Capítulo 25

Edelyn

"La lógica te llevará de la A a la Z; imaginación te llevará a todas partes"
Albert Einstein


—¡Vete a la mierda rubia oxigenada!

—Ni que fuese tan perra como para quitarte tu casa.

Solté un largo suspiro al sentir el cansancio sobre mis piernas, mire a ambas femeninas que discutían como regularmente lo hacían en cada encuentro. Siempre escuchaba a Candy quejarse cuando cambia de lugar con Leví pero a final seguía haciendo este trabajo de guardia, le había dicho que podía faltar que podía cuidarme bien por mi misma ya que mi temor a que Zulema fuese a hacerme daño había desaparecido, ella no era una persona mala como aparentaba solo tenía un carácter riguroso, ella es una mujer que sabe lo que quiere.

—El primer evento es dentro de tres días. Es sobre algo sobre caridad, así es espero que tengas algo bueno.

—¿Algo bueno? —pregunté confusa, Zulema se cruzó de brazos antes de soltar un largo suspiro.

—Te lo dije antes, este concurso no es como los típicos concursos de belleza donde vas por ahí modelando solo ropa para que vean que eres bonita, cada evento de caridad tiene una evaluación.

—Supongo que puedo pensar en algo.

—No tienes que pensar en algo ya debes tener un plan. Te di la hoja con las instrucciones claras, ¿por qué no prestas atención, novata?

—Tal vez tu estupidez la distrae demasiado.

—Escucha pequeño caramelo de cuarta, si piensas seguir siendo un estorbo como lo eres casi todo el tiempo te sugiero que te marches. Ahora tengo que idear un plan para que la novata siga a flote—Zulema me miro lo cual me produjo un gran nerviosismo —¿Al menos leíste algo de lo que te di?

No suelo ser irresponsable y era algo que quería decirle a Zulema pero no tenía justificación, me había sido descuidada. Ese día solo me metí en mis propios pensamientos, había logrado haberle de vuelto la sonrisa a Leví que nada más me importo, salí con él, me distraje por completo en nuestra cita que olvidé repasar las hojas de instrucciones de Zulema.
Ni siquiera hizo falta que dijera algo mi propio silencio dio la respuesta, ella se cruzó de brazos antes de soltar un largo suspiro con decepción.

—No sólo te escogí por tu cara bonita también por tu sentido de la responsabilidad pero si ni siquiera tienes eso todo fue un completo desperdicio de mi tiempo.

Más que sus insultos aquello me dio más pues tenía verdad incluida en eso.

—¿Desperdicio de tu tiempo? ¿Quien te crees? ¿El el presidente? Escucha niña bonita ella también está dando mucho de su tiempo en tu ridículo concurso y si tanto te molesta ese hecho entonces escoge a otra novata.

—Lo haría si pudiera pero ya escogí a esta, no hay vuelta atrás. Así que novata, ¿alguna sugerencia?

—Oh bueno, supongo que algo accesible donde todos puedan participar para así recaudar más dinero.

—¿Como que?

Sentía que estaba cavando mi propia tumba, no tenía ni idea de qué tipo de caridad era y la mayoría de los eventos de caridad en donde mi familia suele participar nunca me involucre en ello ya que eran eventos elegantes y muy refinados, ahora que lo pienso tal vez si debí haber escuchado a mi hermana un par de veces incluso no hubiera sido mala idea el ayudarle.

—Solo vendan algo—sugerido Candy mientras se acercaba—piensa en algo sencillo y no tan laborioso que sea accesible para los alumnos, ese evento de caridad, ¿será supervisado?

—Cada participante tiene un área asignada en el parque central, se debe colocar tu propia campaña o pequeño evento para atraer personas. El dinero será llevada a la caridad.

—No suena tan complicado, si es en el parque central durante un fin de semana significa que habrá muchos niños, ¿que tal algún juego infantil?

—Se tiene que dar algún tipo de premio si es que ganas el evento, ¿que se supone que darás?

—Los niños juegan por cualquier tontería, que tal un llavero.

—¿Y como piensas organizar todo eso en tres días?

—Solo estoy dando sugerencias para que no sigas precionando al lindo conejito de Keyson, tu eres la que organizará todo ya que quieres el premio, ¿no es así?

—Hacen un mejor equipo de lo que aparentan —dije sin pensar a lo cual ambas me miraron, Candy hizo un gesto de asco mientras que Zulema se enfureció —. Lo lamento, no fue apropiado mi comentario.

—Si solo vas a abrir la boca para decir estupideces mejor sigue callada.

—Esa no es una linda forma para hablarle a una señorita.

Escuche decir a alguien, me tense un poco al reconocer aquella voz, me levante de mi lugar para observar a mi hermana quien estaba de pie de la entrada al jardín.

—No pienso arruinar mis tacones entrando al jardín, así que ven y acércate a abrazar a tu hermana, Edelyn.

—Elaine—dije sorprendida mientras me acercaba para abrazarla—¿Que haces aquí?

—Vine a verte, Edson nos contó lo que sucedió la última vez que él vino así que vine esta vez yo para intervenir. A diferencia de él yo no soy tan débil de pensamiento, por otro lado, ¿que haces aquí? ¿Que no detestas los concursos de belleza?

—¿Como es que...

—Cariño ya deberías saberlo, siempre me entero de todo. Aunque voy a admitir que fue difícil encontrarte.

—Elaine Rosende. Eres toda una leyenda en los concursos de belleza.

—Me alegra saber que mi reputación aun sigue en pie.

—Una veterana invicta no es algo que se ve muy seguido. Nadie a podido quitarte ese puesto.

—Me alegro—mi hermana miró a Zulema de pies a cabeza, coloco sus manos sobre su cintura y le sonrió —Así que, linda líder de esta fraternidad, ¿por qué tienes a mi hermana aquí?

—¿Que le hace pensar que no está aquí por voluntad propia?

—Porque mi hermana no es ese tipo de mujeres que quieren demostrar a las personas lo hermosa que son.

—Parece que no conoces a tu hermana lo suficiente.

Mire a mi hermana, luego a Zulema quien no se dejaba intimidar por su presencia, mi hermana se quito sus gafas de sol para mirar bien a Zulema soltó una breve risa.

—Me agradas, pero no lo suficiente así que ten cuidado con tus palabras niña.

—¿Es una advertencia?

—Más bien un consejo. Vámonos Edelyn, no tienes nada que hacer aquí.

Mi hermana se dio la media vuelta para continuar su camino pero yo no fui detrás de ella, note como se detuvo para girar a verme.

—Edelyn.

—Yo estoy participando porque quiero, Zulema no me esta obligando.

—Detestas estos eventos.

—No es que los deteste, es solo que no me agrada del todo porque no tenía la suficiente confianza en mi misma.

—¿Que te hizo cambiar de parecer? —pregunté y guarde silencio, sabía que su reacción sería realmente mala si ella se enterara—¿Quien es él?

—La verdad es que...

—¿Quien es el chico?

—Bueno parece que todos estamos tensos aquí, ¿que tal si vamos a comer algo? ¿Quieres conocer al novio de Edelyn? Bien yo te lo presento—intervino Candy lo cual me hizo sentir aún más nerviosa.

—¿Quien eres tú?

—El Guardián de la pequeña Edelyn, sabes al igual que tú su novio es un paranoico que no confía en la rubia de por ahí, así que me manda a vigilar a su adorable novia para que esté a salvo.

Mi hermana no dijo nada, solo me miró en silencio lo cual me estremeció. No quería ir y presentarle a mi hermana a Leví al menos no ahora pero ya no tenía opción, todas nos dirigíamos al restaurante incluso Zulema se integró en el grupo, yo estaba completamente aterrada en este momento.

Quería mentalizar que nada malo sucedería, que las cosas irían bien, era un lugar público así que estaba segura que mi hermana no haría un escándalo, además Levi estaría ocupado en el trabajo por lo que no nos prestaría tanta atención.
Solté un largo suspiro mientras bajaba del auto, Zulema estaba a mi lado pero ella se detuvo, gire a verla para ver como hacía un gesto a la pantalla de su celular.

—¿Sucede algo malo con el concurso?

Ella levantó la vista, escuche como alguien grito y lleve mi vista en dirección hacia aquellos gritos lo próximo que vi fue a Zulema cubierta por pintura y de un momento a otro yo me encontraba contra la pared del establecimiento, sentí un enorme pánico pero cuando vi a Leví cubierto por pintura todo ese terror cambió por preocupación.

—Leví, ¿estas bien?

—Tu vestido se mancho un poco, es una verdadera lástima. Te ves muy linda en el.

—Eso no importa, tan solo mírate.

—Estoy bien, te lo digo siempre no es así, te protegeré siempre.

Mencionó mientras se acercaba para besarme pero vi como mi hermana se acercó para alejarlo con brusquedad, Leví le miró confundido.

—¿Que crees que le estás haciendo a mi hermana?

—Elaine, tranquila. Él es Leví... Es mi novio.

—Así que es este... Vaya decepción.

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