CAPITULO 3
Ese mismo día los guerreros, y sus comandantes, estuvieron planeando un ataque al reino de Narwhal y al de Szyniec para el anochecer de el día siguiente.
Cuando terminaron, Castiel estaba preocupado ya que Britany perdía el control cuando peleaba y daba bastante miedo porque ella sonreía de una manera que espantaria hasta el más valiente del mundo el único que se quedaba al lado de ella era él ya que él sabía que ella no era ella misma en esos momentos por esa razón él no le temía.
El día de la batalla llegó pero aún no era hora, se estaban preparando y repasando el plan.
-¿Entendieron?- preguntó Britany
-SI,SEÑORA- dijeron al unísono todos los soldados.
-Bien- dijo Castiel muy serio.
Cuando llegó la hora, los tomaron por sorpresa. Britany como de costumbre fue quien más asesinó ya que siempre perdía el control. Para ellos era costumbre contar a cuantos había asesinado. Castiel había acabado con la vida de 1000 personas y Britany 3000 con lo cual ellos ganaron la guerra. Ellos tenían la costumbre de hacer un funeral a los que no pudieron volver a su hogar, pero Britany en el instante que acababa el funeral iba a su habitación.
Castiel al saber lo que pasaba decidió seguirla a ver que sucedía después de perder el control.
Después de un rato la vió con la cabeza en sus rodillas y abrazando sus piernas, llorando y pidiendo perdón en su ventana.
Al ver eso decidió entrar sin pensarlo dos veces. Ella cuando lo vió se quedo muda, él en cambio le preguntó instantaneamente si estaba bien pero lo que logro fue enfureserla.
-¿QUÉ HACES AQUÍ?- preguntó mientras se secaba las lágrimas.
-Es que me... - dijó pero no lo terminó ya que no quería admitir que se preocupó por ella- intereso si enserio eras una llorona y sabes... ya sé que sí soy más fuerte que tú- dijo de forma burlona para molestarla y ver si se animaba un poco.
-Lárgate quiero estar sola- dijo acomodándose otra vez a la posición en la que estaba y mirando hacia afuera- como siempre- murmuró sin embargo él lo escuchó.
-Que idiota eres, medio reino estaría dispuesto a casarse contigo y no por el poder- dijó riéndose sin embargo no le hacia gracia ya que él era uno de los susodichos.
-Sí, lo sé, pero digo que estoy sola porque nadie me conoce ni siquiera yo misma, bueno ya ves que hasta mi madre me odia, je, con eso te lo digo todo, por cierto... ¿desde cuando somos amigos?- dijo desanimada pero luego terminó por reirse.
-Jeje, ¿no lo hemos sido siempre?-
-No y no te ilusiones seguimos sin serlo-
-¿Yo? jeje, núnca-
-Bien,ahora vete-
-Eres muy bipolar, pero si eso es lo que desea idiota, digo princesa- dijo postrandose en forma de burla como mayormente lo hacía.
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