Transcurrido una semana Izuku había pasado desapercibido tanto en su propia aula como en la escuela misma, yendo y viniendo solo con la compañía de su hermano mayor que siempre estaba con él, ayudándolo y animándolo al comprarle sus dulces favoritos de la máquina expendedora e invitarle todos los días durante el almuerzo una pequeña caja de leche, pura o de vainilla, siendo el delicioso sabor de la mezcla entre lácteos y la esencia dulcera su favorito.

- ¡Si! - Exclamo feliz el pecoso al poder alcanzar a tiempo un poco de katsudon

Sentándose en una mesa apartada en la cafetería con su hermano, Izuku estaba un poco más animado pero esto solo cuando estaba bajo el cuidado de shoto ya que sus compañeros al saber que eran familiares todos se apartaban del pecoso y no le dirigían la palabra ¿Por qué?, simple, por el hecho de ser el hermano del profesor más gruñón, odioso y despreciable de la escuela. El bicolor se había ganado ese título entre todos sus alumnos y claro que eso no le molestaba al contrario, era mucho más maldito con ellos para que no solo ese odio fuera hacia él, sino que también repercutiera en Izuku.

No estaría mal que un par de niños rencorosos fueran en contra del pecoso, lo acorralaran y le amenazaran, después de todo ahí estaría shoto para salvar a su pequeño hermanito y quedar como un héroe ante sus divinos ojos.

Hipócrita era cada vez más su sonrisa cuando compartía tiempo con su hermanito, verlo comer bajo su ala y protegiéndolo de cualquiera que osara mirarlo, estaba feliz de que su pequeño hermanito fuera un marginado sin amigos, eso era perfecto para él, simplemente perfecto.

- Buen provecho izuku.. - dijo con una tranquila voz dando su primer bocado a su plato de soba frio

- ¡Provecho! - Exclamo contento el pecoso para darle su primer bocado a su comida

Comieron tranquilos por un par de minutos, shoto veía como su pequeño hermanito comía gustoso y como unas cuantas migajas de arroz quedaban en su pecosa cara, Desesperadas eran sus ansias de tomarlo del mentón y lamer esas migajitas como cuando este era un niñiño, pero se contuvo, estaban completamente rodeados por escandalosas y hormonales multitudes de mocosos, Respiro profundo enfriando su cabeza y relajarse, pero su tranquilidad duro poco al escuchar el timbre de la escuela en señal de que el almuerzo había terminado

"Mierda"

Pensó para sí mismo para ver como su hermanito comía más rápido hasta dejar su tazón vació, eso le pareció completamente extraño pues siempre les daban diez minutos de tolerancia a todos los alumnos en cada clase, aunque él no seguía esa regla.

- ¿Porque comes tan rápido?- pregunto con duda sin dejar el tono tranquilo de su voz

- La clase que sigue es con la Señorita Takeyama y me dijo que quería hablar conmigo antes de que comenzara -contesto el pecoso algo apresurado para levantarse rápido - ¡te veré a la hora de la salida shoto!

Izuku se despidió rápido dejando su charola en la mesa para comenzar a correr en dirección a su salón sin haber notado la mirada penetrante entre tics de Shoto que miraba desesperado como se alejaba.

Se iba de su lado, corría lejos de su lado.

"¡¿Porque quiere hablar ella contigo?!.. ¡¡¿Porque estas tan desesperado por ir con ella?!!"

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Con cinco minutos de retraso para hablar con su maestra, el pecoso abrió rápido la puerta para encontrarla sentada detrás de su escritorio tranquila sin ninguna ansia o molestia y en cuanto ella noto su presencia solo le dio un alegre y amable saludo.

- P-perdone la tardanza sensei...- contesto apenado caminado hasta el escritorio

-Oh, tranquilo Izuku, tus compañeros ni siquiera han llegado - El pecoso se sonrojo un poco ya que le parecía lindo que alguien además de su hermano lo llamara por su nombre- Acércate un poco más..quiero hablar contigo de algo

- S-si.. - tímido asintió con la cabeza para dar unos cuantos pasos más al escritorio

-Izuku..¿Te está contando socializar no es así?.. Es que. Tú siempre estas a lado de Todorki-San ..y no digo que sea malo. Su relación de hermanos se nota que es muy unida pero... debes aprender a socializar un poco más .. Estarás aquí por un largo tiempo y no es bueno que estés siempre solo o en compañía de ti hermano - Seria pero amable la nombrada Takeyama miro preocupada como ese pecoso se cohibía al mencionar que debía ser más sociable

- B-bueno.. Es que .. No estoy muy interesado en hacer amigos, Sensei - Mentía pues si decía que era ignorado por sus compañeros ella tomaría represalias y las cosas solo serían peores

- No digo que seas amigo de toda la escuela.. Solo de algunas personas.. Así que.. Como no te inscribiste en ningún taller.. Me atreví a inscribirte al de carpintería..-

- Pero yo no sé nada de carpintería..- contesto bajando la cabeza tímido sin notar que su maestra se había levantado de su escritorio y camino directo con él

Noto su presencia cerca de la suya en cuanto sintió el delicado toque de sus manos contra sus dedos, Sentía un ligero apretón cálido que le transmitía seguridad y preocupación, sentimientos suaves como un amor maternal, sonrojado levanto la mirada para encontrar los hermosos ojos purpuras de su asesora que lo miraban con preocupación y ternura.

- Izuku..Eres un chico muy amable y alguien como tu es un amigo muy especial.. Es bueno tener unos cuantos amigos aparte de tu hermano ...lamento mucho si soy entrometida.. Pero recuerda que tu hermano no estará siempre contigo.. y debes aprender a hacer las cosas por tu propia cuenta... y.. Un método perfecto para ser alguien independiente en el futuro es a hablar con los demás.. Esto te servirá.. ¡Ya verás! - la mirada del pecoso e ilumino cuando esta le regalo una animada sonrisa

Cálida, una sonrisa cálida, la misma sonrisa que seguramente su madre tendría y que poco a poco comenzaba a olvidar.

"¿Mamá.. Me habría dicho cosas tan bonitas como ella?"

Se preguntó algo decaído aun sintiendo esas cálidas manos tocando sus dedos, no quería preocupar a su maestra, era tan amable, tan dulce y divertida que si algún día shoto llegara a aburrirse de él, no le molestaría que prestara interés en una mujer tan hermosa como ella. Alegre, le regreso la sonrisa a su maestra y le agradeció mucho por su preocupación.

En toda su charla, ninguno de ellos noto la parecencia de una sombra que los veía del otro lado de la puerta y se alejaba poco a poco una vez los alumnos iban acercándose al aula.

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Pasaron las horas escolares y en casa la habitación de la pareja de hermanos se llenó de jadeos y gruñidos acompañando de un fuerte choque de pieles y llantos de dolor.

- ¡Tsk! - Una fuerte estocada más de parte de shoto que lastimo los interiores de su hermano

- ¡Aah! ¡¡Shoto ya basta!! ¡¡Duele!!- rogaba su pobre hermanito boca abajo llorando por el insoportable dolor

Insensible por sus celos enfermos y posesivo el mayor se recargo sobre ese pequeño y débil cuerpo debajo de él y golpeo la zona de su próstata con más fuerza provocando que las pequeñas cantidades de sangre que salían de la entrada de izuku mancharan las blancas sabanas de un intenso color rojo, gruñía con fuerza contra el oído del pobre izuku mientras este lloraba por el dolor de ser lastimado y tomado sin cuidado. Por ser violado

- ¿¡Crees que me tragare ese cuento del estúpido taller?! ¡¡¿Porque demonios estabas tan apurado de ir con ella!?- gritaba furioso ejerciendo más fuerzan en sus estocadas al punto de querer desgarrarlo

- ¡¡Por eso!! ¡Por el taller! ¡Lo juro! - contesto izuku entre llantos apretando con fuerza las sabanas

Enfermo, Shoto quería verlo a la cara y ver de frente sus palabras llenas de mentiras, Se enderezo para salir de él dejando que la sangre y semen escaparan del ano del pecoso y en un solo movimiento lo volteo para ver ese triste y temeroso rostro cubierto de lágrimas

-¡No te creo! ¡Me estas engañando con ella! - exclamo demente apretando con fuerza las muñecas de su hermanito

- ¡No es verdad! ..¡No es verdad!- grito removiéndose en ese apretón que lastimaba su delicada piel, llorando con más fuerza

Como una daga que se incrustaba en su cerebro shoto reacciono a lo que estaba haciendo viendo de arriba a abajo el cuerpo desnudo y tembloroso de su hermanito y ver al final como su miembro estaba manchado de sangre

-¿Izuku?- soltó rápido las muñecas del pecoso para esta vez abrazarlo con desesperación-¡Izuku por favor perdóname!

Con miedo por la repentina actitud del mayor izuku trato de alejarse de su agarre pero shoto no se lo permitió ejerciendo más fuerza en su abrazo sin la decencia de querer soltarlo

- Nmm- se quejó de dolor

- ¡Perdón! ¡Perdón! .. ¡E-es que no quiero que me dejes!.. El simple hecho de pensar que estas con alguien más me pone así de agresivo... ¡lo siento!.. Lo siento..- culpable, se apartó un poco para palpar los glúteos de su pecoso- ¿T-te duele?

-¡Tsk!.. M-me duele mucho... - contestó con la voz temblorosa comenzando a llorar otra vez

"¡¡¿Mira lo que le has hecho idiota?!!..¡¡Lo lastimaste!! "

"Pero"

"¡No es culpa de él! ¡Esta vez no! ¡Es de ella! ¡Ella es la culpable!

"Ella tiene la culpa"

Su conciencia tenía razón, izuku, su pobre y tierno izuku no era el culpable, era ella, era esa zorra que trataba de seducirlo, no pudo con él y ahora trataba de hacerlo con su pequeño hermanito, pero no lo permitiría no la dejaría, ante de eso, la mataría.

Con cuidado limpio el pequeño cuerpo de su hermanito y todo el horror que había hecho con él en la cama , disculpándose cada segundo hasta que este le volviera a sonreír y lo perdonara, no se alejó de él en ninguna milésima de segundo, cargándolo desde el baño hasta la cocina y de la cocina hasta la habitación dándole pastillas cada vez que él se las pedía para aliviar su dolor, siguió así toda la noche hasta que vio cómo su hermanito se quedó completamente dormido entre sus brazos más por la injerta de pastillas que por causa natural, Estaba decidido, no dejaría vivir a esa maldita un hora más.

Con extremo cuidado se alejó de izuku y se levantó de la cama para ponerse lo primero que encontraba en la nocturna penumbra de su cuarto, miro de nuevo a su pequeño ángel cuidando que este no despertara y al verificar que estuviera dormido salió de la habitación caminando hasta la cocina y tomar un pequeño cuchillo que podía encender fácilmente entre su ropa ya desesperado fue rápido hasta la puerta de su departamento estando a punto de abrirla

"No lo hagas"

Se detuvo en seco al escuchar los susurros, mirando directo a esas siluetas estáticas paradas detrás de él, sonrió, fue lo único que hizo, sonrió de una manera tan desquiciada que su rostro cicatrizado parecía el de un demonio, giro lentamente la perilla de la puerta como una burla ante esas siluetas y salió sin importarle las continuas voces en su cabeza que le decían que se detuviera.

"No lo hagas"

Una vez fuera visualizando a la oscuridad que sería su cómplice, sacó del bolsillo de su pantalón su teléfono celular y marco al número que ella misma tan ofrecida le había dado, para esperar en la línea solo por unos minutos

- ¡Hola Yu!... ¿Oye?..¿Aun?.. ¿Está en pie lo de la cita?... -