CAPITULO 6

Britany al enterarse de quién lo hizo le dió una bofetada ya que como había dicho antes ella se lo merecía y no le importaba o dolía, el hecho de que llorara o se retorciera era porque le dolía que su madre, la persona que se suponía que más la amaba, la odiaba en realidad y disfrutaba con el dolor de la niña que juro amar pero ese dolor no era hasta ahora físico.   

Ahora le estaba agradecida ya que eso la hizo cada vez más fuerte y ya no sentía el dolor físico el único que era capaz de matarla era el odio, tristeza, agonía, envidia, celos, ira y por supuesto arrepentimiento todos ellos metidos en el pequeño y frágil corazón de la princesa guerrera que se suponía que era la más fuerte, rápida, ágil, inteligente y talentosa para más que la batalla pero eso no cambiaba el hecho de ser débil, lenta, torpe, tonta y buena para nada más que para ser una máquina despiadada para matar.
Por supuesto, nadie sabía de estos sentimientos aún estaban cubiertos con una barrera impenetrable de hierro solo una persona era capaz de romperla y descubrir los secretos que esta escondía la pregunta era, ¿Quién és esa persona?... por supuesto no la había encontrado pero pensaba que tal vez pero solo tal vez esa persona era... Nathaniel.

Ella creía que era él ya que era el hombre perfecto ojos azules, alto, fuerte, rubio, pálido pero menos que Castiel, amaba los gatos, odiaba a Castiel, era honesto, caballeroso y amaba los colores azul y blanco con lo cual era perfecto.

Castiel era todo lo contrarió odiaba los gatos, amaba los perros, odiaba a Nathaniel, era mentiroso, charlatán y amaba los colores rojo y negro, lo que los dos tenían en común era su amor hacía Britany y el odio el uno por el otro por esa y mil razones se odiaban a muerte.

Britany estaba en su habitación cuando vió en los paisajes de la parte trasera del palacio a Castiel y a Nathaniel discutiendo asi que para ver que sucedía más detalladamente fue hasta allá.

-ACASO ERES IMBÉCIL, ELLA SE MERECE A ALGUIÉN MEJOR QUE UN CHARLATÁN QUE LA AGOBIE TODO EL TIEMPO- gritó Nathaniel.

-A SÍ PUES VAMOS A VER QUIÉN ES EL QUE PUEDE SEGUIR LUCHANDO POR ELLA- cuando terminó se enfrentaron pero antes de que pudiera empezar vieron a Britany muy molesta.

-¿Qué es lo que creen que están haciendo?- dijo con las manos cerradas en sus caderas bastante molesta.

-...Lo escuchastes ¿verdad?- dijo Castiel al verla porque él aún no le había dicho que estaba enamorado de ella y tampoco planeaba decírselo, pues eso lo hizo sentirse incómodo.

-Sí, y si van a pelear lárguense-

-Perdone, princesa, el idiota de aquí cree que puede ganar su-- Castiel antes de que pudiera decir otra palabra le tapó la boca, obviamente, Nathaniel le dio un puñetazo en el estómago.

-Ustedes dos siempre están peleando, Castiel siempre busca pelear conmigo y contigo, ja, vaya si que eres un charlatán- no pudo ocultar unas risitas pero al darse cuenta de esto miro hacía otro lado sin embargo ellos ya se habían percatado, Castiel la miro con una sonrisa leve y Nathaniel con confusión ya que no pensaba en la pequeña posibilidad de que ella le gustase Castiel y tampoco planeaba aceptarla.

-Britany ¿porque te reistes? es una sorpresa viniendo de ti furiosa- preguntó Castiel en un tono burlón.

-Porque eres tonto-

-Jeje, sí, sí , oye...¿qué entendistes con lo de hace unos minutos?- dijo poniendose serio.
-...Nada, nada e-en serio- dijo nerviosa ya que no quería pensar que él estuviese enamorado de ella.

-Agh, mierda- dijo Castiel bastante frustrado y despeinandose.

-Jajajaja, ¡menos mal! ya era hora de que supiese la verdad, Britany, elige él o yo- dijo Nathaniel decidido.

-¿Sabes? ahora, en este instante, preferiría a Castiel él no me obliga a elegir- dijo muy molesta y luego le dió una bofetada limpia.

-Ai~, eso duele ¿verdad? ¿porqué me metes en tus estúpidos juegos?- dijo Castiel para provocarlo.

-Porqué eres estúpido y además la amas ¿verdad?-

-Claro que la amo nos criamos juntos, somos como hermanos- dijo Castiel mintiendo una vez más y marchandose sin decir ni una palabra más.

-Como vuelvas a ponerme en esa posición no voy a ser generosa-        
-Perdón, mi reina-

-Más les vale que esto no se vuelva a repetir- así salio a sus aposentos. La reina ya no le hacía nada ya que los guardias siempre la estaban vigilando y aunque fuera la reina no se lo permitirían.

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