Capítulo 38

Akira Berglind

El evento terminó en la noche, no a una hora muy tarde, empezando la misma; luego de este culminado, hicimos una pequeña reunión de la cual estábamos por cortesía y porque mi abuelo era uno de los principales organizadores, por ello debíamos estar allí pero apenas pudimos salir, continuamos con nuestro planteamiento de ataque.  

Aquel grupo de guardaespaldas están esperando a nuestra salida justo al otro lado de la puerta.

— Su presencia no está, se fue a su casa.

— Así nos hace el trabajo más fácil. —Sonrío— Vamos afuera. —Bajo la manija de la puerta siento obviamente la primera en salir por nuestro plan. 

Dejo la puerta a medio cerrar.

Apenas fijo mi vista hacia el frente, un gran grupo de hombres vestidos de negro me rodean completamente descuidando la salida que hay detrás de mí. Sonrío y en ese momento, cada uno empieza a apuntarme con largas escopetas.

— ¿Qué quieren? —hablo con cansancio mientras suelto un suspiro, ninguno responde— Supongo que va a intentar secuestrarme de nuevo ¿Me equivoco? 

— ¿¡Por qué no te callas y vienes con nosotros!? —Una de las tantas personas que me tienen rodeada habla de manera "intimidante".

— No iré con ustedes —digo con desinterés. Doy la media vuelta y lo encaro, ante mi movimiento, todos cargan su arma— Realmente no lo haré.

—Deberías de dejar de negarte. —Muevo la cabeza de un lado a otro negando. Me toma de un brazo, no hago movimiento alguno; lo miro con un gesto de incredulidad.

— ¡Ahora! —La voz de mi padre llega a mis oídos, sonrío ante eso. Todos disparan y rápidamente doy un salto impulsándome con el cuerpo de quién me tenía sujeta, paso sobre su cabeza y salgo de aquel circulo.

¡Búscalo! —Mi madre me grita dándome la orden en japonés para confundir a los hombres— ¡Hayaku! —Corro hacia el estacionamiento justo donde se encuentra mi auto.

Ya dentro, coloco con rapidez el teléfono en el soporte para así tener una mejor vista de él y el GPS con el rastreo de Hunter, me coloco el auricular y antes de encender el auto, verifico si está conectado al teléfono por vía inalámbrica; ya todo en orden, enciendo el auto. voy hacia la dirección que me indica el movimiento de cierto castaño, la cual cambia y avanza con rapidez y eso solo me indica que lo vienen siguiendo y no le queda más que correr y con eso, me puedo dar cuenta que si tiene buena resistencia física porque si no fuese así, ya lo habrían alcanzado. Acelero y sigo el mismo camino, la suerte que tengo justo ahora es demasiado buena ya que nos encontramos en las calles comerciales de la ciudad y para la hora que es, no hay autos que me dificulten ni me atrasen mi avance.

A unas ocho calles aproximadas, siento la presencia de Hunter completamente y sí, definitivamente lo están siguiendo pero seguramente no sabe que hay un callejón del cual no va a poder salir, eso significa que tengo que hacer un movimiento complicado pero de que puedo hacerlo, puedo hacerlo; no séria la primera vez. Tomo una buena bocanada de aire y cruzo hacia la derecha impidiendo que pueda cruzar la calle, la velocidad que traía, hace que derrape un poco provocando que las llantas hagan un molesto sonido; abro la puerta del copiloto.

— ¡Hunter, súbete rápido! —ordeno.

Hunter Shadow

No sabía que había tanto trabajo detrás de ese tipo de pasarelas, estuve un tiempo en el Backstage observando como preparaban a todos los modelos que iban a participar y el movimiento que había era sorprendentemente grande, habían muchas personas yendo de un lado al otro. Los modelos empezaron a salir, uno después de otro; los diseños del vestuario que traían cada uno pasaban de sofisticado a algo realmente cotidiano y cada uno hacia un tipo de actuación diferente y complementos completamente exagerados, eso es lo que no me gustan de esto aunque, solo eran en algunos. No tenía idea de que ese era el oficio de uno de los abuelos de Akira, con razón, cada vez que la veía en tiempo que no correspondía a las clases, siempre está tan bien vestida.

Todas las modelos que salían, son muy bonitas y bueno, no puedo decir lo contrario de los hombres porque estaría mintiendo pero seguramente son gays; cuando Akira salió quede completamente sorprendido ya que tenía bajas expectativas en ella, su actuación fue una de las que más llamó la atención realmente, a decir verdad, tuvo mucha expresividad la última vez que salió... Lo que hace el maquillaje.

Debido al pase que tenía, después de todo el evento, tuvimos una pequeña cena en el mismo edificio y una y que otras cosas que se realizaron después de la misma. Todo el equipo que estuvo detrás de backstage, los modelos, los organizadores, la mismísima familia Berglind y los amigos de Akira. Todos convivimos como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, cosa que no me esperaba.

Cuando todo termino, fue hora de ir a casa. Todos se despidieron con alegría y entusiasmo, muchas personas me preguntaron donde vivo para hacerme el favor de llevarme a casa pero a todos les dije que no, por alguna razón, no quise molestarlos. Salí del edificio y tomé el camino a la casa de los padres de mi amigo, justo donde me encuentro viviendo; me fui caminando ya que realmente no queda lejos de donde me encontraba.

Todo iba bien hasta que al cabo de unos minutos, sentí a alguien seguirme, ignore aquel hecho porque es normal que alguien camine cerca de ti o a cierta distancia ya que no voy a un lugar donde hay una sola casa. Sin esperarmelo, me di cuenta de que los pasos de una persona, se convirtieron en los pasos de muchos, al darme cuenta de eso, empecé a acelerar mi paso. De las personas que me seguían, de uno de ellos escuche "Voy a dispararle" pero alguien lo detuvo, su respuesta fue "No puedes, nuestra orden es llevarlo sin ningún tipo de heridas". Al escuchar eso, fue motivo suficiente para empezar a correr y por distintos motivos, me desvié del camino que llevaba.

El miedo empezó a invadirme y aquellos hombres comenzaron a correr también, si no fuese porque de pequeño practique fútbol y porque acostumbro a hacer ejercicio en casa, ya me habrían alcanzado. A lo lejos escuche el motor de un auto, justo en ese momento fue cuando realmente empecé a sentir el verdadero miedo y los nervios consumirme porque estas calles son solitarias a estas horas; fijé mi vista hacia al frente ignorando todo y empecé a correr lo más rápido. El auto empezó a acercarse y cruzó con mucha fuerza logrando derrapar y detenerme por completo, la puerta se abrió con rapidez y dentro, vi a Akira.

— ¡Hunter, súbete rápido! —No lo dudé dos veces y subí con rapidez. — Colócate el cinturón. —Hago caso a su orden.

—Gracias por... —No fui capaz de completar la frase al darme cuenta al darme cuenta de que me encontraba temblando y ahora, segundos que parecen eternos, no logro ni darme cuenta de lo que pasó.

La pantalla del teléfono de Akira empieza a brillar anunciando una llamada, ella acerca una de sus manos a su oído y presiona el botón del "manos libres". Observo con atención el interior del auto mientras escucho las respuestas de ella.

— Sí, está bien. Ya está conmigo —responde automáticamente y con seguridad— Están siguiéndome por lo que voy a tardar un tiempo para llegar donde están ustedes. —Giro mi rostro hacia el vidrio trasero y confirmo sus palabras. Me vuelvo a poner nervioso— Haré lo posible. —Cuelga la llamada y se queda en silencio hasta que me mira por un breve instante— Oculta tu miedo de ser posible, haces que me ponga ansiosa. —Sus palabras suenan frías.

— Lo intentaré. —Susurro pero estoy seguro de que me escuchó a la perfección gracias al silencio— ¿Por qué? —pregunto al darme cuenta que los vidrios del auto están polarizados y perfectamente, en este, país está prohibido— Solo personas que tienen trabajos de seguridad, personas del gobierno y famosos lo tienen permitido. —Ella sonríe.

— Parece que te diste cuenta. —No aparta la vista del frente y es obvio el porqué— La razón no está por la importancia culinaria y artística de mi familia —Un disparo se escucha impactar en el vidrio trasero el cual no sufre ningún daño. Ella no cambia su gesto ni su postura pero yo si logré sobresaltarme—, tampoco se debe a que somos agentes de seguridad. —Otro disparo más. Cruza cruza en una de las calles y acelera perdiendo de vista a las personas que nos seguían, así continúa un rato, cruzando de calle en calle—, pero tampoco somos del gobierno. —Su tono de voz da miedo pero me hace sentir extraño y ansioso por respuesta... Pero tampoco son del gobierno ¿¡Entonces qué!? Siento que ya esto va por mal camino

— ¿Por qué nos seguían? —Trago en seco— ¿Por qué me seguían?

— Parece que ya empezaste con preguntas más razonables e importantes. —Sonríe, el silencio solo es roto por sus palabras pero cada vez que calla, se vuelve a hacer presente de una manera abrumadora— Te quieren a ti —dice segundos después.

Llegando a una parte más o menos transcurrida pero siendo una avenidad extensa de canales, empieza a esquivar los autos con suma facilidad mostrando experiencia. Dirijo mi mirada hacia el tablero y me sorprendo al ver a la velocidad que nos encontramos; es demasiado alta y no me había percatado por completo. La seriedad en su rostro hace que me quede con mi estúpida pregunta y advertencia. 

— No te preocupes por la velocidad, no nos pasara nada. Por lo que te puedes dar cuenta, no se me dificulta para nada el hacer esto —habla con neutralidad, tal como lo ha estado haciendo. Eso, esa indiferencia, esa falta de sentimientos, no me gusta. 

— ¿Por qué me quieren? —pregunto esta vez sin ocultar mi nerviosismo.

— No tienes remedio realmente. —Pasa su lengua sobre sus labios antes de responder mi pregunta— Eso será respondido después. —Me equivoque, no la respondió. 

Poco a poco, empieza a disminuir la velocidad, esta vez haciendo caso a cada una de las leyes de tránsito; recibe otra llamada, ella atiende y se estaciona hacia la izquierda en un punto solitario para observar a su alrededor.

— Estoy cerca, no sé cómo vaya a reaccionar con todo esto y también me preocupa. —No tengo ni la más mínima idea de lo que está hablando pero sus respuestas hacen que empiece a desconfiar— ¿Ya se encuentran allí? —Mueve su cabeza de arriba hacia abajo de manera casi imperceptible— Estoy a sólo unas cuadras.

Vuelve a tomar el rumbo con una velocidad común saliendo de la zona comercial, empiezo a reconocer el lugar donde estamos, inmediatamente me doy cuenta de que Akira dio muchas vueltas para perder de vista a aquellos que nos venían siguiendo porque como dije, me iba a ir caminando. Empiezo a darme cuenta de que estamos muy cerca de un lugar donde no pensé en volver nunca más.

— Yo ya no vivo...

— Ya lo sé, te encuentras viviendo junto a tu amigo —dice neutra y yo, me sorprendo ¿¡Cómo mierda sabe eso!? ¡Esta tipa otra vez sabiendo cosas que nadie más sabe! ¿¡Por qué!?— Observa con atención a la casa y a sus alrededores. —Lo hago a pesar de que me estoy alterando. Veo a un Toyota 4Runner  frente a nosotros y al otro lado de la calle, un auto anaranjado estacionados.

Varios postes de luz se encuentran dañados por lo que la calle se encuentra iluminada solamente por las luces de los únicos tres autos que se encuentran encendidos, no hay nadie en la calle, todos están en sus casas. La luz del lugar donde vivía se encuentra encendida pero repentinamente se apaga y la puerta se abre con fuerza, dos personas sacan a una mujer, quien resulta ser mi madre, es tomada de los brazos por una mientras la otra mantiene sobre su cabeza una pistola. Todos se encuentran encapuchados haciendo que sea imposible saber de quién se trata.

Me pongo nervioso, mi corazón se acelera y un sentimiento que no reconozco nace de mi interior; por alguna extraña razón, siento la necesidad de salir y bajarme del auto, suelto el cinturón de seguridad y busco abrir la puerta pero Akira, con un solo movimiento que realiza con brazo, pasa los seguros de la puerta evitando mi salida. Me desespero. 

La observo de reojo y no ha cambiado para nada su posición, la única diferencia está en que mantiene su brazo izquierdo sobre el borde del vidrio.

— ¡Akira, es mi madre! Necesito salir. —Veo como ella se resiste evitado entrar a la camioneta—¡Quita los seguros! 

Está estacionada con un rostro serio mientras observa atentamente hacia el frente, está siendo cómplice de un secuestro y ella no actúa, está siendo cómplice de algo en lo que puede anunciar y no hace nada, está ahí inmóvil y no es por miedo, no lo es. Está allí de lo más apacible, como si esperara a que todo suceda. 

— ¿No se supone que la odiabas? ¿Qué harías encontrándote frente a ella con dos personas armadas? —Fija su mirada sobre mí.

Quedo en shock por su última pregunta. Nada, iba a salir pero ¿Qué puedo hacer? Armar un escándalo para que los vecinos hagan algo... ¿Eso sería efectivo? ¿Qué gano yo con eso? No pasaría nada, tal vez a mi me terminarían matando o llevando con ellos ¿Por qué secuestran a mi madre? No tiene dinero, es como una persona normal, no somo millonarios como la chica que tengo a un lado, nada, somos simples personas de los cuales, un secuestro planeado no tendría sentido. 

¿¡Por qué actúa tan tranquila si algo grave está pasando frente a sus ojos!? ¡Es una maldita cómplice al igual que el otro auto que parece acompañar a la camioneta! 

Abro los ojos con sorpresa a tantas cosas... ¿Por qué me buscó y me salvo de esa principalmente? ¿Por qué me trajo aquí? ¿Por qué está estacionada como si esperara? Aquel auto parece acompañar la camioneta ¿¡Ella también lo acompaña!? ¡¿Está involucrada con esto? porque si es así, estoy en compañía de un criminal, de una criminal y estoy convirtiéndome cómplice de un secuestro ante esto!

— ¿No se supone que no sentirías ningún remordimiento si algo le llegaba a pasar? —habla nuevamente interrumpiendo mis pensamientos.   

— ¿Cómo sabes todo lo que llegue a sentir? —Finalmente, se encuentra dentro y las tres personas se suben a la camioneta, una junto a ella y los dos otros dos al frente. 

¿Qué es lo que siento realmente hacia aquella mujer? Estoy confundido y tengo la cabeza en dos partes, en saber porqué ella hace en esto, en por qué Akira hace esto... no me siento cómodo estando cerca de alguien que hace crimen. 

— Esa mujer no debería de llamársele madre, no después de todo lo que te hizo, no después de todo lo que me hizo. —¿Qué le hizo a Akira? Es ella que está apacible y colaborando con esto ¿¡De que mierda está hablando esta chica!? ¿¡Cómo sabe que ella me ha hecho algo!? 

Estoy enojado, estoy completamente enojado por su actitud, por lo que hace, por lo que es porque me ha hecho cómplice de un secuestro... No, esto puede considerarse como un secuestro, me tiene aquí contra mi voluntad, no me deja salir, el seguro no sube. 

— ¿¡Que te hizo!? —grito con enojo en busca de respuestas. Veo como los dos autos avanzan— ¡Respóndeme! —¡Quiero saber que mierda sucede aquí!— Ábreme, yo me quedo aquí. —Ella avanza quedando detrás de ambos autos. 

No, mierda. No quiero seguir aquí. Ella está con ellos, está colaborando con el secuestro de mi madre y seguramente aprovechó que nos conocemos para hacer lo mismo conmigo y llevarme en contra de voluntad porque me quiero bajar.

Vuelvo a tomar el seguro para tratar de subirlo, no hace nada. Estoy desesperado. 

— Tus ataques de ira han sido heredados de generación a generación en tu familia. Muy bien podría decirse que tú eres la segunda generación. —Tomo mi teléfono para desbloquearlo pero antes de lograrlo, me lo quita sentándose sobre él de un movimiento que parece no complicársele. 

¿¡De qué habla!?

¡Maldición! Quiero entender porque no sé cómo tengo esperanza de que esté errado con esto pero no... ¡Es imposible! ¡No me está tratando mal, no lo hace! Mi teléfono me lo quitó, me lo quitó. 

— ¡Eso no responde mi pregunta!

Me está enojando que se lo tome con tanta tranquilidad, también me enoja que esté siguiendo al auto donde llevan a mi madre secuestrada, me enoja todo lo que pasa, absolutamente todo... pero quiero saber porque mierda sabe todo eso. ¡Puede estar mintiendo y yo aquí yendo quién sabe a qué lugar!

Me invitó en diciembre al lugar donde vive, no, ella no lo hizo, lo hizo Matías porque Gastón lo invitó, seguramente, ellos no saben que Akira hace esto, no seguro que no sabe nada de esto... Sino, no actuarían tan confiables con ella... a no ser que ellos también sean hijos de gente así y la información de internet es falsa. ¡Matías tiene razón, me dijo que tuviese cuidado con quien me topaba y con quien hacía las cosas porque en ese lugar hay muchas personas malintencionadas! ¡Me lo dijo muchas veces, demasiadas y mira donde estoy! 

— Tu madre fue la persona que me mandó a secuestrar. 

Esas palabras impactan con sorpresa mis pensamientos. Imposible, las cosas suceden al revés o, la están confundiendo con la persona que realmente está detrás de eso; es imposible que mi madre haga eso, es imposible que Andrea, esa mujer, haga algo así. 

— Imposible, ella no es capaz de... —digo lo que pienso.

— Tu madre es una de esas personas a las cuales se les llama doble cara. —Frunzo el ceño. Miente, está mintiendo. 

"Hunter, no creas. La verdad está frente a ti y frente a ti está una camioneta negra completamente polarizada donde llevan a tu mamá". Me digo mentalmente buscando orden a todo. 

— ¿De que estas hablando? —Mi voz suena temblorosa. 

Toma el desvió a la autopista y los otros dos autos siguen de largo. ¿Cuánto tiempo llevamos transcurrido, cuando tiempo hemos llevado aquí? No entiendo qué relación hay en lo que hace con lo que dice, estoy en blanco no sé como actuar, no sé como hacer. Ya en plena carretera, la ojiverde acelera hasta tener una velocidad extremadamente rápida, mucho mayor a la que teníamos cuando nos seguían. 

¿¡Quienes nos seguían!? Personas en contra de ella... No, lo hacían por mí ¿Por qué me quieren a mí? ¿¡Por qué el otro hombre impidió que me dispararan!? ¿Y si eso fue una trampa? ¿Y si eso fue intencional para que yo llegara a ese punto y Akira llegara a recogerme y traerme hasta este punto sin yo siquiera saberlo? Lo de la llamada, eso seguramente fue una actuación, una muy limpia. 

— ¡Explícame qué está sucediendo! ¡Maldición, explícame qué mierda está sucediendo! —grito con la rabia completamente impregnada en mis palabra. 

— ¿Qué tanto odias a los mafiosos, a los delincuentes, a aquellos grupos que se organizan para realizar eso crímenes que resultan ser tan perfectos? —¡Está evadiendo por completo mis preguntas! ¿¡Por qué no me las responde si no que lo hace con otra pregunta!? ¿¡Por qué!? La golpearía por no ser que se encuentra conduciendo ahora, la golpearía de no ser por eso y lo haría si la velocidad que tiene no fuese mayor a 160 Km/H.

— Eso no está respondiendo a lo que te pregunto —gruño.

— Sí, si las responde. —Me mantengo callado por un largo rato al no saber cómo actuar a todo lo que está sucediendo. La rabia me esta consumiendo y no quiero terminar golpeándola ya que eso llegaría a afectar la oportunidad de que mis dudas se respondan, tampoco quiero gritarle pero no sé qué hacer ante todo porque ni sé que es lo que pasará conmigo. 

Akira Berglind

La actitud que está tomando Hunter es realmente preocupante y eso que no le he dicho nada, realmente nada; sus emociones de ira, odio y duda me están alterando. Si mis energías no estuviesen al tope, aprovecharía y me alimentaria de ellas pero esta no es la ocasión, y lo que tengo justo ahora es hambre, tengo demasiada hambre y he tenido mucho autocontrol para evitar gritarle.

Mi abuela es un demonio puro, mi padre al ser su hijo y al haber heredado esa forma, también lo es, lo mismo conmigo; Hay cuatro tipos de demonios. El líder, aquel que superan a todo en fuerza, en hechizos, literalmente, en todo; los de renombre, aquellos que son más fuertes que el resto pero no superan al líder, estos tienen una forma animal al igual que el primero; los vampiros, aquellos que no pueden realizar hechizos pero tienen una habilidad especial al igual que los demás, no tienen forma animal y, solo se alimentan de sangre ya que las almas son un mero objeto delante de ellos y su fuerza no supera a ninguno de los nombrados; por último, están los perdidos, aquellos que no soportan la locura del infierno, aquellos no tienen ningún tipo de auto control y que se alimentan de lo primero débil que encuentran, aquellos que no tienen nada, ellos son asesinados por los tres primeros para mantener el control a pesar de lo contradictorio que parezca. Todos los demonios se alimentan de sangre, sentimientos negativos y almas a excepción de los vampiros que se alimentan solo de sangre y los sentimientos. Tengo hambre ya que no he comido en todo el día, no he almorzado y desayuné temprano en la mañana, no he comido nada de nada ya que lo poco que había en la pequeña cena se acabó demasiado rápido y no alcancé a tomar algo, no estoy de humor y justo por eso mi apuro en llegar a la mansión, para evitar hacer algo indebido gracias a que Hunter no me está ayudando para nada.

Ya cerca de la entrada, ya cerca de los terrenos de la mansión y ahora con una velocidad obvia para poder entrar, presiono el botón que abre el portón y, cuando me encuentro frente a él, este ya se encuentra abierto de par en par, lo cierro para estacionarme en el garaje externo. Quito los seguros para poder bajarme y Hunter, quien parece querer matarme con la mirada, hace lo mismo. Un empleado abre la puerta principal permitiéndome la entrada pero primero dejo que Hunter pase primero.

— No pienso avanzar más de aquí. —Suelto un suspiro. Alguien más del personal se acerca desde su puesto.

— Lleven a mi habitación varias tostadas y algo dulce, que sea rápido. —ordeno esperando que esto sea inmediato, pido tostadas porque solo las sacan del paquete y las sirven. Me llevo una mano a la cabeza y hago una mueca.

— ¿Se encuentra bien? —Asiento varias veces a la pregunta de la persona que abrió la puerta, no insiste y se dirige a la cocina.

— Vamos a mi habitación, ahí hablamos. —Lo miro con seriedad. Hace una mueca— No pienses en nada indebido. —No estoy de humor para eso.

— Quiero que me respondas de una sola vez todas las preguntas que no me has respondido. — Hago un gruñido cerrando mi mano en un puño.

¿¡Por qué mierda no entiende que hablamos en mi habitación!? ¿¡Qué le cuesta subir y captar eso!? 

— Hablamos en mi habitación —Toda la información es confidencial y no la voy a hablar en la sala principal.  

— ¿¡No me puedes responder aquí!? —Acentúo más mi gesto de seriedad clavando mi mirada en la de él, eso parece afectarle— ¿¡Qué no me puedes decir aquí que tiene que ser donde tu quieras!? ¡Solo quiero que me respondas inmediatamente todo lo que te pregunté! —grita. 

— ¿¡Quieres eso!? ¡Entonces mueve ese culo y no te hagas de rogar! —grito completamente enojada, grito con ganas y el sonido rebota en este punto de la mansión. Hace un gesto de sorpresa... 

¿¡Qué dije, qué no se haga de rogar!? ¿¡Qué chiste acabo de decir!?

— ¡Ah no, yo no soy de hacerme de rogar! ¡Eso depende de ti si quieres saber o no! ¡Así que si quieres eso, mueve tu maldito trasero de medio living y me sigues hasta llegar arriba! ¿¡O eres tan idiota e inútil que te cuesta comprender las mierdas que digo!? ¿¡Eh!? —Agito una de mis manos con efusividad mientras digo eso y recién desahogado mi enojo, doy media vuelta dándole la espalda— Igualmente volverás aquí —susurro. Continúo mi camino y voy escaleras arriba. Detrás de mí, escucho sus pasos firmes y pesados — Me alegra que quieras saber todo. —murmuro y sonrío.

— No quiero estar aquí por muchas razones, creo que ya...

— ¡No digas más nada antes de que me arrepienta! —le vuelvo a gritar—. ¡No digas nada hasta que te lo diga!

La intensidad con la que siento las pulsaciones de cada persona aquí hace que mantenga ambas manos cerradas en un puño, mi autocontrol llegará a su límite si me enojo más de lo que estoy ahora y no me haré responsable de lo que llegue a pasar, no me haré responsable. 

— Adelante. —Abro con fuerza ambas puertas de mi habitación y enciendo la luz, en ese momento, cierro los ojos por lo doloroso que se vuelve; cierro la puerta antes de seguir avanzando, tomo el plato de la mesa de té para mover la puerta corrediza que da hacia el balcón— Aquí nadie nos interrumpirá y tu deseo será cumplido —La frialdad de mis palabras es notoria y no me disgusta— pero necesito que respondas mi ultima pregunta. —No seguiré insistiendo, verá él si las responde o no pero yo no hablaré hasta que él haga lo que le acabo de decir. 

________________________________________________________-

Otro capítulo y seguido. Tengo que aprovechar que las vacaciones de semana santa se alargaron a dos semanas y medias y vuelvo a clases el jueves, claro si las manifestaciones lo permiten. 

Me estoy muriendo de un dolor de cabeza terrible. 

No se que tal quedó el capítulo, quería colocarle mas acción y sentimiento pero no pude, si lo hacia creo que quedaría muy exagerado y eso no es lo que quiero

No se olviden de votar y comentar. 

Los quiero. Besos y abrazos.

¡Me duele la cabeza mucho, mucho, mucho! 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top