Capítulo 27
Edelyn
"Todos sabemos que la luz viaja más rápido que el sonido. Es por eso que algunas personas parecen brillantes hasta que las escuchamos hablar."
Albert Einstein
Había empezado el primer día de caridad, al final Zulema se había encargado de todo y debo admitir que tiene una gran organización en este tipo de eventos sin mencionar que un gran liderazgo.
Me acerque al área indicada de acuerdo a mi número seleccionado para ver el puesto de globos que había hecho Zulema, estaba bien decorado, incluso con varios premios de peluche a la vista, era algo muy bien planificado para solo haber tenido solo tres días para hacerlo, mire a Zulema quien lanzó un dardo reventando uno de los globos.
—¿Cuanto tendré que cooperar por esto?
—No es nada novata, debes aprender que en este tipo de cosas se debe utilizar todos los recursos posibles que tengas a la mano.
—Pero, ¿de dónde sacaste los premios?
—Cuando eres popular como yo aprendes que los regalos de los pretendientes se vuelven un buen comercio.
—Pero son regalos tuyos, ¿por qué harías algo como esto?
—Aún eres tan inocente, novata.
Mencionó con una sonrisa burlona Zulema antes de entregarme el la caja con los dardos, vaya que a veces me era imposible el comprenderla, gire para ver el puesto de la concursante que estaba a mi lado, ella se pintaba los labios de un intenso rojo, era alguien bastante hermosa, con un bello cabello rubio, con un lindo maquillaje y con una gran presencia, ¿como alguien podía ser tan bonita?
—¿Necesitas algo? ¿Acaso tengo algo en la cara?
—¿Que? Am no, como lo siento que grosera soy, no fue lo intensión mirarte tan fijamente. Solo pensaba que en verdad eres muy bonita.
—Gracias, puedo notar que eres una persona muy honesta. Aunque la primera vez que nos vimos te di el consejo de no ser amable con cualquiera, deberías ponerlo en práctica.
Mencionó mientras volvía a verse en el espejo y fue en ese momento cuando recordé donde la había visto. Era la chica del supermercado.
—No tuve el tiempo de agradecer ese día por el pañuelo.
—No fue nada, un pañuelo por otro, estamos a mano.
—Aún así muchas gracias.
—Zulema tiene razón, eres tan inocente.
—¿Conoces a Zulema?
—Todas las que tenemos años en este tipo de eventos la conocemos muy bien. Una veterana que fue descalificada por pelearse con otra concursante, tiene una sanción.
De alguna forma suena a algo que haría Zulema, más si esa chica fue en contra de todo lo que ella piensa.
—Vaya, eso no lo sabía.
—Pero dime, ¿qué haces tú aquí? Puede notarse que no estás acostumbrada a este tipo de eventos.
—Digamos que Zulema me convenció de participar por esta ocasión.
—Ya veo, entonces ella es tu patrocinio. Tu novio debe estar muy emocionado de que su chica participe en este tipo de eventos.
—La verdad es que le disgusto la idea—comenté notando por un momento cierta sorpresa en su momento —él no quería que participará pero dijo que me apoyaría.
—Vaya que es interesante.
—¿Cuando ustedes dos salían, a él le gustaba que tu participaras en los concursos?
Mire su rostro de absoluta impresión y yo desee haber mordido mi lengua, no se de donde salió esa pregunta ni porque la formule, había decidido mantener mi distancia con ella cuando vi la reacción de Leví ese día pero supongo que algo muy dentro de mi se moría de la curiosidad por saber cómo fue su relación, quería saber cómo era él con ella ya que ambas éramos tan diferentes.
—Novata al puesto, recuerdo haberte dicho que esto es la guerra no un picnic—me riño Zulema mientras tomaba mi brazo, mire de reojo a la rubia quien sonreía de oreja a oreja antes de despedirse de mi.
El primer día como evento de caridad oficialmente había iniciado, tal como Candy había dicho durante sus sugerencias varios padres con sus hijos se encontraban presentes quienes jugaban en busca de obtener algún premio lo cual hizo de nuestro puesto uno de los populares junto con el que se encontraba a mi lado. La linda chica rubia había hecho un stand de los besos lo cual era algo bastante popular entre los chicos.
—No cabe duda, ver para creer. Que hay Lyn—me saludo Lemmy quien estaba acompañado con Candy quien mirada en dirección al stand de los besos.
—Hola Lemmy, Candy.
—Lamento la tardanza me distraje en algo, si tu novio pregunta estuve todo el tiempo contigo.
—Claro no hay ningún problema.
—¿Donde está Zule? —pregunto Lemmy al percatarse que me encontraba sola.
—Fue a casa por más premios, al parecer lo está tomando como una oportunidad para regalar las cosas que no necesita.
—Si claro, como sea. Iremos a dar la vuelta, entonces te encuentras bien.
—Si, no pasa nada grave, estaré bien.
—Perfecto. Grita si necesitas ayuda.
Candy tomó uno de los dulces de la barra antes de marcharse con Lemmy, escuche como alguien grito de emoción a mi lado, varios chicos se encontraban en el stand los cuales rieron para continuar su camino pero uno de ellos se detuvo en mi puesto,aquello me hizo sentir un tanto nerviosa ya que los que participan siempre eran padres de familia o chicos con su pareja pero el venía solo con un gran grupo de chicos.
—Hola señorita.
—Hola, ¿le interesa jugar?
—Claro que si, se ve muy divertido. De hecho, tengo una duda, ¿cuántos globos tengo que reventar para ganarme un beso de tu parte?
—¿Disculpa?
—Realmente eres muy hermosa así que me preguntaba como ganar un beso de tu parte.
—Yo tengo novio.
—Pues te veo por aquí sola, no creo que el debe enterarse.
—Eso no está bien. Además si no le interesa ninguno de nuestros premios por favor retires.
—Me encanta cuando se hacen las difíciles, que tal si...
—¡Hey idiota! ¿Que no la escuchaste? Si no quieres ninguno de los premios seleccionados largo—mencionó la rubia desde su puesto.
—¿Por qué no guardas silencio? Solo eres una zorra que se está vendiendo.
—Pues está zorra te dará tu merecido.
El chico río con burla soltó un silbido lo cual llamó la atención de varios chicos quienes se colocaron en el puesto de la rubia, yo me alejé de aquel chico pero él se acercó cada vez más pero antes que pudiese ponerme la mano encima note como alguien jalo de su mano.
—Lo siento amigo pero todas las participantes están bajo nuestro cuidado, no puedes tocar a ninguna.
—¿Quien demonios eres tú?
—Soy Finley, estoy a cargo de todas y cada una de ellas así que largo. Arruinas el ambiente de aquí.
—Como si fuese a obedecer las estupideces de un niñato como tu.
—Bien, no tengo otra opción mas que llamar a seguridad.
—Al demonio tu y tus chicas, todas al final son unas zorras.
Comentó el chico mientras se daba la media vuelta.
—Esa no es la forma de hablarle a una dama—Mencionó Finley antes de soltar un gran puñetazo, vi como varios chicos se acercaron a lo cual él soltó un largo suspiro —Deberías alejarte un poco, concursante número veinticinco.
Dijo a lo cual yo retrocedí, los chicos estaban a punto de entrar a una gran pelea pero vi como alguien comenzó a lanzar varios jitomates para después soltar un gran grito.
—Es por aquí oficial, esos chicos empezaron una gran pelea.
—Maldición, vámonos.
Los chicos se marcharon corriendo, a lo cual Finley soltó un largo suspiro mientras me miraba con una gran sonrisa.
—¿Te encuentras bien?
—Ando en una pieza, ¿que hay de ti? ¿Estas bien?
—Si.
—Veo que la estupidez aun te sigue, debiste llamar a seguridad desde un principio —mencionó la rubia.
—¿Y que hay de ti? Pensé que ya no te entrometías en los asuntos de los demás.
—Maldición, hay que mantener esto en secreto o tu novio se volverá loco—mencionó Candy mientras se acercaba con una bolsa de jitomates.
—Dudo que Lyn tenga secretos con Key-Key.
—¿Candy Kist? ¿Lemmy Beln? Vaya cambios, ¿que hacen aquí?
—Mierda—dijo casi en un grito Candy—. Finley, ¿que haces aquí?
—Soy ayudante general en el concurso de belleza, ¿que hay de ustedes?
—Oh bueno es una historia en verdad interesante.
—Al parecer son los nuevos guardianes de la nueva novia de Keyson.
—¿Que? —preguntó confuso y me miro—¿Eres la novia de Keyson Leví?
Pregunto pero de alguna forma no me atreví a responder.
—Me alegro haberlos encontrado a todos juntos, casi me pierdo en este lugar. ¿Como va tu evento de caridad, Edelyn?
Escuche la voz de Leví pero sentí temor en girar a verlo y cuando lo hice vi cierta confusión en su mirada la cual se convirtió en ira cuando vio a Finley.
—Finley.
—Es un gusto verte otra vez, hermano.
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