Capítulo 10

Camila

Dolor. Pero me lo había buscado, claro que me lo había buscado. Fui yo la que le dio la idea a Lucy de invitar a Lauren a su pequeña reunión, vaya que soy inteligente.
Asco. Sentía asco al besar y fingir con Shawn, sus besos eran asquerosos pero siempre me llenaban de alivio al saber que ambos éramos los peores de todos. Éramos las personas más malditas de todo el instituto. Claro que si.

-Me voy, ya terminaste -me baje de sus piernas -, cinco segundos como siempre duras.

Me baje de su coche y camine hacia mi departamento, no quedaba lejos y además quería caminar un poco. Laur se miraba tan consentrada en ese momento especial con Lucy, ese momento que nunca pasara conmigo. Era obvio, solo éramos mejores amigas. Amigas con secretos Compartidos.
Llorar no servía de nada en este punto, me lo merecía por pensar que jugar con alguien serviría para no sentirme sola y poder llamar la atención de ese alguien. Alguien que nunca podrá poner su atención en mí.
Entre a mi habitación, cerré con seguro y me deje caer en la cama. Me maldije mentalmente por ser tan estúpida y tan descuidada con todo esto. Los sentimientos estaban fuera de este juego con ella, estaban más que lejos de este juego de mierda. Comencé a llorar por la rabia que sentía, me sentía falta. Me sentía fatal por arruinar la relación de mi mejor amiga, era una maldita. Era una idiotez pensar que así obtendría su atención sola para mí.

Lauren

Al día siguiente no quise ir al instituto, simplemente fui al entrenamiento donde me encontré, por alguna extraña razón, a Lucy. Preocupada preguntaba como estaba, ella siempre se preocupaba de mí. Era dulce y me sentía mal por hacerle infiel cuando estábamos saliendo. Era una maldita sin sentimientos.

-¿Todo bien Laur? -preguntó una de las chicas con las que entrenaba.

-Si, solo estoy un poco cansada.

Me senté en las gradas y observe un momento el partido, Lucy se había ido diciendo que debía hacer algunas cosas en casa así que me quedé sola. No había visto a Camila en ningún momento y eso que ella venía por las tardes a algunas clases especiales. Tal vez debería de hablar con ella, quizá así ponga en orden mis ideas. Con decisión me despedí de todas y salí a toda prisa a buscarla a su departamento. Baje de mi coche y subí a su piso, la puerta estaba entreabierta y entre. Escuche algo romperse en la habitación de ella, con rapidez entre. La escena era fatal; Shawn había golpeado a Camila, ella estaba tumbada en la cama con su camiseta a medio abrir. Sin esperar más me lance al imbecil y le di unos buenos golpes en sus cosillas y luego su ojo izquierdo. Camila como puedo me aparte de él. Pero que tonta era ella para evitar que le pegara a este pedazo de mierda.

-Eres tan idiota, Jauregui -me dijo él, limpio su labio inferior.

-Eso es por pegarle a ella.

-Laur, tranquila, todo está...

-No -la cogí del brazo y la puse atrás de mí -, tú no te mereces que te traten así, Camila, ten dignidad.

Shawn se echo a reír mientras se tocaba las cosillas.

-Ella no tiene dignidad, Jauregui -se acercó a nosotras -, no creas que ahora por unos besos contigo ella es lesbiana. No me hagas reír.

Su puño se encontró con mi labio inferior, sentí la sangre caliente caer por mi quijada.

-Dos mujeres no piden estar juntas, entiende eso.

-Eres tan poco hombre, eres un pedazo de mierda que lo único que hace es obligarla a cojer contigo.

-Es obvio -exclamó divertido -, ese era el trato, ¿no es así, Cami?

-Vete, Shawn, por favor -dijo Camila con rabia.

-Como quieras.

Antes de darse la vuelta me empujó fuerte, Camila se acercó a mí y me observó el labio.

-Lo siento, Lolo -el dolor en el labio no se comparaba con el dolor al verla llorar -. No debiste...

-Te quiero demasiado y no puedo verte así, te mereces algo mejor.

Sonrió con tristeza y fue a busca algo con que curar mi labio. Con algodón lo limpiaba y luego limpio con alcohol, lo cual me dolía mucho.

-Te quiero mucho Camila -deje salir de una vez, claro que lo hacía. Me había costado entender esa parte.

-Lo sé -fruncí el ceño. Ella asintió -, yo igual te quiero mucho, total somos mejores amigas.

Si, mejores amigas. Quizá Camila lo interpreto de otra manera, quizá me estaba rechando o simplemente me estaba ocultando algo. Pero esas palabras me dolieron mucho. Demasiado. Ella me quería, pero no de la manera que la llegaba a querer yo.

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