ES UNA BROMA
- Explendida, ciertamente. Si lo he hecho yo, como no- Lucíano, se adora mientras ve mi silueta en el espejo. Yo viró los ojos, es incómodo casi un poco.
-¿No es demasiado... Brillante para una cena de trabajo? - mi mamá habla mientras está sentada en el sillón y yo enseguida miro a Lucíano con los ojos de "NO HABLES".
- Ella siempre tiene que brillar- dice y mi madre se mantiene callada.
- Solo quiero dar una buena impresión, mama- yo la miro y le sonrió, hace una semana que estaba esperando esto, hoy iba a ser el día en que Jack me llevara a ese lugar "único y que jamás yo había visto", hoy por Fin, me iba a dar cuenta de donde estaba ubicado el subterráneo.
El chófer del señor Collison llega a las 7 en punto pero para mi sorpresa al entrar en el lujoso auto, Jack no estaba en el.
- El señor Collison, la está esperando- dice el joven que conduce y yo asiento, mientras viajamos por las calles llenas de autos, no puedo dejar de pensar en él y en todo lo que acarrea volver a bajar a ese sitio, he cambiado mucho, antes tenía esa pequeña concepción de niña pura y genuina... Una rosa pura pero en realidad estos años me han vuelto tan fuerte y arriesgada que hasta mi físico he cambiado, el cabello de una peluca rubia, y los lentes de contacto azules, hacen que mi vida sea algo mas a lo que en realidad es, además que lo único que he podido establecer como prioridad, era encontrarlo, sacarlo y liberal al mundo la cruel realidad de ese lugar.
- Hemos llegado- el chófer entra a un edificio y sube el auto por uno de esos parqueaderos en rampas, mi corazón no deja de latir cada segundo más fuerte. Entonces el auto se detiene en frente de un ascensor. Salgo antes del que chófer me abra la puerta y me coloco justo frente a las puertas laminadas que me llevabaran, adonde esta el amor de mi vida. ¿El subterráneo está en manhattan?. El chófer unde un botón y las puertas se abren, pero no es un ascensor de vidrio en lo que puede ver todo. De hecho, lo único que puedo ver es mi reflejo en el espejo que hay justo en medio y cuando ambos subimos, el chófer de Jack y yo, esto en vez de bajar, lo que hace es subir.
-¿Estas seguro que Jack te dijo que me trajera aquí? - le pregunto al chófer, volviéndome a él.
- Ehh... Si señorita Marié, él la espera en la suite presidencial- contesta y yo me echo hacia atrás. ¿Una maldita suite presidencial?. Juro que mataré a Jack Collison . No vuelvo a decir más nada y dejo que mi enojo fluya en mi. ¿A que carajos esta jugando?. Cuando la puerta se abre, Jack me mira con una sonrisa.
- Marié, tan explendida como siempre- dice, pero yo paso de largo y voy directo a una mesa en el centro del lujoso piso, cojo una copa que está rellena con algo y doy un buen trago- vaya venias sedienta.
-¿Que es esto Jack? - le pregunto y él borra su sonrisa, espero haya notado mi cara de fastidio.
- Bueno, es una pequeña reunión privada de puros hombres influyentes y es algo que jamás has visto, todos están aquí y te los presentaré Marié... Nadie puede hacer un evento de esta magnitud, algo jamás visto- yo lo miro y me río, me río para no matarlo con la copa que tengo en la mano, él me observa, de forma extraña y cuando va a decir otra cosa, el ascensor vuelve a abrirse. Unos hombres estran en la estancia y una pequeña música de jazz comienza a sonar, me reconpongo cuando Jack trae a un adulto mayor que reconozco de inmediato.
- Señor Montanna- el líder de la disquera sony, me sonríe y yo le tiendo la mano.
- Siempre es un placer verte, Marie- Jack comienza a hablar sobre lo increíble que es la disquera y trata inconscientemente de meterme en la conversación, aunque yo solo observó las distintas maneras de salir de aquí. Las horas siguen pasando y más hombres van llegando a la suite presidencial del señor Collison. Me escabullo un par de veces pero de todas maneras, Jack encuentra la forma de hallarme.
- Y le dije, entonces compratela porque yo no lo mataré por ti- Ricardo Mayers, un reconocido empresario habla alrededor de distintos hombres y Jack me lleva hacia ellos, todo se sorprende cuando descubren que la impresionante multimarca de Daltonic, es invención de una joven como yo.
-¿En serio, señorita Marié, usted lo hizo sola? Seguro la ayudó algún socio- Jack se retuerze un poco incómodo por cómo Mayers me habla y yo, que mantengo toda la frustración a dentro, cojo una copa de vino y le doy otro trago.
- Señor Mayers, aunque no lo crea, las mujeres estamos gobernando el mundo- me quito un poco de labial con el dedo y veo como todos centran la atención en mi, algo que nunca me ha gustado mucho- de hecho, si no estoy mal, señor Mayers, ¿no es su esposa la que ha salvado su empresa de las sociedades amarillistas? La ha mantenida en pie todos estos años- digo y veo como Jack sonríe por lo bajo.
- Eh... Eso no es asi- Mayers ríe- las revistas comentan cosas despanpanantes- dice y se toma con cautela toda su copa. Pará liberal la tensión, otro hombre del grupo comenta algo sobre la inflación y el tema de las mujeres millonarias se cierra por completo, yo me disculpo y me acerco al ascensor.
- Marié - Jack entra al ascensor y este comienza a bajar. Ninguno dice una palabra y cuando salimos del ascensor su chófer me está esperando.
- Jack.. Creo que debemos de dejar de vernos- no me siento como una niña que trata de dejar a un chico con cara de bebe, pero si como una mujer que sabe que esto no funcionará. ¡Es un chiste!. El jamás me llevara a Charles y eso, es lo único que nesecito.
- ¿Marié, no fue lo suficiente esta fiesta? - me dice y yo me alejo más .
- Fiestas con idiotas, que se creen que una mujer no puede ser mejores que ellas, eso es lo que me sobra Jack.
- Lo sé, lo sé, lo arruine, no debí hacer esto pero... - alzó la mano y niego con la cabeza.
- Somos de mundos un tanto diferentes... Detesto lo convencional y esta fiesta y esos hombres lo son.
Jack, comienza a pensar un momento y yo lo veo directo a los ojos. ¿Que más tiene que ver para decirme donde está el subterráneo? ¿Acaso no lo sabe? Depronto, me equivoque al cojer el anzuelo y supuse que todas sus conexiones con los hombres más influyentes, el dinero y aun más, la empresa de Mark tenían la pista perfecta de que él sabía dónde estaba y Jack, se presentaba como un heredero prometedor que nunca había sentido nada por nadie y vivía una vida de tremenda sincronizadas y experiencias fortuitas, de alguna forma, estaba solo y ese era mi oportunidad pero... ¿Me había equivocado al elegirlo?.
- Tienes razón, estos hombres subestiman a las mujeres- dice y suspira- te lo prometo Marié, esto que he decido por fin mostrarte, se que será algo único- dice y se acerca más a mi.
- Me acabas de decir lo mismo hace unos días Jack, y mira que fue eso "único que me has mostrado" - recriminó haciendo comillas con mis manos.
- Esto si es diferente Marié, si esto no es totalmente desconocido a tus ojos, te juro que me alejo de ti- dice decidido. Esta bien, eso no suena nada mal.
- Si es así, señor Collison, muéstrame lo enseguida.
-¿Ahora? - yo asiento y Jack niega con la cabeza. Su chófer que está un poco cerca dice.
-señor Collison- pronuncia por lo bajo y yo le lanzó una mirada matadora de inmediato.
- Marié, eso no puede ser así... Este tema no es sencillo y es delicado y...
Me doy la vuelta y comienzo a caminar directo al auto pero Jack se apresura y se interpone frente a mi.
- Esta bien, esta bien, esta bien- dice apresuradamente y estira la mano a su joven chófer, quien lo mira con duda y algo de ansiedad.
- señor Collison esta, usted seguro... Sabe que eso es...
- Calla y tráeme el teléfono, le mostraré a la señorita Daltonic, lo que esta debajo de nuestros pies- dice sin siquiera espabilar, sin siquiera dejarme de respirar.
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