TE ENCONTRE
El gancho de SMERT le pega en toda la quijada a Charles y sangre brota por todos lados, su cabeza da vueltas y parece que caerá. Los hombres en sus asientos abuchean y aplauden y yo me tapó la boca con las manos para no gritar nada que me revele, pero no puedo contenerme, Charles, esta sin fuerzas y es el tercer golpetazo que le saca sangre.
- Tranquilo amorcito, si apostaste a SMERT, seguro que ganas. Inmortal casi muere la pelea anterior- dice la morena y yo me volteo para estrangularla- casi ni pelea, solo deja que le den golpes y resiste- dice viéndome fijamente a los ojos. ¿Acaso quiere morir? ¿Por qué él no se defiende? Cuando la morena intenta apegarse otra vez, me levanto y me arrincono lo mejor posible al barandal de mi asiento. La campana vuelva a sonar y Charles, se mueve dentro del Ring. SMERT, tira un puñetazo pero Charles lo esquiva y le pega otro, que hace que SMERT mueva la cabeza con dolor, le ha dado justo en el sentido y gracias a que se tarda en responder, Charles logra cojer fuerzas. Pasa su mirada por todo el cuadrilátero, está sudando a cántaros y agitado a morir, tiene una mirada rabiosa y los hombros tensos, no tengo duda de que justo en ese momento si SMERT, vuelve a tacar puede morir en el intento. No escucha mi intensos pensamientos de que se quede en su lugar y cuando el mercenario ruso vuelve a atacar, Charles deja que este le pegue, en la cara, en el pecho y en los hombros, no hace nada por defenderse. ¿¡Que le pasa!?. SMERT, sonríe con los dientes ensagrantado y cuando cree haber ganado porque Charles esta en el suelo. Este se levanta y comienza su pesadilla más cruel. A los 5 minutos SMERT, esta tirado en el mismo lugar, con chorros de sangre y casi muerto. Suena la campana, Charles ha ganado.
- Ha, está vez creía que lo derrotarrian- dice la morena con tono aburrido.
- Sal de mi vista.
-¿Disculpa? - se echa hacia delante y yo dejo de mirar el cuadrilátero y la miró a ella directamente.
- Largate de aquí- le digo claro y fuerte, como un hombre de verdad.
Ella se disgusta y con cara de mal humor, sale de mi palco. Veo como los demás hombres sonríe y otros niegan con la cabeza, van en busca de su dinero los que ganaron al apostar por Charles. Bajo de mi asiento y me tropiezos con el murmullo de hombres que después de esta acción, se dirijen con sus chicas, a otra parte del subterráneo. Intentó entrar por una puerta por la que se ha ido Charles pero un gorila me atraviesa el camino.
-No puede estar aquí, señor- la negación rotunda me carcome por dentro, yo solo quiero verlo, joder.
- Claro que puedo- le digo y muestro mi tarjeta negra pero no sirve de nada, esta es solo para entrar a la pelea, no a ver a los peleadores.
-¿Jug ? ¿Pasa algo? - detrás de mí un hombre de baja estatura y con un traje formal, le pregunta al gorial por mi impertinencia.
- Este hombre quiere ver a uno de los peleadores - aclara el gorila sin mirarme.
- Soy fan de las luchas libres y las peleas y quisiera hablar con... El inmortal. Me parece un gran peleador- digo de inmediato viendo al señor directamente a los ojos.
- Entiendo, pero señor, eso no se puede, los peleadores están en sumo cuidado ahora y... - le muestro mi hoja de apuestas y los ojos del viejo, se desploman junto a su baba que cae. Me mira y yo lo miro, si esto no me hace pasar, no entiendo que mas podré hacer. El me sonríe- Jug, deja pasar a nuestro inversionista- dice con tono alegre y el gorila hace caso de inmediato- solo 10 minutos, señor.
Me avisa y yo asiento.
-¿Donde?
- Al final del pasillo, en el segundo piso, dice inmortal, el cuarto donde está el peleador- me habla sin dejar de ver la suma de 5 millones de dólares que he apostado para charles.
Salgo directamente por el pasillo oscuro y sin vida, subo al segundo piso por una escalera casi envuelta en óxido por completo y a la izquierda, visualizo el cartel de inmortal. La puerta de abre sola, tiene al parecer un sistema de alarma y solo se puede abrir desde afuera. Entro por completo y una habitación con una cama, un estante lleno de libros, un armario y otra puerta es lo único que hay, no hay ventanas, ni siquiera una televisión o algo por el estilo pero eso es lo de menos. Entro y se cierra la puerta automáticamente, Charles no está por ningún lado y cuando me dirijo hacia la puerta dentro de la habitación, veo al hombre de mi vida salir, con un paño de hielo en la cara y con una toalla cubriendole la cintura. Se ha duchado. Él enseguida nota mi presencia.
-¿Quién es usted y qué hace aquí? - dice fuerte y claro, con esa voz que siempre me había vuelto loca. Tiene el pelo largo y más aún cuando lo tiene mojado, le cae en los costados y por sobre la cara. El cuerpo, esta de muy buena forma, tiene los hombros y la espalda ancha y musculosa, como no, ha destruido a muchos hombres gracias a esas increíbles manos. Me mira y yo lo miro, no espero que me reconozca y es que es imposible hacerlo con todo los detalles masculinos que tengo en la cara- va a hablar o tengo que hacerlo hablar.
Niego con la cabeza y me acerco hacia él. Me mira con una ceja levantada y cuando voy a intentar besarlo, me agarra de brazo me lo dobla y me aprisiona con la mano.
- HA, CHARLES - me duele a cojones el brazo y grito su nombre, el me suelta de inmediato y se echa hacia atrás- ¿que mierda pasa contigo? - me recompongo el brazo y cuando me voy a levantar de la cama, él me agarra fuerte y me entra al baño, cierra la puerta y me mira fijamente.
-¿Ria? - en su cara veo sorpresa absoluta.
- Si . Dios, no siento el brazo.
- ¿Pero que mierda haces aquí?- su sorpresa pasa a enojo y yo me doy un tiempo para dejar de lado el dolor.
- He venido a buscarte.
-¿Buscarme? - ríe con desden- jamás saldré de aquí, estoy vigilado todo el tiempo y tu... Joder, te dije que jamás volvieras aquí.
-¿Qué? - las lágrimas se remontan en mi, por lo rudo y cruel que esta siendo, no ha cambiado solo físicamente, también es rudo aquí, además del ring.
- Quiero que salgas y no regreses más.
- Yo... - no se que decir, esta nunca fue la respuesta que había pensado- luche por 5 años, organicé todo, tuve que tragarme los comentarios más machistas y asquerosos e inventarme todo esto solo para volver a verte y tu... ¿Tu me estas pidiendo que no regrese? - las lágrimas ya brotan por sobre el maquillaje, Charles asiente.
- Yo casi muero para que tu salieras de aquí. Estoy bien sabiendo que tu estas bien, Ria. Y ahora regresas. Si alguien se entera que estas aquí, te mataran y ya no podre hacer nada para protegerte- me acerco a él quien también se ve muy destruido por la situación y cuando siento sus manos en mi rostro, todo lo malo parece desaparecer- tienes que salir de aquí.
- Tengo que sacarte de aqui- le digo alto y claro para que sepa que no esta a discusión.
Niega con la cabeza.
- Me vine a enamorar yo, de la chica más loca de todas- dice y yo sonrió entre lágrimas, tenía años que no sentía una tremenda alegría como estar entre sus brazos, no lo sentia desde que lo tuve entre mis brazos a él...-¿Como esta tu brazo?
- Casi me lo rompes pero esta bien, ya todo esta mejor- le digo mirándolo a los ojos y él sonríe.
- Nunca entres al cuarto de un hombre vestida de otro hombre e intentes besarlo- dice y yo me rio. Hasta en las peores situaciones saca lo mejor de mi.
- No tengo mucho tiempo- le digo y él asiente.
- Por favor, promete que no volverás aquí.
- Charles, no me pidas eso, acabo de encontrarte. Tengo contactos he hablado con Yasper y...
-¿Yasper? -
- Si- le digo y le echo el pelo de la cara hacia atrás, para ver sus rasgos asiáticos definidos. Es lo más hermoso que han visto mis ojos.
- Creía que había muerto... Llevo mucho tiempo aquí.
-¿Desde cuando? - le preguntó y él me coje y me sienta entre sus piernas en el suelo del baño.
- Cuando te fuiste, me detuvieron y mi sentencia era la muerte absoluta, pero Wik, velo por mí, habló con él presidente del subterráneo y decidieron echarme para acá, vivo mientras no deje que me maten los otros- la situación me da una tremenda rabia, ha sufrido demasiado, y llegará un día en que su cuerpo no aguante tanto por mucho que quiera seguir y el terminará, muerto si no hago nada rápido.
- Te sacare de aquí, lo juro- le digo mientras uno nuestras frentes y el suspira.
- Solo quiero que estés a salvo- dice y cuando voy a responder la puerta suena, charles en un movimiento rápido, me saca del baño y antes de que la puerta de metal abra, ya estamos ambos afuera.
- Es suficiente señor...
- Collison- le respondo al hombre que me ha dejado entrar. Asiento y con la cabeza le hago un gesto a Charles y salgo por la puerta con el corazón a mil. Lo he visto, por Dios, lo he visto y ahora nada me hará que deje de verlo, nunca.
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