Capítulo 64

Matías Hislop

No sé cómo hicimos pero llegamos cinco minutos después de la ambulancia, mi padre se bajó inmediatamente del auto y entró dando su nombre para ayudar con el caso luego de mostrar su permiso de doctor. Mi madre y yo nos mantuvimos en la sala de espera que estaba llena y para alejarnos de la gran cantidad de gente que nos miraban con indiscreción pues éramos los únicos llorando, no movimos a una zona más retirada.

No tengo noticias de mi amigo y eso me preocupa, aun me niego a creer lo de la carta, nunca me imaginé a Hunter capaz de hacer algo como eso, él siempre ha sido una persona con demasiada autoestima, siempre se creía el mejor en todo y leer en esa carta diciendo que su autoestima estaba en el piso me hizo entrar en un estado de shock. Siempre lo veía disfrutando de todo, hasta de lo cruel pero eso me hace pensar que nunca conocí el trasfondo de sus pensamientos que estaban enterrados en lo más profundo de su conciencia bajo esa extrema energía que siempre presentaba. Sabía que algo raro pasaba pero tampoco me imaginé que era esto, lo notaba extraño pero ¡Soy un completo estúpido! 

"Las personas que tienen ese trastorno son impredecibles, más si han crecido en un hogar impredecible" Eso fue lo que logró decir mi papá tiempo después de que mi mamá leyera la carta y eso realmente me afectó porque no sabía nada a pesar de haber pasado el tiempo que podía con él.

Es ridículo, es ridículo imaginarme a mi amigo en ese estado, por eso esta mañana estaba tan callado e inquieto; no quería mantenerse quieto en un solo lugar pero tampoco quería decir mucho y si respondía a algo que yo decía, era con algo corto.

"Nos veremos pronto"

¡¿Acaso es estúpido?! No hay un pronto si muere, no habrá más y no lo veré más, es imposible. Me prometió algo imposible de cumplir y eso me enoja mucho.

— ¿Por qué lo hiciste? ¿Eh? —Me separo del borde de la puerta y entro a la sala— Aun no comprendo porqué lo hiciste, tenía tantas cosas por delante y te fuiste por esto. —empiezo a llorar nuevamente.

Ver el cuerpo sin vida de Hunter hace que una extraña sensación me recorra el cuerpo, una sensación realmente desagradable. Su rostro, que está mucho más pálido y un poco morado se ve extremadamente apacible y se ve que murió tranquilo y, eso me molesta, me molesta que me haya ocultado eso porque yo habría hecho todo lo posible para ayudarle y no pude porque nunca me lo contó.

Siento algo posarse sobre mi hombro provocando que dé un brinco por el susto y empiece a ver a los lados para encontrarme con Akira mirándome desde la entrada con una expresión demasiado neutra. Juro que sentí algo pesado sobre mi hombro.

—Es normal que sientas cosas extrañas, estas cerca del cuerpo sin vida de tu amigo y estás en una clínica, es obvio que vas a sentir cosas anormales. —dice pasando. No digo nada respecto a eso.

Ellos estaban encargados de cuidar a Hunter y lo hicieron mal, no evitaron esto, lo dejaron solo y no lo apoyaron y, por culpa de ellos, ahora está muerto. Estoy enojado con ella y con su familia por no hacer algo de lo que ellos se hicieron cargo a voluntad propia, si se hubiese quedado con nosotros, esto no habría acabado así.

Estaba visitando a dos especialistas y con solamente decirles que no quería ir, se lo concedieron. Eso no es ser responsable, no lo es; yo no sé cómo pueden mantenerse económicamente en la cima si no saben cuidar debidamente la vida de alguien.

— No te me acerques —digo antes de que se coloque a mi lado—. Esto es culpa de tu familia y tuya, no lo ayudaron, no lo evitaron —Miro al suelo.

— No nos acuses de esto —a diferencia de como habló antes, esta vez su voz sonó cargada y fuerte.

¿Por qué se enoja si tengo razón?

— ¿¡Qué no los acuse!? Míralo, está muerto y tú no muestras sentimiento alguno. ¿Cómo puedes ser tan fría ante esto? —alzo la voz mirándola por unos segundos—. Tal vez que no hayan convivido pero vivió contigo por meses y tú no te inmutas. —Me coloco frente a ella— Esto es su culpa.

— No es nuestra culpa. Lo cuidamos perfectamente, lo apoyamos y guiamos lo suficiente...

— ¡Claro que no! Estaría aún con vida si fuese sido así. —¡Y aun lo niega! ¿Por eso no termino de pasar a las personas como ella? Y con eso, me refiero, a personas de dinero porque ni siquiera conozco bien su actitud. 

—Las cosas no son como las pintas —planta su mirada sobre mis ojos.

— ¿¡Entonces!? ¿¡Cómo son!? —grito alterado—. ¿¡Cómo terminó así si tú dices que lo ayudaron!? ¡Es su culpa!

Tienen que ser así.

— Le dimos todo y no fue únicamente el lado económico, mis padres y abuelos le dieron la atención suficiente y afecto suficiente, ese que no tuvo cuando vivía con esa mujer y ese hombre. —No quiero que lo siga evitando, esa es la verdad. Todo es culpa de ellos.

— ¡El empezó a estar así cuando se fue con ustedes! ¡Por eso es su culpa! —me toma de un brazo sacándome a la fuerza del lugar para hacerme entrar dentro de un ascensor, marca el último nivel del mismo. — ¡Suéltame! —Salgo del ascensor y ella me sigue.

—Ahora si puedes gritar todo lo que te dé la gana —se retira el cabello del rostro— Escúchame...

— ¡Escúchame tú a mí! —Me mira y se cruza de brazos manteniéndose en silencio— Él estaba perfecto, él no tenía ningún signo de depresión y eso tuvo que haberse desarrollado cuando se fue con ustedes, algo le tuvieron que haber hecho para que tomara esa decisión —señalo detrás de mí con efusividad— ¿Qué le hicieron para que terminara así?

— No le hicimos nada, entiéndelo por favor. Me vas a meter en problemas si me sigues acusando de algo que yo no provoqué. — ¡No me importa que le llegué a pasar, es su culpa, es su maldita culpa; todo es culpa de su familia!

Si ellos no fuesen matado a los padres de Hunter, el estado no habría intervenido y estaría entre nosotros, viviendo con cualquiera de sus padres sin importar su dedicación; no habría terminado viviendo con ellos y no habría entrado en ese estado porque aun viviendo con ellos dos o con uno, el seguiría hiendo a mi casa para liberarse de eso.

—Algo tuvieron que hacerle —digo agudizando mi voz—. Ahora que lo pienso, ¿Por qué se hicieron responsables de él luego de que lo dejaran huérfano? ¿Que tenían planeado con él?

—Mis familiares se hicieron cargo de Hunter por su seguridad, para evitar casos de delincuencia mayores de parte de tu amigo. —Se apoya en el barandal de la azotea.

— ¿Por su seguridad? Pues su desenlace explica muy bien esa seguridad —digo con sarcasmo.

—Nació de familia narcotraficante, líder en la mafia ¿Dónde iba a parar Hunter después de que sus papás decidieran contarle la verdad? ¿Cómo padre de una iglesia? —su mirada me está inquietando

—Como cualquier...

— Ellos lo iban a meter en el negocio después de septiembre de este año quisiera o no. Aun con la muerte de ellos dos, miembros manejados por quienes eran Carl y Andrea lo estaban chantajeando para que entrara en el negocio porque tiene eso en la sangre, toda la habilidad de sus padres estaba en su sangre. —Eso me hace recordar algo— Cuando no jugaba contigo Online para evitar hacerte perder ¿Qué hacía él? — Quedo tonto por eso último.

— ¿Cómo sabes que...?

— ¿Qué hacía él? —Vuelve a preguntar interrumpiéndome— Te armaba el plan estratégico de ataque y defensa con extrema facilidad aun si tú no te dabas cuenta y él tampoco. —Abro los ojos con sorpresa. Tiene razón.

— ¿Cómo sabes eso? — ¿Cómo rayos sabes eso? ¿Cómo es posible?

— Siembre lo manteníamos vigilado. —¿Cómo si mi habitación está al final de la casa y la única ventana que tiene da al patio? ¿Cómo pudo habernos vigilado? Esa familia no es normal.

—Aun así, muy bien vigilado lo tenían que casi se disparaba con un arma de tu habitación. —Sonríe por breves segundos ¿Cómo puede estar riendo en esta situación? Ella es una psicópata— Sabiendo de su condición, tuviste que mantenerla alejada de él al no tener seguro.

—Parece que te lo dijo —no digo nada— Nunca tuvo que haber entrado en mi habitación y Hunter inconscientemente le retiró el seguro y la cargó. —niego.

—En la carta puso que ya estaba cargada y que carecía de...

— ¿¡Qué sabe Hunter de armamento para diferenciar!? Nada, pero eso te demuestra el instinto innato que tiene.

— ¡Pero no lo ayudaron psicológicamente como para evitarlo! — vuelvo a la conversación principal.

— ¡Matías Hislop, ya me cansaste y ahora me vas a escuchar atentamente! —me sorprendo por el cambio de tonalidad que toma su voz al momento de gritarme— Sin interrupciones, normas del buen hablante y del buen oyente y así mantendremos una conversación asertiva.

—No somos niños.

— ¿Tenemos que ser niños para ser decentes? —Cola sus manos en su cintura— Ahora me vas a escuchar —dice con voz dura enfatizando el "vas" de manera que su cuello se tensa.

(...)

—Perdón por haberte culpado. —limpio mis lágrimas.

—Cómo te decía, moría por su propia mano o moría asesinado. Sus padres iban a ser traicionados y asesinados por otro grupo por simple poder y, Hunter al tener mucha información, iba a terminar asesinado para mantenerlo callarlo.

—Entiendo —Paso mis monos por mi rostro desesperado—, pero él nunca habría aceptado ese trabajo y habría denunciado todo.

—Lo sé, pero esa denuncia sería casi nula o sus padres lo amenazarían por su silencio. Ellos, incluso hubiesen sido capaces de matarlo. —me remuevo incómodo.

Es sorprendente la facilidad con la que puede abarcar este tema, lo dice como si fuese algo cotidiano de su vida o de la mía pero, hablar del narcotráfico y todo trabajo relacionado con ese, para mí se me hace casi imposible.

—Perdón —digo observándola para luego recordarme de algo— Sabías que Hunter estaba enamorado de ti. —Si no lo sabe, es preferible que lo sepa a través de mí. Es como para hacer posible lo que Hunter no fue capaz de decir porque seguramente se habría dejado llevar por su extraño orgullo para evitar ser rechazado.

—Sí, incluso me besó minutos antes de quedar inconsciente —Quedo sorprendido—, pero igualmente lo habría rechazado.

Sonrío al saber que si fue capaz de declararse.

—Es mejor que vayas a verlo antes de que cierren las visitas y el área donde se encuentra él. Necesito hablar con tus padres para acordar unas cosas.

Me levanto del banco para caminar hacia el ascensor pero me detengo al no sentir a Akira venir detrás de mí. Giro para encontrármela caminando desde donde se encuentra la máquina expendedora.

—Toma. —Me extiende una botella de refresco— Aún estás alterado y sigues un poco pálido.

—No quiero, gracias. —Pulso el botón.

—Ya lo compré —Su mirada se clava en mí insistiendo— Toma

—Está bien. —Acepto al no tener de otra y aprovechando que no tengo que pagar nada.

Algún provecho debo sacarle al conocer a alguien con dinero.

Akira Berglind

— Lo será, cuando comprenda lo que es administrar su vida económicamente. —No cambian su gesto lleno de esperanza respecto a la responsabilidad de su hijo— Bueno, lo que acordamos fue: Ustedes se encargaran desde ahora con el servicio funerario y cuando sea el momento, yo me encargaré de costear los gastos de todo ¿Me equivoco? —Niegan.

— Me parece perfecto.

— Hablamos luego, ya tienen mi número. Me tengo que retirar ahora. —Me despido.

— Cuídese —respondo un igualmente antes de salir.

Atiendo mi celular que acaba empezar a sonar.

— ¿Dónde estás? —pregunto buscando uno de los autos.

— Active sus sentidos y lo sabrá. —Niego— Estoy a unos cuantos metros de usted, al doblar la pared. —Cuelgo y me acerco donde el empleado— Escuché la conversación ¿Necesita ayuda?

— Nunca creí decir esto, pero sí, necesito de tu ayuda porque siento que no podré con esto hoy. —Apoyo mi espalda a la pared respirando hondo y llevando mi cabello para atrás y así liberar la tensión acumulada... Tensión y el dolor en mi pecho causado por la tristeza que no se quiere ir— Estoy demasiado estresada, lo único que me ha ayudado, es que no tengo nada pendiente con el restaurante. —Me llevo una mano a mi frente. Me duele la cabeza y ahora, que salí de acordar lo anterior, tengo ganas de llorar..

— ¿Qué necesita? —dice tranquilamente mientras me entrega las llaves del auto pero no las recibo.

— ¿Podrías encargarte del asunto legal de esto? Sabes que tengo que hacerme cargo... de tu ya sabes que —omito decir algo porque tengo a varias personas cerca de donde nos encontramos—. No sé porque trajiste el auto pero no importa, puedes volver a la mansión en él cuando termines; pero, por favor, necesito que te encargues de esto.

Mi vacío es demasiado grande, muy grande pero no puedo darme la libertad de llorar, ni de quejarme ni de nada, no puedo darme la libertad de no hacer nada y estancarme en esto. Tengo muchas cosas que hacer, demasiadas cosas de las cuales encargarme que mantienen mi cabeza completamente ocupada y aun así, teniendo la cabeza en tantas cosas, el vacío, la desesperación, el dolor no desaparece y eso me da ganas de encerrarme en mi habitación para romper en llanto pero no, no puedo siquiera desahogarme. 

— Está bien, lo haré. —Asiento aliviada— Debe ir directamente al mundo de suicidas antes de que noten la ausencia del que eliminó hoy y el director de organización encargado de este país saque un grupo en su búsqueda —Es sorprendente que un demonio sepa esto, pero es de esperarse gracias a mi abuelo Andrew.

— Gracias.

Miro a los lados para asegurarme de que no haya ninguna cámara y ninguna persona, ruedo los ojos al darme cuenta de que hay de los dos. Pienso volver dentro pero se supone que ya me fui y si me encuentro con los padres del pelinegro, no sé qué excusa inventaría y no estoy de ganas para inventar una.

— Vamos al auto, puede hacerlo ahí con calma. —Asiento y hago lo que dice porque es lo viable.

Con calma ¿Qué calma voy a estar sintiendo si tengo mi corazón en mil pedazos? ¿Qué calma voy a estar teniendo si me duele el alma? ¿Qué calma voy a estar teniendo si mi corazón se fue con ellos y no me será devuelto? No puedo seguir así pero debo hacerlo, debo buscar la manera de enfrentar esto, debo encontrarla pero... eso no lo voy a conseguir porque ellos son mi todo, mi corazón se perdió, fue robado, se fue con ellos al momento en el que no los ví, al momento en el que sé que se desvanecieron. 

Me siento en el asiento del copiloto apoyando mi espalda completamente al espaldar, respiro hondo tratando de calmar un poco mi malestar; aún sigo cansada, unas horas de descanso no han sido suficientes como para recuperarme por completo y psicológicamente no estoy estable. 

Empiezo a llorar sin poder evitarlo... ¡Los quiero aqui ami lado, los quiero y no puedo! Me duele el pecho tan solo con pensar en ellos, me duele, es un vacío demasiado grande. Ahogo un quejido al mismo tiempo en el que siento perder la estabilidad completamente a pesar de estar sentada, apoyo una mano sobre el tablero del auto por el mareo. 

— Recuerde que la comida normal no nos alimenta por completo, es solo un engaño a nuestro sistema. —Cierro los ojos por un instante y tomo mi forma de ángel de la muerte de manera completa, una punzada más en mi cabeza por eso, no tengo energías completas y las estoy gastando— No debería...

— Aarón, por favor, no insista. No lo haré por unas semanas o meses, solamente hasta que el aroma de ninguno siga en la mansión. —Mi voz sale completamente quebrada y al mismo tiempo, un sollozo que no quería que se escuchara, sale al descubierto... 

La venganza no me hace sentir mejor pero tampoco peor, los eliminé y no sé cómo fui capaz de hacerlo... ¡Ellos son demasiado fuertes y pude acabarlo pero, eso no los trae conmigo, eso no los trae conmigo!

Me llevo las manos a mi rostro y grito  suave por la desesperación, por el dolor con mi rostro completamente cubierto por las lágrimas, no puedo dejar de hacerlo pero me duele, el estar sola me duele, sola porque no hay nadie como ellos que me puedan entender, que me puedan ayudar... ¡Ni siquiera entiendo aún muchos aspectos de nuestra naturaleza! 

¡Mi corazón duele demasiado! 

— ¡Eso es peligroso para usted! —Hago una mueca— ¡El aroma no desaparecerá! —Sí desaparece— Recuerda que gracias...

— Lo sé, pero no puedo..., emocionalmente, no puedo. —Me quejo entre mi llanto que trato de acabar. Muerdo mi labio con bastante fuerza y me detengo al sentirlo romper un poco— Antes de retirarme. —Saco el folio de la guantera y un lapicero, enciendo la luz del auto y escribo una autorización con mi vista levemente borrosa por las lágrimas— Con esto si podrás hacerte cargo de lo que te dije, toma una copia de mi cédula por si acaso. —Saco la hoja de la copia. En cada auto, hay un folio con los documentos fotocopiados de cada uno.

Paso mis manos por mis ojos con brusquedad, bastantes veces hasta que dejo de llorar trancando todos mis sentimientos a la fuerza. Tomo una fuerte respiración, cierro mis manos hasta el punto de lastimarme y ahí, con el dolor, es que logro dejar de llorar por completo. Vuelvo a limpiar mi rostro. 

No volverán, mi corazón no volverá.

— Sí, señorita. Tenga en mente mis palabras. —Lo miro con dureza... ¡No sigas insistiendo Aarón, no sigas haciéndolo que no quiero seguir llorando! 

— Me voy. —Cubro mi cabeza con la capucha y me transporto al mundo shinigami.

Me estoy auto castigando pero de una manera suave, en cualquier ocasión, puedo alimentarme de cualquier cosa que no sean los sentimientos del aire porque eso es lo que no quiero, no quiero sentirlos, quiero olvidar su aroma para que cuando libere mi sentido de olfato y percepción aquí en el mundo humano, no recordar como olían.

Sinceramente, no sé porque lo hago de una manera parecida a como me castigaba mi abuelo por incumplir algunas reglas cuando solamente puedo bloquear mi sentido del olfato de manera individual, lo malo de esto, es que mediante el olfato, puedo tomar energías y saturar mi hambre y eso es lo que estoy evitando ahora, activar mi olfato para evitar sentirlos. Sin ese sentido, no tendría motivo de activar los otros.

Aquí si lo hago, aquí si me siento en la libertad de expresar y sentir como realmente debería hacerlo, aquí no hay posibilidad de llegar a sentirlos así que no tengo problema con liberarme en este lugar pero el siquiera sentir su aroma, no querré despegarme de él, no querré hacerlo y sé que dije que tal vez meses para activarlo pero la verdad es que el aroma puede permanecer incluso décadas... No quiero activar mi sentido del olfato pero debo hacerlo, aquí que no es el mundo humano, aquí que es una dimensión aparte, no los siento y así, retomaré energías. 

Este lugar es hermoso, es moderno pero mantiene un toque antiguo y muy ordenado, muy, muy ordenado. El cielo es brilloso pero no tanto, se mantiene en un color azul pero con bastantes nubes oscuras y grandes que terminan cubriéndolo casi todo; las casas son pequeñas o eso parece serlo desde fuera, son de colores sobrios, muy neutros pero siguen siendo bonitas. Hay naturaleza, no mucha, pero la hay, la mayoría de los árboles tienen pocas hojas hojas y, los que sí tienen en abundancia, están de color amarillo casi verde y naranjas. Es un lugar con un aire melancólico pero es de esperarse, cada dimensión o mundo representa de cierto modo el corazón de cada ser hasta que forma lo que estoy viendo ahora.

Hay muchos ángeles de la muerte con sus guadañas en mano o en su espalda, con el filo apuntando hacia el suelo. Son muy pocos los que no las tienen en mano, esos que son fuertes y están en una categoría avanzada ya que pueden ocultarla y aparecerla cuando quieran; los que logran hacer esto es mayormente por suerte y entran automáticamente a esas dos últimas categorías que se terminan clasificando por velocidad y fuerza de manera física y mental.

Hay muchos rostros que me miran de una manera extraña, posiblemente porque nunca me han visto o no sé porqué otro motivo, lo que sé, es que mi aroma está completamente oculto para ellos y eso me deja en claro que no es por la diferencia que tendría con ellos debido a que tengo ese característico aroma que presenta un ángel o un demonio con la forma animal de un felino.

Llego al edificio donde debo llegar y me dirijo al lugar donde debo entrar. Una oficina con aires antiguos y un hombre sentado mientras firma varias hojas con: "Juzgada" y otras con : "Renacida"

Cubro mejor mi rostro dejando solo de la mitad de mi nariz hacia abajo descubierta.

— Pásame la carpeta. —Ni siquiera me mira al rostro. Supongo que por pereza y pues, lo único que debe hacer es verificar. Hago lo que me indica— ¿Nombre del humano?

— Shadow Hunter —Suelta un suspiro.

— Completo.

— Shadow Dunne Hunter.

— Hijo de Andrea Dunne y nieto de nuestro ex agente David Dunne ¿Sin segundo nombre? —Asiento suavemente— Información correcta. —Verificando ante todo. Ya me doy cuenta de las advertencias que recibí de parte de mi abuelo— Fecha de nacimiento y fecha de muerte.

— 3 de septiembre de 1998, 22 de julio del 2016

— Causa de muerte y la decisión definitiva. —Todas son preguntas son automáticas, tal como un guión y eso me molesta.

— Sobredosis por somníferos, ángel de la muerte. —Su mirada se posa sobre mí con fuerza pero en ningún momento alzo mi cabeza— ¿Qué sucede?

— Tiene sangre de Ángel de la muerte aun siendo humano, va a ser especial. —Hago un sonido de garganta afirmando— Libera su alma.

Retrocedo unos cuantos pasos para aparecer mi guadaña y apoyar la hoja de la misma en el suelo, susurro el nombre de Hunter para luego dejar salir su alma con el hechizo especial para esto. Su alma queda flotando en el aire en forma de esfera que va distorsionándose y volviendo a su forma una y otra vez; trago en seco calmándose un poco, me llama, el aroma del alma me está llamando y me estoy viendo tentada a tomarla, no estoy bien y eso hace que mi autocontrol sea inestable.

— Continúa —dice con fuerza sacándome de mi ensimismamiento. Recuerda Akira, recuerda el hechizo al pie de la letra.

"Algo tenemos en común, somos similares; nosotros dictamos nuestra muerte y por eso nos parecemos, porque entendemos de sufrimiento. A partir de este momento y cuando estas palabras terminen, te parecerás más a mí porque seremos diferentes almas pero la misma especia" —Es irónico para mí decir esto, nunca haría y diría esto de corazón— "Ángel de la muerte, eso eres a partir de ahora porque tú mismo te diste un fin en tu vida humana; igual a todos los que reposamos aquí." —Siento como un escalofrío me recorre— "Hunter Shadow, libérate y muéstrate que aquí vivirás hasta que sea momento de reencarnar."

Su alma empieza a tomar forma, a la forma de su cuerpo con sus mismas características, aspecto de el que se quedará inmortalizado por años e incluso siglos. Su mirada se mantiene mirando al frente, está perdida en el vacío; no reacciona a nada, ni al cambio de ambiente ni al cambio de temperatura de este lugar.

— Puedes retirarte, yo me haré cargo de su clasificación, de su tiempo y de su estabilidad. Va a tardar en reaccionar, es lo normal. —Asiento con la cabeza y me doy la vuelta para salir del lugar— ¿Cuál es tu nombre, no siento tu aro...? —Se dio cuenta pero mejor me retiro inmediatamente.

Desaparezco mi guadaña y empiezo a caminar para retirarme pero primero quiero dar un vistazo. Me detengo en seco al sentir como tres ángeles de la muerte se colocan delante de mí impidiendo mi paso mientras me miran fijamente pero yo no a ellos por la cercanía.

Retrocedo unos tres paso y alzo mi rostro de modo que ahora si logro distinguir con dificultad, me llevo la sorpresa de que mi mente parece reconocerlos de alguna parte, de algún lugar pero no identifico donde. Son dos mujeres y un hombre, donde la que está a mi izquierda tiene la piel morena, ojos y cabello de color oscuro; el hombre que está en el medio, es de piel bronceada y mantiene rasgos parecidos a los de una persona árabe o de algún lugar cercano y por último, la de mi izquierda es de piel clara, en una tonalidad media con ojos cafés y cabello castaño.

Busco rodearlos pero no me lo permiten.

— Déjenme pasar —digo con delicadeza.

— La conocemos y conocemos lo que hizo. —Abro los ojos con sorpresa al escuchar eso de la morena.

Entro en pánico pero no lo demuestro, hago todo lo posible por no hacerlo. He eliminado a su líder y seguramente me quieren hacer pagar por esto, es lo más seguro. Me mantengo en calma, ocultando todo los pensamientos que pasan por mi mente.

No sé cómo actuar en esta situación.

— Parece que no nos recuerda — niego.

— Disculpe, no lo hago.

— Pero nosotros sí —dice el del medio.

Las dos mujeres dan dos paso hacia atrás dejando al hombre frente a mí, estos, repentinamente, se inclinan frente a mí arrodillándose en el suelo mientras se retiran la capucha de su cabeza.

— Usted será nuestro nuevo líder. —cierro las manos con fuerza y mi cuerpo empieza a temblar notoriamente, o eso es lo que creo.

¡Imposible!

_____________________

Ok, mi mente es un caos y creo que se pueden dar cuenta. 

Ya estoy uniendo todo y todo lo que no se podía unir, también. Amo las conexiones que hace mi mente de manera inconciente. 

Espero que les haya gustado y no se olviden de votar y comentar, los quiero mucho. Besos y abrazos desde aquí Venezuela.

Hoy iba a actualizar "Yo soy así y pienso así" pero no lo hice porque lo que iba a escribir no era muy de mi estilo pero si terminaré haciéndolo. 

Aun no creo que gracias a mi amiga Dani, que no la etiqueto para evitar que se haga spoiler porque la conozco, no estaría participando en los wattys. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top