Cap4: Nido de felicidad

El agua recorría su rostro herido bajo esa tenue noche de verano, la sangre de sus heridas se limpiaban poco a poco con el agua que lo mojaba por completo. Esa intensa lluvia parecía que no pararía de caer hasta el día siguiente, el joven bicolor está ahí, recargado en un póste de luz, apretando su costilla la cual tenía muy malherida por los golpes que su padre le había propinado, estaba tan furioso que se olvidó de todo al momento de salir de casa, se olvidó incluso de su pequeño y amado hermanito, pero se sentía tranquilo, al menos un poco tranquilo de saber que después de que su padre lo golpeó, se había ido a beber cómo era de su costumbre

Dejaba que el agua mojara su uniforme harapiento y limpiara sus heridas, le dolían, pero más le dolía el no poder ser feliz con su hermanito, el no poder darle una vida digna para que su amado hermanito fuera feliz

Estaba muy débil y cansado, sin fuerzas para volver a casa

Pasando unas cuantas horas, una pequeña familia caminaba tranquila entre risas resguardándose de la intensa lluvia con la ayuda de sus paraguas trasparentes. Pasaron a lado de un chico tirado en el suelo, casi moribundo

- ¡Dios mío! ¡Mirio amor tenemos que ayudarlo! – dijo una joven mujer de cabellos azul claro. Fue la primera en ver al pobre muchacho

- ¡No puede ser!.. ¡Ten, toma a Eri cariño!- Exclamó un joven hombre de cabellera rubia, entregando a la pequeña niña con impermeable amarillo a su esposa, rápido fue con aquel muchacho para resguardarlo de la lluvia- pobre chico .. Está muy herido.. Nejire toma mi paraguas.. Lo llevaremos a casa

La mujer le pidió a su hija que sostuviera con fuerza el paraguas de ella mientras la tenía cargando con un brazo y con su mano libre sostuvo el paraguas de su marido, al rubio no le importo mojarse, ya estaban a unas cantas calles de su departamento, cargó al moribundo muchacho sujetándolo de la cadera con una mano y haciendo que rodeara su brazo con la otra para ir en rumbo a su hogar

Un departamento en el decimoquinto piso de un gran edificio

Una vez el chico recupero la conciencia vio a su alrededor, viendo un cuarto iluminado que era muy cálido, y a una tierna niña de cabellos blancos y ojos rubí sosteniendo entre sus manos un lindo patito de hule

- ¡Mami! , ¡Papi! ¡Ya despertó! - la niña fue corriendo con sus padres hasta la cocina

Shoto no sabía dónde estaba, miraba a su alrededor con duda y miraba ahora su nueva vestimenta. Una playera blanca y unos pantalones algo largos para para su estatura, podía notar que sus heridas estaban curadas y hasta vendadas

- Que bueno que despertaste muchacho .. ¿Te encuentras bien?- El hombre rubio se acercó a él teniendo a lado a su esposa

- ¿Dónde estoy? - Dijo el bicolor mirando a la pareja

- Te encontramos tirado en la calle .. No podíamos dejarte ahí con esta lluvia, así que decidimos traerte a nuestra casa... ¿c-cómo te llamas?- Dijo la peliazul viendo con preocupación al chico

Esas personas lo salvaron, esas buenas personas lo refugiaron de esa horrible lluvia

Gran error

- Me llamo .. Shoto Todoroki- contesto Shoto tratando de levantarse

- ¡No te levantes! .. Te traeremos algo de comer y sirve que nos cuentas que te paso.. Estabas muy herido hijo... ¿estás en problemas?- Preguntó el rubio, serio pero también preocupado

- ¿Si por problemas habla de un padre abusador que nos maltrata? ... entonces...creo que lo estoy- Respondió el joven y bajó la mirada

La pareja se miró mutuamente, con una tierna sonrisa mandaron a su pequeña hija a su habitación para que los dejaran hablar a solas

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Hablaron por unos cuantos minutos, Shoto le había contado todo a la pareja, el cómo su padre los maltrataba a él y a su madre y cómo en muchas ocasiones estaba a punto de golpear a su pequeño hermanito. El rubio en ese momento se sentía impotente por las fuertes lluvias que no parecían que terminarían en esa noche, no podía creer que un hombre que sirve a la ley fuera un completo monstruo con su propia familia

- Por esta noche puedes quedarte aquí.. Dormirás en el sofá y mañana mismo te llevaremos con la policía para que denunciemos a tu padre- Dijo el hombre tocando el hombro del bicolor- Si tu madre y tu hermano hablan estoy seguro que los ayudaran

- Pero él es policía .. Jamás nos ayudaran-

- Mi esposo es abogado hijo, si la policía no hace nada él se encargara... no te preocupes .. Nosotros los ayudaremos- Contestó la peliazul tocando igual el hombro del muchacho, dándole una gentil sonrisa

Shoto se sentía extrañamente bien con esa pareja, parecías la familia perfecta, los padres perfectos que le habría gustado tener con Izuku...

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- ¡Eri! ¡Cariño ven a cenar! - Reunidos en la mesa todos se dispusieron a cenar, teniendo como invitado de honor al muchacho

- No te preocupes.. A partir de mañana tu vida será mejor, veras que serás feliz con tu hermano y tu madre - La mujer le sonrió amable al muchacho, dándole de comer en la boca a su pequeña hija

Esas palabras bailaron en su cabeza, sería feliz con su hermano y con .. ¿Su madre?. en verdad, el bicolor solo quería ser feliz con Izuku, merecía ser feliz con él, merecía ser feliz como esa familia. Miraba cómo esa pareja sonreía ante los juegos de la pequeña, miraba cómo esa hermosa pareja se miraba con amor, miraba a su alrededor viendo todo el ambiente colorido, Shoto quería tener un hogar así, un lugar feliz cómo ese, quería tener ese hogar para él y para Izuku, sabía que jamás encontraría un hogar tan hermoso como ese, era el nido perfecto... y tenía que acabar con algunas aves

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El fuerte sonido de un cristal contra el suelo despertó de golpe a la pareja de su sueño que les había contado conciliar por culpa de la lluvia, sabían que ese ruido no era por las fuertes aguas que caían o los truenos que estallaban de repente. Preocupados, se levantaron de su cama y salieron a inspeccionar, no podían ver nada ante la espera oscuridad que les daba la habitación que de repente se iluminaba por la intensa luz de los relámpagos, con la ayuda de su memoria lograron entronar el interruptor de luz de la sala para notar que el muchacho no estaba dormido en el sofá y este estaba perfectamente hecho, un escalofrió recorrió el cuerpo de ambos al escuchar esta vez el sonido de un rechinido, el cual venía del corredor, con lentitud caminaron para prender la luz, encontrándose con la más horrible escena que sus propios ojos podían presenciar

El ver a ese muchacho con una mirada desquiciada tapando la boca de su pequeña hija, y apuntando con un cuchillo de carniseco a su cuello mientras la pequeña apretaba con fuerza y miedo su patito de hule

- ¡¿Que estás haciendo?! , ¡Deja a nuestra hija!- Gritó con furia y miedo el hombre mayor

- ¡N-no puedo hacer eso! .. ¡V-verán! ¡Esta casa es perfecta para mí y para Izuku! pero ustedes están en ella y no puedo dejar que se entrometan - Shoto retrocedía teniendo a la niña la cual no dejaba de llorar y hasta patalear

- ¡Hijo, nosotros te podemos ayudar, Sólo!- La mujer fue interrumpida

-¡¡Cállense!!, ¡¡Ustedes no entienden!!.. ¡¡No saben lo que se siente el querer ser feliz con la persona que amas y no poder conseguirlo!!... Pero yo me encargare de que Izuku y yo seamos felices, ¡¡ Y si me tengo que deshacerme de ustedes, lo haré!! – Gritó desesperado, aprontando más el chuchillo contra el cuello de la niña

Pudo ver como el mayor se acercaba a él con velocidad

Con una sonrisa enferma empujo a la pequeña tirándola al suelo, con sigilo y rapidez se acercó al hombre rajándole el cuello de un sólo tajo, haciendo que la sangre le salpicara a la cara y este cayera derramando toda la sangre en el piso quejándose por el dolor y el miedo

Gritos de miedo y pánico por parte de la mujer fue lo primero que escucho, pero en ese momento a Shoto no le importaba nada. Había perdido la cabeza

" ¡Mátalo! ¡Termina con su sufrimiento!"

Obedeció a esa voz en su cabeza y clavó el cuchillo en la frente del Rubio, en su ojo izquierdo, en su pecho incontables veces hasta que toda la sangre salpicara en su cara y por todas las paredes, derramándose por el piso, los rayos contaron la energía, los relámpagos de esa intensa lluvia hacías resaltar la sangrienta escena y la fuerte caída del agua callaba todos esos gritos, que aunque gritaran por ayuda, nadie lo haría. Esa era su condena por haber escogido vivir en un piso tan alto y alejado

Shoto ignoraba por completo a la mujer mientras se divertía destrozando el cuerpo de aquel hombre, culpa de su descuido no noto cuando esta ya estaba a punto de salir por ayuda teniendo en brazos a la pequeña, pero fue más rápido y la tomó de sus largo y azules cabellos Jalándola hacia él

- ¡¡No por favor!! , ¡¡No nos lastimes!! ,¡¡Déjanos ir porfavo...!!- Shoto no quería escuchar sus suplicar y sólo le tapo su maldita boca. Como último acto de pánico la mujer rasguñaba con desesperación su mano

Le provocó heridas que Shoto ignoro, y simplemente se dispuso a rebanar por completo su cuello haciendo que toda esa sangre se disparara contra la puesta y salpicara también a la pequeña niña, traumándola tal escena. La mujer cayó sobre su espalda al ya manchado piso derramando toda la sangre que salía de su cuello

- ¿M-mami?... ¿papi? ... - los ojos de la pequeña se llenaban de lágrimas al ver a sus padres llenos de sangre y ver con un profundo miedo esos ojos que resaltaban entre la oscuridad y brillaban más ante la luz de los relámpagos

Sin importancia este la tomó de los cabellos haciéndola que se levantara mientras la miraba fijamente

- No llores... pronto estarás con ellos...-

La mirada de la pequeña se tiñó de rojo, todo su alrededor se volvía rojo, su frente le dolía demasiado, y no podía dejar de llorar y gritar mientras esos ojos de la miran sin ningún tipo de arrepentimiento

Shoto quitó el cuchillo de la frente de la pequeña tirándola al suelo junto al cadáver de su madre, miró las heridas que tenía en la mano y vio en dirección a los dedos de la mujer, se incoó a lado del cadáver y cortó cada uno de los dedos de la peliazul guardándolos en el bolsillo de su uniforme que se había vuelto a poner, listo para retirarse pisó por accidente un juguete que rechino al contando con su zapato, miró por un momento ese juguete, dándose cuenta que sería el regalo perfecto para su querido hermanito

- Este juguete ... estoy seguro que a Izuku le encartara... gracias por el regalo.. Eri-chan-

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La penumbra de la noche fue su cómplice, esa intensa lluvia su salvadora, haciendo que toda la sangre que tenia se derramara en las calles en donde él caminaba y se fuera con la corriente del agua por el alcantarillado, se refugió en un espeso y solitario bosque donde enterró aquel cuchillo, los dedos de esa mujer, la ropa que le habían puesto y la basura con algodones y curitas. Su psicótica y brillaste mirada fue acompañada de una diabólica sonrisa en su rostro, mientras terminaba de llenar de tierra esos objetos

Pero esa herida en su mano podía incriminarlo con su madre, miró su boscoso alrededor y de repente se azotó con fuerza contra los árboles, se golpeó a sí mismo y por ultimo azotó su propia mano con una roca

Volviendo a casa completamente herido y empapado por la intensa lluvia, siendo recibido por su preocupada madre la cual atendió todas sus heridas, no le reprocho nada, ni le preguntó por la sangre en su ropa o por las heridas en sus manos. Sólo lo mando a dormir a su habitación

Con la mano completamente vendada y dolida Shoto acaricio el suave rostro de su hermanito con el cual compartía habitación, este yacía completamente dormido en su cama. Conmovido por ese delicado rostro el sólo puso el pequeño juguete de hule debajo de su cama y se acostó a lado de su lindo hermanito para abrazarlo con dulzura y amor

- Ya encontré nuestro nido de felicidad Izuku ... y muy pronto estaremos en el...y seremos felices solamente tú... y yo -le dio un lento beso en la frente de su hermanito quedando profundamente dormido con él acurrucado contra su pecho

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