Capítulo 65

Akira Berglind

Esto es imposible, no puedo aceptarlo, yo no puedo serlo porque nunca seré aceptada por ellos, tal vez estén bromeando pero su aroma me dice que no. No puede ser de esta manera, yo no puedo ser lo que ellos me dicen.

— Es mejor hablar de esto en el mundo humano —niego, no puedo redimirme a sus palabras.

— No entiendo lo que dicen. No sé con quién me están confundiendo. —Cubro mi rostro hasta la mitad.

No sé qué hacer y cómo reaccionar ante esto, estoy al borde de un acantilado y no creo poder defenderme con toda una sociedad que me rechaza. Estoy al borde del abismo de desesperación con esta situación, estoy ansiosa.

— Comprendo que no confíes en nosotros, pero necesitamos que hablar del tema. —Pero yo no quiero hacerlo y no debo hacerlo.

Solo le puedo dar mi entera confianza a aquellos que son capaces de entregar su vida por mí, solamente le tengo confianza a aquellos que son capaces de apoyarme cuando lo necesite. No puedo confiar en ellos que son posibles enemigos para mí, debo pero siento que caeré.

— Vamos —Soy tomada de la muñeca e inmediatamente, todo cambia a mi alrededor dejándome un poco desubicada. Me trajeron en contra de mi voluntad.

No reconozco el lugar y no reconozco el ambiente donde estamos, estoy lejos de la ciudad y podría decirse que incluso del país. Para poder llegar a donde vivo, tendré que volver al mundo de suicidas y así llegar a un punto cercano de la mansión.

— ¿Dónde estamos? —Debo mantener la calma pero mi corazón no me lo permite, se aceleró— Ustedes me han de estar confundiendo. —Perfecto, soné tranquila y ellos no podrán saber cómo me siento por mi collar.

— Rusia. Nosotros tres estamos encargados de esta área. —Me siento en una de las piedras que hay cerca de la cascada ignorando el frío del agua y que voy a llegar empapada.

Debo tener cuidado, no puedo enfermarme con virus de la tierra pero si puedo hacerlo con los de los otros cuatro lugares y si esto me afecta, no sé cómo haría para recuperarme. Lo bueno es que el tiempo que voy a estar en el mundo shinigami va a ser escaso.

— ¿Quiénes son ustedes y por qué dicen que yo seré su nuevo líder? —pregunto a la defensiva.

Listo, caí y feo pero estoy cansada, no me siento bien y solamente tengo ganas de darme un largo baño donde nadie me moleste para luego dormir y no saber más nada de nadie.

— No te daremos nombre porque aún no sabemos el tuyo —Inteligentes, pero no es como si me importara realmente sus nombres y si de eso se trata, yo no les daré el mío— Pero somos soldados del grupo de recolecta de este país y pertenecimos al último ataque que realizamos para atrapar a tus familiares pues no sabíamos de tu existencia hasta que te vimos y tú nos atacaste, de alguna forma, logramos salir bien del lugar y ocultarnos. —Esto huele a trampa y no estoy de humor para darle prorroga si veo que buscan atacarme.

— Un gran grupo fue engañado y otro fue obligado y casi todos fueron eliminados por ustedes, solo un diminuto grupo fuimos los que logramos escapar y ocultarnos para poder evitar ser eliminados por ustedes o por el líder. —me cruzo de brazos y dejo mi vista fija en el vacío mientras dejo que ellos hablen.

— Muchos no estuvimos de acuerdo con el plan de los cuatro líderes. Ustedes no estaban causando problema, más bien, nos estaban ayudando para reducir la cantidad de personas inocentes que morían a causa de esa gente. —suelto un quejido por mi dolor de cabeza ¿Por qué no llegan al grano?

— Nos redujeron trabajo, redujeron las alma pecaminosas que iban a aumentar en el infierno y eso es bueno porque mientras menos demonios, menos caos en la tierra y menos almas robadas. —No debo confiar, no debo dejarme llevar por su razón pero quiero irme y salir de esto rápido.

— ¿Qué quieren conmigo? —digo en un tono fuerte.

—Porque tú destruiste a nuestro líder y eso te hace la más fuerte. El líder es líder porque es el más fuerte y tú eres la más fuerte.

—No puedo, yo no soy la más fuerte —digo mientras niego con la cabeza y sonrío en desacuerdo.

—Vimos cuando la barrera creada por Yavé cayó y ellos estaban desapareciendo mientras tú estabas recuperándote. Nosotros regresamos por curiosidad al ver que ellos no volvían y no los sentíamos como antes, llegamos justo cuando la barrera desapareció.

— ¡No soy capaz de manejar nada porque no tengo la fuerza suficiente! —grito harta—. ¡Ellos se confiaron y por eso cayeron! ¡Yo solo estoy dos peldaños más arriba de quienes eran mis familiares! — ¿¡Por qué me afecta tanto esto!? No debería afectarme.

"Tú estás dos o tres peldaños más arriba que nosotros, incluso más; pero, ¿En qué peldaños están los líderes y en qué peldaño estás tú? Piensa bien" —Inclino mi cuerpo soportando la punzada de mi cabeza al recordar esa frase.

—Imposible... —susurro ignorando las palabras que se dan entre ellos tres.

La escalera se divide en cuatro escalones. En el primero y más bajo, están los más débiles, aquellos que no pueden dominar nada; en el segundo, están los rezagados, aquellos que si pueden hacer mucho a comparación de los débiles pero que no pueden controlar ningún tipo de hechizo, aquellos que son inútiles en magia pero útiles en pelea; el tercero, aquellos que son extremadamente fuertes, aquellos que pueden dominar todo lo que se propongan sin importar lo difícil y por último, el cuarto escalón; ese escalón que solo está el más fuerte, ese escalón que es dominado por un solo ser de cada mundo.

¿Dónde están mis abuelos y donde estoy yo?

Mis abuelos están en el tercer escalón y yo estoy dos niveles más arriba que ellos, entonces, por lógica, yo estoy en un quinto o sexto escalón, en aquellos que no existen en la escalera, en la pirámide. Estoy posicionado en escalones que no existen.

Soy una ridícula que ignoró cada una de las señales e indirectas de mi familia en cada entrenamiento, siempre me lo decían y yo lo tomaba como algo normal, como que los superé y ya está pero no, resulta que ellos ya se habían dado cuenta y yo ignoré todo. Por eso dijeron en la carta que me torturarían para que yo entregara mí existencia, eso se me pareció muy raro porque si ellos lo deseaban, muy bien podían eliminarme.

No fue por confianza en su poder, fue porque soy más fuerte que ellos, por eso, por esa razón pude eliminarlos sin siquiera caer desmayada inmediatamente.

Imposible, cómo puedo ser capaz de hacer eso... ¿Cómo llegué ahí arriba sin darme cuenta? Esto es más de lo que esperaba e imaginaba.

—Yo... yo... no puedo imaginarme ahí arriba. —tartamudeo gracias al dolor, a la incertidumbre del momento, gracias a la duda y el dolor que siento. Necesito descansar— Yo no puedo ser capaz de...

Ya me di cuenta de todo, pero aun así, lo sigo negando. Es mucha responsabilidad para mí, es un peso demasiado grande para mí, si soy así de fuerte ahora, ¿Cómo seré con el pasar de los años?

— Tú eres el nuevo cuarto escalón —Una mano se apoya en mi espalda e inmediatamente me agito para hacer que la retiren. No quiero que nadie me toque en este momento.

— Nosotros no estamos en tu contra, nunca estuvimos de acuerdo en la eliminación de tu familia. —Sería su eliminación si veo que quieren eliminarme. Es lógico que estén de mi lado— Somos los únicos que sabemos de tu existencia.

—No puedo ser su...

—Si pudiste hacerle frente a tres líderes al mismo tiempo, puedes controlar a más de un grupo —me interrumpe la morena—. El cielo no tendrá problema por un tiempo con la ausencia de un líder, después de todo, allí hay muchas subdivisiones; el mundo espiritual tampoco, pero hay que mantenerlos vigilados; pero los que más necesitan un líder somos nosotros y los demonios.

—Necesito...

—Tenemos reserva de fechas por lo que resta del año pero sin un líder, no podremos organizar ni la mitad de las muertes de todo el mundo y los demonios se aprovecharán de eso. —Vuelvo a ser interrumpida pero esta vez por el hombre.

No puedo asimilar esto con tanta facilidad, tengo el futuro de muerte y renacimiento del mundo en mis manos; aun si no quisiera, debo aceptarlo porque es mi culpa. Es demasiado para hacerme cargo.

Hubiese sido mejor no dejarme llevar por el deseo de venganza y enojo por no poder tener más a mi familia a mi lado, si no lo hubiese hecho, yo estaría sufriendo, nosotros habríamos desaparecido y el gobierno empezaría a buscarnos pero luego se daría cuenta de nuestra ausencia, que todo estaba intacto y no habría movimiento de nada de nosotros y nos darían por muertos al pasar los meses. Si no me hubiese dejado llevar, no estaría pensando ahora sobre el aceptar o dejar caer el mundo debido a mi ignorancia. Hubiese sido mejor mi eliminación que por un error mío, el mundo por renacer llegue a presentar problemas.

No me siento capacitada pero lógicamente hay un vacío en el cuarto escalón pues yo estoy en el quinto o sexto. ¿Al ser la única que podría ser líder, no debería estar en el cuarto? No, porque la escalera se descontrolaría, yo estoy más arriba y no quiero aceptarlo.

¡No quiero aceptarlo pero debo hacerlo! ¡Eso es lo que soy y no puedo negarlo!

Estoy estresada, estoy alterada y no quiero seguir así; quiero estar tranquila y poder sumergirme en mi mundo por un día completo pero no puedo darme esa libertad. Me acabo de encadenar sin saberlo, se preverlo.

Escucho un cambio en el movimiento de la cascada y en el aire calentarse de poca manera, estoy muy alterada y mi cuerpo aún es muy débil para las dos habilidades y las cuatro formas; aún sigo siendo débil para controlar todo cuando me altero.

Los tres chicos toman algo de distancia de donde me encuentro.

— Si no quieres hacerte cargo de tus actos, desde un principio debiste haber entregado tu existencia y ahora estarías encerrada en un calabozo siendo torturada —dice la castaña con enojo o con molestia.

Tengo que hacerme cargo, realmente debo hacerlo, no puedo darle la espalda a algo tan importante como esto pero no puedo hacerlo inmediatamente, no me siento capacitada para hacerlo. ¡No soy tan fuerte, todo fue porque se confiaron!

—No puedo hacerme cargo inmediatamente —apresuro a decir mientras tomo aire para relajarme—. Necesitaré ayuda porque no sé nada del tema, tengo un nulo conocimiento sobre esto.

—Te podemos ayudar —dice la morena. ¿Podré confiar en ellos así por así?

—No puedo confiar tan plenamente en ustedes —Sé que no debí decir eso pero es la verdad, no estoy en un estado de comodidad donde puedo crear una buena mentira.

— No me importa, debes hacerlo. —Ya la castaña está mostrando su verdadero yo— Solamente necesitamos que organices, nada del otro mundo. — ¡Organizar todo el mundo de suicidas para que ellos anoten fechas; yo también debo hacerlo y es mucho!

— Te daremos un tiempo, sabemos dónde vives e iremos allá dentro de unos dos o tres meses. No estamos apurados y recuerda que nosotros somos los soldados, ya debes de saber que nosotros somos los encargados de casi todo el movimiento de ángel de la muerte.

— Mantendremos lo del líder oculto y te mantendremos a ti en anonimato.

No me queda más que aceptar, debo entregarme a lo que debo hacer, no me queda de otra. Debo hacerme cargo y debo confiar ciegamente aun si no me gusta hacer esto.

Me calmo falsamente y pongo mi mejor expresión de tranquilidad

— Confío en ustedes y si me entero de lo contrario, los eliminaré. —Ahora si actuó como lo hago, bueno, por parte.

Ahogo un quejido.

— ¿Ven? es una líder innata, ya se comporta como uno, ya está empezando a amenazarnos.

—Siempre he actuado así, no saben la cantidad de humanos que he eliminado por traición a la familia. —Me levanto con un gran mareo atacándome dejándome al borde de la piedra.

Si fuese humana, la anemia sería lo que estaría padeciendo porque la falta de alimentación y toda la sangre que he perdido, sería un buen comienzo para padecerla pues luego de eso, vienen más problemas.

— ¿Dónde están sus almas?

—Guardadas en repisas —Camino por el angosto camino de tierra— para ser consumidas, después de todo, ninguna es inocente.

—Iremos cada día posible a el lugar donde habitas y te mostraremos lo necesario— ¿No se supone que irían luego de dos o tres meses?

Necesito descansar y darme un largo baño, no puedo con tanto cansancio, sé que no estoy tan lejana a desmayarme, mi cansancio mental y físico me tiene mal, muy mal y espero que eso no sea inconveniente para poder trasladarme.

—Como quieran. —Camino para irme— Hasta se pueden quedar si desean. —respondo con completa molestia y odio al momento, también sarcasmo que espero que ellos lo hayan entendido; después de todo, mi sarcasmo a veces no se entiende.

Entonces.. debo convertirme en el líder del mundo infernal, celestial, suicida y espiritual a contra de mi voluntad por culpa de no saber pensar y reaccionar; aparte de eso, hacerme cargo de un restaurante que está repartido a nivel nacional y finalizar o rechazar un contrato que está para extenderlo al país vecino; terminar las entregas y contrato de la compañía donde está contratado mi abuelo Richard y, pagar una multa por romperlo; hacerme cargo del pago de todos los empleados y administrar el dinero de la asociación que nos es pagado e inventarme una excusa para la clínica donde trabajaba mi abuelo. ¡Y muchas otras cosas más sin contar lo que realmente quiero hacer! Siento que el tiempo no me alcanzará.

(...)

Estoy incomoda en este lugar, estoy aquí por cortesía y por mostrar interés en el tema pero no es mi religión, ninguna es mi religión y escuchar esto es incómodo.

Se dirigen a Dios y yo ahora soy su "Dios", yo no lo acepto y ellos no lo saben. Como sé que también debo hacerme cargo del mundo celestial porque también elimine a quien era su líder, cuando deba hacerme cargo, definitivamente asignaré a alguien para hacerse cargo de toda el área celestial porque no puedo siquiera soportar esto. Crecí en un ambiente que rechaza toda clase de religión y solo vivíamos a lo que realmente nos parecía bueno o malo según nuestras experiencias.

Lo llaman Dios a él únicamente pero realmente cada líder, cada ser ubicado en la cima es un Dios, sea bueno o sea malo. El que estaba en la cima del mundo de suicidas, en el mundo espiritual, en el mundo celestial y en el infierno; cada uno de ellos eran Dioses y ahora estoy ocupando su puesto, ahora yo soy un Dios. Un Dios porque eran superiores a todos, soy un Dios porque soy superior a todos.

Lo bueno es que me encontraré con este lugar tan lúgubre hasta hoy, lo malo, es que tengo que ir luego a la casa de Matías para cumplir con mis palabras.

Hay una cantidad de personas considerable, hice lo que debía y me comunique con los familiares de Hunter, algunos vinieron y otros faltaron. También hay algunos de quienes eran sus amigos en su anterior escuela y vecinos de la zona donde vivía, tampoco hicieron falta las personas que le tomaron aprecio en el instituto.

Los funerales siempre me han parecido hipócritas, siempre me lo han parecido y nada va a cambiar mi vista de esto. Los familiares de Hunter, son los primeros en esta lista, nunca se comunicaron con él en ningún momento, nunca se preocuparon por él y el pequeño grupo que lo hizo, fue su familia paterna que está metida en el bajo mundo y era obvio que tenían que estar atentos, ellos sabían que sería el futuro líder de ellos pero con nosotros en su camino, no lo iban a lograr por nada en el mundo, menos con la mentalidad de Hunter; en esa lista, siguen los del instituto, ni siquiera lo conocen lo suficiente pero aquí se encuentran, dando palabras a su persona; de penúltimos se encuentran sus compañeros de su antiguo colegio y vecinos, si lo conocieron lo suficiente como para tener el completo derecho a estar aquí. El que tiene todo el derecho de estar aquí llorando su muerte es Matías y los padres del mismo porque fueron su pilar de vida desde su infancia, a ellos si los comprendo y acepto su presencia pero, después de todo, cada quién es libre de hacer lo que le dé la gana.

Todo esto fue organizado por los padres de Matías, los rezos, la reunión, las noches y todo lo relacionado para las despedidas al momento del fallecimiento de una persona seguidora y creyente en esta religión y, como dije antes, estoy aquí por cortesía y por mostrar interés, pues se supone que mi familia era la encargada de toda la protección de Hunter.

—Jovencita, ¿Por qué no participó en nada? —Suelto un minúsculo suspiro que pasa desapercibido por el hombre frente a mí quien me mira curioso.

—No quiero hablar del tema, disculpe— evado la conversación y me alejo del sacerdote de la comunidad.

Camino hasta acercarme a donde reposa el cuerpo del castaño que está a la vista de todos, poso mi mano sobre el cristal y me concentro en la esencia de su alma. Nunca aparté mi sello de él ya que debo mantenerlo vigilado, debo mantenerme atenta y cuidarlo; no sé porque me indicaron que hiciera esto pero lo voy a cumplir porque eso fue lo que me ordenaron.

El sello está en su alma, justo donde lo tenía en su cuerpo como humano y así, casi nadie se dará cuenta de que lo tiene.

— Te sientes alterado ¿No? —susurro y me aparto al ver como Gastón me llama al otro lado.

Sí, él vino porque le contó la situación a su madre y ella al saber que Gastón pasaba tiempo con él cuando salíamos, decidió venir un momento a pesar de que mi amigo le decía que no era necesario pero ella insistió.

— ¿Qué sucede? —pregunto colocándome a su lado.

—Mi mamá está preguntando por ti, como no te vio en ningún momento, quiere saber porqué; ya sabes cómo es ella. —Hago un mueca de malestar— Le dije que estabas al fondo y que te habías ido porque necesitabas atender unas cosas, es mejor que te vayas antes de que ella regrese del baño y nos dé un sermón a los dos —dice con gesto preocupado.

—Gracias por avisarme. Te llamo luego. —Salgo rápido del lugar.

Llego a la mansión luego de pasar por el taller a ver como siguen con el proceso del auto, luego de ver que solo hace falta instalar el nuevo mecanismo del vidrio de la puerta, le tomé varias fotos para publicarlo en una página de venta Online; sé que luego presentará problemas y no quiero esos problemas, prefiero que otra persona se estrese con el auto y no yo.

Antes de ir al taller, me encargué de engañar a los medios de comunicación y a los dos representantes artísticos; también me encargué de mentirle a todo el personal y a todos les dije lo mismo: están de viaje por motivos de negocios, el mundo artístico no es a lo único que se dedican. También le dije lo mismo al jefe de mi abuelo Andrew y, cancelé y pagué la multa del contrato que había hecho para el resto del año mi abuelo Richard.

Asigné a Aaron como mi mano derecha para que me ayude a realizar al cien por cien todas mis tareas porque no podré yo sola, son demasiadas cosas para mí.

Llamé a Victoria para que me acompañara el resto del día y si ella deseaba, podía quedarse. A pesar de que no me guste admitirlo, necesito de su compañía de manera inevitable porque no puedo con el vacío que siento en mi corazón en este momento; necesito a mi lado alguien que entienda la situación y me comprenda lo suficiente como para apoyarme porque nadie más que ella conoce mi secreto porque Hunter, que podría ayudarme a superar esto, está en otro lugar y no podrá salir de ahí luego de un tiempo.

No sé cuánto tiempo me cueste aceptar lo de mi familia pero es muy duro para mí realmente. Ellos han sido mi pilar de vida, mis pilares y sin ellos, me cuesta mantenerme de pie sin sentir que mi mundo se derrumba por completo.

— Y por eso es que estoy tan estresada —Disparo nuevamente haciendo sobresaltar a Victoria— Son demasiadas cosas que tengo que culminar, hoy he hecho todo lo que he podido.

— Me parece bien que tomes un descanso, pero uno en el que te dediques plenamente a no hacer nada. —Se acerca más a mí.

— Tomaré el resto de la tarde libre —coloco otro cartucho de balines a la pistola de aire comprimido— ¿No te molesta el ruido? —pregunto al disparar nuevamente—. Ay, ni sé para qué pregunto. No te molesta ningún ruido extraño ¿Te va a molestar un disparo? —ella empieza a reír a carcajada.

— Buen razonamiento. —Respiro hondo— A simple vista, te vez agotada y eso me preocupa demasiado; te vez enferma y eso para que ocurra hay que echarle ganas. ¿Por qué no vamos a ver una película, juntas y llamamos a Gastón para que venga? Yo me llevo mejor con su madre que tú con ella.

— Está bien —Vuelvo a disparar fallando esta vez por demasiado y luego de unos frustrados intentos más.

Hago un amague para lazar la pistola lejos, posiblemente contra la pared pero me controlo tomando un fuerte respiro y despejando mi mente. Camino para guardar el arma antes de que llegue a dañar algo de aquí porque no estoy estable emocionalmente; no sé cuántas veces he llegado a la conclusión de eso pero es la verdad. No soy de la personas que les da por lanzar algo contra una pared para liberar tención ni para poder descargar el estrés o enojo, solamente dejo eso de lado y me alejo de todo para relajarme.

— Relájate Akira, no te ves bien y si te alteras, será peor.

— No esperes a que me encuentre bien, mi familia fue eliminada, tengo que hacerme cargo de varias cosas pendientes y de Hunter; tengo que hacerme cargo de los mundos y mis energías no se van a recuperar rápido porque yo misma estoy provocando eso —digo con fríaldad

— ¿No pasa nada con tu debilidad y tu hambre? —Niego.

— He hecho todo lo posible para hacer que no me afecte y tengo buena resistencia gracias a mi familia pues me hicieron un par de pruebas de aguante una o dos semanas pero luego de un tiempo, no sé si me llegue a afectar. — Apago la luz y dejo que ella salga.

— No estoy de acuerdo con que te mantengas auto-restringida Akira, hace años me contaste que la comida normal no te sustenta por completo. —Le entrego mi celular a Victoria para que llame otra vez, ella lo hace y pone la llamada en alta voz.

— Me alimento por los aromas de los sentimientos, solamente de eso porque lo demás es adictivo —digo mientras ella vuelve a marcar la llamada—. Es inútil activar mis otros sentidos si no voy a tener el olfato, no quiero sentirlos, no quiero sentir su aroma impregnado en la mansión.

— ¿Y los collares? Ellos ocultan su aroma.

— Ellos se retiraron el collar para salir, eso es lo suficiente como para dejarlo impregnado por semanas e incluso por meses; a eso es lo que me refiero— Maldición, otra vez me dieron ganas de llorar— y si activo el sentido de mi olfato de manera natural, me pondré mal al percibirlo, más de cómo lo estoy ahora. —Detengo las lágrimas— Odio estar así ¿Sabías? —Ella asiente colocando su brazo sobre mi hombro y ella sabe que acepto este tipo de contacto porque no me encuentro bien emocionalmente.

—No atiende. —Hago una mueca.

—Sigue intentando. Vamos a la cocina.

Aparte de eso, está el aroma falso que portamos no es muy parecido al normal de los humanos porque nuestra propia esencia hace que se modifique y sea único pero aun así, sique pareciendo el de un humano; solamente es un poco más atractivo e intenso. Se vuelve un aroma dulce o uno cítrico, es delicioso y atrayente y, el sentir eso desde los objetos de cada uno será doloroso para mí.

— Está afuera y que su mamá quiere hablar contigo. —me recojo el cabello en un moño.

— ¿Cómo ha estado últimamente? No me he comunicado mucho con ustedes dos.

— Mejor, ya se calmaron las peleas con su madre. Hay veces que no soporto a su familia.

Le indico a una de las empleadas que reciba a mi amigo mientras yo luego de ir a la cocina, salgo encontrándome con el auto de su madre estacionado cerca de la fuente.

— ¿Qué pasa si le digo que no creo en ninguna religión? —pregunto con fastidio al pelirrojo que viene con una mochila.

—Me alejará de ti y se pondrá en tu contra hasta que te vea siendo creyente. —Trago en seco al sentir una punzada en mi pecho— Suerte, te va a dar un sermón. —Asiento.

No sé cuánto tiempo duró la charla de "Jesús es tu mejor aliado, él siempre estará a tu lado", lo que sí sé, es que dijo que en nuestra generación somos unos vagabundos ignorantes y despreocupados, que no nos importa nada de lo bueno de la vida y luego, nos insultó un poco más antes de retirarse.

— ¿Cómo te fue? —suelto un suspiro.

—Normal, solamente digo que tu mamá es una falta de respeto. —me quejo con voz dura.

— ¡Gastón, mira la foto que te tomé en estos días! —Abro los ojos con sorpresa al distinguir la foto donde salé mi amigo— ¿Por qué eres tan bello? —explota en risas.

—Que no te oiga tu novio. —Responde el pelirrojo con un toque de burla. La castaña se cubre el rostro para luego empezar a subir las escaleras junto con nosotros— Pero por mí, no importa que me digas así. El ser pelirrojo te saca algunos privilegios. —Victoria lo empuja a modo de juego.

— ¿¡Estás loca!? ¿Y si me caigo? —Se crea un silencio en el aire que luego rompo al no poder evitar reírme.

— ¿Gastón, y ese bolso? —pregunto bajo la mirada escrutadora de ambos.

—Mi mamá dejó quedarme. —Mi amiga suelta un chillido.

Realmente, no sé qué haría sin ellos dos y, a pesar que uno de ellos no sabe casi nada de mi vida, sigue siendo importante muy importante.

—Ahorita te muestro las otras fotos que tengo de ti y vemos una película elegida por mí.

— Perfecto. —Ya arriba, estos dos salen corriendo por todo el pasillo y Aaron se aparece a mi lado.

— ¿Encontraste los otros tres dijes y los dos anillos? —El asiente— ¿Dónde estaban?

—En el campo después del bosque. —Se coloca frente a mí impidiendo mi paso— Ahora es usted la que no se ve bien.

— No esperes a que me encuentre perfecta luego de lo que sucedió —respondo fríamente.

—No me refiero a eso. Señorita, active sus sentidos al máximo, no los mantenga como los de un humano; ahora es cuando usted se encuentra en mayor peligro —niego con la cabeza.

— No hasta que su aroma este casi nulo — El suelta un suspiro— ¿Peligro? Ese peligro es nulo sabiendo ahora que estoy a la cima de la pirámide.

— ¿Ya se dio cuenta?

—Sí —respondo con sequedad— Encargue un envase con palomitas (me duele no decirle cotufas) suficiente para los tres y algo de beber.

—Ahora vuelvo. —Asiento y termino el tramo para entrar a la sala de proyecciones.

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Les dejo aquí rapidito, este capítulo lo tenía desde hace 3 o 4 días atras pero como soy yo, no lo había publicado; hoy mismo haré todo lo posible para publicar el otro y digo hoy mismo porque justamente es las 1:33 am

Espero que les haya gustado y si fue así, no se olviden de dejar un comentario de mejora, apoyo o de incluso opinión. Esperen al próximo que está en proceso. 

No sé que imagen colocar aquí.

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