Con su pecho recostado sobre la cama, el desnudo cuerpo de Izuku temblaba con descaro ante el contacto de la lengua de su hermano sobre sus glúteos, jadeaba con fuerza ante las caricias de esa humada y caliente lengua que paseaba por todo el contorno de su recto. Dejando correr lágrimas de sus ojos ante las nuevas y pecaminosas reacciones de su anatomía. Era la primera ver que Shoto estimulaba su cuerpo de ese modo, de una forma tan morbosa; siempre lo estimulaba lamiendo otras partes de su cuerpo, pero esto era diferente. Era peligrosamente satisfactorio.

- Aah..Aah, Shoto.. ya no puedo - chillando contra la almohada apretándola con fuerza mientras el sudor resbalaba por su frente.

- Aah.. ¿Te gusta Izuku?.. - cuestiono con malicia mordisqueando el glúteo derecho del pecoso, provocando en este una involuntaria arqueada de su espalda.

Relamiendo sus labios con lujuria y deseo. Shoto se incorporó, acomodando su dolorosa erección entre esas lubricadas y rosadas nalgas gordas. Resoplo con dificultad dejando escapar un poco de aire caliente de su boca Introduciendo poco a poco y con delicadeza su erección palpitante dentro del recto de su amado hermanito. Disfruto de ver como la piel de su ano de abría ante la intromisión de su verga, como su saliva aun no era suficiente; y su hermanito se quejaba ante el dolor. Tantos años; aun que no los suficientes, y ese deliciosos culo seguía apretado. Talvez por eso, por que aún tenia el orificio de un joven y pequeño niño inocente.

- ¡Du-duele! - Sollozo el pecoso, Esta vez abrazando con fuerza la almohada que callaba sus lloriqueos; pues no se había recuperado del todo de su último encuentro.

- Se-seré cuidadoso Izuku, no.. no te lastimare..Aah..Aah ..¡Lo-lo prometo! - Apretando con fuerza las cobijas de la cama, Shoto contenía el querer atacar con fuerza a su pequeño amado. Aun si seguía molesto, no quería demostrarlo todavía.

Todo su cuerpo sufría de dolorosos espasmos al querer ejercer fuertes estocadas contra ese niño que lo apretaba todavía mas. Espero a que Izuku se acostumbrara nuevamente a su invasión, trataba de ser paciente, trataba de ser gentil, para hacerlo sufrir solo un poco por cuestionarle. Respirando con dificultad y soltando pequeños gruñidos, el bicolor giraba su cabeza en círculos sobre su cuello, Se contenía como nunca pensó volverlo a hacer una vez saboreo ese maravilloso cuerpo por primera vez.

Nadie podría atreverse a estar cerca de lo que era suyo, de lo que había marcado desde que lo tuvo en sus brazos. Izuku era solo suyo, suyo y de nadie más. Juro alejar a todo y a todos de él, y claro que pensaba cumplir ese juramento.

Moviendo con latitud sus caderas no pudo evitar soltar otro fuerte gemido de placer al sentir como su miembro se calentaba y endurecía cada vez más dentro de esas viscosas paredes, podía sentir perfectamente como esas rosadas pieles acariciaba todo el contorno de su glande, estimulándolo e hinchándolo todavía más. Su mirada se ensombrecía mezclada entre el deseo y la locura de ver ese precioso cuerpo temblar debajo de él. Mordisqueaba sus labios sonriendo con euforia al escuchar como los gemidos de su hermanito aumentaban todavía mas.

El decía que aun dolía, pero su interior le pedía a gritos que lo dominara con fuerza, que abriera su carne y llenara de su esperma su interior.

- Jamás dejare que seas de nade más Izuku. Eres mío.. solo mío - Divago en sus palabras recostando su pecho contra su suave espalda y oler el delicioso perfume lavanda de su nuca - Te amo Izuku..te amo.

-¡A-Aah!.. ¡Sho-shoto! - Perdido entre el calor de su propio cuerpo y el cuerpo ajeno sobre él. Su mentón fue apretado con una delicada fuerza: Dejando ver la belleza de sus pecosas y rojas mejillas, sus labios suaves y el brillo lujurioso de sus ojos, producto de sus propias lagrimas.

No dijo nada más, pues sus labios fueron silenciados por la lengua de su hermano que lo besaba con desesperación, sin el atrevimiento de querer soltarlo o dejarlo respirar. Sus bocas se alejaron solo para que el pecoso obedeciera las órdenes de esa dominante mirada heterocromatica. Asintiendo con dificultad, Izuku soltó la almohada que abrazaba con fuerza y puso sus brazos en los costados de su cabeza, sintiendo como las fuertes manos de su hermano apretaban sus muñecas dejo escapar un sonoro gemido en cuando ese hinchado glande termino de chocar con su próstata. La primera estovada no fue nada gentil como Shoto lo prometió, así tampoco fueron las siguientes.

Sin contener su sonrisa llena de locura y pasión, Shoto se movía con más intensidad. Provocando que su niño no solo gimiera, si no que gritara de dolor. No le importaba ya si sus vecinos en la planta baja los escuchaban. Quería que todos los oyeran, quería que todos se enteraran que ese pequeño pecoso era suyo y que no le pertenecería a nadie más que a él. Su cuerpo, su alma y su mente eran solo suyos.

Quería que esa noche.. se llenara por completo con los gemidos de su hermanito.

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Sentado completamente solo en el aula al esperar que su hermano viniera por él para almorzar. Izuku no podría dejar de pensar en la formas que Shoto había actuado la noche anterior, Prometió ser amable y cuidadoso, pero al tenerlo donde quería volvió a ser violento como la ultima vez. Le dolía, tenia miedo. Pero aun así se sentía mal, se sentía culpable al pensar que Shoto solo lo había hecho de ese modo al molestarle, por cuestionarle; cuando en realidad él solo quería protegerle de aquellos que podrían aprovecharse de el por ser tan.. estúpido.

"Solo pensé que no serias tan estúpido"

Fue muy hiriente pero tal vez lo era. Después de todo, ¿Nadie puede llegar a tener un amigo de la noche a la mañana, verdad?, era algo patético de pensar. Porque ni siquiera sus propios compañeros le hablaban a menos que fuera algo relacionado con la materia que su hermano ejercía.

Esa era una señal...

No tenía amigos, nadie en el mundo querría ser amigo de un niño tan patético que vivía siempre bajo la sombra de su hermano mayor. Alguien que por su propia cuenta no seria capaz de existir.

Su cuerpo rápidamente se exalto, escapando de sus pensamientos en el momento que un par de manos ajenas apretaron su vientre detrás de él, Sabía que era Shoto, pero ante la sorpresa su cuerpo reacciono con miedo.

- ¿Te asuste?- El mayor susurro divertido dejando escapar una ligera caricia contra su oído.

- N-no - Respondió cohibido ante los cosquilleos de su cuello traicionero - Sho-shoto.. N-no deberías hacer eso aquí..

- ¿Hacer que?.. - cuestiono con malicia depositando un beso en el cuello del menor- No hay nadie aquí..

Dijo para lamer con descaro el contorno de ese terso cuello que comenzaba a erizarse, provocando que su niño dejara escapar un pequeño gemido que rápido silencio con sus manos. Efectivamente, nadie estaba cerca. Todos se encontraban en la cafetería o en otra parte de la escuela. No le importaba exactamente, solo le importaba saber que el aula estaba vacia como para darle a su amado hermanito un poco de cariño.

- Solo quero disculparme por como actué anoche... ¿Dejarías que me disculpe, Izuku? - Siseo con malicia, a lo que Izuku simplemente no pudo negarse.

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- No está en ningún lado - Dijo Eijiro estirando un poco el cuello buscando a Izuku en toda la cafetería.

Él, junto con su pelimorado amigo se encontraban sentado en una mesa en medio de la cafetería, dejando un lugar reservado para el joven de rizos y así comiera con ellos.

- No lo culpo por no querer venir..- Opino Shinso un poco asqueado por lo que tenía en su charola. Habían llegado tarde y solo lograron alcanzar las sobras del almuerzo de ayer.

- Tienes razón..- apoyo el pelirrojo pellizcando con su tenedor la rara mezcla entre papas y acelgas de su plato - Mejor comprare algo de la máquina - Dijo para levantarse de la banca en la que estaba sentado.

- Cómprame algo a mí también - Pidió Hitoshi apartado con asco su charola de él.

Kirishima asintió con gracia para después salir de la cafetería. Con las manos en los bolsillos de su pantalón camino tranquilo entre el silencio de los pasillos. Si tenía pensado comprar algo, pero también pensaba buscar a Izuku, pues ese pecoso había despertado su curiosidad. Le era simplemente curioso el que Izuku actuara de una manera tan diferente; No noto mucho de él al igual que Hitoshi, pero si notaba que su voz temblaba cuando hablaba de su hermano.

"¿Tal vez Sensei en muy duro con él?"

Pensó en breve cuando recordó las señales que su amigo había notado en el pecoso, ¿Tal vez lo educaba para que aprenda a ser independiente?, ¿Quizá por eso leía un libro de cocina?. Aunque no tendría mucho sentido ya que Izuku les había dicho que Shoto siempre fue sobreprotector con él, que siempre lo cuidaba desde que sus padres murieron, incluso desde antes de ello. Por ende le era imposible pensar que Sensei Todororki quisiera que Izuku fuera independiente a tan corta edad. ¿Talvez era por tomar un papel de padre que no le correspondía y por eso era exigente con el pecoso?, No estaba muy seguro.

Respiro profundo ante todas sus dudas, la cabeza le dolía por tanto pensar; no usaba lo suficiente su cabeza en la escuela como para sentirse detective ahora.

- Ese es el trabajo del Tío de Shinso - Balbuceo.

Antes de que sus pasos continuarán, un pequeño crujido le había detenido. Giro su cuerpo rápido al pensar que Shinso estaba detrás de él y quería gastarle una broma.

Pero no había nadie.

- ¿Qué raro?..- Murmuro para así continuar sus pasos hasta el aula de su nuevo amigo - Izuku estara...

No hablo en alta voz al abrir la puerta. Pues de haber sido así, la pareja que se besaba tan acaloradamente envuelta en una de las cortinas del aula. Lo hubieran escuchado.