Unos minutos después ella se encontraba pensando cuando su madre, la reina, la llamó. Se asustó muchísimo ya que le tenía miedo.

-V-VOY M-MADRE- gritó nerviosa.
Ella no sabía que Castiel seguía escuchando. Él muerto de intriga decidió entrar e investigar el porque la mujer más fuerte, que se conocía hasta ahora, le tenía terror a su madre que era una mujer mayor.

Cuando se metió al castillo se quedo frente la puerta de la habitación de Britany viendo asi a Britany medio desnuda cubriéndose los pechos llorando mientras la reina le daba latigazos con garrotes en la punta gritándole que es débil y una puta. Él ante tán horrible visión se sintió impotente y no se podía mover al ver el rostro de Britany asustado, lleno de lágrimas y retorciéndose. La madre estaba riendo ya que gozaba del dolor de su hija.

Había un rumor hacía años de que el rey dejó a su esposa ya que se había enamorado de su segunda hija Britany y que la reina se había vuelto loca por eso; eso sí, no era más que un rumor. Sin embargo al oír a la madre de Britany decir tales palabras como puta, zorra y ese tipo de palabras a su propia hija y sobretodo a la protagonista del rumor confirmó que no era más que un rumor sino la verdad.

Así estuvo durante horas, torturandola con el látigo con garrotes, apuñalandola una, otra y otra vez sin cesar, gritándole grocerias y burlándose de ella por estar tán impotente y diciendo que era mentira que era la más fuerte, rápida, ágil, hermosa, talentosa e inteligente que solo lo decían por el poder que tenía. Castiel presenció todo aquello tán sorprendido de que ella no hiciese nada, que se viera tan impotente e inocente y lo más sorprendente eran sus lágrimas y gritos de dolor.

Al haber pasado 3 horas soportando eso le dijo que  limpiara y ordenara su cuarto el cual estaba lleno de sangre.

Cuando la reina se fue satisfecha Castiel entró corriendo.

-¿E-Estas b-bien?- dijo muy asustado.

-Estabas viendo ¿no es así?- dijo un poco sorprendida al verlo de esa manera.

-Perdón por no haber interferido, fue mi culpa-

-Jiji, no, gracias por no haberlo hecho-dijo con una sonrisa.

-¿Comó puedes sonreír después de eso?- dijo mientras la veía limpiando la sangre con la que estaba cubierta y cosiendo sus heridas.
-Bueno, mira quién se preocupa- dijo de una forma burlona- la razón es porque es lo que me merezco por todas las muertes que e provocado-

-Aún así y además tampoco te defendistes-

-No y así seguira hasta que se aburra-

-¿Desde cuándo ésto esta pasando?-

-¿Desde cuándo has estado escuchando?-

-No desvíes la pregunta que te he hecho-

-Uff, la verdad desde hace 5 o 6 años, bueno desde que tenía 15 años... desde que papá se fué- dijo de manera triste esto último.

-Y TIENES 22 AÑOS Y LO SIGUES AGUANTANDO- dijo en un tono bastante alto.

-Shhh, baja la voz te podrían haber escuchado- dijo llevándose un dedo a la boca de forma juguetona- ahora te toca a tí responderme-
-Siempre que vas a tu cuarto estoy escuchandote- murmuró, ésto le avergonzaba después de todo.

-Oye, eso no se hace, por cierto ¿es verdad lo que Isabel dijo? que me defendistes-

-N-No- dijo mirando hacia otro lado avergonzado.

-Bueno mentiroso lo quería oír de tí pero veo que no se va a poder hacer-dijo con una sonrisa mapeando la sangre y Castiel ordenando el resto.
-Por cierto, pensaba que no tenías corazón sin embargo estabas llorando y ahora estas felíz así que explícame, porque eso se le dicen sentimientos o si lo prefieres "tener corazón"- dijo para relajar un poco el ambiente.

-Sabes ahora que lo mencionas, eres el único que me ha visto así, por eso... más te vale no decirle a nadie- dijo de forma amenazante esto último.

-Jajaja, tal vez lo haga-         
-Agh, sigues siendo el mismo idiota de siempre aunque no es como para que cambies- susurró esto último ya que no podía retirar lo dicho y... tampoco quería.

-Claro... ¿¡qué?!-

-Jaja- ella apesar de los problemas que tenía seguía sonriendo, él fascinado con la sonrisa que solo salía a veces y en la situación en la que está se encontraba le parecía admirable pero falso... aún así la dejó fingir sin decir ni una palabra.