Capítulo 19

Dedicado a :

morithasalvaje

Mirabel:

La tenía frente a mi, ella mantenía un rostro frío con los ojos fijos en nosotros, Dolores y Camilo se encontraban conmigo mientras intentábamos hacerle entender que Emiliano no es una buena persona, pero al parecer él tenía hechizado a todos.

—Abuela entiende— explicó Camilo buscando en la mirada de ella algo de credibilidad, sin embargo, se negaba.

—¡Salgan de mi vista, en este momento irás de nuevo a tu habitación Camilo!— gritó enfadada —no puedo creer que hayas buscado la manera de escapar...

—¡Basta Abuela!— reclamé sintiéndome harta de esta conversación que no nos llevaba a ningún punto —no volverás a encerrar a Camilo, te lo prohibo.

—¿Tú me prohíbes algo a mi?— cuestionó con un tono enérgico —¿Con qué derecho?

—Con el mismo derecho que me concierne como futura guardiana del Encanto— digo firme, ella abre más los ojos —Tú misma lo dijiste, Casita me eligió y exijo respeto como tal.

Camilo y Dolores me observaron pasmados, era verdad, estaba ejerciendo mis derechos por primera vez en mi vida.

—Julieta me contó hace unas horas toda la verdad— se defendió la abuela —No eres una Madrigal, por lo tanto, tampoco mereces continuar con nuestro legado.

—¿Te das cuenta de lo que dices Abuela?— pregunté sintiendo desde ya como me ardía la garganta —podré no ser una Madrigal de sangre, pero soy la elegida, por mi carácter, mi fortaleza y tú ni nadie impedirá que salve el Encanto.

—Abuela, no entiendo porque no quieres creernos— Dolores habló —te dije todo lo que escuché, también como Emiliano me amenazó, el como está nuestra familia desde que él llegó a esta casa, todo concuerda, ese chico será nuestro fín sino hacemos algo pronto.

—Mirabel y Camilo estarán juntos no importa lo que yo diga ¿cierto?

—No somos primos, ya no tenemos porque ocultar lo que sentimos— dijo un Camilo muy seguro mientras sujetaba mi mano —Abuela, sé que lo que ves ahora puede ser confuso, pero ten en cuenta nuestros sentimientos.

—Yo amo a Mirabel.

—Y yo amo a Camilo.

—¿Saben por qué me cuesta creer que Emiliano sea una mala persona?— preguntó bajando la cabeza, tuvo que sentarse porque ya se sentía débil —Cuando veo a ese muchacho, recuerdo inmediatamente a mi Pedro, sé que no tiene sentido, pero su carácter y la amabilidad que representa me hacen pensar que podría ser un buen gobernante al lado de Mirabel.

—No estoy enamorada de él y lo único que lograrías casándome sería que él dominara todo el Encanto a su gusto— dije con seguridad —Abuela reacciona...

En ese instante nos vemos interrumpidos por el tío Bruno, quien viene hecho un manojo de nervios, sus ojos se posan en su madre y carraspea ante de decir...

—Emiliano huyó.

Si, tal y como lo había dicho, no sé supo cuando pero Emiliano había escapado, al parecer alguien estaba escuchando nuestra conversación en el cuarto de tío Bruno y lo alertó.

No dudo en que haya sido Isabela, ella esta perdidamente enamorada de él.

Aunque tío Bruno se ha dedicado a informar a la familia sobre él y ellos ya están en su búsqueda, lo más importante sería contar con el apoyo del pueblo y eso solo se puede conseguir con la orden de la matriarca de esta familia, Alma Madrigal.

—Aún puedo oírlo— dijo Dolores —no esta lejos, debemos unirnos y agarrarlo, él tiene que pagar por lo que ha estado haciendo.

—¿Qué dices Abuela?

—Háganlo.

[...]

El pueblo se había reunido, todos buscaban a Emiliano, al fin se nos había caído esa venda de los ojos y ahora sabíamos quien era de verdad ese desgraciado. Aunque aún me queda algo de culpa porque yo provoqué esto, yo confíe en un desconocido y lo traje a vivir a la casa, me sentí tan atraída por él y deje que hipnotizara a toda mi familia, a todos menos a Camilo, que siempre me advirtió de él y no quise creerle.

Ahora me siento tan agradecida con él, tan entusiasmada con su cariño y a la vez con temor, el temor que invade a cualquiera al saber que su entorno cambió de repente, Camilo ya no es mi primo, ahora es...

—Espero que muy pronto lo agarren— exclamó Camilo, sirviéndose un plato de comida recién preparado por mi.

—Yo también lo espero...— me senté a su lado y lo observé comer con emoción, la duda me embargó por unos segundos y no pude evitar preguntar —después de que toda esta pesadilla acabe ¿qué sucederá con nosotros?

El trigueño alzó la mirada para encontrarse conmigo y una sonrisa se formó en sus labios.

—¿Qué crees? hablé con el tío Bruno y nos garantizó una vida plena, casados y con un montón de hijitos corriendo por la casa— hizo un ademán mientras en mi cabeza se repetían sus palabras.

—¿Qué? ¿Monton de hijos?— me sorprendí.

—Claro, quiero tres niños para comenzar— dijo en un tono burlón y ahí comprendí que estaba jugandome una broma.

—Eres un tarado— dije golpeando su cabeza —aún somos muy pequeños para pensar en tener hijos.

—Pero no significa que no lo hagamos dentro de unos años— me alienta sujetando mi mano sobre la mesa, una calidez invade mi cuerpo.

—¿Crees que lo que sentimos dure por muchos años?— él asiente de inmediato.

—Obviamente, si me enfrenté a toda la familia aún pensando que eras mi prima, ¿crees que te dejaría luego de saber que para mi no eres prohibida?— acercó su rostro al mío.

—Que cosas bonitas dices— digo sintiendo el sonrojo en mis mejillas.

Él se centró en mis labios, acarició mi cabello y me beso lentamente, fue un roce sencillo, pero me transmitía demasiado, sentía el latido acelerado de mi corazón con el suyo. Sin embargo, un carraspeo nos interrumpió.

—Mirabel...— susurraron al mismo tiempo mis padres, Agustín y Julieta.

Ahí estaban, quienes no me dieron la vida, pero sin dudas hicieron de mi una gran persona, y me siento más que agradecida con ellos. El rostro de mi padre lucía deprimido y el de mi madre triste, no tuve oportunidad de hablar con ellos después de saber la verdad y creo que ahora es el momento.

—Mi niña, quiero que sepas que yo no sabía nada y siempre pensé que eras mi hija...

—Papá no hace falta que digas nada— me adelanté a abrazarlo —tampoco tú mamá, no me deben explicaciones, yo los amo y agradezco infinitamente que hayan cuidado tan bien de mi. Para mi nada ha cambiado, son mis padres y Luisa e Isabela son mis hermanas. Solo cambia el hecho de que ahora estoy en una relación un poco extraña para todos pero no imposible de asimilar.

Ellos correspondieron a mi abrazo, se sentía tan bien estar en familia.

A la par, los papás de Camilo aparecieron junto a Toñito, se abrazaron y lloraron juntos, era un momento emotivo, ellos pudieron ver a su hijo despues de mucho tiempo.

—Amo ver a la familia reunida— exclamó Bruno uniendonos a todos en un abrazo grupal.

Solo faltaba la presencia de una morena, Isabela. Ella aún no estaba de acuerdo con todo, puesto que quería ciegamente a Emiliano.

Yo solo quería que me viera e intentara entender la realidad, sé que pronto lo hará.

~~~~~~~~~~~~

Bueno, Emiliano escapó... Pero tal vez vuelva...
Es de mi grato honor informarles que estamos en los últimos capítulos🤗❤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top