¿¡Te Reíste!?

Aquí continuando con la historia de mi reina. De las besto waifus y que hasta ahora me di cuenta que no tenía agregada en la descripción de mi perfil.

Se que este no es un anime re contra famoso, por eso agradezco los casi 60 votos que tuvo la primera parte. Espero que esta conclusión le guste 😳.















El sonido de la puerta al cerrase resonó por toda la habitación.

El sonrojo en ambos adolescentes era incontenible, y no solo porque la mamá de chico hubiese malinterpretado la situación. Sino más bien el hecho de que ambos estaban tirados en piso, estando en una posición en la que cada uno sentía la respiración del otro.

—Y-yo.

—Shhh —calló la castaña mirando fijamente al chico y acercándose hasta hacer que la frente de los dos entrase en contacto—. Solo cállate.

A pesar de querer haber sonado autoritaria, su voz sonó como la de una niña pequeña que quería que le cumpliesen un capricho de un juguete.

—Es-está bien —susurró y cerró los ojos para evitar el contacto directo por este medio con la oji ámbar.

—Mírame —ordenó tomando la mano del chico y apretándola con algo de fuerza—. Hazlo, Izuku.

Al escuchar como fue llamado, abrió los ojos de golpe de la impresión. Ante lo que la oscuridad de la habitación dejaba ver, deslumbró el rostro que tenía Nibutani.

Sus orbes temblaban al igual que su cuerpo. Su respiración daba saltos aleatorios y el agarre de su mano se apretó un poco más.

El contacto con la piel de la chica hacía que la piel del peliverde se erizara como nunca antes lo había hecho.

—Pro-prometo no decir nada, Nibutani-san —logró decir con esfuerzo—. Ya te puedes levantar...

—Está bien —usó su mano libre y ambos pies para pararse del suelo—. Pero esto se queda así —señaló el agarre sobre el peliverde.

—¿Por qué?

—Porque quiero —respondió y lo jalonó hacia la silla que estaba frente a la computadora—. Ahora pasemos con "Mori Summer"

—Esto va a terminal mal, ¿verdad?

—Depende de que consideres mal —sacó la lengua burlona y devolvió la vista sería hacia la pantalla—Escucha bien, porque solo lo voy a decir una vez.

—Está bien, Shinka-san

—Mo-Mori Summer Mori Summer fue un mago que vivió durante siglos (1216 años en la temporada 2, según Satone). Puedo hablar con los espíritus y posee poderes mágicos. También poseo el Mabinogion, un libro que contiene todas las enseñanzas.

—A...

—Hace tiempo creé un blog titulado "Mabinogion" sobre mi vida como el último mago en la Tierra. Repetía como una tonta que yo tenía el corazón  más puro y bla bla bla, y la capacidad de comunicarse con las hadas, además de haber vivido durante más de cuatro siglos. E inventé la frase más cursi de todas "El amor lo es todo".

—Oh... que, ¿tierno? —dijo dudoso, no era fácil responder a eso—. Es increíble, supongo.

—¡Nada de increíble! —reclamó tomando a Izuku por el cuello de la camisa—. Fue una época oscura de mi vida.

—Jeje.

¿¡Te reíste!?

—Si pero no lo que te paso, parece que no te gusta tu antigua yo, aunque a mí parecer sonríes más en esas fotos, que lo que yo te veo cuando vienes a mi casa. Aparte de eso tienen mucho brillo de fondo, que buena cámara.

—¡No lo entiendes, fue mi época con Chuunibyou" —reveló casi a todos los vecinos—. Nada de increíble, tonto.

El pecoso puso su mano sobre el hombro de la chica haciendo que esta lo viera.

—¿Qué hay de malo con eso?

—Lo tiene todo mal —contestó enojada—. Parecía una tonta a la cual los demás de le reían porque aparte de ser quirkless, también fantaseaba con cosas sin sentido.

—Pero si eso se hacía feliz, no creo que le debería de importar a los demás, digo, no les hacía daño —sonrió amablemente—. Apuesto que hubiese sido genial haberte conocido cuando no te limitabas.

—¿Quieres decir que te hubiera gustado verme como un loca hablando de hada y pureza del corazón?

—Me gustaría verte sonreír más tiempo, eso es todo —afirmó sin dudas.

—... idiota, no hagas eso —soltó la mano del pelo verde y se acurrucó en el piso.

Algo preocupado el portador del OFA imitó la acción de la castaña y se acercó para ver si estaba bien.

—¿Hice algo mal? —preguntó preocupado—. ¿Hable más de la cuenta? Perdón.

—Vaya que es toda una conversación —dijo Inko riendo desde la sala al escuchar los gritos en el cuarto de su hijo.

Abrió un pequeño cajón de uno de los muebles que estaban en el lugar y de allí sacó una hoja con unos cuantos dobleces.

—Espero que esta vez no se arrepienta —suspiró viendo el nombre de quien firmó la carta.

-Nibutani Shinka.

—Suerte.

—¿Como lo haces? —sin mirar al chico y cerrando los ojos con fuerza.

—No te entiendo, Shinka-san —dijo extrañado.

—¡Eso! —se lanzó sobre el chico y de nuevo, como iniciaron, ambos estaban acotados sobre el suelo—. Me haces ponerme así —a pesar de no señalar nada, Izuku supo que se refería a su sonrojo—. No sé si lo haces a propósito, o los haces sin querer, ¡pero siempre termino así por tu culpa!

—No lo hago a a propósito, lo prometo —dijo mientras su cara se volvía una fresa recién cosechada.

—Y-yo... t-te —se calló—. ¡Ahh! ¿Por qué es tan difícil?

—¿Qué es difícil?

—¡Estoy enamorada de ti, idiota! —confesó finalmente—. ¡Solo no te rías!

Para la oji ámbar, el acto más vergonzoso de toda su vida, el haber tenido Chuunibyou no daba ni para el arranque.

Mientras para Izuku, fue el clímax de la película que llevaba viendo desde que nació. "Su vida".

Todo un mar de emociones entró a jugar en la mente del chico que estaba estático ante la esporádica confesión de su ¿amiga?

Estaba claro que el sentimiento era mutuo, pero como decírselo si para cuando por fin reaccionó, ella ya estaba en su habitación.

—¿Shinka-san? —salió de su cuarto y no vio a nadie salvo por su madre que tenía una carta en su mano—. ¿Estabas escuchando, mamá?

—Creo que crié a un hijo con problemas para aceptar confesiones —le estiró la mano para que tomara el papel—. Ve por ella, Izuku.

—...si.

Salió de su apartamento junto con la sombrilla que la castaña había dejado.

Para suerte de él, solo había una pequeña llovizna por lo que no la necesitaría en su búsqueda.

Pasó por varios lugares por donde ellos dos ya antes habían estado.

—¿Cuál es la necesidad de correr al no recibir una a respuesta clara? —se quejó buscando sobre un puente pero nada—. A veces parece invisible.

Así pasó el rato.

Literalmente, duró más de media hora buscando a Nibutani que no daba señales de aparecer por lo pronto.

—Buscaría en su casa, pero no creo que a sus padres les vaya a gustar verme... la vida es para vivirla.

Cambiando abruptamente de dirección, corrió hacia el lugar de residencia de la chica que había formado un espacio muy importante en su vida.

Medir lo que ella abarcaba para Izuku, era tan complicado como medir la inmensidad del agua sobre la tierra. No importa hacia donde se vea, tarde o temprano la acabas encontrando.

Al llegar a la casa de su ¿amiga?, tuvo la grandiosa y casi nunca presente "suerte". No había moros en la costa.

Salvo por una niña rubia con dos largas coletas, con una mirada profunda. Ella le había abierto la puerta al exhausto peliverde que se extrañó de verla.

—Dekomori recibió instrucciones de no dejarte pasar, pero no pienso obedecer a la falsa Mori Summer —se hizo de lado para que Izuku entrara—. Eres estúpidamente tonto.

—¿Gracias?

—¡Solo ve!

—¡Si! —pasó por el pasillo para dejar de hablar con la oji azul—. Haber, si mal no recuerdo la habitación de ella es la tercera de derecha a izquierda.

Al pararse en frente de esta, tocó la puerta suavemente. Esta se abrió de forma lenta. Al parecer no había sido cerrada correcta.

—¿Shinka-san?

—No está —dijo una voz femenina—. Y no creo que quiera verte.

—La cosa es que yo vine porque quería verla a ella, ¿me puedes decir donde está? —no era tan tinto como para no saber de quien era la voz—. Hay algo muy importante que quiero decirte, Shinka-san.

—¿No quieres quedarte quieto por cinco minutos como si fuese un muerto?

<<fua, entonces si fue un largo rato>>

—Creo que ahora mismo estoy más vivo que nunca —caminó hacia donde había escuchado aquella voz, un tumulto de sábanas se movía por la inhalación de aire.

—¿Por qué?

—Por esto —levantó la sabana revelando a la chica con la misma ropa de hacía rato, salvo que estaba un poco húmeda—. Por esto —fundió en un abrazo a la castaña y puso la cabeza de ella sobre su pecho—. ¿Lo escuchas?

A pesar de sonar tan seguro, estaba dando su verdadero 1 millón porciento para no ceder ante sus nervios.

—S-si.

—Desde hace un tiempo realmente dudo que mi corazón late porque se lo ordena mi cerebro —rompió el abrazo y se acercó al rostro de la chica—. ¿Suena mal si digo que ahora estoy viviendo por ti?

—T-tu... ¿leíste la carta?

—Creo que a mamá le gusta guardar cosas importantes que se caen al piso —explicó sarcásticamente—. Me arrepiento de no haberla leído desde que la escribiste, Shinka-san.

—¿Entonces?

—Supongo que esta es la parte en donde te beso para un final feliz, pero me da mucha pena como para —su diálogo fue interrumpido al sentir una presión sobre sus labios, era el dedo de Nibutani.

—Cierra los ojos.

El chico solo hizo lo ordenado y escucho como ella se levantó de su cama y apagó el interruptor de la Luz.

—Ábrelos —a pesar de hacerlo, no hubo mucho cambio a cómo estaba—. Listo.

—¿Listo?, ¿para qué?

El sentir que algo le cayó encima y fue directo hacia sus labios contestó su pregunta sin necesidad de usar palabra alguna.

A pesar de no saber que hacer, simplemente se dejó llevar y abrazó a la castaña para acercarla cada vez más y hacer más profundo el beso.

—Por fin son novios, ya estaba por apostar si tendría que darles unos cuantos meses más de espera —celebró la mamá de Izuku el cual estaba más que rojo comiendo en la misma mesa que los padres de su novia.

—Si, a mí también me alegra —acompañó una castaña con marcas de la edad en su aún conservado rostro.

El problema era un señor con una cara no muy animada que digamos <<mátenme por favor, no vale la pena tanto ahora que lo pienso>> suplicó el Midoriya.

—Solo te pido que la protejas, eso es lo qué haces, ¿no, héroe? —el padre por fin habló después de tanto rato.

—Llevo dando el 1 millón por ciento por ella desde antes de ser novios, ahora daré mi infinito —afirmó el  peli verde ganándose una pequeña risa de amabas madres—... qui-quiero decir, claro que lo haré.

—Shinka, es un buen chico, parace que por fin puedo tranquilizarme un poco.

—¿Solo un poco? —preguntó indignada la menor.

—El calibre las palabras de ambos me hacen ver qué hay mucho amor para adelante, no quiero que se descarrilen —sonrió junto con las señoras.

Ambos chicos bajaron la mirada avergonzados por aquellas palabras, y por debajo de la mesa, se tomaron de las manos.

<<tal vez fue un poco tarde>> rieron ambos tímidamente.




















































Y yaaa, doy por terminado la historia de mi diosa de este grandioso anime. Muchas gracias a todos los que se tomaron las molestias de leerlo. Definitivamente tengo seguidores o solo lectores simplemente geniales. Beso en el siempre sucio.

Tal vez un poco tarde pero nunca se cancela 😎🤑🤙🏻.

Se logró 🤑🤙🏻. Otra historia que logra escalar hasta el número 1.

Nos vemos en otro libro o comentario, nunca se sabe.

Fin

GottoCatch

Palabras usadas (Sin relleno): 1700+

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