El primer día de clases es seguido por la famosa monotonía escolar, al empezar el segundo día de clases no suele haber mucha actividad, empiezan las primeras lecciones de la preparatoria. Así mismo, lo más común que ocurre el segundo día de clases es el encuentro con los alumnos de grados mayores y "la socialización más allá del estrecho hábitat conocido como salón de clases", así es como Jake llamaba a este fenómeno tan común en la preparatoria, o al menos común para las personas sociables, no para un "socialmente marginado" como él mismo solía llamarse.

El segundo día de clases transcurrió tan monótono como se esperaría hasta que llegó el receso y se encontraron en el patio de la escuela los grupos de los tres años. Las divisiones sociales que podrían existir en un salón de clases no desaparecerían al encontrarse en un ambiente como este, al contrario, los chicos de primer año se sentían identificados con los gustos de algunos de sus mayores y se iban acoplando a sus grupúsculos.

Como era de esperar, Alex, quien ya conocía de antemano a algunos de los senior de la escuela por las prácticas de soccer, no tuvo ningún impedimento para socializar con el círculo de personas de grados mayores, haciendo uso de su carisma, logra compenetrarse en la conversación.

Jade por su parte, prefirió mantenerse en el grupo de chicas de su año con las que había empezado a entablar amistad desde el primer día, presentía que su personalidad crearía problemas con las chicas de otros años. Aunque, aparentemente ya Luna no formaba parte de su grupo cercano, aunque seguían siendo amigas. Mientras las chicas conversaban, Jade discretamente observaba de lejos a Jake, quien se encontraba como de costumbre, en un rincón, ocultando su presencia y camuflajenadose con el paisaje escolar. Y por otro lado estaba Luna, sentada en un banco, mirando hacia todos lados, como quien espera que alguien se le acerque a hablar.

En ese momento, aparece en el patio escolar uno de los chicos más populares de tercer año, Bryan. Era uno de esos chicos perfectos que lo han tenido todo. Un joven atlético de cabello rubio, perfectamente peinado, alto, aunque no demasiado y siempre acompañado por sus dos mejores amigos. Era uno de esos que siempre han tenido a la chica que desean y debido a eso su ego es más grande que su cerebro.

Justo cuando Bryan entra al área escolar nota la solitaria presencia de Luna. En un instante, quedó cautivado por su belleza y por el brillo que en su soledad desprendía. No tardó mucho en acercarse a tratar de conquistarla con las típicas frases de un casanova, pero los ojos de Luna pertenecían a alguien más y las palabras del don Juan no la harían cambiar de parecer. A pesar de haber sido rechazado Bryan no se rendiría tan fácil, para alguien que estaba acostumbrado a siempre tener a la chica el fracaso no era una opción.

Su insistencia empezó a parecer molesta para Luna, a tal punto que decidió retirarse a otro lugar a pasar su recreo con calma. Se levantó y pidió permiso a los chicos que rodeaban el banco en que ella se sentaba, pero estos no se movían. Ella empezó a preocuparse y nuevamente pide permiso pero en tono más alto y suavemente hace a uno de los chicos a un lado y logra pasar, pero justo en ese instante Bryan la agarra del brazo con fuerza y le dice:

-Espera, aún no he terminado de hablar contigo.-le aprieta el brazo con fuerza para que no pueda alejarse

El intento de acoso de Bryan es detenido de manera sorpresiva. Jake, quien estuvo observando desde lejos todo lo ocurrido, decidió que era momento de detener semejante acto de machismo. Agarró la muñeca del acosador con fuerza e hizo que soltase la de Luna. En el rostro de Jake se dibujo una mirada de odio que no era usual ver en una persona tan despreocupada como él.

-Creo que no deberías entrometerte en este asunto.-dijo Bryan mientras se resentía el dolor de la muñeca que Jake le había apretado.

Los amigos de Bryan se disponían a rodear a Jake justo cuando aparece de la nada y de manera muy sigilosa, el director Norberto.

-¿Qué sucede aquí?-preguntó mientras mira a ambos estudiantes

-Tranquilo, no ha pasado nada-responde el abusón tratando de disimular el dolor de la muñeca- sólo estaba saludando a los nuevos, y ya me iba.

Mientras se retira pasa al lado de Jake y le susurra al oído:

- Esto no se queda así...

Jake lo mira con enojo y en ese momento aparecen Jade y Alex quienes estaban cerca y habían ido a buscar al director. Habiéndose resuelto el problema, el profesor se retira y Jake hace lo mismo.

-Gracias por la ayuda-dice Luna dirigiéndose a Jake.

Este responde con un gesto levantando la mano mientras se retira de vuelta a su rincón.

-¿A qué se debe tal enojo de Jake?-pregunta Luna a Jade con cierta preocupación

-Desde pequeño él a odiado el acoso y el machismo, lo ve como "formas retrógradas y carentes de lógica". Cada vez que ve una escena de acoso su personalidad cambia y se vuelve así.

Jade pensó para si misma y más enojado a de estar si se trata de la chica que le gusta.

El resto del día transcurrió tranquilamente al igual que toda la semana. Al llegar el viernes, Luna decide invitar a Jade, Alex y Jake a salir el fin de semana, de esta manera, podría pasar más tiempo con el chico que le gusta y según ella ayudar a Jake con Jade. Al informarle de su idea a todos, Jade y Alex estuvieron de acuerdo enseguida.

-¿Porqué no? Será algo divertido que hacer en el tiempo libre- dijo Alex aceptando sonriente la invitación.

Por otra parte, Jake mantenía su postura antisocial y al principio rechazo la idea, pero Jade se le acercó y le dijo al oído.

- Aprovecha la oportunidad de pasar un tiempo con ella- y le da un suave codazo en el brazo con una mirada de complicidad.- yo me encargaré de que tengan un tiempo a solas para conversar.

Después de escuchar esto a Jake no le quedó más remedio que ceder a la invitación y así quedó fijada la cita para el domingo.

Nadie sabe que le depara el destino a las personas. A veces no es tan sencillo predecir la trayectoria de la Luna...