6. El Sol, una estrella, Venus y la Luna(Continuación)
La historia de los cuatro estudiantes se divide al finalizar el primer día de la prepa. La singularidad de cada personaje trae diferentes puntos de vista. En este capítulo continuaremos con la historia desde el punto de vista de Jade y Alex.
Jade:
Termina el primer día y es hora de retornar a casa. Cualquier otro día lo normal para Jade sería hacer lo mismo, pero hoy no, hoy tenía un plan distinto. Ella estaba consciente de que Jake llevaba enamorado de Luna desde pequeño, era momento de que algo sucediera. Coincidentemente más temprano una chica del aula la había invitado a ver unos vestidos que su madre estaba vendiendo. Aprovechó la oportunidad para darle un poco de espacio a Jake... Aunque realmente no era lo que deseaba.
Desde niña Jade siempre tuvo todo lo que quizo, estuvo acostumbrada a conseguir lo que deseaba. Sus padres eran bastante adinerados así que el dinero nunca fue un problema. Al ser una chica tan atractiva los chicos más guapos siempre se interesaban por ella, y todos los chicos en general. Pero hubo algo que siempre quiso y nunca pudo conseguir. Eso que siempre fue el anhelo de Jade,era mayor que cualquier riqueza material, más preciado que cualquiera de sus joyas. Su deseo, su verdadero deseo del corazón, aquello con lo que siempre soñó era el amor del chico que siempre la vió como su mejor amiga.
Jake fue el primer amigo que Jade tuvo, se conocen desde que tienen uso de razón y desde entonces a Jade le ha gustado Jake. Para Jake ella es como una hermana menor y así la trata. Quizás halla sido ese cariño fraternal lo que hizo que Jade se sintiera más cómoda con su presencia. La verdad es que ella nunca se ha atrevido a confesarle su amor.
Jade había logrado mantener a raya sus emociones y disimular su amor hasta que de repente y sin previo aviso Jake le cuenta en una de esas confesiones que se hacen entre mejores amigos que está enamorado de Luna. Imaginad el mar de emociones que desbordó a Jade al descubrir que su mejor amigo y amor desde la infancia está enamorado de su amiga. A pesar de la mezcla de sentimientos que sintió fue capaz de guardar su secreto y decidió apoyar a su amigo dejando de lado su amor. No sería capaz de olvidarlo pero al menos debería tratar de mantenerse como su amiga primero que todo. Debería dejar que Jake eligiera, y si era Luna la elegida, pues debería aceptarlo.
Al salir de la escuela el primer día de la preparatoria, decidió dejar que Jake acompañara a Luna aprovechando que Alex tampoco iría a su casa directamente, era el momento indicado. Como había planeado, salió con su compañera a ver el susodicho vestido. La excusa terminó no siendo tan mala debido a que el vestido fue de su agrado y sí, lo compró.
Luego de salir de casa de la compañera, se dirigía a su casa cuando recibió un mensaje de su mejor amigo pidiéndole que fuese a su casa. En ese momento su corazón se llenó de miedo.
«Al final ocurrió- pensó con tristeza- seguro me pide que vaya a su casa para contarme con alegría que logró lo que por tantos años había deseado. Pero no puedo entristecerme, debo apoyarlo y alegrarme como sé que él haría en mi lugar, después de todo soy su mejor amiga»
Al llegar al vecindario fue directamente a casa de Jake, no quería prolongar lo inevitable. Mientras se acercaba a la puerta de la casa sentía como si corazón se encogía al punto de desaparecer en el mar de emociones. Usualmente habría entrado con la llave de repuesto pero como no había pasado antes por su casa a buscarla se vió forzada a tocar el timbre. Fueron menos de dos minutos lo que tomó a Jake abrir la puerta pero en la situación de Jade parecieron las horas más largas de su vida. En solo unos segundos su mente se llenó de pensamientos y remordimientos. Por primera vez se arrepintió de dejar escapar a su amor. Lentamente se deslizó por su mejilla desde su ojo una lágrima que recorrió su rostro para caer desde su mentón sobre su blusa.
El sonido de la puerta abriéndose anuncio el momento tan temido. La puerta se abrió y ahí estaba él, el chico de sus sueños y sus fantasías.
Rápidamente entró a la casa sin esperar a ser invitada, y en un movimiento discreto borró de su rostro el recorrido de la lágrima. Agarrando a Jake del brazo lo llevo hasta el sofá que se encontraba en la sala y llenándose de valor le preguntó.
-Cuenta, cuéntalo todo, con lujo de detalles. No te guardes ni la más mínima cosa.-en ese momento el miedo a la respuesta era tal que su estómago parecía albergar un agujero negro.
En ese momento en que Jake empezó a contar su historia los segundos se empezaron a alargar y de repente se detuvo el tiempo. Justo cuando supo que no había pasado nada y todavía su amor estaba libre Jade dejó de escuchar. En ese preciso instante su corazón volvió a latir y no pudo contener la alegría, en su rostro de dibujo una sonrisa imborrable de alivio que tuvo que disfrazar como si fuese complicidad.
Para evitar que Jake se percatara solo pudo decir:
-Tuvieron su primer momento romántico.
Este sentimiento de felicidad tan grande que sintió en ese momento solo podía ser acompañado de otra de sus grandes pasiones, escuchar a Jake tocar el piano. De golpe se levantó tomándolo de la mano, se dirigió en dirección a la habitación donde se encontraba el piano del padre y le dijo con fuerza:
-Ahora vamos a lo que realmente me interesa y sabes que es. Aprovechemos que tus padres no están, se que odias hacerlo con ellos en la casa.
Mientras se acercaban a la habitación un pensamiento muy extraño pasó por la cabeza de Jade.
«No me importaría si en vez del piano hubiese una cama. De echo, si es con Jake me encantaría entregarme, darle a él mi primera vez»
Luego de pensar esto sacudió su cabeza y recordó que había prometido dejar a Jake decidir.
Entraron a la habitación y ahí estaba en medio del oscuro cuarto, iluminado por un rayo de luz, el hermoso piano negro del padre de Jake. Era una imagen realmente romántica, una escena tentadora.
Jake tomó lugar en el asiento para piano y Jade lo siguió de prisa y se sentó a su lado. La impaciencia no la dejaba respirar.
-¡Venga!¿Qué esperas? Toca, como solo tú sabes hacerlo- le dice casi forzandolo a tocar.
En el instante en que Jake empezó a tocar la calma invadió el lugar, un silencio absoluto se apoderó de la habitación y solo se sentían las notas que escapaban del piano hábilmente tocado. Un sinfín de sonidos atacó directamente el alma de Jade llenándola de emociones y nuevos pensamientos. «Definitivamente, era esto lo que necesitaba» pensó mientras acomodaba su cabeza en el hombro de su amado Jake. La belleza de la melodía halló un lugar por donde escabullirse dentro del corazón de Jade y desde ahí brotaron lágrimas de felicidad.
Para no interrumpir a Jake con su llanto se levantó sigilosamente con la excusa de abrir las ventanas para dejar salir el sonido, aunque realmente solo quería que entrase un poco más de luz a la habitación para poder apreciar la figura del artista haciendo arte. Lo que no esperaba Jade era que en el momento en que abriese la ventana entraría también un sonido inesperado, una hermosa interpretación de violín que a lo lejos se hacía escuchar. Jade volvió a su lugar a apreciar la bella mezcla de sonidos que lentamente se iba conformando mientras la melodía del violín se iba acoplando al compás del piano. Esta hermosa sinfonía duró aproximadamente una hora y luego todo volvió a la normalidad.
Era algo tarde y Jade consciente de que a Jake nunca le gustó quedarse solo en su casa, aprovechó la oportunidad para hacerle compañía como habían hecho varias veces en el pasado.
Jade aprovechó que Jake se daba una ducha para ir a su casa a buscar algo de ropa y avisar a sus padres. En el momento que puso los pies fuera de la casa y se aseguró de que Jake no podía oírla soltó un grito de felicidad y se dirigió a su casa. Habiendo terminado lo que se proponía en su casa volvió rápidamente a la de Jake pero no sin antes agarrar la llave de repuesto. En menos de un minuto estaba sentada en casa de su mejor amigo esperando por él.
Cuando Jake salió del baño se dedicó a preparar una comida para ambos, algo con lo que Jade estaba encantada. Ella también había aprendido a cocinar con su padre pero prefería la comida que Jake preparaba. Mientras este cocinaba, ella aprovechó para darse un baño y quitarse la suciedad del día. Al salir del baño la comida estaba servida y procedieron a comer mientras veían una película para luego poner fin al día.
Alex:
Era su primer día de clases en una nueva ciudad y le había ido mejor de lo que esperaba. Logro hacer unos cuantos amigos en la escuela y lo invitaron a unirse al club de soccer, realmente un día perfecto. Al concluir con las actividades escolares se dirigió al lugar donde serían sus primeras prácticas. Allí estaba también uno de los chicos que había conocido en el aula, Nelson, el chaval que estaba enamorado de la profesora nueva. Rápidamente se acercó a él para no quedarse solo por no conocer a nadie más ahí. La mayoría de los integrantes del equipo eran mayores, de segundo y tercer año, pero a Alex le parecieron personas agradables. Las prácticas pasaron rápido y antes de que pudiera notarlo habían terminado, era hora de volver a la casa pero, ¿como iba a volver? Al ser nuevo en la ciudad no estaba familiarizado con el trayecto de su casa a la escuela y la chica que lo había llevado en la mañana, Luna se había marchado antes.
«¿Y ahora cómo regreso a mi casa? Quizás deba pedir a alguien que me indique el camino, seguro uno de los chicos del equipo sabe cómo llegar»pensó Alex un poco nervioso.
Por suerte su nuevo amigo Nelson pasaba por el vecindario de Alex en su recorrido a su casa y decidió acompañarlo. En el camino fueron conversando cosas normales que hablan los chicos de esa edad, sobre soccer y música. Entre conversaciones en viaje se fue volando y enseguida estaban frente a casa de Alex. Intercambiaron números justo antes de despedirse y luego Alex entró a su hogar. Al entrar su hermana menor lo recibió saltando sobre el para abrazarlo. Una adorable niña de 6 años llena de energía. Alex la cargo y respondió a su abrazo. Luego la llevo cargada hacia la cocina donde se encontraba la madre conversando con el padre. Alex saludo a ambos y posteriormente llevó a su hermana hasta la sala para que pudiese seguir viendo la tele.
Luego se dirigió a la habitación que compartía con su hermano mayor para hablar con este. Ahí tuvieron la típica conversación de hermanos y Alex le contó cómo le había ido el día.
El hermano era algo parecido a Alex en personalidad, un chico tranquilo y alegre, siempre sonriente y calmado. Tenía unos 22 años y estudiaba mecánica en la universidad. Era bastante fuerte aunque su cuerpo no era músculos, era más bien definido. Su nombre era Erick y desde pequeños él y su hermano eran inseparables. A pesar de ser chicos muy calmados cuando hacían alguna travesura la hacían juntos y siempre se defendían entre ellos.
Habiendo acabado la conversación Alex fue a darse un baño y luego a comer con su familia. Esta familia era bastante unida y siempre comían juntos. Era de esas familias tranquilas en las que se enseñaba desde pequeño a los niños a confiar en su familia. El padre es un exitoso comerciante, un hombre culto y de dinero. Debido a su trabajo tuvieron que mudarse a esta ciudad. La madre trabaja con medicina natural y otras cosas que aprendió en sus años de mochilera en el Amazonas. Una mujer que sabía valerse en cualquier entorno.
Al terminar Alex fue con su hermano al garage de la casa a ayudarlo a reparar una moto en la que estaban trabajando. Una antigua moto que su padre les había traído del trabajo y en la que habían trabajado juntos desde pequeños. Era un modelo clásico de esos que son más de exhibición que de uso.
Viendo que se hacía tarde, Alex decidió dejar a su hermano, darse otro baño para quitarse la grasa del trabajo e ir a dormir hasta el próximo día.
Así concluye el día de los cuatro protagonistas. Estos capítulos sirvieron para demostrar las diferencias de cada uno en su forma de vida y la manera en que cada uno evalúa los hechos que ocurren a su alrededor. Sirve para demostrar que cada persona tiene una forma diferente de ver la vida y una historia puede ser contada de varias formas sin llegar a ser falso ninguno de los testimonios. Recuerden que el mismo universo puede ser visto de diferentes formas desde el Sol, una estrella, Venus y la luna.
La historia continuará en el próximo capítulo.
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