Capítulo 54

Hunter Shadow

Vuelvo a tocar la pantalla dándole play al video que me enviaron la semana pasada, todo el instituto estuvo hablando de esto hasta que se cansaron de hacerlo. No se cuentas veces lo he visto pero se me hace imposible el no reproducirlo una y otra vez.

Enviaron alrededor de cinco o seis vídeos, dejé el que estaba desde casi el principio de la escena. En mi mente vuelve a pasar "se lo merecía, ¿Quién lo manda a ser tan sobrado y dándosela del mejor?" pero igualmente, ¿Era necesario tanta frialdad?

El video está desde que Akira se encuentra mirando a los ojos a la persona quien me buscó pelea la semana antepasada, su mirada es realmente fría, no presenta ningún tipo de emoción cálida, es como ver dos esferas de vidrio de color verde donde solo la luz se refleja; su rostro es serio, muy serio y tampoco refleja nada. Al contrario, ese tipo se ve que no iba en juego, por su actitud puede creerse que si pero he estado con muchas personas así, yo fui una de ellas, y puedo decir con seguridad de que no era jugando.

Yo fui alguien así... ¿Desde cuándo me encuentro pensando de mi personalidad en pasado? ¿Cuándo fue que deje de ser así? ¿Cuándo fue que deje de ser tan altanero? ¿Cuándo me volví alguien tan débil e inseguro? ¿Desde cuándo? Es sorprendente que ni yo me dé cuenta desde cuando pasó eso, pero de lo que si estoy seguro es que he cambiado tanto y que yo mismo me dé cuenta de eso significa que no lo he hecho de manera mínima.

En el video, segundos después, el gesto de Akira cambia radicalmente, es como si se llenara de sentimientos pero... todo es una maldita mascara, su mirada está llena de malicia mientras su cara dice "Soy la persona más tímida y dulce del mundo" pero nada es así. Cuando el rostro de él está a un simple movimiento para besarla, Akira toma su barbilla y voltea su cara a un lado, luego mueve su brazo para que se golpeara con la pared frente a él; la última toma es el rostro de Akira con una sonrisa torcida.

Ver este vídeo me hace tener sentimientos encontrados y no sé explicar cuáles son pero uno de ellos me hace sentir terriblemente mal, me hace sentir desanimado.

Tengo más de una semana que no veo a Akira en la mansión y cuando pregunte porqué, me dijeron que era por temas de seguridad y cosas así pero que yo no me tenía que preocupar de nada porqué yo estaba bien aquí y que no me pasaría nada... Aun así, la he visto en clases.

No puedo dejar de pensar en la frialdad presente en los gestos y palabras de Akira.

—Joven, es hora de la cena.

—Ya voy. —Dejo mi celular sobre la cama y salgo de mi habitación.

Akira Berlgind

Me siento sobre el borde del barandal dejando mis pies colgados en el aire, la brisa es cálida pero al mismo tiempo fría, es una rara mezcla de temperaturas que logra que se sienta realmente agradable. Mi cabello se mueve al son del viento enredándolo más de lo que lo tengo pero poco me interesa.

Llevo el vaso de vidrio a mis labios para así lograr tomar el contenido que tiene, un poco de agua después de pasar tanto estrés, resulta un poco placentero. Escucho como el típico pitido se hace presente cuando cortan una llamada, estaba hablando con mi madre por teléfono contándole todo lo que sucedió esta madrugada; ellos no tenían idea de nada y era de esperarse, están muy lejos y es imposible captar algo a esa distancia, incluso es complicado aún si se encontraran aquí y yo logré hacer porque ya soy un caso especial. Mi padre se preocupó mucho aun si no dejo ver su malestar, le dije que todo está bien y que no se preocupara.

El aroma de la sangre de mi abuela no ha desaparecido por completo del aire, en la mansión debe de estar más intenso. Lo que me pregunto ahora es ¿Por qué no han ocultado el aroma? Bueno, de que va servir hacerlo si ya saben su ubicación. Creo que es lógico.

—Akira, ¿Qué haces ahí? Bájate, me da miedo el simple hecho de que estés sentada sobre el barandal. —Victoria hace acto de presencia luego de estar un rato largo arreglándose.

—Cuidado con lo que pides. —Sonrío de lado aprovechando de que ella no puede ver mi reacción. Si lo hace es capaz de asustarse aún más. Ella dijo que me bajara pero no dijo en qué dirección y si yo quisiera, puedo saltar pero no soy tan mala así.

—Estás tomándote todo muy de pecho ¿Estás de malas? —Humedezco mis labios los cuales se secaron rápidamente.

— ¿Tu qué crees? Ya me conoces lo suficiente. —Se sienta en una de las sillas cerca de mí y toma mi teléfono de la horilla, supongo que para evitar que se caiga.

— ¿La madre de Gastón? —Muevo mi cabeza en modo de asentimiento.

—Está bien que sea fiel a la religión, le respeto eso ¡pero que respete mis decisiones también! —Grito de manera moderada. —Hoy estuvo insoportable, al menos para mí.

—Para ti... pero tienes razón, ella estuvo rato insistiendo en que continuaras con el tema.

—Todo irá bien si no se entera de que no tengo ninguna religión. —Si se entera, hará todo lo posible para romper todo tipo de amistad con Gastón. Ella es ese tipo de persona.

Coloco mis manos sobre el borde del barandal para bajarme de él, cuando lo hago, Victoria hace un gesto preocupado. Voy a ir a la mansión, no importa si me regañan, igualmente no hay rastros de nadie; ya lo decidí, voy a ir.

—Victoria, ya vengo. — Mi voz suena más dura de lo que imagine. Bueno, con esto dejo claro que estoy de malas.

— ¿Dónde vas? — Tomo mi teléfono.

—A la mansión.

—Pero...

No logro escuchar su reclamo o sea lo que sea que fuese a decir, inmediatamente me encuentro en el punto más lejano que puedo tomar a través de mi teletransportación, la carretera. Vuelvo a hacer la misma acción y ya me encuentro dentro de la mansión sin que nadie se enterara, me ahorré tiempo y la molestia de conducir; además, así es más rápido que me pueda ir si sucede algo.

Los típicos sonidos que siempre hay en las horas nocturnas con el personal de la mansión se hacen presentes hasta llegar completamente a mis oídos, estoy muy acostumbrada a esto y eso no es que me guste mucho. Nadie me ve, nadie se da cuenta de que estoy aquí, mi presencia está oculta para cada humano del personal. Todos están en la cena.

Camino con lentitud por las escaleras principales de la mansión y cada paso está lleno de decisión, paso por los pasillos los cuales permanecen iluminados con las lámparas que cuelgan de las paredes. Me detengo apenas llego a la entrada de la habitación de mis dos abuelos paternos.

No hay nadie dentro, todos están en la cena, mis cuatro abuelos y Hunter. Abro la puerta con cuidado y no sin antes asegurarme de que no hay nadie cerca, no sería muy normal ver como una puerta se abre y cierra sola. La habitación está ordenada a la perfección, como siempre; la luz permanece apagada pero el lugar se mantiene iluminado por las dos lámparas que hay a cada lado de la cama. Los colores azules y blancos hacen un perfecto contraste en el lugar, hace que todo se vea perfectamente elegante.

Doy pasos lento hasta quedar frente a una silla a juego con los demás muebles decorativos, me siento y tomo un pequeño libro para empezar a leerlo. Justo cuando voy a abrir la tapa del libro, un mensaje llega a mi teléfono.

Cuando te dignes a venir, yo no estaré. Ya Josué me vino a buscar. Le inventé la excusa a mi mamá de que tú fuiste a comer cerca de la casa y que por eso no te llevaste el auto. —Bien y mal pensado por parte de mi amiga. Bien pensado porque inventó una excusa, mal pensado porque después no comeré. Que bella.

—Gracias pero si van por comida, me compras a mí. — El mensaje se envía inmediatamente. —Tú fuiste quien le dijo que yo iba a comer, no te quejes. Que la pases bien. — Envío otro texto. Problema resuelto.

—Ok, ok. De nada.

Dejo el celular en mis piernas y empiezo a leer el libro.

"Olvida ya tus recuerdos, entrégate a mí y cumpliré tu mayor anhelo" Una parte del comienzo del libro hizo recordarme de una parte de mi canción, no es el mismo orden, pero son las misma palabras y el mismo mensaje transmitido. Es como una contraparte de lo que está escrito.

Tardo largos segundos leyendo la primera hoja en el libro, me cuesta hacerlo porque está escrito a puño y letra; es como un tipo de diario del siglo antepasado, escrito a finales del mismo. "Lo mejor es dejar ver tus deseos, no importa si estos te causen malos recuerdos y te lleven a malas decisiones, siempre habrá alguien que los cumpla." "Terminé entregándome a este bello sentimiento aun si eso significa mi destrucción". Lo primero que está escrito en la primera página.

Es un poco triste leer lo que estoy leyendo ahora, esto sin duda alguna es un diario compartido entre mis dos abuelos paternos y me doy cuenta por su letra. La de mi abuelo es una perfecta caligrafía tipo Palmer y la de mi abuela es casi perfecta pero más imprecisa.

Escucho como pasos van sonando, uno detrás del otro caminando en esta dirección de manera lenta, no sé si se de quien se trata pero es más seguro que se trate de mi abuela. El pomo de la puerta va girando lentamente hasta que la puerta se abre a medias y alguien entra.

—El aroma de los demonios logró despertarme pero lo que hizo que me levantara fue el aroma de tu sangre. Me tenía completamente mareada. ¿Cómo te sientes?— Digo en completa tranquilidad.

Mi abuela al verme, da largos pasos hasta quedar frente a mí. Su expresión es de completo enojo y preocupación.

— ¡Akira, que haces aquí! ¡Te dijimos que no vinieras por...!

— ¿Mi protección? —Estoy jugando con fuego. — No hay nadie espiando los alrededores y tampoco vendrán porque estarán planeado su próximo ataque al ver que ninguno de los enviados volvieron. —Y a pesar de mi posible castigo, estoy sumamente tranquila.

— ¡Akira, no sea estúpida! —Peina su cabello hacia un lado. Este tiene ligeras manchas rosadas casi imperceptibles. — ¡Pueden tener su aroma oculto!

—Lo tengan o no puedo sentirlo. —Despego mi lista del libro y lo cierro para luego colocarlo donde va.

— ¡No importa! ¡Es peligroso! — Se lleva su mano al pecho con bastante disimulo, poco a poco va sujetando lo tela de su suéter y se porque lo hace, lo sé a la perfección.

—No deberías alterarte mucho. —Ella se sienta mientras respira hondo. —Se nota que te duele el pecho.

No sé cómo hace para actuar con tanta tranquilidad ante las dos grandes heridas que tiene y el dolor que debe estar sintiendo en el pecho justo ahora, seguramente ya está acostumbrada a todo esto.

— ¿Cómo te sientes? Vine solo para verte y no pasará nada, no hay nadie a los alrededores.

—Estoy bien, esto no es nada para mí. —Su rostro de enojo desaparece completamente. Ya me salvé de un castigo. —Akira, deberías irte. —Suelto un suspiro.

— No, no lo haré. No aun. —Me acomodo en la silla. —No hay peligro de nada.

— ¿Tu qué me dices? No hemos hablado mucho por teléfono, prefiero hablar contigo personalmente. —Aun si eso significa no hablar por días o semanas.

—Nada, he tenido malos sueños últimamente, ha de ser por el estrés que tengo presente por todo lo que tengo que hacer y por la preocupación.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes? —Alzo una ceja.

—Porque no creo que sea de importancia contarte lo de mis sueños. —No es de importancia porque no soy vidente ni nada por el estilo, si tuviera esa habilidad, eso ya sería otra historia y realmente me preocuparía.

—Eso no, me refiero al estrés que tienes presente. Puedo retirarte un poco el trabajo que te impuse.

—No importa, eso es lo de menos; el estrés es por lo del instituto. —Tengo sed... eso me pasa por no tomar casi agua ni nada de líquido en todo el día. — Y no te dije nada para no preocuparte a ti ni a los demás.

(...)

Estuve varias horas hablando en la sala de reuniones con mi abuelos mientras tomábamos algo de té, no soy tan fanática del té pero hay ocasiones donde si lo acepto.

Cuando mis otros abuelos me vieron, me llovieron advertencias y regaños pero siempre actúe con tranquilidad, si me dejaba llevar por su actitud, habríamos terminado en una discusión. Luego se dieron cuenta de que era inútil seguir hablando de ese tema y terminamos hablando de otras cosas.

Justo ahora me encuentro tocando el piano, el que está justo debajo de la escalera; me encanta cuando toco este, su sonido es realmente espectacular debido a la extensión que puede llegar a tener. Sin mentirle, llega por casi toda la mansión.

Lo hago porque en la casa de Victoria no hay ningún instrumento y porque no quiero ir a la sala de tiro a practicar algo aunque sea. La familia de Victoria y ella misma, no han tenido ningún interés por los instrumentos o la practica musical.

(...)

Hunter Shadow

Ese piano que no había sido tocado desde hace días, ha vuelto a sonar. El sonido fue diferente, no fue el mismo que el de anteayer ni el de la semana pasada, esta vez se escuchó más fuerte y pesado. A pesar de que mi habitación está un poco retirada, el eco de su sonido llegó con suavidad hasta aquí.

Su sonido fue capaz de aclararme la mente y eso hizo que terminara de hacer el análisis que se supone que tenía que entregar hoy, estaba realmente trabado y no sabía ya ni que escribir; de diez hojas, sólo llevaba siete. El profesor que nos pidió este análisis, se le ocurrió la idea de mandarlo a hacer a computadora porque así se aseguraría de que nosotros escribiéramos más; es bueno pensando eso ya que cuando es manuscrito, uno puede hacer la letra más grande, mas redonda y más bonita para que ocupe más espacio.

Justo ahora voy caminando por el pasillo cerca de mi habitación para ir al jardín que hay en la parte trasera de la mansión, aun me sorprende lo grande que es este lugar. Ese lugar se ha vuelto algo muy agradable para mí, no sé porque pero ahora voy muy a menudo allí.

—Yo ya me voy. Si tienen algo que decirme, me llaman al teléfono.

Akira está frente a mí y eso me causa algo de duda porque, por lo que me dijeron, ella no podía estar aquí por motivos de su seguridad. Eso es raro, el que me permitan a mi estar aquí y a ella no.

—Hey. —Hace un gesto con su cabeza saludándome y cruza el pasillo.

Voy por el mismo camino y cuando llegó a la parte donde la perdí de vista, no se encuentra en ningún lugar y exactamente en este punto de la mansión no hay para donde ir porque la otra intervención está más o menos a una distancia considerable. Ni modo que haya corrido.

Quería hablar con ella sobre lo del vídeo, no era necesario que ella actuara de esa manera.

(...)

— ¿Desde cuándo te interesa lo que hago y como lo hago?

—No es que me interese...

—Vuelvo a preguntar ¿Desde cuándo te interesa lo que hago y como lo hago? —Su voz es demasiado neutra.

Realmente no es que me interese, lo que sucede es que molestó su reacción ante esa situación. Pudo haber dicho un simple no.

—Pudiste...

— ¿Haber sido más suave con él? Lo hubiese hecho si simplemente no hubiese actuado como un arrogante, pero ese no es el caso. — Suelto mi agarre. — ¿Estas defendiendo a la persona que te buscó pelea?

—No lo estoy defendiendo. —Ella suspira.

—No importa... tu mente está hecha un caos y anoche vi como tenías la necesidad de hablarme.

— ¿De qué hablas?

— ¿Por qué te interesa lo que hago y como lo hago? ¿Desde cuándo te interesa lo que hago? ¿Por qué me hablas de esto? —Su rostro permanece serio. — Si logras responderte esas preguntas, yo te daré una explicación breve de porqué lo hice.

—Akira, vamos tarde. —Gastón aparece desde atrás de la ojiverde. — ¿Interrumpo algo?

—Para nada. ¿Vienes con nosotros? Tienes que recuperar horas perdidas de servicio.

—Sí, necesito recuperar las horas normales más las que me aumentaron. —Acepto su propuesta porque no tengo grupo ya que falte cuando los hicieron y porque lo necesito.

Que bueno que llegó Gastón, realmente ya no aguantaba esta conversación. ¿Para qué hablo si no voy a poder continuar con el tema?

Me sentía como una hormiga delante de Akira y no sé porqué, pero su tono de voz era realmente tan neutro que lograba ponerme nervioso. Me sentía más pequeño que ella, como si ella me mirara desde arriba pero nada de eso sucedía, Akira es unos centímetros más baja que yo y su mirada estaba fija en mí. Sus ojos, sus ojos son realmente fríos cuando se lo propone, como si no hubiese ningún sentimiento en ella.

Subo al auto mientras mantengo una conversación cualquiera con Gastón, realmente me ayudó a quitar la incomodidad que sentía.

Las preguntas de Akira me hacen pensar realmente y es porque tiene razón. ¿Por qué me interesa lo que hace? No creo que sea interés en lo que hace, creo que es solo mi disgusto por como lo hizo pero eso me lleva a hacerme una pregunta ¿Por qué estoy disgustado por ello? Nunca me ha interesado en lo que le sucede a las personas al menos de que sea algo realmente bueno y no, no me interesa para nada la situación de ese tipo. ¿Desde cuándo me interesa? Esa otra pregunta... No tengo tiempo específico y no debería de tenerlo, sólo es mera curiosidad por saber.

Esto no me había pasado antes. No me pasa con Matías que es mi mejor amigo, a él solo lo molesto y es a quien le confío todo pero es porque es mi amigo; con nadie a quien conozco me sucede esto, no me sucede ni con Victoria ni con Gastón, no me sucede con nadie; es solo con Akira. Realmente no me ha interesado para nada el cómo hace las cosas y nunca pensé en que me importaría como ahora, si llega a tocarse el tema, yo llego y opino de una manera normal, pero nunca pensé que yo sería quien abriría este tipo de conversación.

¿Por qué me pasa esto?

Andrew Berglind

Leo con detenimiento el Mail que me llegó hace unos días de la asociación de servicios especiales del gobierno, en él explica los resultados del último pedido que nos hicieron. No lo abrí cuando me lo enviaron porque sabía que no era de gran importancia y me centré en otras cosas más relevantes.

Cuando me enviaron la petición y luego de leerla, decidí enviarles un mensaje en respuesta pidiéndole que le dieran el pedido a mi nieta ya que realmente estábamos muy ocupados todos los miembros de la familia, bueno, ese no es el verdadero motivo; el verdadero motivo está en ponerla a prueba sólo para ver si es capaz de hacerse cargo de este trabajo por si sola sin nuestra ayuda y me demostró de que si es capaz de esto. Adeline también está haciendo lo mismo, le ha estado asignando trabajo en referencia a la cadena de cada uno de los restaurantes que tiene.

"Todo salió bien, gracias por su arduo trabajo" está puesto al final del Mail. A pesar de las dificultades que hubo al momento de cumplir con la petición dada, todos terminaron accediendo a las órdenes. Akira se iba a encargar de darle un entrenamiento específico al escuadrón principal de las fuerzas armadas terrestres y antiterroristas para poder ponerlos a prueba en momentos de estrés psicológico, físico y emocional. Muchos se negaron al principio porque quien los iba a entrenar era una simple adolescente sin conocimiento en el tema pero terminaron accediendo. Aparte del Mail, me enviaron un video con parte del entrenamiento y realmente se las puso difícil en el circuito establecido y a quien le tenía un ojo puesto encima, era al grupo de francotiradores quienes a pesar de ser expertos, tenían muchos fallos. Todo el grupo terminó temblando de lo cansado que estaban.

Nuestro depósito fue enviado a mi cuenta bancaria y termine haciéndole una transferencia a la cuenta de Akira con parte del dinero. Luego le envío lo otro.

He pensado en todo el tema de conversación que tuvimos con Akira cuando estuvimos todos juntos, nos contó en cómo se han terminados de desarrollar sus sentidos y eso realmente me ha dejado sorprendido. "Puedo sentirlos, no importa si están con su aroma oculto bajo el hechizo" Eso deja mucho que pensar, nos ha superado, eso ya lo sabemos pero ¿Tanto así hasta el punto de sentir todo con tanta claridad? Yo he visto de todo por haber pertenecido como la mano derecha del líder de los ángeles de la muerte, estaba a cargo de todas las decisiones relacionadas con el mundo en el que terminaría cada alma humana y las sentencias entre ángeles y demonios. Los ángeles de la muerte son como los jueces de todo pero nunca había oído de alguien que haya sido capaz de captar todo aún bajo un hechizo que a pesar de que dura muy poco tiempo, es algo muy complejo.

Akira nos ha superado por mucho, nos ha superado a pasos agigantados y aun nos seguimos negando a ese hecho. Nosotros aun pensamos que Akira es inferior a nosotros cuando es posible que ella se encuentre a cuatro o hasta seis peldaños más arriba que nosotros, eso no los ha dejado claro con el tiempo. En el último entrenamiento que tuvimos con ella, nos dejó a los seis completamente agotados y lastimados cuando ella se encontraba completamente erguida y con unos simples rasguños en sus brazos y rostro.

Hablando de su poder, es muy grande. Cuando se encuentra en su forma de shinigami, el poder que tiene es muy impreciso porque este se delimita a las acciones con su guadaña y no podemos practicar con ella, pero la manera en ver los recuerdos de las personas y en la detección de fechas de muerte es completamente precisa, incluso ha podido ver las que están muy lejanas y eso es casi imposible. Su poder demoniaco es sumamente alto, es el más alto que presenta y es obvia por nuestra naturaleza pecaminosa, a pesar de todos los pecados que están acumulados en ella a causa de nosotros, su poder celestial puede llegar a igualarlo si se lo propone. El espiritual es fuerte también, su control mental es demasiado fuerte y eso no hay que dudarlo.

— ¿Que tanto le miras al parquet? — Una voz llena de burla llena mis oídos. — Llevo rato parado aquí y para nada que cambias de posición.

—Si vas a pasar, pasa de una buena vez. — Tomo mi taza con café pero la dejo al ver que está frío. Tomo la tarjeta de uno de los cajones y llamo a alguien del personal.

— ¿Que pensabas pequeño hermano? —Miro fijamente a Thomas.

—Acepto lo de hermano porque tenemos años fingiendo eso pero no acepto lo de pequeño. —Cierro el correo y abro el que tengo para mi profesión como médico.

—Está bien, está bien. —Se sienta frente a mí.

— Estaba pensando en Akira. —Tomo un respiro. — Creo que no estaría mal dejarla venir de nuevo.

— ¿Lo dices por lo que ella dijo? Si es así, no me gusta mucho que esté en una casa que no es suya, prefiero que esté aquí donde puede estar cómodamente —Inclina todo su cuerpo sobre el escritorio teniendo como punto de apoyo sus codos. Muevo la pantalla de la computadora a un lado para poder verlo a la cara. —; Además, ella dejó en claro que puede irse rápidamente.

—Aun así tengo mis dudas Thomas.

— ¿Aun no vuelves a tomar la costumbre de llámeme por mi nombre? —Niego.

—Como decía, no sé qué tan preciso puede ser. —Le hago una seña al empleado que acaba de llegar. —Caliéntelo. —Se retira inmediatamente.

— Nos retiramos nuestros collares, nos ocultamos bajo los hechizos y nos dispersamos en todo el terreno de la mansión para saber qué tan preciso era; a los segundo nos mandó un mensaje nuestros celulares a todos diciendo la ubicación exacta de cada uno y eso no se puede saber con nuestra presencia.

— ¿Y si algo malo sucede? Si la descubren. ¿Qué podemos hacer? — Me preocupa que algo malo suceda y todo nuestro esfuerzo termine siendo en vano.

—No tengas pensamientos negativos Andrew. Déjala volver. —Sonríe como normalmente lo hace pero sé que si sigo pensando así, me gritará luego. —Se despertó al detectar a los demonios y lo hizo diez minutos antes que nosotros, es muy difícil que ella se despierte con tanta facilidad. ¿Qué más necesitas para convencerte?

—Está bien. — digo no muy convencido. — ¿Para qué viniste principalmente?

— ¿De qué hablas? No te puedo... olvídalo, esto no va conmigo. —Río por su gesto desinteresado. — Vi a Adeline muy fría en actitud ¿Qué les paso? No es muy normal que ustedes discutan. —Hago una mueca.

—No peleamos, sólo volvieron los viejos recuerdos que la atormentan. —Acepto la taza con el café ya caliente y susurro un "gracias" antes de que se retire el empleado. — Estaría más fría si no hubiese actuado con rapidez esta madrugada. — Sólo la besé hasta que se calmara y dejara de tratar de lastimarme, por eso no está tan fría y distante.

— ¿Lo mismo que aquella vez?

—Espero que eso no termine deprimiéndome, es muy doloroso para mí verla de nuevo así. —Y para ella no es fácil.

Yo suelo ser una persona tranquila y segura de mis actos pero cuando algo no sale bien, puedo volverme la persona más pesimista que puedan conocer y de eso está seguros todos.

Adeline es lo más importante que tengo, por ella abandoné todas las posibilidades de vivir en una nueva era con otros ideales y por eso quiero verla bien.

El amor fue lo que me hizo sufrir por tantos años y lo que me llevó a ser lo que soy ahora, pero ahora ese sentimiento es lo más preciado que tengo y no me permitiría olvidarlo ni odiarlo y por eso lo cuido tanto.

—Sólo pido que la ayuden psicológicamente. —Pido con mi voz un poco apagada.

—Tranquilo, no quiero verte sumergido en puro trabajo por culpa de eso. Te vuelves asocial cuando lo haces.

—Hablando de trabajo, ¿Podrías retirarte? Necesito unir todas las pistas que me han dado.

—Ay no, ya empezaste. —Rueda los ojos y suelta un suspiro.

—Estúpido, claro que no. ¿Te vas o me ayudas con este caso de homicidio? El disparo en la cabeza está hecho de un ángulo muy difícil de estudiar en la escena del crimen. — Sonrío ladinamente y apoyo mi cabeza en mi mano.

—Mejor me voy, no quiero ver nada de eso. —Sabía que eso iba a funcionar.

—Chao, buenas noches.

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Solo tengo algo que decir... TERMINEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!

Espero que les haya gustado y si fue así, no se olviden de votar y comentar. Se les quiere mucho. 

Sufrí reescribiendo el capítulo. 

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