Capítulo 47
Akira Berglind
Dejo de tocar permitiendo que las últimas notas resuenen por el lugar con mucha fuerza hasta que todo se vuelve silencio. Hunter cierra sus ojos con lentitud y su cuerpo cae con suavidad, me inclino un poco hacia atrás permitiendo que su cabeza caiga sobre mis piernas. Acaricio su cabello por unos segundos antes de empezar a tocar de nuevo. Sólo permito esto porque tengo presente mucha paz en mi interior y no quiero interrumpirla ni corromperla.
El suave sonido que emite el piano cada vez que voy presionando las teclas y la buena posición del mismo, hace que el sonido envuelva el lugar por completo y me pierda en las tonadas de mi canción.
—"Solo están interesados en ti y te hacen creer en un falso amor" — Continuo con la canción.
Al principio mis movimientos eran torpes pero era a causa del abandono que le tenía al instrumento y con el paso de los días fui mejorando hasta alcanzar el nivel que siempre tuve.
Estaba cantando mientras mantenía mi mente en blanco, solo imaginando posibles escenas que se pueden recrear con la letra de la canción. Cuando sentí a Hunter a unos metros de mí, empecé a trasmitirle algún tipo de sentimiento a través de la canción sólo para ver si ya estaba lista y así fue; sólo bastaron unos segundo para que sus tristes recuerdos volvieran a él y empezara a llorar en silencio tal y como siempre lo hace; luego se sentó a mi lado hasta quedar dormido bajo mi efecto.
Con esta canción lista, puedo librarme de las cargas que siempre me generaba la falta de la misma. Ya tengo mi defensa en contra de mis abuelas y mi padre.
—Por lo que veo, ya la terminaste. — Levanto mis rostro y lo giro un poco hacia la izquierda para encontrarme con mi madre, ella viene desde el pasillo que da con las habitaciones para las sirvientes — Y por lo que veo, una persona también cayo. —Sonrío y me detengo para luego bajar la tapa delas teclas.
—Sí, todo me llego de repente. — Me levanto del lugar dejando a Hunter sobre la butaca.
—Me alegra mucho. — Me quedo viéndola fijamente y puedo darme cuenta de que sus ensayos han estado fuertes últimamente.
— ¿Qué sucede? — Hace una mueca.
—Estoy agotada. — Río internamente. No es muy buena idea reírme de su estado porque luego me lloverían insultos. — Ya sabes cómo nos ponemos cuando no recobramos energías. Al equipo y a mí no nos dejaron almorzar ni descansar en ningún momento. Ya tenemos la fecha de la presentación encima y el director y coreógrafo nos tienen a tope. —Suelta un sonoro suspiro. —Llévalo a su habitación. —Señala a Hunter con molestia.
—Bueno, ¿por qué no has descansado? —Tomo al castaño en mis brazos sin hacer esfuerzo alguno.
— Porque acabo de llegar y como te escuche cantando, vine a ver. Voy a comer, no voy a esperar a ninguno para la cena. — Se da la vuelta y desaparece de mi campo visual.
(. . .)
— ¡Akira! ¡Llegaste! — Victoria me toma de un brazo y me hala al interior del parque. — Ya compre los brazaletes. ¡Toma! —No me da tiempo ni de quitárselo para poder ponérmelo porque en cuestión de segundos ya lo tengo en mi muñeca.
—Victoria, déjala saludar aunque sea. — Me suelto del agarre de la castaña y recibo el abrazo de Gastón para no dejarlo con los brazos abierto porque, quedaría con los brazos abiertos, literalmente. — ¿Cómo estás? — Se balancea un poco y yo solo me quedo quieta en mi lugar. Si saben que casi no me gusta el contacto físico, ¿Por qué me abrazan tanto? — ¿Cómo sigue tu brazo?
—Gastón...
—Ya, no seas tan fría. —Ríe y se coloca a mi lado, lo mismo con Victoria. —Pero me preocupa.
—Así soy yo. ¿Qué esperan? — Digo con obviedad. — Mi brazo está bien, solo tengo una costra. ¿Cuántas veces te tengo que decir que tengo rápida cicatrización? — Le miento como siempre para luego soltar un suspiro. .
—Ah bueno. —Responde sin más ya que, con el tono de voz que usé, se dio cuenta de que no quiero continuar con el tema.
— ¿Cómo estás Josué? —Saludo con la mano al novio de mi amiga.
—Muy bien. —Sonríe y yo continuo el camino a quien sabe qué lugar — ¿Y...? —Se ve interrumpido por un grito.
— ¡Vamos hacia allá! — Observo el lugar que señala Victoria con su dedo.
—Está muy larga la fila. —Me quejo mientras soy arrastrada por Victoria. Gastón sigue nuestros pasos mientras habla con Josué. .
— ¡No me importa! —Grita y yo suelto un suspiro.
Ya cuando llegamos a la montaña Rusa, me doy cuenta de que la fila es más larga de lo que imagine pero es de esperarse, la atracción es realmente grande y solo está permitida la entrada por estatura la cual yo pase por unos pequeños centímetros y agradezco que podamos medirnos antes de hacer fila porque o sino perderíamos el tiempo, bueno, solo yo. No es que sea de muy baja estatura, tengo una normal pero la medida es realmente exagerada para poder subir.
Mientras esperamos, siento que alguien posa su mirada sobre mí por unos segundos para luego retirarla, con sólo mirar de reojo me doy cuenta de que no estoy equivocada, hay dos personas mirándome fijamente, por suerte no se dan cuenta de que los acabo de ver. No le diera importancia ya que siempre tengo la mirada de muchas personas sobre mí pero el problema en ellos está en que uno es un demonio y el otro es un shinigami, no es muy normal que ellos estén juntos, a decir verdad, casi nunca lo hacen y que estén juntos mirando a los alrededores, porque no me miran solamente a mí, es muy raro y sospechoso.
Vuelvo a prestar atención a la insignificante conversación que tienen dos amigos y Josué.
—Akira, ahora que me acuerdo. ¿Y Hunter? — Pregunta mi amiga mientras se acomoda el cabello que terminó desordenado por una fuerte ventisca.
—Está por ahí, no sé. Aprovechó que yo venía para hacer lo mismo para poder reunirse con su amigo hoy. — Digo con indiferencia.
Debería de estar pendiente de él pero porque lo pierda de vista unos minutos no le sucederá nada; además, le coloqué mi sello para poder seguirlo cuando me dé la gana. Con solo querer ver lo que él está viendo me basta.
— ¿¡Vino Matías!? —Pregunta Gastón sorprendido y yo solo asiento con un movimiento de cabeza.
— ¡Ay, qué bello te ves! —Victoria le toma una foto de repente... como siempre lo hace. — ¡Me encantó esta foto! ¡Sales tan distraído y sorprendido que hace que se vea genial! —Empieza a hacer algo con su teléfono. — ¡Ya la subí a la página!
— ¿¡Tienes una página!? —Le pregunta sin cambiar su expresión y yo sólo me limito a reírme un poco.
— ¡Claro! Mira. — Le muestra el teléfono y Gastón va deslizando su dedo sobre la pantalla. Observo a Josué que se mantiene mirando a Gastón. Aquí se ven celos sobre cierto pelirrojo.
—Esta está preciosa. —Desvío mi mirada hacia delante de ellos y los empujo para que avancen. —Su cabello me encanta. — Llego a escuchar a pesar de que no les estoy prestando atención. —Ya te estoy siguiendo.
—Victoria... — La llamo mientras bajo un poco mi gorra para cubrir un poco mis ojos del sol. —Acércate y poco. —Ella hace lo que le digo y Gastón atiende el llamado del rubio. — ¿Ves a esas dos personas que están sentados en el banco que está bajo el árbol? —Le pregunto en un susurro.
— ¿Cuál de los tres bancos que están bajo un árbol? —Ella observa con todo el disimulo posible y yo suelto un suspiro.
— Uno es Moreno y pelinegro con ojos café oscuro, tiene una franela unicolor negra y jeans claro; la chica es de piel clara, cabello castaño y ojos grises, franela bicolor roja degradada a blanco y unos shorts oscuros. Están hablando entre ellos y dudo mucho que llegues a ver el color de sus ojos. —Le hago toda la descripción posible para que no siga preguntando.
—Ya los vi. —Suelto un suspiro de alivio. —¿Qué pasa con ellos? — Observo a Gastón qué está con una ceja levantada y de brazos cruzados.
—Nada, sólo estaban mirándome. —Cuento solo la mitad de lo que sucede porque los chicos se nos acercan pero Victoria sabe que no es todo. Un mensaje me llega al celular por lo que lo saco de mi cartera después de que Gastón siga revisando la página de Victoria.
— ¿Qué sucede con ellos? —Río internamente por el mensaje.
— ¿Es enserio? Bueno, no importa. Son un demonio y un shinigami. Quería saber si podías verlos.
—No se supone que los shinigamis solo pueden verlos los...
—Tranquila, tiene su forma visible. Por eso puedes. — le envió para luego escribirle a Hunter. — ¿Dónde estás metido? No te me pierdas de vista.
—No eres quien para hacer ese tipo de preguntas... Estoy comiéndome algo. ¿Por qué preguntas? —Responde a los segundos y coloca una carita con una sonrisa juguetona.
Ok. — No le respondo a su pregunta.
—Akira... —Alzo mi rostro mientras guardo mi celular de nuevo. — ¡Vamos! —Me grita la castaña.
— ¿Tanto así te molesta el sol? —Gastón se burla de mí. Bueno, tengo ojos rasgados y yo cerrándolos casi por completo porque el sol me da directo. Supongo que mi gesto le debe de causar gracia.
— ¡Apúrense los tres antes de que se nos adelanten! —Grita Josué quien ya se encuentra en la plataforma.
—Voy... — Le doy mi último vistazo a los seres que se encuentran sentados.
Su actitud no es tan normal que digamos porque miran hacia los lados atentos a su al rededor, como si temieran de algo y no me equivoco, sienten miedo. Sus gestos entre ellos suelen ser cálidos pero con cada sonido o movimiento empiezan a actuar como dos desconocidos que se hablan para matar el tiempo. No me sorprende si están haciendo algo indebido para sus mundos ya que conozco a personas que han roto esa importante regla y que por eso se mantienen apartados y en alerta constantemente. En mí, tengo la ligera sospecha de lo que puede ser que están haciendo y no deberían pero no estoy segura.
Mientras que el carro de la montaña rusa se mantiene subiendo, me retiro la gorra para evitar que con el viento de la bajada salga volando. Le doy un vistazo a ambos seres que se encuentran sentados y confirmo mis sospechas. Están abrazados de una forma muy cálida para luego besarse, yo sonrío de lado ante su acto. No son peligro para mí pero si hacen eso, lo mejor es que mantengan su aroma oculto con el hechizo específico para eso; como no lo tienen y comprendo por parte su situación, le hago al favor de colocárselo. Ellos al darse cuenta de eso, miran hacia los lados buscando al responsable pero con solo buscar, no van a saber que fui yo.
Espero que no los encuentren en pleno acto y si no, no serán los únicos en ser buscados.
(. . .)
Me quedo de pie observando el espacio en la pared justo donde estaba nuestro retrato familiar. Está mañana se cayó el soporte y a causa de eso, también se cayó el cuadro; el marco se quebró, el lienzo se rasgó y se mojó porque debajo había un balde con agua con el que estaban limpiado el suelo del pasillo. Mi papá cuando se dio cuenta armó un escándalo por el balde porque o si no él podría haber recuperado el trabajado. Que más se hace, se perdió y se perdió.
Camino hacia el jardín de las flores y me siento sobre el columpio a disfrutar de los sonidos de los insectos que cantan en esta temporada. A muchas personas el canto de las cigarras les puede resultar molestas pero a mí me gusta mucho; si las escuchas con atención, puedes encontrar entre ellas una hermosa melodía que te proporciona la naturaleza.
El clima el día de hoy a estado terrible; en la mañana hubo mucho frío, realmente estuve que estar con un suéter todo ese tiempo y pensé en ir al parque con uno pero cuando salí de la mansión me di cuenta de que había demasiado calor, me fue a cambiar y me coloque una franela mangas cortas, también tuve que colocarme en mi brazo una bandana para que Gastón no preguntara nada porque lo conozco y al no ver ninguna marca, armaría un completo escándalo; también me puse una gorra porque el sol que había no era normal y unos shorts. Justo ahora hay demasiado calor pero hay brisa fría y con toda la locura del clima de hoy puedo decir que va a caer una tormenta toda la noche hasta mañana.
Escucho como pasos se aproximan pero los ignoro, ya se de quien se trata.
—Señorita Akira. Ya todos van camino al comedor. —Levanto mi rostro encontrándome con uno de los empleados.
—Gracias. Ya voy para allá. —Él se retira y espero unos minutos justo donde empiezan a caer las gotas de la lluvia. Caen en mi rostro dejándome sentir el frío de las mismas. Me levanto y voy hacia el interior.
(. . .)
Fuimos realmente unos estúpidos, estaban bajo nuestras narices, se comunicaban con nosotros e incluso llegamos a congeniar durante nuestras investigaciones cada vez que preguntábamos por sus apellidos. Como nos pudimos dejar engañar por ustedes de tal manera. Somos unos idiotas.
Me alegra mucho que uno de nuestros agentes principales haya roto las reglas de los shinigamis, sino lo hubiese hecho, estaríamos aun buscándolos como loco tal y como hemos hecho por un largo tiempo. Su sanción paso a menores.
Nuestro agente shinigami nos informó que había entrado a una mansión y que en ella había un aire extraño, lleno de misterio y oscuridad. Primero pensamos que se trataba de un demonio o un espíritu apegado al lugar y que solo mataban el tiempo allí pero cuando fuimos luego de ese informe, descubrimos un lugar bastante peculiar. Cuando abrimos la puerta de una de esas habitaciones logramos ver que tienen en una repisa una gran cantidad de almas recolectadas en frascos sellados; no nos pudimos adentrar al lugar porque había una barrera.
En esa mansión hay demasiadas habitaciones y supongo que tienen visitas con bastante constancia porque tres de ellas estaban habilitadas y perfectamente ordenadas, como a la espera de ser usadas por alguien, lástima que no pudimos entrar porque había otra barrera y grandes sistemas de seguridad. A las que sí tuvimos acceso fueron a las de la planta baja y a solamente dos del primer piso, esas dos les pertenecen a ustedes.
Disfruten su existencia que no les queda mucho tiempo, estén atentos a nuestro ataque porque ya lo estamos planeando; no solo para ustedes sino para otros tres grupos también. Ustedes crearon noticia en los cuatro mundos por mucho tiempo y muchos quisieron seguir sus pasos, muchos cayeron y otros sobrevivieron.
Lindos cuadros. Thomas, haz hecho un buen trabajo.
Tienen mucho tiempo viviendo entre el mundo humano y a causa de eso no podrán darnos pelea, no soportaran nuestros ataques y les ganaremos por ventaja. Buena suerte para nuestro encuentro.
¿Cómo lograron ocultarse por tanto tiempo?
¿Por qué no sentimos su aroma?
¿Cómo hacen para no sufrir bajas emocionales y de energías?
Atte: Los líderes de cada mundo.
Para: Lisa, Andrew, Adeline y Thomas.
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