Ahora sí, empieza la historia. El primer día de la prepa, el día que define tu vida social a lo largo de los próximos tres años. Es el momento de hacer amistades y crear un círculo social confiable. Con este objetivo nuestra protagonista Luna y sus amigos llegaron a la escuela a primera hora. Los de de primer año siempre llegan temprano, yo personalmente llegue a la preparatoria el primer día a las 6:15 de la mañana, estaba tan ansioso de empezar que me desvelé,¿que hacía yo a esa hora enfrente de la escuela? Estaba tan oscuro que ni me veía. Pero bueno, al menos Luna no llegó tan temprano... Ella llegó a las 6:30.

Por suerte no estaba sola, su vecino y crush de la adolescencia recién iniciada, Alex, estaba ahí también. Por lo visto él tampoco pudo dormir por los nervios. Pos ahí estaban ellos dos, en la mañana, solos, juntos para huir del frío. La situación perfecta para que Luna declare su amor a Alex. El sol apunto de salir, que más podía pedir. Ella se le acerca un poco más para asegurar que sus palabras no sean ahogadas por el sonido de algún vehículo pasando por la calle.

–Alex, hay algo que me gustaría decirte, bueno contarte, este...–se pone ultra nerviosa. Empieza a arrepentirse de hablar.

–Mira Luna, ahí vienen Jade y Jake–al parecer, los intentos de Luna de que Alex la escuchase fueron en vano, el tío es tonto y no estaba atendiendo.

Por un lado Luna pensó, «más inoportunos que la menstruación» y por otro lado se sintió "salvada por la campana", sus miedos la habían hecho retractarse de la idea de declararse. Pensó «no hay apuro, aún quedan tres años de prepa». Van a saludar a sus compañeros y se dedican a recordar los sucesos del verano.

Al rato empiezan a llegar los demás estudiantes de la escuela (obviamente en una escuela tiene que haber más estudiantes, aunque la mayoría son solo extras). Poco a poco Alex y Jade empiezan a socializar con sus amigos de la secundaria y personas que conocieron en las vacaciones. Por desgracia Luna había estado fuera del país en las vacaciones, bueno, no es una desgracia como tal, pero debido a eso no conoció a nadie en las vacaciones y sus única amiga de la secundaria que siguió en su escuela, estaba muy ocupada socializando. Claro, también estaba Jake, pero él era "el chico raro Jake" para ella. A pesar de su soledad no se sintió decaída, pensó con optimismo «esto cambiará cuando entremos al aula, ahí si podré hacer amigos». Simplemente se puso sus audífonos dispuesta a escuchar Bruno Mars, su actual cantante favorito. Se acomodó sola en el único banco que increíblemente estaba libre en el parque frente a la escuela a esperar que sonara la campana para entrar a la escuela. Para su sorpresa a su soledad musical se unió Jake, quien también había sido dejado al olvido, ahora Luna tenía dos opciones: hablarle o seguir con su música. Ella intento hablarle, al fin y al cabo, el es un amigo de su mejor amiga.

–Hola Jake–se dirige hacia el con una cálida sonrisa.

–No te sientas obligada a hablarme solo porque me ves solo, a diferencia de otros yo disfruto mi soledad y no me siento con la necesidad de llenar un vacío con personas que supuestamente comparten los mismos criterios que yo, al final, todos te fallarán– esas fueron sus palabras, acompañadas de una mirada de desinterés y tedio total.

Luna no se tomó el rechazo de Jake hacia su amistad como algo negativo, simplemente retomó su canción donde la dejo y pensó «definitivamente me haré su amiga».

Al pasar un tiempo sonó la tan esperada campana y empezaron a entrar los estudiantes como una estampida por el portón doble de la escuela. Luna fue arrastrada por un mar de jóvenes desde la puerta hasta el patio del instituto donde se realizaría la ceremonia de bienvenida. Mientras todos se adentraban desenfrenados se podía ver aún en el parque a Jake sentado esperando a que la matanza terminará para poder entrar con calma y sin arrugas en la ropa.

Comienza la ceremonia de inauguración y mientras todos los alumnos escuchan el inspirador discurso de su director, Luna solo piensa en lo guapo que está Alex hoy y la oportunidad que perdió en la mañana, tonta ella.

Les asignan sus salones de clase y por suerte los cuatro amigos no habían sido separados. ¡El amor de Luna fue más fuerte que la asignación de alumnos!

Su salón estaba en el tercer piso, así que Luna tuvo que enfrentarse al enemigo número uno de su pereza, las escaleras. Al llegar al lugar se encuentran con un aula enorme. Ventanales a ambos lados, uno al lado de la puerta de entrada que daba al pasillo y otro que mostraba una vista del campo de educación física.

Rápidamente todos los alumnos entran al aula para asegurar el orden jerárquico de los puestos: los más inteligentes al frente, los encargados de responder todas las preguntas de los profesores; en el medio los populares, los chicos que serían líderes del grupo tenían que ser el centro del aula y al fondo del salón los rechazos, solitarios y personajes secundarios. Al momento el salón se llenó y casi todos tenían su puesto, solo faltaban unos pocos y entre esos Luna. Jade y Alex estaban obviamente posicionados en medio del salón, los chicos más populares del grupo desde el primer día, era obvio que les esperaba un gran futuro. Al Luna ser tan pequeña quedó rezagada en la selección de asientos y se vio obligada a sentarse en los asientos de atrás, irónicamente junto a Jake quien al parecer había escogido voluntariamente al fondo, según él, "no tenía interés alguno en resaltar, solo deseaba una vida tranquila". Vaya suerte la de Luna.

Está vez si tendría que entablar conversación con él, o de lo contrario pasaría todo el primer año sola. Justo cuando se decidió a tomar la iniciativa algo sorprendente la hizo callar.