Capítulo 67
Akira Berglind
Gracias a la ansiedad, tomo su brazo desesperadamente con ambas manos sujetándolo con firmeza, tal como un gato a su presa para no permitir que escape, solamente hago eso para seguir tomando del líquido carmesí de una manera que nunca creí ser capaz de hacer. No presto atención a mi alrededor y no presto atención a que me encuentro temblando de la misma ansiedad porque decido ignorar ese hecho completamente.
Al cabo de lo que parece haber sido unos dos, tres o cuatro minutos, me detengo separando mi rostro y soltando mi agarre; apenas lo hago, el peso del cuerpo de Aaron desaparece de mi vientre y piernas dejando que me alivie por completo por lo desagradable que me parece ese tacto.
Quedo un momento quieta en mi lugar asimilando lo ocurrido.
— ¡Si hubiese sido otro empleado el que haya entrado a su habitación y lo hubiese atacado como lo hizo conmigo ¿Cómo explicaría sus dientes y sus ojos?! —me recrimina mirándome fijamente—. No importa, ya pasó y ya se calmó ¿Por qué salió corriendo? —Aparto mi mirada de él dejándola sobre uno de los vestidos antiguos de un rincón del lugar.
— Me hizo recordar el mal momento que pasé en mi secuestro —susurro mientras trato de limpiar mi rostro de manera inútil.
Sé que no duré nada de tiempo comparado a lo que pasan otras personas, pero si no fuese por la inteligencia informática y espacial de mi familia, no habrían dado con mi paradero porque esa vez, era como un humano buscando a otro humano porque ellos no podían encontrarme por mi aroma tal como hacían en el trabajo.
—Siento como las heridas de anteayer van cerrando —susurro mientras acaricio mi brazo.
— Le dije que esto pasaría tarde o temprano y usted no escuchó mis advertencias —No respondo ante su "Te lo dije" decente— Estaba realmente hambrienta, bebiste bastante. —Se sienta y apoya sus manos en sus rodillas. No le digo nada porque entiendo que debe estar tratando de recuperarse.
— Te odio por hacerme activar mis sentidos —Me quedo acostada en el suelo captando el aroma de los seis que mantienen un lazo familiar conmigo— ¿¡Por qué el aroma es tan fuerte!? ¿¡Por qué!? —Me cubro el rostro.
— Porque...
— ¡Victoria viene subiendo! —exclamo interrumpiéndolo, sé muy bien la respuesta como para que él me la diga— Tráela aquí, por favor.
— Como ordene señorita —responde con desgano.
El aroma de todos es completamente intenso en este lugar, es abrumadoramente atractivo y adictivo; parece ser que aquí fue donde empezó todo y donde más tiempo estuvieron sin su collar.
Me dieron ganas de vomitar.
Empiezo a llorar nuevamente dejando que mis manos se mojen con mis lágrimas, después de todo, ya tengo las manos húmedas por la sangre que se está secando. Entre mi llanto, siento como poco a poco empiezo a sentirme asfixiada porque realmente no estoy respirando; volví a privarme en llanto y eso no me gusta para nada; me siento débil desde que empecé a llorar por la ansiedad y la sensación de soledad que tengo en mi corazón y mente... desde ese entonces, me siento terriblemente débil.
Escucho como pasos se acercan hacia mí y sé que se trata de Victoria porque inmediatamente, apenas entra siento unas manos acariciar mi cabello con suavidad y porque así me lo dice su aroma.
Nunca aparto mis manos de mi rostro y nunca detengo mi llanto porque realmente no puedo hacerlo, ya mi privé completamente. Permito que mi cabeza sea apoyada en sus piernas suavemente mientras yo sigo sin apartar mis manos de sobre mis ojos, no quiero que me vean a la cara completamente, no quiero que me vea llorando de esta manera.
— Ey, cálmate. —Niego— Akira, por favor ¿Qué pasó?
— Entré en... crisis —digo de manera entrecortada—. Ataqué... ataqué a Aaron... de manera inconsciente, no pensé siquiera... Lo vi y reaccioné... Y eso está mal.
— Ya está, ya pasó —Trata de calmarme y consolarme — ¿Por qué lo hiciste? —Su voz suena tranquila.
— Ya te lo dije, ya lo sabes... Porque no me he alimentado... como se debe... Porque no lo hago desde aquel día —Presiono mis manos lastimándome la piel— Aaron me hizo activar mis sentidos y los sentí, no quiero sentirlos más... ¡No quiero sufrir por eso! —grito. Ya había logrado calmarme de manera mínima y volví a caer.
Las caricias en mi cabello no cesan y tampoco quiero que lo haga, eso me reconforta demasiado. Ya entiendo porque a Hunter le gustaba mucho que le hiciese esto cuando estaba completamente destrozado emocionalmente.
— Me duele el pecho... Mucho. —Me quejo entre lágrimas y mi voz quebrada— Los huelo, su aroma no... no se va y con el crecimiento de... mis poderes, es mucho más intenso de lo que debería.
Me quedo callada al sentir como Victoria me planta un beso en la frente, más que callada, me tenso y aun así, no dejo de llorar. Su preocupación ha de ser grande, mucha, como para lograr hacer eso sabiendo como soy, sabiendo cómo me puedo poner. No sé porqué lo hizo.
Ese beso me hizo recordar a mi abuelo Richard... Thomas porque el hacía mucho eso cuando yo estaba pequeña, cuando aceptaba que mi familia me tratara con abrazos y besos; cosa que dejé de hacer mediante crecía.
— No llores más, pequeña. —Quedo en Shock al no escuchar la misma voz de antes... Mi corazón acaba de dar un vuelco.
Me levanto de golpe apartándome para no tener más contacto con quien sea que sea esa persona, ese ser. Miro a mi alrededor asustada y alerta, no es Victoria, hace un momento lo era... o eso creo yo pero ya no lo es, no lo es, ella está apartada, en la entrada del lugar con alguien abrazándola desde atrás pero no creo que sea ella, está callada, con rostro sorprendido y mirada perdida; un poco más lejos, están Asim, Lis y Dusha manteniéndose apartados y callados con expresión de sorpresa... completa sorpresa. ¿Quién abraza a Victoria?
— ¡Aaron! —le llamo alterada— Ellos, no... no... Es... —Retrocedo por el lugar al verlos entrar. A esos seres que no me quieren existiendo.
— Señorita...
— ¡No! ¡Malditos, lárguense, váyanse ahora que les doy oportunidad de hacerlo! —Amenazo con voz gruesa.
No estoy jugando.
— Akira, no has de temer—Niego y muevo mi brazo bruscamente para evitar que me atrape. No sé quién es y no sé porque me trata con tanta familiaridad, me molesta que me traten con ese tipo de familiaridad. ¡Lo odio!
— ¡No me toques! —Debo reaccionar y atacarlos pero no... puedo, no puedo reaccionar y no sé porque no puedo. ¡¿Por qué, maldición?!
— Akira, soy yo. —Niego. No sé quién es.
— ¡Aaron, no me traiciones! —ruego en un chillido—. No traiciones el nombre de la familia.
— Señorita, no le estoy traicionando; ellos —¡Maldito traicionero! ¡Malditos traicioneros de mierda!
Un mareo me cubre por lo opto por agacharme y cubro mis oídos al sentirme aturdida, al sentir voces en mi cabeza, al notar como tratan de alterarme para debilitarme pero ya lo estoy; aun no me recupero porque la sangre no ha hecho efecto y no lo hará a menos de que me quede quieta y no esté alterada.
Son unos malditos, todos; son unos traicioneros que no merecen mi perdón ¿Cómo se dignan a atacarme de esa manera? Eso no se los perdonaré pero me cuesta accionar debidamente porque está afectando mi subconsciente, no puedo.
¿Por qué me duele tanto?
— ¡Déjenme! ¡Déjenme y no me sigan molestando! ¡Si reconozco su olor en este estado, los buscaré y no estoy jugando! —chillo con extrema sinceridad.
Las imágenes de meses atrás vuelven a hacerse presentes, el reflejo del golpe de la guadaña de quien era el líder shinigami atravesando el pecho de mi abuelo y yo rompiendo en llanto al verlo sin alguna esperanza de salvación; el momento en el que no siento más el aroma de alguien de mi familia o empleados; la tristeza y la sensación de cómo mundo se derrumba completamente y no podrá reconstruirse, solo queda en ruinas con algunas partes intactas; el dolor que sentía en ese entonces en mi pecho y la extraña tranquilidad que sentí al cabo de unos largos minutos quedando con una sensación de miedo.
—"Elimine la barrera para llevar a cabo nuestro cometido y luego llevárnosla a usted para interrogar su..."
— ¡Déjénme y no me torturen con eso!
Puse una barrera de manera inconsciente.
Vuelve a hacerse presente en mi mente la escena donde mi dolor pectoral se libera y desde el punto de vista de otra persona que no identifico, ver como el cuerpo de mi padre cae y segundos después, el resto; todo se vuelve oscuridad en ese momento pero no pierdo el conocimiento porque la oscuridad es de la visión.
Soy rodeada por todos, exceptuando a Victoria quien no me mira, mira al suelo; debo hacer algo.
— Soy yo. — ¿Quién es yo? ¿Quién es él y porque se parece? Obvio, tiene rasgos asiáticos, me cuesta diferenciarlos en muchas ocasiones; tal vez lo confundo con un actor, modelo o cantante... muchos se parecen.
— Hazlo, es la única manera de lograrlo. —Entro en pánico.
Un mareo me cubre al sentir como mi mente entra en un estado de shock, estado en el que no soy capaz de reaccionar pero conociendo el contrahechizo, me repongo inmediatamente. Eso malditos están tratando de entrar en mi mente pero ni siquiera con cuatro seres de la misma especie, pueden lograr su objetivo; no estoy tan débil y ellos son muy, muy pero extremadamente débiles porque aun encontrándome en este estado, ellos no logran afectarme completamente.
— Malditos traicioneros —gruño. Los haré pagar luego, haré pagar a Asim, Lis, Dusha y a Aaron. ¿Cómo pude bajar la guardia tan estúpidamente? Pudieron atacarme en cualquier momento pero no, esperaron a que decayera de nuevo.
Bajo mi cabeza quejándome por sentirme débil nuevamente, la sangre no hará efecto a menos de que esté calmada y aún falta mucho para eso. Empiezo a jugar con mis manos para distraerme y al mismo tiempo, hacer uso de mi telequinesis.
Alguien se acerca uno o dos pasos diminutos pero al distinguir y percibir el movimiento de unos brazos, alzo la vista clavándola en quien se acerca y alzo mi mano impacto su abdomen sin necesidad de tocarlo. La dejo sin aire.
— Akira... — ¡Dejen de llamarme por mi nombre con ese tipo de familiaridad!
Continúan con las alucinaciones mostrándome una y otra vez la misma escena con su intento de manipular mi mente para hacerme caer y entregarme pero no me está haciendo efecto y parece que no se dan cuenta.
Y yo estoy débil porque me estoy dejando manipular por débiles y no es porque no puede, es porque mi mente parece no querer reaccionar como instinto.
Hago una línea en el aire para luego herirlos lentamente sintiendo mi cuerpo cada vez más débil pero sin importarme... hago uso de mi telequinesis dentro de su cuerpo
¡Los haré pagar!
Tomo del cuello a quien está a centímetros de mi cuerpo y lo lanzo contra el suelo para sentarme sobre él y clavar mis uñas en su costado, las alargo tomando mi media forma demoniaca lastimando completamente el paso al instante en que atraviesan su piel.
Un quejido se escucha inmediatamente y seguido de eso, varios jadeos. Siento con mis dedos como la piel busca cerrarse pero no lo permito porque sigo rasguñando el interior provocando que el dolor sea insoportable. Lo haré sufrir lentamente.
Mi vista se nubla por haberme levantado y atacado de golpe y agradezco eso porque no quiero ver la cara de mi atacante. Tarda unos segundos así para luego reponerse pero aun así, evito ver el rostro de quien está debajo de mí.
Debajo de mi mano, distingo la cadena de la familia pero es una farsa, todo es una farsa para hacerme caer y ahora que estoy prevenida, no me debilitaré ante su imagen.
No sé en qué momento quedé dormida pero no me importa, lo que quiero saber es porqué me traicionaron de esa manera aquellos a quienes había tomado como mis nuevos personajes de confianza plena, ahora me costará mucho más volver a confiar.
Empiezo a sentir como trata de atacarme mediante sonidos e inmediatamente confirmo mis sospechas de que es un espíritu, los repelo una y otra vez para atacarlo con lo mismo. Siento el tacto de sus dedos en mi brazo tratando de retirarlo para hacer que deje de lastimarlo y permitir cerrar su herida pero no lo permitiré, hago presión en su cuello para evitar que continúe respirando y aunque sí sé que eso no hará que su corazón se detenga para provocar graves efectos, será suficiente como para que quede inmovilizado y no trate de hacerme daño física o mentalmente.
Suelto mi agarre de su cuello y retiro mi mano de su abdomen para volver a clavar mis uñas en la misma zona, con la mano que me quedó libre, empiezo a rasguñar lo largo de su cuello y pecho hasta llegar a la abertura de su camisa, vuelvo arriba y no dejo de repetir lo mismo hasta ver su cuello pintado de rojo.
— A... —Hago presión con mi uña cortando sus palabras y provocando un gemido de su parte— Con... fía —Sonrío ladinamente al escuchar eso— en... mí. — ¿Cree que le haré caso?
La confianza en esta situación es un asco.
Sus manos buscan desesperadamente las mías y me lastima mentalmente para detenerme pero no es suficiente como para hacer que baje mi nivel de energía, no pueden conmigo aun si mi corazón y mi mente parecen querer ceder a sus palabras pero no me permitiré caer, no puedo hacerlo aun si siento una extraña familiaridad.
Me canso de hacer esto, alzo mi mano derecha, la cual estaba sobre su cuello e impacto su pecho haciendo que haga una mueca de sorpresa y ahora debilidad; cuando lo voy a hacer nuevamente para esta vez arrancar su corazón y deshacerme de él... Soy tomada de la parte baja de mi abdomen y levantada a la fuerza y con apremio.
— ¡Akira!
— ¡No! — grita a un lado de mi cabeza la persona que me tiene sujeta... Un doloroso reflejo azul que lo vi de soslayo es suficiente para entrar en defensa.
Doy un codazo a la persona que me tiene abrazada y caigo en el suelo con las piernas flexionadas, doy media vuelta para golpear de manera grave a quien sea que me haya apartado pero quedo inmóvil al reconocer el aroma que invade la habitación.
Entro en pánico, me desespero, quedo en blanco y la culpa me recorre inmediatamente; ¿Cómo es posible?
— ¡Imposible! — grito temerosa.
El acerbo dolor en mi pecho vuelve a hacerse presente haciéndome caer de rodillas al suelo pero mi mente está concentrada en otra cosa, en algo de mayor relevancia, en algo que realmente me duele y me mortifica.
— ¿Cómo?... —dejo la frase a medias sentir a más personas entrar a la habitación pero no las distingo, estoy cegada ante el miedo pero sé que tienen mi edad y un poco más, no lo sé pero es joven— ¿Cómo puede? — Llevo mis manos hacia mi pecho soportando el dolor.
Siento unas manos deslizarse por mi cuello con suavidad desde atrás. Aparto de un manotazo esas manos gracias a la desconfianza que no quiere abandonarme pero aun con mi rechazo, estas vuelven a mi cuello haciéndome sentir un terrible escalofrío.
Me odio en este momento por no ser capaz de eliminarlos, no lo hago porque tengo miedo, porque mi mente desconfía terriblemente y porque al mismo tiempo, no puedo hacerlo porque ellos mantienen esas crueles imágenes que me hacen dudar.
Vuelvo a sumirme en la oscuridad luego de sentir aquello mismo que recordé mediante las visiones, aquello que sentí antes de vengarme de los dioses, aquello que solamente me hizo sentir calmada sin ningún dolor físico pero sí emocional.
No sé pero amo esto y no sé si pegue pero igual lo amo!!!!
https://youtu.be/fF8Q0SVchm0
"Akira, cálmate, relájate y compórtate; no actúes de manera tan despreocupada y torpe, ya sabes, estudia a tu víctima a la perfección para encontrar su punto débil. Cabeza fría, con la cabeza fría alcanzarás tu objetivo de una manera limpia y sin errores, todo saldrá perfecto si piensas de esa manera"
"No te dejes engañar, piensa bien, observa tu alrededor y los puntos claves; lo que ves es una mentira. Arma un acuerdo y pide pruebas, las pruebas son tu mejor aleado, son tus amigos, las pruebas son tus amigos; recuerda que tienes a intrusos en la mansión. Si caes, es porque eres débil y no mereces estar donde estás ahora"
— No te mentiría. —Niego ante las palabras ya dichas de Romeo... En él no puedo dudar pero tampoco puedo creer en sus actuales palabras.
Él se quedó arriba con Victoria.
Es imposible.
— ¿¡Aun crees en ellos sabiendo las habilidades de un espíritu!? —Le grité muy feo a Victoria pero no estoy de humor... Los defiende.
— No sé si lo heriste mucho pero se veía adolorido.
Estoy alterada y estando alterada, no podré captar bien mí alrededor, no podré diferenciar aromas porque me bloqueo automáticamente sin darme cuenta y, hasta que no me encuentre en un estado emocional considerable del cual yo esté consciente y pueda controlarlo, no podré captar nada de manera correcta.
— Aaron, Lis, Dusha, Asim. —Los nombro entrando al salón principal, ellos se incorporan con velocidad— Explíquenme todo, ahora —pido furiosa.
No es necesario preguntarlo porque se me ve de lejos y no es necesario oler mi furia para que se den cuenta porque aquí es inútil ya que restablecí todas las barreras de la mansión que habían caído.
Mi apariencia, mi porte, mi humor, mi mirada, mis facciones faciales y mi actitud; todo en mí en este momento es carente de sentimientos amables y buenos, mi mente va maquinando y planeando mil y una maneras de defenderme en momento de ser necesario
— Esto fue gracias a usted. —Fijo mi mirada en Aaron— No me mire de esa manera, por favor.
"Akira, calma, si no te atacan, no ataques."
Estoy temblando de la ansiedad por saber la verdad porque no le encuentro explicación a esto.
Antes de caer desmayada arriba, sentí el aroma de la sangre de mi abuelo y eso me hace sentir mal y desconcertada. Me siento en otro mundo, no puede ser real y solamente puedo pensar que es mi cabeza la que imagina cosas, es lo más seguro y por eso, me toca desconfiar como nunca.
No sé porque me desmayé a la primera pero seguramente fue porque mi cuerpo ya estaba pidiendo recuperación con la sangre que me permitió Aaron y a la segunda, que lo hice en mi habitación, y desoconfío en quien me llevó, me desmayé por el dolor y estrés... la combinación de eso junto no es buena.
— Quedé dentro de una barrera gracias a tu abuelo Richard, sorprendentemente, era el único de pie de parte del personal especializado.
"Tú estabas al otro lado del lugar, todos nos dimos cuenta al oler tu sangre. Yo estaba tratando de quitarme de encima a un gran grupo de seres que hacían todo lo posible para eliminarme, pero se confiaron porque soy parte del tercer escalón y nunca pensaron que tenía un as bajo la manga; Ronald había sido atrapado por la líder del mundo espiritual, no podía hacer nada porque el cansancio se había apoderado de su cuerpo; tu madre, Mitsuki había entrado en una especie de trance. El señor Lucas, o como se llama realmente, Andrew, estaba en el suelo mientras tu preguntabas de manera inútil a tu abuela sobre sus promesas. La señora Camila había sido golpeada y herida por la espalda directamente al corazón y su sangrado exagerado era señal que el mismo fue destruido, al igual que Andrew; el señor Thomas estaba tirado en el suelo, había sido herido de manera grave pero no letal, él dejó sus últimas fuerzas en encerrarme dentro de una barrera con una mezcla de hechizos, una especie de barrera en la que yo no podía salir y nadie podía entrar ni herirme; lo hizo porque sabía que haciendo eso, yo podría permanecer a tu lado. La señora Lisa, ella estaba en una zona retirada pero estaba herida y en su defensa, ya no podía hacer mucho porque sus fuerzas habían llegado al límite"
No he cambiado mi expresión en ningún momento, tengo mis brazos cruzados sobre mi pecho, mi espalda erguida, mis piernas cruzadas y mi mirada fija en quien habla en este momento explicándome lo que sucede, algo que ya sé a medias y algo al cual no le encuentro explicación con quienes se atrevieron a enfrentarse contra mí estando un estado de debilidad.
Aun desconfío aun si él me cuenta todo como si fuese un expectante solamente.
"Liberaste una expansión de ondas que terminó por hacer desmayar a la señora Danielle, a tu madre y a tu padre; tus otros abuelos ya estaban inconscientes. No sé qué pasó ni que pensamientos pasaron por tu mente pero tu gesto denotaba un alivio físico."
— Lo sé, y eso no cambia nada. Quiero saber la razón de todos ya que usted se mantuvo muy pasivo ante mi pedido.
— Déjeme terminar —Suelto un suspiro y un gruñido.
No sé porque sigo permitiendo eso si no responde nada.
"No recibí el golpe de su onda porque la barrera que tenía sobre mí, fue la que me protegió; aparte de eso, usted colocó de manera inconsciente una barrera protectora, la misma que usó el señor Richard, sobre ellos y sobre mí. Pude levantarme y caminar hacia donde ellos gracias a que estábamos rodeados por la misma energía de una misma persona. Durante el poco tramo que debía avanzar, mucho trataron de herirme y a sus familiares pero no lo lograron y optaron por retirarse como si nada pasara. Usted terminó desapareciendo en una dimensión creada por quien era el líder celestial... él era una de los pocos seres que tienen esa habilidad"
Empiezo a auto lastimarme para poder controlarme y controlar mis ganas de acabar con todo de una vez. Necesito actuar con profesionalismo.
"Volviendo al momento en el que usted liberó aquello, mis heridas habían empezado a cerrarse con extrema rapidez y de manera automática, cosa que era casi imposible por el mal estado en el que me encontraba. Como había dicho anteriormente, pude levantarme y empecé a caminar para acercarme a los cuerpos de sus familiares y ahí, fue justo el momento cuando me di cuenta de que el desvanecimiento de tres de sus abuelos había sido interrumpido, su aroma y presencia había vuelto de manera casi imperceptible pero sus corazones se habían detenido por lo que sus cuerpos estaban sufriendo por el dolor a pesar de estar inconscientes; el resto, estaba en el mismo estado y estaban mejorando gracias a usted, incluso el señor Richard que era quien más debilitado estaba ya que él era el único de sus abuelos que no habían sido heridos de manera letal. El resto de los empleados se habían desvanecido."
Hace una pausa en toda su explicación, debería saber que lo que cuenta es imposible ¿No? Estoy cubierta de duda, no entiendo nada y me siento indefensa gracias a eso; no me siento capaz de defenderme sola porque hay algo leve que me dice que no lo haga, una pequeña pizca que me dice que confíe y no tema.
— ¡Aaron, llega al punto! —grito desesperada—. ¿¡Cual es el punto de abrir nuevamente esas heridas que aún no han sanado!? ¿¡Cual es el punto!? —Bajo mi cabeza ocultando mi rostro entre mi cabello— ¡Habla, maldición!
— Señorita, cálmese. —Sonrío por la rabia.
— ¿Qué me calme? —mi voz sale gruesa—. ¿Cómo calmarme cuando hace un momento, ustedes cuatro me acaban de dar la espalda? ¿Cómo hacerlo? —Alzo mi mirada— Habla —ordeno.
— Yo llevé a su familia dentro, los dejé en sus recámaras y, la orden que usted me había dado sobre encargarme de la limpieza de sus habitaciones, fue perfecta. —Algo parece taladrarme la cabeza nuevamente haciéndome sujetar mis manos con fuerza— Usted detuvo la inminente destrucción de toda su familia y en vez de desaparecer, todos entraron en estado de recuperación. —Niego— La onda que liberó fue capaz de sanar las heridas de su familia, heridas letales para un alma, eso solamente lo podía hacer el anterior líder celestial y aun así, era poco probable que funcionara el cien por ciento de veces, pero ahora, usted puede hacerlo mucho mejor; también fue capaz de sanar las heridas de la señora Camila y Lisa, usted hizo que ellos, en vez de desvanecerse, entraran en estado de recuperación, cosa que solamente iba a suceder con sus padres y el señor Richard.
— Claro que no.
— Usted cegó a su corazón, por eso, su cuerpo no los sentía; bloqueó sus sentidos y por eso, no capto su aroma. —Niego nuevamente. No creas, Akira, no creas en eso.
— ¡Yo no tengo poderes de sanción, no puedo tenerlos porque no soy completamente pura y si lo fuese, no habría hecho nada porque nunca intenté hacerlo; igualmente, nadie puede sanar un alma destruida! —Controlo mis sentimientos aun si eso no parece suceder.
— Quien era el líder del cielo, podía hacerlo. Usted también.
— ¡Yo no hice nada además de atraparme en responsabilidades!
— La onda que usted liberó, tenía incluida su poder de telequinesis, su poder curativo y la barrera protectora. —Continuo negándome— No se niegue más.
¿Cómo yo pude ser capaz de hacer todo eso? Es imposible, yo no soy un ángel completo, es para mí imposible serlo con la naturaleza que llevo en mi sangre; mi abuela Danielle, siendo ella un ángel puro, después de haber roto cada una de las reglas que la mantenían como un ángel, empezó a tener dificultades para realizar ciertos hechizos que antes controlaba a la perfección. Si ella no puede hacerlo, siendo lo que es, menos podré hacerlo yo.
— Tráiganlos —Ordena Aaron con fuerza. Los tres restantes se levantan.
— Ellos no son. —No pueden serlo— Tienen mi edad.
— Esa es su apariencia original, recuerde la historia de su familia.
¿Por qué me estoy dejando convencer? No debería hacerlo, puede ser una trampa de la cual me quieren completamente indefensa pero dudo, mi corazón cree y yo no quiero que lo haga porque eso demuestra mi debilidad, mi familia es mi debilidad.
Siete personas entran al lugar, los tres shinigamis y los cuatro quienes se supone que es mi familia, quienes formaron historia y fundaron lo que somos nosotros.
Adeline; albina, ojos pálidos y azules, largas pestañas, cabello blanco y, lo que me puede confirmar que realmente es ella, es la cicatriz que rodea su cuello, esa que está descubierta y fue hecha instantes antes de morir. La tiene y me hace quedar con un ligero miedo, miedo de mí.
Thomas o Hisao, como es su verdadero nombre, ese que descubrí en uno de los manuscritos de la biblioteca en su idioma original y traducidos al español por mi abuela Lisa, el nombre que presentaba antes de morir. Rasgos asiáticos, cabello negro y ojos oscuros; porte delicado pero serio y en ocasiones, desaliñado por gusto. La cicatriz de su sien, esa cicatriz que oculta con su cabello me confirma que es él, es inevitable que alguien más la tenga y esté en vida, no hay dos cicatrices iguales.
Una presión se hace en mi pecho al verlo ligeramente herido, con marcas rosadas en su cuello, cansado y con su presencia débil... Casi lo elimino con mis propias manos y menos mal que lo evitaron; casi elimino a mi familia por mi desconfianza y si me daba cuenta ya siendo muy tarde, caería aún más hondo y tal vez, sumiéndome a la locura, la inseparable e inquebrantable locura donde terminaría acabando con mi existencia lenta y dolorosamente.
Su apariencia es completamente diferente a como la que utilizaban para vivir en este lugar, sus facciones son más suaves de lo que ya eran. Son hermosas y joviales, y desde aquí se pude ver que él es el mayor de los dos en lo que respecta a tiempo de vida humana.
La inocencia que tiene Adeline en su rostro, al verla, nadie se imaginaría que es un demonio y lo mismo pasa con Lisa, nadie se imaginaría que ella es un ángel; su verdadero ser está oculto bajo esa apariencia física tan atrayente, como si de una hermosa máscara se tratase, una que muestra lo contrario de lo que eres.
Bajo mi rostro nuevamente ocultándome de su mirada y ocultado la mía para que no distingan mi miedo a través de mis ojos. Están preocupadísimos y conociéndolos, es imposible que no lo estén... Ellos conocen mis reacciones y yo nunca habría reaccionado como lo hice más temprano.
Tengo miedo de mi misma, del poder que tengo dentro de mí, de lo que puedo ser capaz de hacer; no tengo límites, puedo controlar eficazmente todas las habilidades de las cuatro formas que representan a cada mundo en el que habita cada ser y eso nunca lo esperaba.
Yo me sentía satisfecha con las habilidades que tenía y me sentía cómoda al no poder controlar todo de un ángel pero ahora, el poder que tengo me da temor porque eso me coloca un poco más arriba y muchos querrán mi alma, muchos querrán eliminarme para obtener mi alma llena de poder, un doloroso poder.
Sujeto con fuerza las manos que se iban deslizando suavemente por mi cuello dejándolas inmóviles sobre mis hombros, no reconozco de quien son pero ya no me importa porque mi corazón, mi mente y mi cuerpo dejaron de estar tensos y desconfiados.
Tengo miedo de mi poder porque se puede escapar de mis manos... es demasiado y temo que se me salga de las manos.
— Perdónenme —Suelto las manos que tengo sujetas. Siento como algo fino es dejado sobre mi cuello— por desconfiar de ustedes.
Mi rostro es alzado con delicadeza teniendo a un par de ojos marrones sobre mí.
— Eres la primera en la escalera, si pudiste salvarnos a todos nosotros pero sin importar qué, para todos en esta casa, tú serás la primera. —Da la vuelta colocándose frente a mí y terminar arrodillándose para estar a mi nivel— Gracias por preocuparte y salvarnos —Vuelvo a estallar en llanto.
Los firmes brazos del Rubio de la familia me rodean.
— Queremos saber porque te comportaste con tanta paranoia —dice a mi oído con su ahora joven voz— ¿Qué te han hecho los dioses de cada mundo como para que desconfiaras de nosotros?
Se separa.
— ¿No te recordabas de las antiguas fotos que te mostramos donde nosotros salíamos con esta apariencia? —Niego apoyando mi cabeza en su pecho... Sus latidos laten a nuestro ritmo natural pero son irregulares— Eras una niña apenas, es lo más seguro que sea eso.
Una mano se apoya en mi hombro derecho y otra en mi izquierdo.
— Akira Berglind, actual cabeza de la familia ¿Sería mal pedirle a usted que nos explique todo lo que le han hecho los dioses para que nos temieras y estuvieses al punto de eliminarnos? —Alzo mi rostro encontrándome al pelinegro de la familia con una sonrisa divertida y triste a la vez. Niego con la cabeza.
— Un gran grupo no me acepta —susurro— Tengo demasiado que contarles y eso lo quiero hacer en mi habitación... no quiero que algún empleado entré y pregunte algo indebido —Me levanto caminando hacia los tres shinigamis y el demonio de tercera categoría— Perdonen mi actuar, desconfié de manera terrible en ustedes. Espero que eso no traiga problemas entre nosotros.
— No hay problema alguno —Sonrío ante la reverencia de los cuatro antes de dar media vuelta y retirarme del salón... Me detengo antes de hacerlo realmente.
— Aaron, ¿Qué paso con la orden que te di sobre los dijes? —Lo observo de soslayo.
— Incumplí la mitad de su orden —Sonrío—, si los guardé en alhajeros pero no en la caja fuerte... Además, les dejé una nota sobre sus manos.
— Inteligente de su parte —Ahora si salgo realmente.
En el camino, siento la presencia de mis padres de una manera débil... siento su presencia y aroma, algo que había ignorado y evitado sentir. Hago una mueca por mi estupidez e ignorancia ¿Cómo no pude darme cuenta? ¿Cómo pude haber ignorado que nunca sentí su aroma al momento de haberlos visto luego de que Aaron me ayudase?
—Recuerda que ellos son menos resistentes que nosotros por razones de tiempo vivido, dificultades de vida y por razones que ya conoces—La castaña de la familia toma mi mano con su mano más lejana para luego abrazarme— pero despertarán pronto, te lo prometo.
No creo acostumbrarme con rapidez a su apariencia joven y a su voz, ellos tardarán un tiempo así hasta que se encuentren completamente recuperados, acaban de despertar y con eso me refiero a hoy... Se ven muy bien arreglados a comparación a cuando los vi más temprano, seguramente aprovecharon de acomodarse para verse presentables. Me siento rara al verlos con su original apariencia, con esa con la cual murieron y fueron asesinados; me siento rara cuando me miran con cierta admiración y duda...
Mi corazón se siente extraño ante su presencia, siento esto como algo irreal, como algo imposible y todo lo que siento me lleva a preguntarme ¿Qué soy capaz de hacer? ¿Qué tanto llegaré a crecer en poder? Siento miedo, un miedo desconocido y abrumador.
Victoria hace un gesto de sorpresa al verme entrar en compañía de ellos. Me mantengo cabizbaja
— Akira... deberías revelarte en contra. — Niego con la cabeza a las palabras del Rubio.
— Estamos libres. —Susurro luego de explicarle todo lo que me contó Aaron... Ellos no tienen idea de nada y ahora me toca contárselos— Yo eliminé a los Dioses de cada mundo... a los líderes —Ellos me mira con sorpresa y boquiabiertos.
Me levanto hacia ellos a paso lento, retiro mi flequillo ahora largo de mi rostro para luego colocar mi mano en la frente de cada uno, uno después del otro para hacer uno de los hechizos que nunca me enseñó por completo mi abuelo Andrew, uno que aprendí terminar de utilizarlo a cuenta propia. Quiero que ellos los vean a través de mis recuerdos, no quiero volver a contar eso.
Apenas lo hago con Lisa, mi abuelo Andrew me mira con ahora mucha más sorpresa.
— Así es, ahora sé todo luego de pasar días leyendo sus manuscritos ya traducidos. —Sonrío interrumpiendo sus palabras antes de hacerlo perder en medio de mis recuerdos.
Mi familia es mi todo, es mi debilidad y es mi fortaleza. Ellos son los únicos que pueden destruir y reconstruir mi corazón en cuestión de segundos.
_________________________
Me di todo el postín para terminar de editar el cap porque lo tengo listo desde hace... desde anoche y hoy le agregué lo que faltaba... Faltan uno o dos capítulos más el Epílogo para culminar esta parte de la historia...
YA TENGO 1.6k y eso me tiene emoooooooooooooocionada hasta más no poder.... eso es demasiado en la vida... nunca pensé en lograrlo... nunca me imagine que esto llegaría a ser leído por más de tres lectores fijos y tampoco me imaginé que llegaría a tener a menos 100 lecturas...
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