Capítulo 20

Hunter Shadow

"Hunter Shadow, el director lo solicita en su oficina."

¿Será esta mi salvación para retirarme de esta clase tan aburrida? El profesor... es de psicología odio la asignatura porque ¿Para qué explicarnos los mitivos con lo que reacciona el humano? Sí, el sustantivo, adjetivo, preposiciones... todo eso no es nada nuevo y siempre lo hemos visto.

"Repito. Hunter Shadow, el director lo solicita en su oficina." — Así parece, bueno... No es como si faltase mucho para que sea hora de ir a comer porque ese de aquí tiene un hambre.

— Ey, Hunter —dice el chico que según él soy su amigo con una sonrisa y yo, hago el mismo gesto que él— ¿Ahora qué hiciste? —pregunta golpeándome la espalda con su mano varias veces... Oye, no abuses—. Anda.

— Para allá voy. —Me levanto, dejando mis cosas debajo de la mesa y salgo de allí con bastante tranquilidad.

Cosa que le aplaudo a este lugar es que puedes dejar las cosas en el aula de clases sin tener que preocuparte por que te las dañen o roben... pueden escondértelas y ahí depende lo que suceda pero de algo directo, no.

Camino por los extensos pasillos del lugar que se encuentran en solitario silencio sin contar las voces y murmullos de los alumnos, me dirijo al bloque central hasta llegar a la oficina de mi tío y apenas allí, toco a su puerta antes de pasar.

Lo primero que me encuentro al entrar es con la imponente figura de mi tío, parecida a la de mi padre por ser hermanos pero con la diferencia de este ser casi quince años menor que él por lo que se ve mucho más joven y cuidado pero lo que no cambia, esas canas que cubren casi todo el cabello de este por ser de familia por lo que tengo entendido y por mis tíos que solía a ver siquiera una vez a la cuaresma, incluso los más jóvenes tenían algunas partes ya canosas... Ahora que me doy cuenta, mi papá es muchos años mayor que Andrea ¿Cómo mierda se conocieron?

— ¡Vamos, siéntate! ¿Qué esperas? —pide con familiaridad apenas levanta la vista y me reconoce.

— ¿Para qué me llamabas? —pregunto extrañado al hacer caso a su palabra porque ni tenía pensado en sentarme.

— ¿Qué sabes de tu padre? —pregunta, cambiando su semblante sonriente a uno completamente serio, mirándome con completa seriedad, cosa que me toma con bastante sorpresa porque ¿Un Shadow preguntando por el otro cuando se ven una vez al año o se contactan solo por beneficio?

Sigo queriendo saber cómo fue la infancia de toda esa familia y porque se tratan casi.

— No he sabido nada de él por un tiempo, digamos que más o menos un mes o más. Además, es raro que no haya aparecido para pagar la mensualidad.

Lo miro ahora con seriedad, te agarré dónde quería. Así que eso era todo, dinero, eso es lo único que le importa a mis parientes, el maldito dinero que hay por medio de todo es lo único importante. Los Shadow por un lado son unos malditos interesados en dinero a pesar de estar montados en dinero y mi papá ni la menor idea de porque no es así como ellos, por otro lado, mi familia materna es muy pequeña, una tía y dos primos aparte de mis abuelos que no tuvieron más hijos porque mi abuela no podía por problemas en la tensión.

— ¿Qué se yo de él? Déjeme pensarlo... —digo como si intentase recordar— Nada —acabo por responder seco mientras coloco mi brazo sobre el espaldar de la silla—¿Sabes quién debe saber? —Niega con su cabeza— Andrea, ella sabe algo.

— ¿Andrea? ¿Tu madre?

— Ella misma es, sé que sabe algo mas no lo quiere decir.

— ¿Por qué la llamas por su nombre? —pregunta confundido.

— Por muchas cosas, poca importancia tiene ahora para mí, tío —Ya mi ser no se estremece por la idea de que algo le pase... ya nada mi importa.

Ya me aburrí de estar aquí pero ahora quiero preguntar por otra cosa y salir para ponerme a jugar en el patio con quien se encuentre jubilado de clase y ponerme a perder el tiempo con cualquiera que esté por ahí de atravesado.

— Ya que nombraste con anterioridad la mensualidad —Continúo con el tema— ¿Cómo se va a hacer para pagarla? Mi padre no aparece por ninguna parte y no da señales de vida y Andrea, es mentira que ella va a pagarla y lo sabes perfectamente —Por lo menos, no son los seres más unidos Carl y él pero son hermanos después de todo, algo deben hablar y es lo más seguro—; por mi parte, el monto es muy alto para poder hacerme cargo con el simple trabajo que tengo.

— Ay muchacho ¿Qué te hizo esa mujer para que la trates ahora con tanto desprecio? Antes tú la tratabas como un todo para ti. —Me quedo callado mirándolo en su suspiro y acomodo— Bueno, hagamos algo. —Apoya la cabeza sobre su mano— Sube tus notas y te conseguiré una beca, así de sencillo.

Le miro con sorpresa... ¡Eso es pedir demasiado para el tiempo que tengo!

— ¡Pero para una beca mis notas deben de estar alrededor de 17,50 a 20 puntos! —exclamo alterado y preocupado por la existencia de mi posibilidad por graduarme este año—. Las mías están por 14 y 15 —Y no sé ni cómo hago para sacar esas notas y es sorprendente que no me quede ninguna pero de alguna manera u otra... ¡Lo hago!

— Ya te dí una condición ymientras, me haré cargo de la mensualidad de Enero, febrero y marzo del resto, si te logro encontrar una beca, esta pagará la mensualidad pero si no lo haces, te tocará dejar de estudiar en este lugar lo que provocaría que perdieras este año escolar y no seas capaz de graduarte e ir a la universidad este año..., otra vez. —Sonríe con tono serio y al mismo tiempo divertido.

¡Maldito, ni siquiera es capaz de ayudar a su familia de manera completa! ¿Qué le cuesta ayudarme con lo que queda de las mensualidades? Solo son tres meses más y nada te cuesta hacerlo porque estás fajado de billetes... Bueno ¿Qué más te puedo pedir? Por lo menos me vas a ayudar con algo y con esto, menos tiempo dormiré.

Bufo.

— ¡Ya verás cómo le hago pero ni creas que dejaré este año! —exclamo levantándome del sillón— Soy un vago para los estudios pero no es para tanto. —Y salgo.

Akira Berglind

Apenas identifico sus palabras, mi primera reacción no es más que golpear el escritorio con fuerza, levantándome tirando la silla hacia atrás, recibiendo miradas interrogantes de la gran mayoría que han dejado de quejarse por el ruido que provocó el plástico y el metal al chocar con el suelo. La mirada enojada de la profesora se fija sobre mí pero poco me importa, salgo del aula cerrando la puerta con fuerza detrás de mí.

Me aturdí, me estresé y me enojé por culpa de unos estúpidos compañeros incluido ahí el grupo de Hunter el cual engloba por completo el de las putas regaladas, todo eso y ellos juntos, son la perdición para la calma de una clase dónde pocos prestan atención.

Marcela Liscano ¿Se acuerdan de las chicas con las que me peleé después del aniversario del instituto? Bueno, ella es una de esas chicas, la principal del grupo, la mayor de todos y la puta personal del castaño que me expuso al quitarme el collar. El estar con ella o cerca de ellos es algo que me incomoda demasiado, me da grima.

Ah, pero todo se fue a la borda y estoy enojada porque tengo que hacer un trabajo con la puta esa ¿Por qué? Porque la profesora sabe que peleé con ella y por eso me puso como su pareja.

La campana de salida es la que informa completamente que me salí del salón sin ningún inconveniente u problema mayor, no hay mucha diferencia por tiempo.

— Akira —cierro los ojos, deteniéndome en medio del pasillo apenas sé quién me llama—. ¿Puedes hacer el trabajo tú? Yo no puedo, tengo un compromiso con...

— ¿La peluquería?¿O un compromiso con una cama? —Hago una mueca, logrando que me mire con molestia.

— No, con el spa.

— Disculpa, esa no es un compromiso, tiene que ser uno de los primeros —Y tampoco— Cancela porque el trabajo hay que hacerlo juntas —Es solo una mínima interpretación de una condición humana, hasta ahí.

Yo no voy a estar haciéndolo y dándote nota. Solo me basta con colocar "N.T: No trabajó por ir al Spa" y con eso, no tiene nota ni modo de recuperar. Lo voy a hacer yo, sí porque tu sentido de la comprensión es pésimo pero te voy a utilizar como títere.

Bufa, acomodando su bolso sobre su hombro.

— ¿Entonces? ¿En mi casa?

Alzo los hombros, de igual manera, te voy a utilizar para la reacción.

— Mejor hagámosla en la tuya, así veré si es verdad que eres parte de una de las familias más reconocidas del país. ¿Qué te parece?

Estúpida, incluso sus amigas a lo lejos se ríen de lo que dijo... Ay, si así son las cosas y no sabes con qué molestarme, no digas nada; te estás sintiendo frustrada porque no creas ninguna reacción en mí.

Me sale mejor ignorarte.

No tendría la necesidad de decir eso si no estuviese atenta a cotilleos de famosos vulgares que no hacen más que armar escándalo innecesariamente. Mi abuelo materno es un diseñador ultra reconocido a nivel mundial, mi abuela paterna es una chef reconocida a nivel nacional, mi padre es un pintor, diseñador gráfico también reconocido además de que hace trabajos como diseñador informático, mi madre es una actriz de teatro y mi abuela materna una cantante... pero cómo Marcela está interesada en todo lo que tenga que ver con vulgar y posiblemente en nada más y nada menos que en el coito, es capaz que ni conoce nada de nosotros.

— ¿Te vas conmigo o llegas tú sola? —pregunto directamente cerrando la puerta del locker tomando lo mío y empezando a caminar a la salida.

— ¿Eh? Kira —No me llames así—, me voy contigo, así es más rápido. —Una leve risa escapa de sus labios— ¿Pero cómo haremos para comprender ese tipo de comportamiento? —Usándote de carnada, es realmente sencillo.

— No te preocupes, eso es lo de menos. —Completamente lo de menos— Mi padre está afuera, vamos.

(...)

Hunter Shadow

— ¡Shadow Hunter! —grita el gerente encargado de esta sucursal al verme entrar—. ¡Explícame porque mierda llegas tan tarde!

Lo miro con molestia al ver que me grita ¿Por qué lo haces? ¿Quién te crees? ¿Mi mamá? Ni a ella le permito que me grite, así que no vengas tú a rebajarme con unos estúpidos gritos como si fuese menos que tú. Si llegué tarde fue por algo por lo que no tienes ninguna razón para tratarme como lo estás haciendo, pero e crees demasiado por tu posición aquí en el trabajo pero querido y apreciado compañero, muy fácilmente esté que está frente a ti, puede bajarte de tu puesto si me digno a hacerlo.

Si me propongo a ser mejor que tú y que todos los que están aquí, puedo hacerlo; si me da la gana de ir por la calle ayudando a quien se me pase por delante, lo voy a hacer; si me da la gana de ir y gastar todo el dinero que tengo reunido, lo voy a hacer porque con este trabajo y con bastante esfuerzo que aplico aquí, lo voy a reponer e incluso mejor que tú.

¡Pero claro, como eres mayor de edad! Piensas que puedes hacer lo que te dé la gana pero no es así, no vas a poder mientras yo sí porque soy más fuerte y aplicado de los que están aquí.

— ¿Entonces? ¿Cuál es...?

— Cállate y ponte a hacer algo más productivo que estar gritándome —reclamo empujándolo con mi hombro al acabar de entrar al apartado para nosotros los empleados.

— Estoy haciendo mi trabajo —¿¡Enserio!? No sabía— No como cierto adolescente que llega cuando le provoca por creerse el rey.

— Y si soy el rey ¿Hay algún problema? ¿Qué pasa? ¿Celoso? —giro encarándolo, notando las miradas de mis otros compañeros sobre mí— ¿Por qué llegué tarde? Porque este adolescente hormonal de aquí como me dices tú ahora, se quedó hasta tarde en el instituto al otro lado de la ciudad para poder entregar un trabajo. Yo no estoy de vago porque si lo estuviese, no estuviese aquí trabajando. —Me quito el blazer del instituto para dejarlo con mi mochila en uno de los pequeños casilleros.

— No puedes trabajar sin el uniforme del restaurante —Alzo una ceja.

— Tengo una camisa blanca, pantalones negros, zapatos negros. Solo me falta el delantal y aquí lo tengo en la mano y si es por el emblema, te jodes porque no voy a perder mi día de trabajo. Cállate y déjame en paz. —Aprieto mi mandíbula.

— Hoy saldrás más tarde y te quedarás limpiando para compensar tu llegada tarde. —Azoto con fuerza la puerta del casillero.

— ¿Qué pasa si te denuncio por incumplir con mis horas de trabajo dándome horas extras de manera injustificada y por tu mal trato a un menor de edad? Ya te di mi justificación —Conmigo no vas a poder, no me voy a dejar rebajar y si es de ponernos de tú a tú, lo hago.

Calla.

¿Viste? Quedó más claro que el agua.

— Así que si me disculpas, este rey de aquí va a salir a cumplir con su trabajo y cuando este termine, me voy a ir cumpliendo con turno —Tomo mi lapicero, mi libreta para salir dejándolo con la palabra en la boca.

Respiro hondo para cambiar mi semblante, siquiera lo suficiente para verme amigable con los clientes.

"Plata roja" es una cadena de restaurantes que se extiende en todo el país, es uno de los más visitados por los turistas y el que tiene mejores críticas por su servicio de primera. En cada ciudad el restaurante tiene una ambientación diferente, este por ejemplo, tiene una ambientación clásica y elegante mientras que el que está ubicado en la ciudad vecina es más moderno. En cada estado en el que se encuentra la cadena hay aproximadamente dos o tres restaurantes con las mejores ubicaciones para que así sea fácil de encontrar provocando más entrada de dinero.

Esa es la razón por la que no me importó estar de punta en punta del instituto para acá aunque desde el centro de la ciudad no se me hace tan tardado el llegar por los diferentes caminos que se puede tomar.

Aparte, de aquí, tengo que comunicarme con Gastón por un trabajo con el que quedé de Psicología.

—Buenas tardes, ¿Qué desea? —pregunto al acercarme a una mesa fingiendo una sonrisa.

— ¿Que me recomienda el día de hoy?

— La especialidad del día de hoy son los mariscos.

Akira Berglind

Suelto un suspiro con pesadez antes de levantarme y caminar hacia la puerta, ya pasó una hora y creo que es más que suficiente como para dejarla sola y comenzar a mover las piezas que preparé. Su curiosidad comenzará todo y si es como espero, llegará hacia el último piso.

— Voy a buscar un libro en la biblioteca, tal vez dure bastante así que te puedes sentir libre de caminar por la mansión. Si no estás aquí, te busco.

Las sombras son libres de moverse donde quieran y el último entrenamiento con mi mamá y mi abuelo fue lo suficientemente bueno como para poder ver a través de ellas si me lo propongo. Aparte, estoy teniendo ayuda de amable diseñador para estos.

Apartada y en un punto tranquilo de uno de los pasillos, me siento al borde de un ventanal, cerrando mis ojos para ver el alrededor de Marcela Liscano junto con lo que siente a través de los aromas que voy a poder percibir.

El enojo, la burla y la curiosidad fueron los primeros sentimientos que percibí de ella en la camioneta de mi papá, su gesto de sorpresa al ver que nos desviamos del camino hacia los pueblos para entrar a la mansión ¿Qué esperaba? ¿Que mintiese y viviese en una granja? Bueno Marcela, varias granjas cercanas a la mansión son de nuestra propiedad, el terreno en nuestro más no lo que está sobre ellos; administramos y ayudamos a distribuir el dinero de los granjeros y así ganamos dinero de manera simple.

¿Decepción? Lo sé, sé que pensabas que mi actuar era tímido pero hay cosas que me dan la razón de actuar de manera introvertida. Los aromas me dan nauseas cuando son muy fuertes y concentrados dentro de un ambiente cerrados, los ruidos acumulados y aglomerados me dan dolor de cabeza y me aturden con facilidad, soy muy sensible al contacto físico y por eso suelo evitarlo a no ser que mi mente sepa que no hay sorpresa al hacerlo porque así ya estoy consciente de que habrá un toque de manos, una abrazo o cosas así. Me mantengo apartado para evitar molestias y me hacía la indefensa solo por gusto y mantener una línea que respecte con mi apariencia y mi actuar excluido.

¿Fue grande la sorpresa cuando te diste cuenta que no solo sé defenderme verbalmente?

Bien, la curiosidad ya empezó a nacer en ti; ahora te encuentras caminando por toda mi habitación ¿Para qué tomas mi teléfono? No lo vas a poder desbloquear si es lo que intentas y no me puedes encontrar algo para chantajearme porque todo lo que hay en mi habitación es completamente normal.

Bien, ya lo dejaste dónde se encontraba. Eres inteligente, está en la misma posición.

— ¿De dónde sacan tanto dinero? —pregunta al quedarse detallando todo.

Shuu, pelinegra, es algo que nosotros lo sabemos. Significa buenas inversiones y engaño, sobornos y trampas; esfuerzo, trabajo digno y otros no tanto, manipulaciones y algo más sencillo: Asesinatos.

¿Sorprendida? ¿Asustada? ¿Preocupada? ¿Nerviosa? Sí, es todo esto. Eres curiosa, el que busca encuentra y ahora encontrarte el cajón con mi pistola pero ¿Acaso no es normal que una chica de dieciséis años tenga un arma de fuego en su habitación? ¿No? Entonces he sido engañada toda mi vida.

Ok, no. No es algo común pero sí normal.

Bien, vamos perfectamente, ya saliste de la habitación y te encuentras observando con extrañeza nuestro cuadro familiar... ¿Sorprendida? Sí, mis abuelos se ven muy jóvenes allí y aun lo siguen pareciendo solo que están ocultando su verdadero rostro; físicamente son unos adolescentes y uno solo es un adulto ¿Por qué te acercas más? ¿La fecha? Sí, ahí tenía once años.

— Todos tienen el mismo collar —Sí, es nuestro mismo símbolo.

Veo cómo se sobresalta al ver como un empleado le impide el tocar el cuadro, ya estás cayendo bajo nuestros encantos, todo va perfecto. Vamos Marcela, sigue caminado como lo llevas haciendo.

— ¿Quiénes son ellos? —Señala el lienzo, a quienes están de pie.

— Los abuelos de la señorita.

— ¡Sus abuelos! ¡Son muy jóvenes! —exclama agudamente. Pobre, hasta aturdiste al empleado humano. Así será tu tono.

— No lo son, se cuidan muy bien —Y él, no tarda en retirarse. Bien hecho, sigue con tu trabajo.

— ¡Ay! ¡Qué maleducado! —No, Marcela. La maleducada eres tú...

Estás en el pasillo más apartado de la mansión, el más oscuro y el que cambia de decoración hacia un papel tapiz antiguo pero singularmente elegante y hermoso, estás a punto de ver el último piso de la mansión y seguramente conocerás una hermosa belleza antigua que poco a poco se mezcla con lo moderno, elegancia y orden.

Lo sé, es oscuro a pesar de la cantidad de ventanales y la hora del día, las cortinas están algunas abajo y otras abiertas pero tranquila, la oscuridad es por lo sobrenatural, no hay nada que temer.

"Cecidit ángelus" —¿Te extraña eso? Es lo que representa a mi abuela Danielle— "Angelus Motem" —Ese es mi abuelo Lucas— "Spiritum" —Mi abuelo Richard y mi madre, son los espíritus... Si no entiendes esto, no mereces hablar el castellano— "Demon" —Mi abuela Camila y mi padre, esto también deberías ser capaz de entenderlo.

Ya, dejaste de prestarle atención a la puerta ¿Te gusta el vestido? Se llama "Danza eterna" y fue hecho en 1881 por la firma "Berglind" la cual ha pertenecido a la familia desde la boda de los fundadores, el otro diseño está guardado en una de las habitaciones apartadas ¿Te gusta la decoración? ¿Te sientes frente a una escena de una película actuada des "Disney"? Tranquila, pronto va a pasar.

Es hora de realizar el trabajo que nos mandaron a hacer, es hora de que te conviertas en mi objeto de prueba a pesar de saber de antemano que es lo que escribiré.

No, no estamos obsesionados de nuestro símbolo, estamos orgullosos de nosotros mismos y por eso lo tenemos al centro de la puerta y al centro de la habitación en un tamaño bastante grande.

Listo, se cerró sola y gritaste, empezaste a sentirte nerviosa, te sientes nerviosa porque el aire cambió y se volvió más frío para ti ¿No? No, no estás sola; mi abuelo está detrás de ti ¿Ahora no lo ves? Lo siento, se movió a la izquierda. Disculpa, no podrás verlo porque está jugando contigo y no quiere ser visto.

"¿Qué haces aquí pequeña?" ¿Cómo reaccionas si escuchas eso y con la voz de un hombre?

Volteaste de manera inmediata con tu corazón empezando a bombear bastante sangre, sé que asusta pero tienes que colaborar con el informe del comportamiento humano ante situaciones de nervio y miedo. No lo voy a hacer todo sola sin tener algún beneficio, estoy en medio de un entrenamiento.

Bien, empezaste a ignorar la voz para seguir detallando el vestido abombado ¿Te sudan las manos? Ya tu cuerpo empezó a reaccionar ante el nervio y miedo.

"¿Creo que te pregunte algo?"

— ¿Quien está... ahí? —Ya te estás sumergiendo.

Solo sonrío a la nada, apoyando mi cabeza al vidrio de ventanal, convirtiendo mi sonrisa en una pequeña risa silenciosa.

¿Dónde es ahí? Ahí puede ser allí, acá o... —Río con fuerza al sentir como mi abuelo va moviéndose con el sonido, creando eco por el lugar y en su consciencia— Por aquí...

Abuelo ¿Sabías que me encanta eso? Sí, me está encantando ver todo esto de manera testigo, es divertido ver las reacciones de esta chica ¡Mira! Acabó gritándose del último lugar del sonido, pues, le susurraste detrás de su oreja.

Ya estás sumergiéndote en el miedo, no tienes resistencia y los nervios por no poder salir te están consumiendo. Él está evitando que puedas acercarte a la puerta, no la estás tocando y tampoco abriendo pero la ilusión es más que simple porque, solo no queremos que salgas de aquí, no vas a poder escapar de manera tan fácil de este último piso.

Retrocedes varios pasos observando el lugar con terror, la puerta se abre y cierra con fuerza sacándote otro grito de miedo digno de aparecer en la pantalla grande. Otros pasos más hacia atrás y tu trasero acaba chocando con el frío suelo con bastante fuerza.

No falta mucho.

"¿Tienes miedo? Parece que sí, hueles a miedo"

Nunca pensé que fueses religiosa, pensé que la cruz que portabas era por solo ser un bonito accesorio pero mira te encuentras rezando un padre nuestro en una situación de miedo, quizás eres creyente pero no religiosa. Con eso vas a lastimar a mi abuelo pero no casi, él se volvió insensible por ser pareja de un ángel, es un hechizo servido a los humanos para apartar espíritus y malas vibras pero nosotros hemos aprendido a ignorar esos efectos secundarios. Sí le afectaría un hechizo por un ángel pero sin embargo, somos fuertes.

Sí, Marcela. Es un alma perdida, te lo acaba de revelar ¿Por qué lo preguntas? Cierto, estás asustada y tienes miedo.

Abuelo, hiciste un buen trabajo, lograste hacer que se desmayara. Ahora solo falta a que ella despierte para enviarla a casa, ya cumplió con lo que debía.

Una mano se posa en mi hombro y sé inmediatamente de quien se trata por lo que lo observo con diversión al verlo con la chica en brazos.

— No lo pudiste haber hecho mejor.

— Tu entrenamiento de nosotros de esta semana está hecho, más tarde corresponde el tuyo con quien debe. Anda con ella. —Y ahora, soy yo quien la carga, observándola con una sonrisa en mi rostro por estar inconsciente por producto del miedo.

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Yo... me divertí escribiendo esto y hasta conseguí que mi piel se erizara.

Una conversación sobre mantener su estudio y un actuar bastante irritable y creído

¿Qué creen que significa?

Akira en un entrenamiento mientras al mismo tiempo, disfruta de ver el miedo de otra persona.

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