Un jodido tranquilo día en la playa es todo lo que Tony quería, solo pasear con su hijo por toda la orilla y sentir la arena bajo su pies, no era mucho ¿o si?
Pero la vida le ha demostrado a Tony que la tranquilidad no es para él o al menos no por mucho tiempo.

Esa mañana de domingo había decidido salir a la playa junto a Harley, ya que este estaba cumpliendo 5 años y como único deseo de cumpleaños pidió por favor ir a la playa donde hay muchos niños para jugar, pues era aburrido estar todo el tiempo solo y no era que no se divirtiera con su papá pero es un niño y necesitaba más que jugar unas horas con su padre.

Tony estaba tranquilamente sentado bajo una enorme sombrilla de playa mirando Harley a unos metros de él, este estaba jugando con un pequeño niño de cabello rizado y cobrizo, sonreía porque al parecer a su pequeño bebé  le agradó este niño y se divertía, que es todo lo que Tony queria para hacerlo feliz.

La culpa nunca lo dejaba tranquilo, el "hubiera" siempre está en su cabeza, tanta cosas que hubiera podido hacer para que el y su hijo estuvieran seguros y libres son pocas pero no nulas, su pequeño podría estar estudiando en un jardín de niños como cualquiera, pero en cambio él lo estaba enseñando no podría arriesgar a que los descubrieran, y esto sería fácil ya que Harley era una mini versión de su padre y tenían olores parecidos, por si fuera poco también nació siendo alfa dominante, lo que no era raro ya que sus progenitores eran dominantes.

Tony estaba perdido en sus pensamientos cuando sintió una manita en su pierna, así que bajo la vista, ahí estaba su bebé.

-¿Papi en que piensas?

-En ti, amor ¿en qué más podría pensar?

-(las mejillas de Harley se tiñeron de rojo, ya que los apodos de "mamá" siempre lo hacían sonrojar) Yo también pienso mucho en ti papi, te amo

-Yo te amo más mi vida, y dime, amor ¿dónde está tu pequeño amiguito?

-Su papá le habló dijo que tenía que ir a comer, yo también quiero comer papi ¿podemos?

-Claro bebé, vamos al carro que ahí deje la comida.

Los dos Stark salieron en camino al coche, un modelo clásico, un regalo del gran Howard Stark por el día de su cumpleaños.

Harley se quedó afuera mientras Tony sacaba la comida, al salir del auto el joven omega vio a una joven alfa pelirroja estando a la altura de su bebé, lo estaba inspeccionando y su mundo se vino abajo en un segundo.

Natasha Romanoff giro lentamente la cabeza hacia donde estaba él y sonrió de una manera que hizo que sus bellos se pusieran de punta.

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Les amo...