Extra: Navidad (1)
Akira Berglind
— Ya todos se conocen pero le daremos una hora más para que terminen de hacerlo y así pasar a la cena de manera más amena —informa mi abuela Camila con voz fuerte y amigable—. Akira les dará una explicación breve de las actividades de hoy.
Sonrío mientras observo a todos quienes se muestran interesados. Les diré que hagan esto mismo el año entrante, me gustó bien como se lleva esto.
— Después de la cena, se les entregará una carta con una pista, esta les mostrara el camino hacia la otra pista y así sucesivamente hasta que lleguen al área de Paintball, los caminos son diferentes por lo que es poco probable que lleguen en grupo —explico con una sonrisa llena de diversión—. Allí se hará un pequeño torneo donde ustedes serán los participantes. —Señalo a los invitados— Nosotros, los organizadores, seremos sus guías durante el mini torneo y antes de que este se realice, se hará un sorteo para saber quién queda con quien. —Me siento en uno de los sillones con tranquilidad. Es obvia la razón por la cual nosotros no participaremos porque... ¡Es obvio! y no tiene sentido pues, hay premio y ellos son los invitados, luego, si quieren, participaremos en un juego nuevo.
Y así pasamos el tiempo, hablando entre nosotros y haciendo cualquier cosa que se nos pasa por la cabeza y yo, en este momento, no dejo que mi mente se bloquee ya que hay un lado espíritu que ahora está mucho más activo que en mi niñez por lo que de vez en cuando nace mi lado divertido... y en ocasiones, sádico, pero eso lo puedo controlar.
— Camila, nosotros nos retiraremos temprano debido a que mañana tenemos una importante reunión con la empresa —El padre de Gastón se levanta seguido por su esposa y otro hijo.
Él, al ser un diseñador e ingeniero petroquímico, está creando un proyecto con los padres de Victoria dónde su madre, es socia principal de una compañía distribuidora de autos, siendo casi la jefa y su padre, es un ingeniero mecánico automotriz. El proyecto será sobre innovación de la energía alterna para mejorar el proceso de combustión en los autos y la madre de Victoria se verá incluida en eso porque hablará con uno de los distribuidores para tomar un auto como modelo de prueba en el cual se modificará parte de su sistema para llevar a cabo el proyecto. La mamá de Gastón se va para no quedarse aquí sin su esposo.
— ¿Junto a los padres de Victoria?
— Sí, disculpe que no podremos quedarnos este año a disfrutar de sus actividades — Victoria me observa y luego observa a Gastón de manera disimulada buscando respuestas— Pero los dos se van a quedar, nosotros nos vamos. —Los dos se muestran aliviados.
Yo alzo los hombros sin entender mucho pero Gastón asiente confirmando todo ¿No podía ser otro día? Bueno, así hay menos personas en la mansión y menos personas controlando la vida de cierto pelirrojo.
— Será para la próxima. —Sonríe mi abuela materna.
— Si así Dios lo decide. —Todos los adultos de la familia asienten al mismo tiempo con un sonrisa que solamente yo reconozco como falsa— No iremos luego de la cena.
— ¿Por qué ustedes no participarán? —pregunta Lucía, la prima de mi amiga, retomando el tema principal.
— Porque se entregará un premio al ganador. Solo faltara un participante, luego yo veo a quien incluyo; después del mini torneo, se realizará un pequeño intercambio y para eso espero que no hayan olvidado su regalo. Como última actividad, una fogata en el lago y si todo va de maravilla —Mis padres me miran cómplices— dormiremos allí... Claro, si aceptan o si el frío no los permite porque estamos como a dieciocho grados o un poco más fuera —Aquí dentro estaríamos como a trece grados gracias a nosotros o la temperatura que dije de no ser por la calefacción.
— ¿Qué lago? —pregunta Hunter.
— El lago —respondo sin más—. Vamos al comedor, falta poco para la cena.
Ya todos en el comedor, los de la familia nos sentamos frente a los platos recién servidos de manera alterna dejando espacio entre nosotros para los invitados, la única que no cambia de lugar, es mi persona.
El chef ayudante de mi abuela Camila y otro ayudante, se acercan para anunciar el menú.
— Como plato entrante y aperitivos, tenemos Jamón serrano con membrillo y brochetas de pollo, también tenemos ensalada de rúcula con salmón ahumado y ensalada de queso de cabra con crema de Módena; de acompañamiento para los aperitivos y ensaladas, tenemos salsa Vichyssoise y salsa verde; como plato fuerte, tenemos Milhojas de calabacín con berenjena y langostinos al horno, también hay para esta noche el típico pavo horneado y pierna de cordero rellena de níscalos y piñones. Para el postre se preparó la famosísima torta selva negra y torta de pan; por último, de bebidas, tenemos vino blanco y cóctel navideño. —Se retira luego de dar el menú.
— El menú de esta noche es extenso por la diferencia de gustos que se puedan encontrar entre los invitados —informa mi abuelo Richard con una sonrisa típica de él—. Pueden empezar a comer, que disfruten la cena.
— Antes, una oración para agradecer —Otra vez ellos con eso pero ninguno hace queja y nosotros no podemos porque eso dañaría demasiado. Todos aquí son creyentes, unos más que otros y nosotros, creemos en nosotros. Empieza con su oración—... y gracias por darnos otro día más de vida. Amén. —El resto le sigue a la madre del pelirrojo.
Mientras, yo le agradezco a júpiter por otro día más de existencia, gracias a su campo gravitacional porque sin él, la tierra ya no existiría, que sin su exuberante tamaño, la tierra ya no tendría vida y según hipótesis, sería como Marte aunque lo último, no sé qué tan cierto sea.
La cena fue adaptada a las comodidades de nuestros invitados por lo que no estuvo presente nada elegante a la hora de esta, todo lo servido son platillos sencillos de preparar, bueno, la mayoría de estos. Entre risas, charlas y anécdotas, todos se fueron integrando y adaptando a la presencia de cada uno y entre esos temas, saqué las reacciones de las personas que vienen por primera vez al lugar, fueron épicas.
— Chicos, aquí tienen. —Me levanto de la silla momento después de haber comido y un correspondiente reposo para ellos. Empiezo a repartir los sobres que me acaban de ser entregados por uno de los empleados principales— Sigan las instrucciones, nada de llegar directamente al lugar o sino, habrá una buena penitencia —digo haciendo énfasis en las palabras más importantes de la orden y sonrío con la "Penitencia" que si no fuese por el frío, pido que se queden en ropa interior y se adentren al lago—. En cada estación habrá un sello con el que marcarán la carta. —Me aparto de la mesa colocándome un extremo del comedor— Habrán obstáculos así que tengan mucho cuidado ¡Todos salgan en busca de cada sello a la cuenta de tres: uno, dos y tres! —Todos salen del lugar dejándome solamente con mi familia
— Ya saben lo que tiene que hacer— digo sonriendo—. Yo los estaré esperando.
Apenas terminó la cena, los padres de mis dos amigos se retiraron a sus respectivas casas, realmente no insistimos en que se quedaran más tiempo porque la carretera no es muy bonita de noche, es peligrosa y hay puntos ciegos en algunas intersecciones que llevan a desvíos hacia algunas fábricas apartadas o a los pueblos cercanos, puntos ciegos de los cuales casi nadie presta atención y puntos ciegos donde puede haber algún accidente.
Hunter Shadow
Y aquí estoy yo, como todo un estúpido buscando algo de lo cual no sé mediante una pista para sellar una carta solo para ganar este reto que han puesto, uno que seguramente y lo más probable es que se vuelva más difícil. ¿Qué les pasa? La mansión esta es digna de llamarse así porque es demasiado grande y si esto aquí dentro parece un... ¡No sé! El jardín debe ser mucho, mucho más grande.
¡Ayuda! Siento que no puedo, los pasillos son muy largos y me siento solo aquí... No me gusta sentirme así.
Abro el sobre sacando una pequeña tarjeta plegable y una hoja con el enunciado. "Alas en la pared, colores en el papel" "Pasos que te ayudan a subir al cielo, pasos que te ayudan a bajar al infierno"
¿Qué demonios de acertijo es este? No tengo idea de que es esto y esto no es normal... Da miedo ese acertijo. Simplemente no es normal y algunas cosas de aquí inspiran eso... Me quejo, que fastidió hacer esto, no quiero pero al mismo tiempo sí para así rodear todo y llegar más rápido pero dijeron penitencia y... ¿Quien sabe qué idea se le pasa a esa loca por la cabeza? Capaz nos cuelga de un tobillo en uno de los árboles o nos hace correr por todo el lugar.
Vamos a empezar con la que más o menos entiendo a ver si así logro algo.
— Subir y bajar —susurro para mí mismo
. Algo de este lugar que sirva para subir y bajar. ¡Las escaleras! Claro es lo único que sirve para subir y bajar en este lugar, ni modo que haya un ascensor oculto... Pfs ¿Cómo pude tardar tanto en esto?
Salgo corriendo a donde está el living, recuerdo haber visto unas escaleras cuando llegué... Subo la escalera y me detengo en la parte más alta de esta, colgado en la pared hay un gran cuadro con un dibujo de lo que parece ser una persona parecida a Akira pero si te fijas bien, no lo es así que no entendí pero no importa; en la espalda de la imagen de la figura del cuadro, hay unas alas.
Colores en el papel... Que yo sepa, los lienzos son de tela... que yo recuerde de mis experimentos locos de niño que decía que los cuadros de la pared eran de papel. Continúo mirando a los alrededores hasta que mi vista se topa con una pequeña mesa que hay debajo del cuadro, ¿Cómo tardé tanto en verla? En la superficie de esta, hay otro sobre con manchas de colores y un sello. Te encontré.
Sonrió de lado.
(...)
Después de pasar como una media hora aproximada matando a mi cerebro, logré descifrar todas las pistas, donde cada vez, eran más difíciles y según para mí, más imposibles de completar. Esto estaba muy difícil y la sensación que sentía, siempre le he corrido, nunca me ha gustado.
Estoy corriendo en dirección al área de paintball que se encuentra al final del terreno trasero de la mansión y que está iluminado con grandes reflectores de luz blanca. Allí, parecen estar ya todos.
Aun no puedo creer lo grande que es este lugar, es inmenso, demasiado para mi gusto... creo que para el gusto de cualquiera; solo con el jardín trasero, parece un parque tipo el que vemos de New York en televisión tal como el Central Park. Bueno, algo así parece.
— ¿Por qué tardaste tanto? Todos tenían las pistas con el mismo grado de dificultad pero por caminos diferentes —pregunta Akira mirándome fijamente.
— Estaban muy difíciles —respondo haciendo un mohín.
— Claro que no. Que eres muy bruto, es otra cosa. —Miro con molestia a Matías.
— Normal. —responde de manera cortante, ni con mi amigo se ha comportado así... es solamente conmigo— Es las 10 de la noche por lo que tenemos máximo dos horas para terminar con el torneo de paintball. — Ah, por poco se me olvidaba en la casa, menos mal que mi amigo me recordó horas antes de guardar lo del compartir.
—Aquí tenemos los nombres de todos los presentes y como faltaba un participante, elegimos a Martha, la encargada de limpieza. —Una mujer de larga cabellera negra, quien trae puesto un uniforme, tiene en mano dos cajitas pequeñas de madera— Quien va a sacar los papelitos con los nombres será... —Alarga la última palabra mientras va observando a todas las personas que se encuentran en el lugar— Usted, venga. —Un hombre vestido de negro se acerca a donde se encuentra la abuela de Akira— Él es nuestro mensajero y será nuestra mano inocente— Dice divertida. Aun no entiendo cómo se llevará a cabo esta actividad, lo único que quiero es ganar— Victoria, tu ayudante será Lucas —indica señalando a la castaña.
— ¡Yey! —responde entre saltos y extraños movimientos.
— Matías, tu ayudante será Ronald —El hombre de nuevo vuelve a sacar un papelito de una de las cajas y luego saca el otro pasándoselos a la albina—; Gastón, tú estarás conmigo. —El pelirrojo hace un pequeño gesto de aprobación con su cabeza— Josué, tú estarás con Akira.
—Me parece bien —responde llevándose las manos a los bolsillos de su pantalón.
— Hunter, tu estarás con Richard. Buena suerte. —Me guiña un ojo. Creo que el "buena suerte" está de más— Lucía, tú estarás con Danielle —No sé por qué pero tengo el presentimiento de que ella será la primera en perder—, y por último Martha, que estará junto a Mitsuki. —Las tres mujeres se dan unas que otras miradas
— En la pequeña casita que está allí —El señor Lucas se encuentra señalando una pequeña edificación a metros de donde nos encontramos—, están los equipos de protección y los marcadores. —Señala mientras que con un movimiento de manos, llama a uno de los trabajadores.
— Todos sujétense estos micrófonos a sus franelas, sus compañeros se comunicaran a través de estos para darle advertencias e indicaciones. —La mujer llamada Danielle, nos entrega uno a cada uno. El micrófono está conectado a un auricular mediante un cable. El tamaños de estos debe ser alrededor de 1cm, no sé pero son pequeños— El modo de juego será de eliminación, el único que quede en pie, será el ganador. Vayan a colocarse sus equipos y vuelvan aquí que le daremos una breve explicación de cómo se usan las marcadoras.
Todos vamos juntos. No sé para que el equipo de protección, ¿Qué tanto daño puede hacer una bola de pintura? Ninguno, es una bola de pintura, es líquido, no es nada sólido.
Ya estando todos con el equipo puesto, nos explicaron cómo usar correctamente las marcadoras y ahora estamos esperando la última orden. Cada ayudante están en alguno de los lugares de los cuales no supe su ubicación porque estaba peleando con uno de los cierres y no presté atención.
— ¿Todos preparados? —Cuestiona en un grito— ¡Ya! —vuelve a gritar desde lo alto, no tan alto, el padre de Akira.
Todos empezamos a correr para tomar nuestras posiciones.
Akira Berglind
Cada uno de los ayudantes nos encontramos en unas pequeñas torres improvisadas donde podemos visualizar el terreno de juego casi al completo pero eso no es totalmente necesario para nosotros, solamente es para disimular.
Después de dar la señal de partida, todos salieron a buscar el lugar adecuado para posicionarse y ahora se encuentran atentos a cada movimiento, con un oído en las indicaciones y otro a los movimientos cercanos. A los pocos segundo de haber dado la señal, no se hace esperar el primer sonido que provoca la marcadora al disparar.
— Josué, a tu izquierda esta Lucía —digo a través del micrófono—. Ocúltate detrás del obstáculo que está a tu espalda, allí tendrás una vista perfecta y podrás sacarla del juego con facilidad.
— Perfecto. —Acata mi orden con rapidez y se coloca justo donde le dije.
— Muévete rápido que Gastón está apuntándote y no le falta nada para disparar, ya te tiene—advierto.
Justo cuando hace lo que le indiqué, una bola de pintura salpica detrás de él.
— Por poco y te sacan de juego —digo con cierto alivio... ya me metí en el juego—. Vamos por Hunter, desde donde estás, puedes dispararle.
Josué capta rápidamente la posición de Hunter, no muy lejana a él pero sí a buena distancia; después de varios disparos inciertos, uno logra impactarlo y así, logramos sacarlo de juego.
Hunter, tiene una muy buena puntería para nunca haber tomado nada parecido a un arma y si practicara esta, sería buen rival, al igual que todos aquí en juego, pero él, a diferencia del resto, pudo haber ganado si hubiese hecho caso a las indicaciones al cien por ciento, si lo hubiese hecho, estaría dentro de juego.
— ¡Pero qué demonios ¿De dónde vino eso?! —grita el castaño a través del casco saliendo del terreno.
— Buena esa. Ya era hora de que ese bueno para nada saliera de juego. —Lo que menos se merece es el premio de este juego, eso le pasa por meterse conmigo.
— ¿Por qué tanto rencor? —pregunta entre risas.
—Avanza hacia el próximo obstáculo, allí tendrás fácil acceso a la señora Martha. —Esa señora es buena jugando, en realidad no me lo esperaba y cuando digo buena, es porque realmente lo es... no sé si ha llegado a hacer trabajos con mi familia pero ella tiene años trabajando aquí así que eso es lo más seguro pero oye, posiblemente esté perfecta para estar a nuestra par— Digamos que me ha molestado un par de veces, es hora de darle su merecido —respondo su pregunta sin apartar la mirada del terreno.
—Ya veo, ya veo.
— ¡Agáchate! —grito desde mi lugar. Seguramente lo deje medio sordo de un oído.
— ¿¡Era necesario que gritaras!? —pregunta con tono molesto.
— Si no lo hacía, era muy difícil que reaccionaras con velocidad.
—Ya vi a la señora —informa el rubio.
—Es tu oportunidad. — Con mi mirada busco a los demás participantes.
Hunter, Victoria y Martha ya están fuera, ya no tienen puestos sus protectores y se encuentran en la torre con sus ayudantes. Hunter sacó a Victoria con un solo disparo y eso hay que reconocerlo, es bueno controlando su puntería... eso significa mucho, muchas cosas que él aún no puede saber.
— ¡Sí!.. no, no lo logré —Él no, pero Lucía sí.
— Solo faltan dos. — Digo al buscar la ubicación de los demás. — Quédate donde estás. A unos tres seis metros a tu izquierda esta Gastón.
— Está bien.
— Te vió, dispárale antes de que él lo haga.
Justo en el momento en el que le dispara, una mancha de pintura se forma en todo el casco indicando que salió; la persona encargada de vigilar a los jugadores anuncia la salida del rubio; por el otro lado Gastón también ha salido del juego... Los dos se eliminaron al mismo tiempo.
— ¡Coño, perdí!
— No te quites el casco, puede ser peligroso —Advierto— Ve a cambiarte, cuando termines, vienes.
Solo queda Lucía y Matías. El juego entre ellos ha estado complicado y más complicado se pone cuando hay menos personas en campo y con quienes están detrás de sus jugadas.
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