Capítulo 03

Leví

Las cosas eran relativamente tranquilas, por fin podía relajarme en el área escolar y me alegraba mucho el no observar rostros conocidos, todo parecía indicar que mi primer año sería bastante tranquilo y me alegraba que las cosas fueran así.
Incluso aunque ahora tenía que lidiar con otros tipos de problemas pero no podía quejarme, ya no, todo ahora un maldito karma que tenía que pagar.

— ¡Hey novato! ¡Olvidaste limpiar aquí! — grito uno de los deportistas mientras derramaba la bebida sobre el suelo, sus compañeros comenzaron a reír con burla y estas fueron más grandes cuando me acerque a limpiar y aquel tipo le arrojó el vaso de plástico sobre la cabeza.

—Pero que perdedor—escuche decir a una de las chicas.

—Los nuevos novatos de hoy en día son una completa vergüenza.

—Vamonos de aquí, esta cafetería ya se está llenando de niños.

Mencionó uno de los chicos del grupo quien miró alrededor para observar a todos los chicos de nuevo.
Esta cafetería estaba muy cerca del campus pero aún así es bastante tranquila por lo que no sorprende que los nuevos lo tomen como un lugar de descanso y relajación para sus estudios, después de todo no se podía ir a otro lugar al menos que contaras con un auto.
Mire como los alumnos superiores se levantaron para retirarse, hubo uno que pateó mi trapeador y otro que tiro el resto de su comida en el suelo, sabía que si mi superior estuviese observando los habría hecho de patadas por ensuciar su establecimiento pero como no estaba yo tenía que estar a cargo y no quería problemas innecesarios por lo que solo me limite a limpiar.

—¿Estas bien? No sabes que eso fue una pregunta tonta, mejor olvidarla.

Mire al frente para observar a una castaña colocarse de cuclillas frente a mi para ayudarme a limpiar la comida que se encontraba en el suelo.

—No necesitas ayudarme.

—Intenta no volverte un hombre de éxito, sino un hombre de valor. Albert Einstein —recitó para mirarme por unos segundos a los ojos—. Sus palabras tienen mucho sentido para mí, sabés no todo se trata sobre, bueno, sabes algo, mejor me callo yo creo que ya esta mas limpio, ahora solo me iré.

Mencionó un tanto incomoda mientras se levantaba, la vi mirar alrededor antes de dirigirse a un cesto de basura, se dirigió hacia la barra para pedir algo, yo me levante y la observe su mirada se cruzó con la mía por un par de segundos y pude notar como giro de inmediato para poner un semblante bastante nervioso, incluso cuando pagó por su bebida parecía bastante nerviosa, creo que en parte tengo la culpa, no fui muy amable con ella cuando la asignaron como mi compañera de proyecto.

Después de limpiar el desastre y continuar parte de mi turno, tomé una pieza de pastel para acercarme a su mesa, estaba tan distraída que ni siquiera presto atención a mi presencia.

—Edelyn, ¿verdad?

pregunté a lo cual ella salto debido de la impresión, sacó su lapicero de su boca para asentir un poco—¿Puedo sentarme?

—Adelante.

—Gracias por lo de antes
—dije mientras le extendía la rebana de pastel la cual ella observó por un par de segundos.

—No fue nada.

—Sobre el proyecto, no e podido responder tu email ya que realmente no lo utilizo mucho, además trabajo después de la universidad pero creo que podríamos hacer algo durante mis horarios de descanso o el domingo que es mi día libre.

—Entiendo, de hecho cuando llegue aquí y te vi, llegué a la conclusión de que sería difícil para ti así que pensé en una manera de dividir el trabajo, claro si es que no te importa.

—Eres muy comprensiva
—dije con la intención de halagar para que se sintiera más cómoda pero me pareció causar una impresión diferente.

—Si, bueno, no es nada. No, no lo es... En fin, pasare otro día aquí para darte tu parte del trabajo.

—No es necesario que hagas todo por mi. Puedes solo llamarme y decirme sobre lo que trabajaremos —tome uno de los lápices que se encontraban sobre la mesa para escribir mi número telefónico sobre una hoja—. Mi jornada de trabajo termina a las ocho así que puedes llamar sin problemas en ese horario.

—Oh, entiendo si, esta bien.

—La última vez no me presente correctamente, soy Leví.

Ella miró mi mano un tanto dudosa pero también extendió la suya con la intención de estrechar la pero antes de poder hacerlo la escuché maldecir para verla esconderse debajo de la mesa.

—¿Todo bien Edelyn?

—Si, si, es solo que me gusta estar debajo de las mesas.

—¿Segura?

—Si, si... Bueno no, es solo que las chicas que acaban de entrar quieren hacerme pedazos.

Gire para observar a las chicas de la fraternidad tomar asiento cerca de la ventana, eran muy conocidos por todos por sus métodos de liderazgo sin mencionar su gran extensión de popularidad entre los chicos y la fuerte disciplina que entendían a la chicas que iban en su contra, lo cual se torno interesante ya que Edelyn parece un chihuahua que tiembla de terror ante cualquier movimiento brusco, ¿que habrá hecho para hacerlas enojar?

—¿Necesitas ayuda?

—No, gracias. Estaré bien, mientras no me vean.

—Así que, ¿piensas estar oculta todo el tiempo debajo de la mesa?

—Es una opción aunque si hay alguna regla en este restaurante respecto a que eso no se debe hacer, entonces si necesitare algún milagro.

—No hay ninguna regla al respecto pero no deberías ocultarte de esa manera.

—Prefiero esto a enfrentar las consecuencias de esas chicas.

—Te ayudaré a salir por la puerta trasera.

—¿Enserio?

—Si.

—Gracias.

La vi azomarse un poco para comenzar a guardar todas sus cosas en su mochila, no sabía si esto era más extraño que la recién conversación que tuvimos con ella debajo de la mesa. La vi arrastrar el plato de pastel lo cual me causó bastante gracia, creo que tenía a un amante de los postres pues lo primero que yo dejaría olvidado sería el pastel para poder salir huyendo, me levante y observe a las chicas de la fraternidad quienes estaban distraída, con un gesto le indique a Edelyn que me siguiera, ella me miro para después mirar a las chicas de la fraternidad y tras asegurarse de no ser vistas corrió hasta mi lado para guiarla hasta la cocina.

—¿Ya terminó tu descanso? —escuché preguntar al cocinero quien giro a verme un tanto confundido para después mirar a Edelyn.

—La ayudó a escapar por la puerta trasera debido a fraternidad —explique con brevedad.

—Si hay algo que aterra más que la universidad misma son las fraternidades—expresó Patricio mientras se cruzaba de brazos—. Chica huir no es malo.

—Yo diría mas bien que es una retirada estratégica —mencionó a lo cual Patricio río casi a carcajadas, creo que le había agradado bastante.

—Una vez que la ayudes con la retirada estratégica no olvides en limpiar todos los utensilios Keyson.

—Si chef. Por aquí, Edelyn —dije mientras la guiaba a la puerta trasera.

Una vez afuera ella me miro, después el pastel giro a observar hacia la calle y nuevamente miró el pastel, la vi sacar una servilleta de su bolsillo para tomar el pastel para devolverme el plato.

—Gracias por la ayuda y el pastel.

—No fue nada. Puede decirse que estamos a mano por ayudarme.

—Si, bueno, nos vemos mañana en clase.

—Hasta mañana Edelyn.

—Hasta mañana Keyson Leví.

Se despidió llamandome por mi dos nombres haciéndome recordar por un par de segundos a ella. La mire notando como aquella pequeña sonrisa que tenía había desaparecido.

—Solo dime Leví.

—Claro y lo siento. Yo me voy.

Giro con cierta prisa para correr el pequeño callejón hasta llegar a la calle donde se encaminó con prisa en dirección hacia la universidad, cerré la puerta detrás de mi y me sentí un poco culpable por haberla recordardo de esa manera, tenía tanto tiempo sin pensar en ella que me tomó por sorpresa y sabía que había hecho un mal gesto a Edelyn por ello.

—Se ve que es una chica linda—mire al chef quien me sonreía ampliamente.

—Eso creo.

—¿Crees que la volvamos a ver?

—Es mi compañera de clase y ahora estamos realizando un proyecto juntos.

—Eso me indica que es un si.

—Si, eso creo.

—Sabes la universidad es dura pero puede ser llevadera con las personas correctas.

—Solo es una compañera de clase.

—Todos los amigos empiezan como desconocidos.

—Iré a lavar los utensilios.

—Escucha a este sabio cocinero. Las amistades son buenas.

Habló mientras me alejaba para tomar todos los utensilios, los coloque en la tina para dejarlos remojar un poco y cuando mire mi reflejo en el agua no pude evitar pensar en ella mientras su voz hacía eco en mi cabeza.
Keyson Leví.

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