9. Un Fin De semana De Locura, Parte 2.
Era un nuevo día y cierto grupo de hermanos estaban dormidos en la sala entre cojines, mantas y tazones de comida medio vacíos, además de que Carelia estaba dormida entre ellos. Adán y Eva llegaron a eso de la 1:00 de la mañana, esa reunión los había distraído mucho, y cuando llegaron a casa lo que encontraron fue a sus hijos dormidos en la sala, platos de comida y demás dulces en la mesa de centro, además de la televisión encendida reproduciendo una película animada, una que los chicos miraban seguido cuando eran más pequeños y que era su favorita.
Ambos padres sólo sonrieron con ternura y suspiraron, se dedicaron a recoger gran parte del desorden y a acomodar a sus hijos en una posición en la que pudieran estar más cómodos, además de arroparlos bien para que no pasarán frío. Cuando medio terminaron de poner todo en orden (Adán y Eva también estaban cansados) ambos padres decidieron irse a descansar, frente a ellos vieron a Carelia.
- Carelia, ve a dormir - Le dijo Adán apuntando hacía Simo, el cual se removia un poco inquieto en su lugar - Cuidalo en sus sueños.
Ante lo dicho por Adán la perrita se acercó al rubio y a su esposa, ambos la acariciaron y moviendo su colita fue felizmente a recostarse junto a Simo, el cual la abrazo cuando la sintió cerca.
Ahora los hermanos estaban en la sala donde sus padres los dejaron dormir, pero ahora estaban despertando de su sueño.
- Creo que nos quedamos dormidos a media película - Dijo Kintoki bostezando.
- No me digas, no lo había notado - Dijo con cierto sarcasmo Michel estirandose un poco.
- Creo que mamá y papá llegaron tiempo después - Continuó Lu Bu, levantándose del suelo donde estaba rodeado de cojines.
- Sigo sin entender ¿Cómo es que tu y Leo tienen el sueño ligero? - Dijo Qin en tono dormilado y acomodando su venda - Los demás caemos como piedra y ustedes ante cualquier cosa se despiertan.
Tanto Leonidas como Lu Bu se encogieron de hombros restándole importancia a eso, y se levantaron para poder recoger lo que sus padres no había podido recoger por el cansancio o porque ellos estaban (en sus sueños) aferrados a algunos objetos.
Una vez que terminaron de recoger la sala, se dedicaron a lavar los trastes que ensuciaron la noche anterior, mientras estaban en eso, aparecieron Adán y Eva por la puerta.
- Oh veo que ya se despertaron - Habló su madre sonriendo un poco.
- Buenos días mamá, buenos días papá - Dijeron todos al unísono mirando a sus padres.
- Buenos días chicos ¿Durmieron bien? - Preguntó Adán mirando a sus hijos con una leve sonrisa.
- Sí, sin ningún problemas - Dijo sonriendo Okita - Grigori es una buena almohada para dormir.
- Lo confirmó - Agregó Nikola riendo un poco.
Grigori solo se sobo un poco el cuerpo, debido a que Nikola y Okita lo agarraron de almohada cuando se quedaron dormidos, además de que no pudo cambiar de posición debido a que ambos jóvenes lo tenían bien agarrado para que no se movieran y arruinara su comodidad.
- Me duele la espalda, los brazos y los hombros - Se quejo un poco el mayor.
Todos soltaron una risa por su queja, pero ya no le hicieron burla.
- Bueno niños, vamos a desayunar - Dijo ahora Eva con una sonrisa.
Todos asintieron y se fueron a sentar, solo los hermanos menores se quedaron con Eva en la cocina para ayudarla a hacer el desayuno.
- Niños, no es necesario que hagan esto - Dijo la mujer con una voz dulce.
- Mamá, tu siempre te encargas de alimentar a esta bola de locos, dementes y salvajes que tú y papá acogieron en su casa - Dijo Okita sonriente - Es lo legal que les devolvamos el favor.
- Ustedes no son locos, ni dementes, mucho menos salvajes - Recriminó Eva, ofendida de que sus hijos se vieran a sí mismo de esa manera - Son mis hijos y nada podrá cambiar eso.
Los jóvenes que estaban con ella sonrieron, sabían que su madre odiaba que hablaran de esa manera de si mismos, pero ellos sabían que eso era verdad, sólo Adán y Eva se atrevieron a adoptar a un grupo de niños con severos problemas de conducta, antisociales y con poca y nula autoestima, sin mencionar sus problemas psicológicos, solo ellos dos lograron que un grupo de niños disfuncionales pudieran adaptarse medianamente a la vida fuera del encierro.
Mejor desidieron dejar de pensar en cosas del pasado y en ayudar a su madre con la comida, cuando terminaron el desayuno entre todos fueron a dejar los platos con comida y tomar asiento en la mesa.
- ¿Y cuáles son sus planes para hoy niños? - Preguntó Adán mientras comía tranquilamente.
- Yo quiero salir a pasear con Carelia, necesito un poco de aire fresco - Dijo Simo tranquilamente.
- ¿Puedo ir contigo? - Pregunto Michel sonriente - No tengo nada que hacer y quiero distraerme con un cambio de escenario.
- Sí claro - Dijo Simo mirando a su hermano menor.
- ¡Yeyy! - Exclamó contento el rubio para seguir comiendo.
- Yo quiero estar con Liebre Roja un rato - Dijo Lu Bu - La extraño un poco y honestamente tengo ganas de estar con ella.
- La verdad es que Liebre Roja también te extraña querido - Dijo Eva.
- ¿Puedo ayudarte Lu Bu? - Pidió Kojiro con sus ojos negros brillantes.
- Sí, a Liebre Roja le gusta cuando tenemos compañía - Dijo sonriendo un poco a su hermano menor.
- ¡Y a mí me gusta jugar con Liebre Roja! - Exclamó Kojiro contento.
Todos rieron un poco.
- ¿Yo también puedo acompañarlos? - Pregunto Jack a Simo y Michel.
- No veo por qué no - Dijo Simo encogiendo los hombros.
Jack sonrió un poco contento por poder acompañar a sus hermanos. Solo esperaba que nada arruinara su salida de hermanos.
- Yo planeada hacer un poco de Jardinería - Dijo sonriendo Qin.
- Puedo ayudarte si quieres Qin - Dijo sonriendo Eva.
- Será un placer mamá.
Y así fueron diciendo sus planes para ese día, una vez terminaron su desayuno todos prosedieron a hacer lo que tenían pensando.
- ¡Carelia, vamos amiga! - Tan rápido Simo dijo eso, la perrita corrió hacia él contenta.
Simo le puso su correa y junto a sus hermanos y mascota salieron al parque que estaba cerca, aunque no sin antes Adán y Eva les recordarán que regresarán antes del anochecer.
***
Cúando llegaron al parque Jack se llevó un libro y se sentó en una banca para poder leer, mientras Simo y Michel jugaban con Carelia en el parque con una pelota, todo estaba tranquilo... Hasta que vieron a tres personas paseando por el parque en compañía de un perro doverman.
Carelia al ver al otro perro salío corriendo emocionada no atendiendo a los llamados de Simo.
- ¡Carelia, alto! - Grito el joven mientras corría detrás de su perrita - ¡Carelia, regresa aquí!
Pero la perrita ya estaba llegando donde los otros tres jóvenes y en actitud juguetona le ladraba al doverman que la miraba curioso.
- Que linda perrita - Dijo Apolo viendo a la canina - ¿De quién será?
- Ni idea, pero ¿No se les hace conocida? - Preguntó Hércules acariciando la mientras ella movía feliz su colita.
- Creo que es la perrita de Simo - Dijo ahora Hades mirando a todos lados.
- ¿Se la devolvemos?
- Obvio Apolo, debe de estar preocupado.
- Hércules tiene razón, hay que buscar a Simo y devolverla - Hades miró a todos lados - De seguro debe de estarla buscando.
- Bien, vamos chica a buscar a tu "mami"
Hades y Hércules miraron un poco mal a Apolo por decir eso y mas en el tono en que lo dijo, sonando despectivo y divertido en gesto de burla, ellos dos por su parte querían intentar llevarse bien con esos hermanos.
Mientras que Hades, Hércules y Apolo buscaban a Simo para devolver a Carelia, un trío de hermanos la estaban buscando como locos por todo el parqué.
- ¡¿Cómo es posible que la perdieras Simo?! - Reclamaba Michel un poco preocupado.
- ¡No es mi culpa! - Le dijo alterado Simo buscando en unos arbustos - ¡Hay Dios papá y mamá me van a matar!
Y si estaba asustado, sus padres le habían regalado a Carelia en una fiesta de cumpleaños, para que le ayudará en sus ataques de ansiedad a él y a sus hermanos, y de sólo pensar en que se enojarian por haberla perdido lo ponía nervioso y hasta algo asustado de que se enojaran con él.
- Bueno no hay que pensar en eso y hay que seguir buscándola.
- Tienes razón Jack, pero ya se está haciendo tarde y nada.
Jack ya estaba a punto de rendirse y decir que volvieran a casa a buscar ayuda de sus demás hermanos, cuando escucharon un ladrido. Era Carelia que llegaba corriendo a donde estaban sus dueños.
- ¡Carelia! - Exclamaron los tres hermanos corriendo a abrazar a su perrita.
- ¡Nunca nos vuelvas a asustar así señorita! - Regañaba Michel a su mascota mientras esta les daba lamidas a los tres jóvenes.
Fue en ese momento que se percataron de los otros tres jóvenes frente a ellos, Jack rápidamente se acercó a ellos.
- Gracias por encontrar a Carelia - Les dio una leve reverencia de agradecimiento.
- No agradezcas, no fue nada - Respondió Hades sonriendo - Es una perrita muy linda y bien portada.
- Gracias - Dijo Simo mirando con una sonrisa oculta por su cubre bocas a Hades.
- ¿Tú la entrenaste? - Hades miró a Simo sonriendo.
- Si, algo así - Mira a sus hermanos - Bueno fue un esfuerzo de equipo.
- No seas tan modesto Simo, tu eres bueno con los perros - Dijo Michel sonriente - Además parece que Carelia quiere jugar un rato con su nuevo amigo.
Michel rio un poco al cono Carelia retozaba felizmente alrededor del perro que acompañaba a Hades.
- Solo si el joven Hades da autorización Carelia - Dijo Jack acariciando a la perrita detrás de las orejas.
- ¿Por qué no? Estoy seguro que se llevarán bien.
Hades soltó a Cerbero y este corrió junto a Carelia empezando a jugar, mientras que los dueños de cada uno de los perros se sentaban en una banca.
Todo estaba en orden Michel, Jack, Simo, Hades y Hércules hablaban muy tranquilos, mientras Apolo miraba como Simo y Hades parecían llevarse bien, haciendo que soltara un leve gruñido... Que Simo pudo escuchar.
- ¿A ti que te pasa? - Le pregunto entre curioso y fastidiado.
- Nada.
- Si, y con eso te refieres a que te me quedas bien por más de una hora.
- No te estaba viendo.
- Haré como que te creo - Simo se cruzó de brazos y decidió ignorarlo.
Pasado un rato todos decidieron volver a sus hogares, mientras sus mascotas iban jugando ellos iban hablando... Bueno todos menos Apolo que iba detrás del grupo mirando enfurruñado como Simo y Hades iban hablando de sus mascotas muy quitados de la pena y Michel se puso entre Hércules y Jack, mientras este estaba hablando con el pelirrojo y le pedía a su hermano que dejará los celos injustificados.
- No son injustificados Jack - Hablo Michel - Aun no olvido que quiciste pasarte de listo con mi hermanito grandote pervertido.
- ¡Michel! - Reprendió Jack y rápidamente volteo a ver a Hércules - No le haga caso joven Hércules, mi hermano a veces habla sin pensar.
- No te preocupes, se que para tus hermanos pudo parecer sospechoso que alguien como yo se te acerque de más.
- ¡Me encargaré de crear distancia entre ustedes para que sigas conservando tu decencia Jack!
- ¡No lo grites tan abiertamente Michel! - Jack para este punto estaba sonrojado - Estamos en público.
- ¿Y? ¡QUÉ EL MUNDO ENTERO SEPA QUE MICHEL EDÉN SERÁ EL GUARDIÁN DE LA CASTIDAD DE SU HERMANO MENOR! - Grito el rubio para después reír divertido.
Simo se acercó y le pego un zape a Michel regañandolo y Jack no sabía dónde meterse ya qué todas las personas de alrededor los estaban viendo.
- Creo que estamos llamando mucho la atención - Susurro Hades a Simo.
- Solo vámonos - Dijo ahora Apolo caminando rápido y sin darse cuenta (o no queriendo darse cuenta) tomo el brazo de Simo y lo empezó a jalar.
- No me toques, y no me jales - Simo se soltó del agarre de Apolo - Puedo caminar solo, gracias.
Y sin más todo el grupo empezó a caminar directo a su casa (que para desgracia de Simo y Michel estaba en la misma calle que la de los tres Olympus).
Cuando llegaron a la calle donde vivían Michel soltó un silbido y Carelia corrió hacia él, para posteriormente correr a la casa del final de la calle.
- Gracias una vez más por encontrar a Carelia - Dijo Simo sonriendo bajo su máscara.
- No hay de que, joven Simo - Dijo sonriendo Hades - ¿Qué tal si un día de estos sacamos a pasear juntos a Cerbero y a Carelia? Se ve que ambos se llevaron bien.
Simo se sorprendió un poco ante esa propuesta, pero luego sonrió un poco.
- Claro, a Carelia le encantaría.
- Entonces ¿El próximo fin de semana?
- Si, claro.
Ante eso Hades le sonrió un poco y Simo se sonrojo debajo de su máscara. Apolo miraba todo de lejos en la puerta de su casa con los brazos cruzados, por algún motivo no le gustaba el lenguaje corporal que mostraba Simo con Hades a cómo se mostraba con él, aunque debía admitir que el propio Apolo había Sido alguien horrible con Simo, ¡Por Dios!, Si hasta intento echarlo de su habitación para poder estar a solas con una de sus tantas conquistas.
Sin más Apolo regresó dentro de su hogar y fue hasta su cuarto donde se encerró, se sentó en su cama y miro su mesa de noche a lado de esta y del cajón saco la tela blanca que cubría la cara de Simo el día que se conocieron, no sé había atrevido a regresarla, por lo que se la quedó.
- "Odió cuando habla con alguien más" - Pensó para si mismo, viendo a la ventana y notando cómo Jack y Simo ya se iban a su hogar al final de la calle.
***
- ¡Ya llegamos! - Michel entro por la puerta abriendo de par en par, no había regresado a su casa de inmediato, sino que se quedó esperando a sus hermanos jugando con Carelia otro rato.
- ¿Por qué se tardaron? Papá y mamá ya estaban preocupados y nosotros igual - Los regaño Lu Bu con los brazos cruzados.
- Es que nos entretuvimos buscando a Carelia que se escapó - Dijo un poco apenado Simo llegando detrás de Michel - Pero si apareció tranquilos.
Jack venía detrás de sus hermanos y junto a él venía Carelia trotando feliz.
- Además se hizo amiga del perro de los Olympus - Agregó Jack sonriendo y acariciando a la perrita.
Al escuchar ese apellido, todos los miembros de esa casa (padres incluídos) se asomaron por la puerta de la sala.
- ¡¿Cómo?! - Exclamaron el resto de los hermanos.
- Y Simo quedó para salir de nuevo a pasearla junto al joven Hades - Agregó de nuevo Jack sin quitar su sonrisa.
Simo se sonrojo un poco cuando todos sus hermanos se le fueron encima haciéndole preguntar, recriminando, gritando y amenazando, él solo se mantuvo callado y miro a Jack que se divertía un poco de su situación, y después sonrió un poco más.
- ¿Que me dicen a mí? Díganle algo a Jack - El mencionado dejo de sonreír divertido y miraba a Simo con una mirada de advertencia - Él acepto salir un día de estos con Hércules o tomar algo al café cerca de la escuela.
Y ahora los papeles se invirtieron y hasta Michel empezó a auto invitarse a esa salida, Jack solo le dió una mirada a Simo de "Pero me he de vengar", pero este último solo sonrió.
Una vez ya calmadas las cosas Eva llamo a todos a cenar dónde tuvieron una plática amena, y luego de ver una película en familia, se retiraron a descansar.
Pero Eva y Adán no podían sacarse ese nombre de la cabeza "Olympus" había dicho su hijo Jack, ahora sabían que debían de estar más al pendiente, porque puede que esos jóvenes no conocieron lo que su familia había hecho durante años, pero no iban a bajar la guardía.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top