Capítulo 2


Sus labios. Sus labios habían estado junto a los míos y por un momento se sintió maravilloso pero recordé que ella era mi mejor amiga. Esta estaba mal, muy mal.
Desde pequeña había estado con ella, Camila siendo inocente y tranquila siempre era el juguete para todos lo chicos; todos la trataban mal, pero le prometí que si estaba conmigo todo iría bien. Todo.

-¿Todo bien, Laur?

Por un momento había olvidado que estaba con Lucy y que estábamos comiendo helado.

-Si, todo bien.

-Te decía que el viernes mis padre viajarán -sus mejilla se tornaron carmesí y lo comprendí -, tal vez quiera pasar el día conmigo.

No era buena con las relaciones y menos si se hablaba de sexo. Solo lograba entender que en el porno lesbico las actrices fingen sus gemidos, no complendia más nada sobre el sexo y esas cosas. Soy una estúpida precoz.

-Creo que... Deberíamos ir lento, Lucy.

-Oh... Soy una tonta, perdón Laur.

Su risita era de nerviosa que estaba pero aún así se miraba tierna y linda. Acaricie su mejilla, Lucy suspire ante mi toqué.

-Todo esta bien...

Ella me miro y sin más me beso. Era mi segundo beso y lo estaba haciendo fatal. No podía coordinarme bien... Ayer cuando lo hice con Camila... Camila. <<Deja de pensar en ella>>pensé. Lucy no notaba lo mal que lo hacía así que seguí el beso, sus labios eran dulces pero eran un poco toscos. No lo hacía con delicadeza y eso me asusto un poco. Se alejo dejando un pequeño beso en mis labios.

-Eres tierna, Laur -sus ojos brillaban mucho.

Lucy era hermosa y tierna, sus rostro mostraba dureza pero cuando la conoces todo cambia.
La deje en su casa y luego me fui a la mía, pero antes de llegar a la mía un mensaje salto a mi móvil. Camila estaba invitándome a su departamento. Suspire y me encamine hacia el mismo. No se caminaba mucho para estar con ella y de eso estaba más que agradecida.

Toque el timbre y como lo suponía su pequeña hermana abrió la puerta. Sofía era de lo más tierno que podías imaginar. Le regalé una sonrisa.

-¡Kaki! ¡Lolo está acá!-exclamó.

Se hizo a un lado dejándome pasar. Acaricie su cabeza y le di un pequeño beso en la misma.

-¿Cómo estás Sofi?

-Bien, aunque a veces me custea respirar.

Sofía tenía siete años, en ese momento tenía un poco de gripe.

-Si te tomas los medicamentos todo mejorará.

Camila salió al pasillo y me miro con una enorme sonrisa. Llevaba su pijama amarilla y con estampados de bananas <<Plátano, se dice platano Lauren>> recordé la discusión que teníamos siempre ella y yo.
Deje a Sofi en la sala y acompañe a Camila a su habitación, al entrar ella simplemente se sentí en la cama y me observó con una sonrisa tonta.

-¿Qué? -pregunté.

-¿Todo bien con Lucy?

-Nos besamos.

Sus ojos eran serios pero en un segundo cambiaron a unos dulces, se mordió el labio y se acercó a la puerta y con una mano puso el seguro y con la otra me acorralo contra esta. Su cuerpo estaba presionando el mío.

-Bien, entonces debemos seguir ensayando.

Acaricio mis labios y me beso. Sentí su dulce saliva pasar por mis labios, su dulzura comenzaba a hacer estragos en mí y estaba mal. Ella y yo solo éramos amigas.
Sus labios se movían siguiendo un apasionado patrón, mordió mi labio superior y se alejo. Mi respiración estaba muy fuerte y la de ella igual. Sus ojos estaban oscuros y dilatados. Camila estaba excitada. Esto estan mal.

-Así sabrás que hacer cundo Lucy intente algo más que un beso -metió su mano bajo mi camisa.

Su mano estaba fría y en ese momento me estremecí. Camila me Acariciaba con suavidad y con maestría, todo lo sabía hacer bien.

-Camz... No...

-Sshh, no gimas fuerte, puede escucharte mi madre -sonrió y subió más su mano.

Como pude aleje su mano y me aleje de ella. No estaba nada bien esto. Claro que no lo estaba.

-Camz, ¿por qué lo haces?

-Por qué es divertido verte nerviosa, Lolo- se echo a reír tirandome una almohada la cual cogió rápido y la abracé -, no debes ponerte nerviosa conmigo.

Hasta ese momento note su mejilla un poco más roja de lo normal. No era lo caliente del momento, ese era más bien un golpe ¿la empuje en algún momento? No lo creo. Me acerque y acaricie su mejilla.

-¿Que te pasó? -ella sonrió cogiendo mi mano.

-Nada, solo fue un golpe en la cama.

Ese no fue un simple golpe. Sus labios estaban húmedos, los sentí al momento que ella beso mi mano.

-Te preocupas mucho, Lolo.

Me preocupó por que te quiero y me importas Camz. Sus ojos me mostraban dulzura pero a la vez sus ojos era fríos y llenos de secretos. Algo andaba mal.

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