderé con una voz romántica pero varonil: vaya honor el de reicibir tal obsequió de tan bella dama.

—Realmente te gusta molestarme, ¿verdad? —dije alejando mi mano lentamente.

—Necesito divertirme contigo de alguna manera.

Aquellas palabras causaron en mi un pequeño dolor, me coloque de pie tomando por sorpresa a Keyson.

—Iré por algo para tomar, vuelvo enseguida.

Necesitaba tranquilizarme, sus palabras no habían sido con la intención de incomodar o faltarme al respeto, sólo una simple coincidencia de palabras.
Me dirigí a  la máquina expendedora más cercana para comprar un par de bebidas, al tomar ambas botellas con una sola mano una de ellas resbaló me acerque para tomarla pero alguien la tomó por mi, levante la mirada con la intención de agradecerle pero retrocedí de inmediato cuando mi mirada se desvío a la de él.

—Edelyn —habló con total sorpresa el también, dio un paso hacia el frente pero yo retrocedí dos—Cuanto tiempo sin vernos.

Hubo un gran silencio de mi parte, evite el verlo pues solo quería desaparecer, comencé a temblar y las lágrimas se estaban haciendo presentes, cerré los ojos pero a mi mente vino aquella imagen él estaba frente a mí observandome de la misma manera que en aquel entonces abrí los ojos de inmediato para retroceder un par de pasos.

Edelyn, yo...

— No... Estoy realmente ocupada —me apresure a decir sin darle la oportunidad de hablar mientras me apresuraba a ir en dirección a la sala de recuperación, quise correr pero fui detenido de manera abrupta, gire a verlo.

—Edelyn, por favor.

—No—evite el gritar pero estaba comenzando a entrar en pánico, la manera en la que sostenía mi brazo, dolía tanto—sueltame.

—Edelyn,por favor. Solo quiero hablar.

—No... No importa lo que digas, ni lo que hagas. Solo sueltame Javier, dejame.

—Por favor, Edelyn solo será un par de minutos.

Me mordí el labio con fuerza pues no quería armar un escándalo en el hospital, le mire con súplica pero él seguía sin soltarme respire hondo mientras seguía tratando de guardar la calma cuando ya no pude más sentí como me soltó con una brusquedad que casi me hizo caer, mire frente a mi para observar a Keyson quien ahora sostenía a Javier de su brazo.

—¿Que acaso no escuchaste? Aléjate de ella — le advirtió. Se coloco frente a mi como si de un escudo protector de tratara antes de empujar lejos a Javier.

—Tu...

—Voy a romper tu brazo si te veo con la intención de tocarla de nuevo. Tienes suerte de que prometí ser un chico bueno por que de lo contrario te estaría dando la golpiza de tu vida.

—Adelante hazlo pero—se levantó de golpe encarando a Keyson pero guardo silencio cuando este lo sostuvo por su camiseta.

—Pero que valor, ten más cuidado niño bonito o te haré el favor de permanecer por un tiempo en este hospital.

Keyson golpeo su rostro con fuerza vi caer a Javier lo cual me tomó por sorpresa, incluso aunque estaba en tratamiento médico seguía teniendo fuerza, giro en mi dirección me miró fijamente antes de extender su brazo hacia mí rostro, limpio mis lágrimas con su pulgar de manera delicada, tomó mi mano con delicadeza a lo cual yo también mire estaba para ver lo roja que se había puesto.

—Vaya que eres delicada como una muñeca —mencionó en un tono burlón pero yo solo deje que las lágrimas siguieran cayendo—. Si sigues llorando así pensaran que fui yo quien te lastimo... Deberías volver a casa.

Retrocedió lentamente para alejarse pero yo tome mi mano antes de negar, no podía volver a casa en este estado no quería preocupar a mis padres, tampoco quería estar sola.

—De acuerdo, puedes quedarte pero deja de llorar.

Me pidió mientras volvía a limpiar mis lágrimas con su pulgar, yo asentí mientras tomaba su mano para dirigirnos a su habitación y aunque había prometido el dejar de llorar no pude evitar el hacerlo mientras sostenía su mano, sabía que no hacía falta el verlo para notar lo irritado que estaba pero aún con ello no soltó mi mano en ningún momento, solo permanecía en silencio mientras me escuchaba llorar.

—¿Seguirás llenando de moco mis sábanas? —preguntó una vez que termine de llorar, talle mis ojos antes de asentir con cierta vergüenza.

—Lo siento.

—Apuesto que si.

—Lamento causarte bastante problemas cuando tu ya tienes los tuyos.

—Debo admitir que fue divertido golpear a alguien como en los viejos tiempos, aún conservo mi toque.

—Realmente eres fuerte.

—Solo un poco—un silencio se formó entre ambos desvíe la mirada al sentir su atención pero gire a verlo cuando sentí su mano sobre mi mejilla.

—Te ves horrible, tus ojos en verdad están hinchado y rojos, no deberías llorar, no te queda para nada.

Solté una pequeña risa ante su comentario mientras colocaba mi mano sobre la de él la cual aún sostenía mi mejilla.

—Gracias.

—¿Por qué?

—Por consolarme.

—Eres rara.

—Si, si lo soy.

—Me alegro que te sientas orgullosa de ello.

Sentí como Keyson alejo su mano lentamente de la mía pero volví a sostenerla con cierta fuerza, aquello captó su atención. Por un lado me sentía agradecida de que no tocará el tema de lo que sucedió en el pasillo y tratara de desviar mi atención en otro asuntos pero no podía seguir con esta opresión en mi pecho, no quería volver a llorar a solas en mi habitación mientras evitaba de huir de algo que no podía, tenía miedo de todo pero de alguna forma sentía confía en decírselo, Keyson era el tipo de persona que sabía que no me miraría con lástima, no me jugaría, ni trataría de darme en ánimos en algo como esto y aunque no sabia cual seria su respuesta tenía esa seguridad de no me haría sentir mal.

—Fue durante el inicio del verano, en lo que se suponía que sería una de mis mejores experiencias con mis mejores amigos, fue durante un trece de Julio por la noche cuando fui abusada sexualmente.

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