capitulo 3
Tahuantinsuyo llegó temprano a casa, trayendo pan fresco y preparando el desayuno, tratando de actuar como si hubiera dormido bien. Quería evitar cualquier confrontación con su madre y mantener un ambiente tranquilo en el hogar.
"Buenos días, mamá. ¿Cómo has dormido?" saludó Tahuantinsuyo mientras ponía la mesa.
"Como todos los días, normal. ¿Ya has atendido a tu abuela? Recuerda pagar las facturas de luz, agua y gas", respondió su madre, Tiahuanaco.
"Mamá, quería decirte que por ahora solo me alcanza para lo esencial. Podré pagar el agua y el gas, pero por el momento no podré cubrir la factura de luz", explicó Tahuantinsuyo con calma.
Tahuantinsuyo ya sabía cómo su madre reaccionaría, así que solo suspiró y trató de mantener la compostura.
"Te prometo que saldremos adelante, mamá. No te preocupes", agregó con determinación.
- tu no mereces a peru
Tahuantinsuyo trago salivasentia un nudo en su garganta
-Mama, entiendo que estés preocupada y frustrada, pero por favor, no digas eso. Yo amo a Perú más que a nada en el mundo y haré todo lo posible para brindarle un buen futuro. Sé que las cosas están difíciles ahora, pero no pierdas la fe.
Tahuantinsuyo intenta contener las lágrimas y abraza a su madre, buscando consolarla a pesar de su propia angustia.
Sin embargo, Tiahuanaco rechaza el abrazo de manera brusca y empuja a Tahuantinsuyo lejos de ella.
-¡No necesito tu compasión! Eres una inútil, una carga para mí. No importa cuánto prometas, nunca podrás cumplirlo. Eres una fracasada, igual que tu padre.
Las palabras de Tiahuanaco caen sobre Tahuantinsuyo como un golpe. Sus ojos se llenan de lágrimas, pero trata de mantenerse fuerte.
-Mamá, no digas eso, entiendo que estés enojada y preocupada, pero no tienes que tratarme así. Estoy haciendo todo lo que puedo para encontrar un trabajo y asegurarnos un futuro mejor.
Tiahuanaco se ríe con desprecio.
-¡No mereces nada! Eres una decepción para mí. Si tan solo no hubieras nacido, mi vida sería mucho mejor. me gustaría poder retroceder el tiempo
El dolor y la tristeza se apoderan de Tahuantinsuyo mientras lucha por contener sus emociones.
-Mamá, no puedo cambiar quién soy, pero estoy haciendo todo lo posible para mejorar nuestra situación. Si no quieres apoyarme, al menos déjame intentarlo por mi cuenta.
Tiahuanaco se acerca a Tahuantinsuyo y la mira con desprecio.
-No necesito tu ayuda. No necesito a una inútil como tú arrastrándome hacia abajo. Sigue haciendo tus intentos patéticos, pero no cuentes conmigo para apoyarte.
- esta bien madre
en esa habitancion se escucha sonido de una cachetada, Luego de recibir la fuerte cachetada, Tahuantinsuyo cae al suelo con la mano en su mejilla, sintiendo un dolor agudo tanto físico como emocional. Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos mientras su madre la insta a abandonar la casa.
Con gran esfuerzo, Tahuantinsuyo se pone de pie, tratando de contener sus emociones. Aunque herida y desolada, sabe que debe mantener la compostura por el bien de Perú.
-Está bien, mamá. Solo déjame alistar a Perú para que vaya a la escuela - responde en un tono resignado.
Tiahuanaco se cruza de brazos, mirándola con desdén.
-No te la vas a llevar. Solo levántate y vete de esta casa. Yo la llevaré y de paso me voy a mi trabajo.
Tahuantinsuyo asiente con la cabeza, sabiendo que no puede enfrentar a su madre en ese momento. Se levanta del suelo, limpiándose las lágrimas y tratando de recuperar algo de dignidad.
-Está bien, mamá. Haré lo que dices. Pero por favor, piensa en lo que estás haciendo. No quiero que Perú crezca sin una madre
Sin esperar una respuesta, Tahuantinsuyo se dirige a su habitación y comienza a recoger sus pertenencias en silencio. Mientras guarda sus cosas en una maleta, su corazón se llena de tristeza y desamparo.
Después de unos minutos, sale de su habitación llevando consigo su maleta y se encuentra con Perú en la puerta.
-Perú, mi wawita hoy la abuela te llevará a la escuela hoy
Perú mira a Tahuantinsuyo con ojos llenos de confusión y tristeza.
-¿Por qué tienes esa maleta, mamá? ¿A dónde vas?
Tahuantinsuyo lucha por contener sus emociones, sonríe con ternura y le acaricia la mejilla
-Solo voy a estar fuera por un tiempo para conseguir un trabajo creo que esta vez será mejor - trata de contener las lagrimas
Se acerca a Perú y la abraza con fuerza, sintiendo el dolor de la despedida. Luego, con lágrimas en los ojos, se separa y se dirige hacia la puerta.
-Cuida la mamita Wari, estará aquí contigo. Te amo, Perú.
Con esfuerzo, Tahuantinsuyo sale de la casa, cerrando la puerta tras de sí. Camina por el vecindario
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