#Nueve.

Al día siguiente, me levanté antes, desayuné muy temprano y le dejé una nota a mi papá diciéndole que un Profesor quería reunirse con los alumnos para discutir sobre las fiestas de Diciembre, que ya estaban próximas -aunque faltara exactamente un mes-

Lo que quería, era no ver a Charles. Al menos, por ahora.

Caminé a paso rápido hasta la parada del bus, pero antes de llegar vi que de nuevo, la calle estaba cerrada. Las luces rojas y azules de la policía estaban encendidas, llamando mucho la atención. 

¿Otro asesinato?

Los Oficiales se aseguraron de mantener a la gente alejada de la escena. Otra vez vi las cintas amarillas con las letras negras impresas en ella. Y ahí, en el suelo recargada contra la pared estaba el cuerpo. Lo reconocí al instante; era Elizabeth. 

Era imposible no recordar sus rubios cabellos y la ropa blanca que vestía ayer, ahora manchada de sangre. 

- ¿Ya reconocieron el cuerpo? - escuché al oficial que estaba cerca mío.

- Sí, ella es la chica que desapareció hace dos años. Aparentemente la última vez que se le vio fue cuando salió de una fiesta... iba con un chico.

- ¿Un chico? Vaya - meneó la cabeza a ambos lados - ¿Que hay de él? ¿lo interrogaron cuando se dio al noticia de desaparición?

- Eh, no, el joven no fue encontrado, al parecer sólo estaba esa noche. El nombre de ella era Elizabeth Carolina... - revisó las hojas en sus manos - Vaya, sus apellidos no están, pero es la misma chica, mira - le dio la foto a su compañero de trabajo.

- Ah, sí, es la misma... ¿Ahora el asesino nos resuelve los casos de personas desparecidas? 

¿Asesino?

Sentí que se me helaba la sangre al escuchar sus palabras. ¿Estaban hablando del mismo asesino?

- ¿Encontraron huellas dactilares?

- Sí, son las mismas que estaban en los anteriores cuerpos. Definitivamente es el asesino de hace semanas - afirmó.

- Mierda - susurré.

Retrocedí despacio y luego corrí en dirección contraria a la escuela. No podía ir ahí ahora, sabía que con seguridad me encontraría a Charles y tampoco quería ver a Marc en estos momentos; él no me entendería si llegaba a explicárselo. No iría a casa. Ése sería el primer lugar que Charles revisaría en cuanto se diera cuenta de mi ausencia.

En su lugar corrí con dirección a la carretera, tomaría un taxi y me iría a dónde él no tenía idea. Había un lugar que Charles no sospecharía nunca, jamás lo pensaría. 

Me di cuenta de que había llegado a la carretera cuando el sudor me corría por el rostro y mi respiración era agitada. Vi el auto amarillo y no dudé en hacerle la parada, subí y le di la dirección al chofer. 

- Lo más rápido que pueda, por favor - le dije al hombre.

- Señorita, me temo que si voy más rápido, el auto consumirá más gasolina - respondió, sin voltear a verme.

Rodé los ojos, tomé la mochila y saqué mi monedero, conté.. uno, dos, tres, cuatro... 

- Cino billetes - se los di y los tomó - ¿Con eso es suficiente?

- Lo es - dijo después de contarlo - Es más que suficiente.

- Entonces avance rápido, por favor.

Me recargué en el asiento y respiré profundo mientras sentía como aumentaba la velocidad del auto. 

No era necesario llamar a papá, el piensa que estoy en la escuela. Cuando sea hora de salir, le enviaré un mensaje diciéndole que me quedaré en casa de Marc a dormir y luego le pediré a mi mejor amigo que le confirme aquello.

Al cabo de media hora ya había llegado a mi destino. Agradecí y bajé del auto. Observé el lugar dónde me encontraba.

La playa. Recuerdo que hace un tiempo, mis padres -cuando mamá y mi hermana vivían- compraron una pequeña casa en la playa. Solíamos ir ahí cada fin de semana a simplemente estar cerca del mar. Aunque estar aquí me llena de recuerdos tristes es el único lugar donde pudo estar tranquila hasta el día de mañana.

Caminé por la orilla de la playa a paso lento. Subí el gorro de mi chamarra y guardé mis manos en las bolsas de ésta.

Por suerte no había olvidado su ubicación a pesar de que desde que falleció mi hermana y mi madre, no volvimos a venir.

Yo definitivamente no quería volver a ver a Charles... tenía miedo de él.

Vi cómo se comportó con esa chica en mi casa. Sé que él no es humano y era obvio que por su... condición no se comportaría como una persona. Era de esperar que en algún momento atacaría alguien, le haría daño. Él mataría.

Solo que jamás pensé que lo vería con mis propios ojos.

Me di cuenta de que el sonido de las olas había disminuido conforme más caminaba, lo que significaba que casi llegaba a la casa. Levanté la vista y la vi.

Pequeña y con sus paredes de ladrillo. Un techo en pico y en un lado de éste, estaba la chimenea-por ahora apagada- no tenía patio pero si una banquita afuera para tomar asiento por las tardes, como solíamos hacer.

Me acerqué y debajo del tapete saque la copia de la llave. Abrí la puerta, entré y la cerré detrás de mi.

La sala de dos muebles de dos asientos estaban empolvados, aún con el libro abierto que dejé hace años. La última vez que estuve aquí, fue cuando mamá murió.

Sacudí la cabeza intentando olvidar aquellos recuerdos dolorosos. Lanzé la mochila cerca del sofá y fui por un trapo a la cocina -uno que no tuviera polvo- y con él limpié el mueble.

Una vez que estaba libre de polvo, le coloqué una sábana blanca que encontré dentro de una bolsa y me senté ahí.

¿Debería idear algo para que papá y yo salgamos de la ciudad? No, eso me parecía algo extremista.

Recordé a Elizabeth, su rostro asustado por Charles y él molesto a punto de matarla. Y yo, en el suelo observando todo sin decir ni hacer nada.

Así como vi a Charles ese día ¿Cuando fue? ¿Ayer?

¡Por dios! ¿Eso sucedió ayer? Bueno eso explicaría el por qué tengo tan fresca la imagen de Elizabeth.

Creo que Charles si es capaz de hacerle peor daño a las personas. Él de verdad pudo matar a esa gente. Intentó matarme a mí de hecho.

Bueno, otra razón más para alejarme de él. Pero, Charles no me hará daño mientras yo no diga nada sobre lo que es.

Cerré los ojos un momento para intentar olvidar todo, sin darme cuenta, me quedé dormida.

☠️🥀

Miré la puerta por enésima vez, esperando verla entrar, pero nada. Revisé mi móvil, buscando una llamada o un mensaje suyo... nada.

- Muy bien, ahora repasaremos las posiciones para el dibujo que hicieron en equipos la semana pasada ¿Traen sus notas? - escuché al Profesor.

Me di por vencido y guardé el teléfono en el bolsillo de mi pantalón.

Debería prestar más atención a clases. Así que levante la mochila y revise el trabajo que pedía el profesor, sin embargo el cuaderno que decía no lo tenía yo. Él acababa de decir que era en equipos y mi equipo era exactamente Ashly y Ashly no estaba en clases. Rodé los ojos con fastidio y me acerqué a el Profesor.

- Disculpe ¿Podría salir un momento? No me tardaré mucho - le dije.

- De acuerdo, que sea rápido Marc.

- No tardaré, gracias.

Tomé la mochila, la colgué al hombro y salí de clases, caminé hasta la salida del Instituto. Iría a casa de Ashly por su cuaderno.

En el camino intenté de nuevo llamarle pero me mandó a buzón de voz. Colgué.

Para mi suerte, ella vivía a no más de veinte minutos del Instituto, por lo que solo tuve que cruzar unas cuantas cuadras antes de llegar. Ashly y yo teníamos tanta confianza entre nosotros que ambos nos dimos una copia de la llave de nuestras casas.

Así que solamente la saqué de mi cartera y abrí el candado del pequeño portón principal, entré y caminé hasta la puerta. Ingresé la llave, pero apenas abrí, alguien más estaba abriendo la puerta del otro lado.

- ¡Jesús!

- ¡Diablos! - exclamé.

Mi corazón latió con normalidad cuando vi que se trataba del padre de Ashly.

- Oh, señor Tobos - coloqué una mano en mi pecho - No asuste así a la gente - negué con la cabeza.

- Oh, Marc eres tú - abrió más la puerta - Pasa, anda... olvidé que tienes una copia de la llave.

- No se preocupe - pasé - Sólo vengo por un cuaderno que Ashly olvidó ¿Puedo pasar a su habitación?

Hubiera entrado hasta ella si no me hubiera encontrado con papá, pero, me encontré a su papá y debo pedirle permiso.

- Adelante pasa, yo ya estaba por irme... ah, cierra la puerta cuando salgas, por favor.

- Si señor, no se preocupe.

- Bien, nos vemos.

- Que le vaya bien señor Tobos.

- Es Hugo, Marc, te conozco desde hace años - dijo antes de cerrar la puerta y retirarse.

Bueno, jamás me sentí cómo hablándole de "Tú" Me encogí de hombros y fui hasta la habitación de Ashly. Tal como y el padre de mi amiga dijo, nos conocemos desde hace casi diez años.

Abrí la puerta de su habitación y busque con la mirada el cuaderno. Dejé mi mochila sobre su cama y rebusqué entre el estante de sus libros.

Ella siempre cambia de lugar en donde coloca sus cosas.

No estaba en el estante, así que me fui hasta sus cajones.

Revisé en el primero sin éxito alguno, abrí el segundo. Quité un par de carpetas y vi el cuaderno de pasta beige.

- Aquí estás - lo tomé y abrí para asegurarme de que sí era.

Vi las páginas, todas con escritos que no entendía ¿Estaban en otro idioma? Sabía que Ashly estaba aprendido alemán en línea pero ¿De verdad escribía de esta forma?

Estaba por cerrarlo, ya que no me gustaba revisar sus cosas personales -si es que lo eran- pero algo llamó mi atención. Fue un nombre en realidad.

Charles.

La manera en que lo escribió mostró cuan desesperda estaba en ese momento. Las líneas chuecas y los trazos hechos con fuerza. Noté también unas marcas de agua secas ¿Lágrimas?

Lo leí.

Mi sorpresa se convirtió en horror al comprender las palabras escritas. Dejando de lado si lo creía o no, parecía real lo que decía.

Tan real que hasta podía sentir el miedo mismo.

¿Ashly lo escribió solo por que sí o de verdad Charles intentó matar a alguien aquí, en su casa?

Según esto, el alumno nuevo era ¿Qué? ¿Un vampiro? Imposible.

Tenía que hablar con Ashly al respecto.


-karimodelarosa.

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