Edelyn

"Cualquier tonto puede saber. El punto es entender"
Albert Einstein

Desde ese día en el que compartí un pedazo de tarta con Leví y Candy me volví un poco más cerca a ambos, me gustaba mucho la compañía de Leví era confortable tener un amigo con cosas en común, por fin podía hablar sobre temas literarios con alguien mas aparte de mi padre en cuanto a Candy su personalidad explosiva me era un tanto aterradora pero era una buena persona así que sabía que no había nada por lo cual temer al menos no si ella me consideraba su amiga.

—Con ese nuevo corte te vez tan linda que podría comerte—mencionó Candy mientras jugueteaba con mi cabello. Era difícil entender sus halagos al principio me había asustado un poco pero después de que Levi me explico que tiene una relación con el chico de estilo rockero y que solo lo hace para molestarme me tranquilice un poco.

—Se que parezco una niña con este corte. Hace unos días fui a comprar algunas cosas que necesitaba y el guardia de seguridad se acercó para preguntar si estaba perdida, después de consoló y me dijo que él me ayudaría a encontrar a mi madre.

Relate a lo cual Candy soltó una gran carcajada mientras que Leví trató de contener, pues vi como coloco su mano sobre su boca para evitar el reír.

—Fue tan vergonzoso el tener que explicarle mi situación.

—El debe ser el avergonzado es obvio que pareces toda una chica universitaria—me animo Leví.

—No es cierto, se que parezco una niña.

—Tal vez el problema sea tu ropa pero con un buen cambio de imagen y maquillaje te verás como toda una mujer empoderada.

—No creo que haga falta cambiar a Edelyn, ella está bien tal y como esta.

—Ustedes los hombres jamás entenderán lo especial que es para una mujer un cambio de imagen.

Candy siguiendo hablando sobre todo lo que podríamos hacer sin embargo Leví ahora se veía bastante incómodo ante el tema, tomé un pequeño mechón de mi cabello.

—Sinceramente creo que ya pase por suficientes cambios de imagen por ahora.

—Mmm, si claro—Candy siguió jugueteando con mi cabello mientras que mi mirada se cruzó con la de Leví quien sonrió por un momento —. Ustedes dos cuando están juntos solo estudian, ¿que tal si nos vamos a divertir?

—Tus ideas de diversión no son divertidas.

—Tranquilo guardián, solo pensaba en ir por ahí en la gran ciudad, tal vez ir al cine o comprar algo en la plaza. ¿Que opinas Edelyn?

—Suena bien, hace mucho que no voy al cine.

—Ves a Edelyn le parece bien.

—Espero que se diviertan, el fin de semana tengo que trabajar.

—¡No! ¡No es así! —escuche gritar al chef desde la cocina, vaya que ese hombre tenía un buen oído. Mire a Leví quien negaba pero dejó de hacerlo al notar mi mirada sobre él.

—Esta bien, iremos el domingo este fin de semana.

—Perfecto, nos vemos este domingo a las 12,¿te parece bien, Edelyn?

—Claro.

—Bueno debo irme primero—ella observó su celular para responder un mensaje—tengo que ir a causar problemas en otro lugar, diviértanse tortolitos.

—¿Tortolitos?

—Ella le dice así a casi todo el mundo, solo ignora sus palabras.

—De acuerdo —dije antes de guardar silencio. Incluso aunque ya éramos un poco más cercanos que antes aún me incomodaba el tener que hablar con él a solas, no quería arruinar las cosas diciendo algún tipo de estupidez.

—¿Y que tipo de películas te gustan? —pregunto Leví quitando la incomodidad del ambiente, al menos me alegraba que el pudiera continuar la conversación o de lo contrario solo seríamos un profundo silencio.

—Me gustan mucho las películas de misterio y suspenso.

—¿Enserio? No pareces ese tipo de chica que guste de las películas de misterio.

—¿Y que tipo de chica parezco?

—Alguien que disfruta de las película de comedia y romance.

—Voy a admitir que también disfruto de la comedia pero no me gusta el romance que plantea el cine.

—¿Por qué?

—Es tan poco realista y bastante absurdo. No creo en el amor a primera vista o que alguien super rico y atractivo se fije en alguien tan simple. Las personas que están sobre los demás jamás se fijan en las personas de abajo, siempre buscarán a alguien de su nivel.

—Vaya eso fue tan específico. Sabes yo si creo en el romance de las películas.

—¿Enserio? No pareces ese tipo de chico que guste de las películas de romance.

—Creelo,el amor realmente puede surgir en las personas menos esperadas.

Mencionó y no pude evitar reír con cierta burla mientras algunos recuerdos del pasado me invadían.

—Así que realmente crees que el típico badboy se enamora de la chica nerd.

—¿Por qué no?

—Bueno para empezar, ¿por qué alguien tan popular se fijaría en un don nadie?

—Tal vez está cansado de lo mismo.

—¿Hablas de los lujos de la vida y las hermosas chicas? Si claro, eso suena tan estresante.

—Los lujos jamás dan la felicidad y las chicas hermosas en su mayoría suelen ser bastante falsas. Las mujeres no son las únicas que sueñan con tener a alguien que las ame y aprecie por lo que son.

—Entonces si tu fueras el tipico badboy, ¿realmente te enamoraría de una don nadie?

Pregunté y el guardo silencio por un momento.

—Si, pero creo que sería tan idiota como para darme cuenta y sólo terminaría arruinando todo.

—Bueno son simples suposiciones, la verdad no creo que te quede el ser el badboy.

—¿Por qué lo dices?

—Dicen que los principales rasgos para ser un badboy es ser un idiota y tu no lo eres.

—En verdad me siento halagado por ello. Eres la primera persona que no piensa que soy un idiota.

—Estoy segura que muchas personas lo piensan, solo porque alguien te lo dijo alguna vez en el pasado no significa que lo seas.

—Mueve tu estúpido trasero Keyson —le grito una chica antes de lanzarle un mandil en el rostro. Mire a la chica quien solo se dio la vuelta.

—Al parecer más bien soy estúpido—menciono Keyson quitándose el mandil del rostro.

—Estoy segura que ella no lo dijo con esa intención.

—Siempre buscas el lado bueno de las personas—dijo tras soltar una pequeña risa—si bueno, Tina no lo tiene solo es una mandona.

—Te escuche mocoso, mas te vale levantar ese estúpido trasero—dijo mientras me dejaba una malteada—Esto va por la casa.

Dijo y palmeo mi cabeza con ternura, eso fue extraño de alguna forma era bastante hostil con Leví pero a mi me acarició como si de un pequeño perro se tratara.

—Debo volver al trabajo.

—No hay problema, yo debo volver a mi habitación—tome mis cosas al igual que la malteada—. Ten un buen día, Leví.

—Tu también, Edelyn.

Le di una breve sonrisa antes de marcharme para ir hacia mí auto y volver a mi residencia.
El camino fue relativamente tranquilo, ningún cambio aparente, los mismos estudiantes de siempre cambian en los alrededores, las chicas deportistas corrían en tu típica rutina.

—Eso le enseñará a esa perra a no meterse donde no le llaman.

Mire a las chicas de la fraternidad y de inmediato me escondí entre los arbustos para evitar ser vista, sabía que algo malo iba a pasar, estas chicas son unas pesadas y no me dejan tranquila, ahora esta vez ni siquiera hice algo y ellas ya tomaron venganza, salí de entre los arbustos cuando ellas se marcharon y con cierto terror me dirigí hasta mi habitación tenía miedo de lo que fuera a encontrar pero tenía más miedo de la reacción de Suni, si ellas destrozaron algo que le pertenezca a ella sabía que eso iba a traer consecuencias para mí, puse mi mano en la perilla de la puerta totalmente aterrada y abrí la puerta soltando un pequeño chillido sin embargo nada pasó, abrí los ojos lentamente para ver como la habitación estaba impecable, tal vez no se referían a mi las chicas de la fraternidad, al parecer tenían más de una víctima, eso sí que es malvado.
Entre a mi habitación para dejar mi mochila sobre la cama, bebí un poco de mi malteada pero escupí esta al ver a Suni, su ropa estaba desgarrada y su rostro estaba rayado por completo con marcador.

—Si alguna palabra sale de tu boca te dejaré dormir afuera.

Cerré los labios de inmediato pero aún así estaba algo inquietante respecto a la apariencia de Suni, ahora puedo decir con seguridad que se referían a ella las chicas de la fraternidad. Mire a Suni quien se dirigió a uno de sus cajones para abrirlo y sacar su blusa que estaba cubierta por algo viscoso de color verdoso, cerró el cajón para abrir los demás y sacar la ropa que se encontraba rota,desvie la mirada cuando ella giro en mi dirección y me encamine hacia mis cajones para abrir el último de este y sacar la bolsa de ropa que mi hermana me había mandado la semana pasada, me acerque a Suni y deje la ropa a su lado.

—Se que no debo decir nada pero espero que te sea de utilidad.

—No lo necesito.

—No tienes que preocuparte porque halla usado la ropa, es nueva, se hecho fue un regalo de mi hermana y la verdad no creo utilizarla, no es mi estilo.

—Eres demasiado amable Edelyn.

—Oh bueno, gracias.

—No fue un cumplido, tu amabilidad solo te traerá problemas. La gente te tratara como su estúpida.

—Tal vez tengas razón pero se lo que se siente necesitar ayuda y que nadie te mire para extenderte la mano.

Suni miró la ropa y después de observó, yo le di una media sonrisa antes de tomar nuevamente mi malteada.

—Yo iré un momento afuera.

—No, quedate. También es tu alcoba y no necesitas salir solo porque no estoy de humor.

Yo asentí lentamente para tomar asiento y ver como Suni sacaba su ropa para colocarla en un cesto y como el resto la tiraba a la basura. No sabía lo que había hecho Suni y tampoco quería preguntar pero de alguna forma fue lo suficiente como para hacer molestar a las chicas de la fraternidad, ahora me daba cuenta que debía tener más que cuidado con esas chicas si no quería terminar herida de alguna forma.
La universidad se había convertido en un territorio peligroso.