two | i don't like you, Santana
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❪🎙️❫
EL MUSICAL DE WEST SIDE STORY no había ido nada mal a pesar de los contratiempos que pudieron llegar a haber. Alessia por su parte lo había pasado increíble incluso para haber actuado como un extra en la historia.
Sin embargo el momento de volver a la realidad había llegado, y en ese instante se encontraba estrellando las palmas de sus manos una con la otra formando aplausos, de la misma forma en que sus compañeros de coro hicieron ante la presentación que acababa de hacer Puck.
—¡Wow! Puck, chicos, eso estuvo espectacular —le felicitó el Sr. Schue—. ¡Que manera de empezar la semana! No necesitaron una tarea para hacer esto, lo hicieron solos.
—Sr. Schuster —interrumpió Rachel, y ante la sola presencia de aquel tono de voz en específico, Alessia inmediatamente blanqueó su mirada—. Aunque cantaron y tocaron bien, particularmente la batería, ¿No le parece que el tema está fuera de lugar?
—Si me permite debatirle a Rachel, Sr, Schue —pronunció Alessia, con tono pasivo—. No hay nada fuera de lugar, porque no teníamos un tema en específico por el cual cantar —señaló observando a la castaña—. Solo disfruta de una voz que no sea tuya sin dar tus opiniones por un momento, Rach.
—Supongo que solo me gusta Van Halen —mencionó Puck.
—Muy bien, a rocanrolear —todos aplaudieron
—Hey, Alessia —una voz pronunció el nombre de la rubia.
—¿Qué ocurre, Rachel?
—Solo quería pedirte si podías evitar debatir conmigo en el coro. Soy candidata a presidenta del consejo estudiantil y me haces perder credibilidad.
—Pues a mi me gustaría pedirte que dejes de querer mantener todo en orden —la observó por unos segundos—. Debes relajarte un poco más. Además, sin ofender pero todos votarán por Brittany y si no lo harán por Kurt.
—¿Por quién votarás tú?
—Aún no lo decido —respondió encogiéndose de hombros.
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LUEGO DE CLASES ALESSIA HABÍA había caminado hasta el Lima Bean. Allí ordeno su pedido usual y tomó asiento en una de las mesas que se encontraban apartadas del resto de los consumidores. Tras darle un sorbo a su chocolate caliente, con su celular en mano, marcó el número de una de las pocas personas de su antiguo hogar con quien aún mantenía contacto.
Se mantuvo inmersa a la conversación e intercambios de palabras por lo que ella creyó fue una hora, dándose cuenta una vez más lo mucho que extrañaba a aquella mujer de cabello canoso y con dulce voz. Su abuela le hablaba sobre su día, y como las cosas aún seguían igual en Italia, lo que hasta cierto punto lograba recordarle la buena decisión que había tomado al mudarse, aunque extrañara a sus abuelos.
—Estoy bien, abuelita. Lo prometo. Nada debes preocuparte por mi —aseguró a la mujer al otro lado de la línea—. Yo también te quiero, adiós.
—Vaya, vaya. Así que ¿eres una inmigrante? —cuestionó una voz procedente del joven que no tardó en aparecer en su campo de visión—. ¿Acaso cruzaste la frontera con tu familia de mexicanos?
El joven ni siquiera dudó a la hora de tomar asiento frente a Alessia, quien le observó con una ceja alzada en muestra de cansancio.
—Primero que nada, México no es el único país que habla español en America, idiota. Segundo, me parece bastante xenofóbica tu mención y actitud. Y tercero, ¿Te conozco? —preguntó con aburrimiento mientras acercaba el vaso reciclable para un trago a su bebida ya fría.
—No finjas que no me recuerdas, Alessia—Sebastian sonrió con arrogancia—. Sabes muy bien quien soy.
—Está es la cosa, cara de Kent —habló con aburrimiento—. Mi cabeza no suele retener recuerdos de personas idiotas.
Sebastian rió de forma burlesca ante su comentario.
—Según recuerdo querías separar a Kurt de Blaine, ¿Cómo va eso? —preguntó fingiendo interés.
—Mejor de lo que crees, ardilla —le desafió con la mirada.
—¿En serio? ¿Es el mejor apodo que se te ocurre? —cuestionó haciendo un puchero, mientras apoyaba su rostro sobre sus manos cruzadas.
—¿Puedes hacerlo mejor? —cuestionó con molestia—. Porque la verdad Kent es un pésimo apodo.
—Prefiero no gastar mi tiempo con alguien que es más gel para el cabello que persona —se puso de pie con una sonrisa—. Ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer.
—Espera —le detuvo el castaño, colocándose de pie—. Estuviste bien en West Side Story.
Alessia le miró entrecerrando sus ojos, sabiendo que tenía más para decir.
—Para haber salido unos segundos y no haber dicho palabra añguna —se burló finalmente.
La rubia blanqueó su mirada y comenzó a caminar lejos de él al mismo tiempo que le enseñaba su dedo corazón de espaldas.
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—¿A QUIÉN SE LE OCURRIÓ ESTA grandiosa idea? —cuestionó Alessia de pie a un lado de Kurt, viendo cómo todos se preparaban para el enfrentamiento de quemados que jugarían contra las Trouble Tones.
—¿Enfrentamiento al enemigo sin un adulto que supervise? —cuestionó Rachel interrumpiendo con media sonrisa.
Kurt la ignoró. Hasta donde Alessia recordaba estaban molestos por algún motivo al cual no había prestado mucha atención. Aún así ella por su parte le dió una pequeña sonrisa a la castaña.
Minutos después todos comenzaron a tomar balones, los cuales no tardaron en ser lanzados al equipo contrario, mientras de fondo se escuchaba un mashup de Hit Me With Your Best Shot/One Way Or Another, el cual coreaban a la par.
Alessia lanzó un balón, a la par que uno se dirigía hasta ella, por suerte logró agacharse antes de que esté la golpeara. Atrapó uno en el aire y lo lanzó dándole a una de las cherrios que pertenecían al equipo contrario.
Dando una vuelta apoyó sus manos en el suelo para esquivar un nuevo balón y tomar el siguiente que venía en su dirección, siendo los únicos en la cancha ella y Finn. Sin embargo, sin que lograra reaccionar a tiempo uno golpeó justo en su pecho.
—Mierda —masculló cayendo de rodillas mientras intentaba recuperar el aire.
Kurt y Blaine rápidamente se acercaron hasta ella para ayudarle a salir de la cancha antes de que las Trouble Tones la bombardearan.
—¿Estás bien? —cuestionó Tina.
—Eso creo —respondió, observando como Santana acababa de eliminar al último integrante de su equipo.
Rory se acercó para decir algo, pero lamentablemente terminó siendo bombardeado con balones que lo llevaron a terminar en el suelo, por lo que Kurt y ella corrieron a ayudarle a ponerse de pie.
—¿Están locas? —reprochó Alessia.
—No es para tanto —Santana le restó importancia.
—Está sangrando —señaló Kurt preocupado.
Alessia no tardó en notar aquello, y al ver el tono rojizo oscuro gotear por la nariz del chico sintió como todo a su alrededor temblaba en un instantáneo mareo. Rápidamente corrió la dirección de su mirada y se recordó a si misma que aquella no era su sangre.
—¿Les agradaría que les reventaran la cara a golpes con balones? —procedió a cuestionar con molestia.
—Alessia, la defensora de los pobres —se burló Santana.
—Eres una perra, y esa es la razón del porque nadie te tolera y probablemente quedarás sola —articuló como últimas palabras, ayudando al chico a levantarse para luego acompañarle a la enfermería.
—Gracias —pronunció Rory, ya sentado sobre una camilla de la enfermería mientras sostenía un pañuelo el cual le ayudaba a limpiar el sangrado de su nariz.
—No hay de que —le restó importancia, observando en otra dirección porque de lo contrario seguramente se desmayaría.
—Yo... ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Dispara.
—¿Es cierto que...?
—¿Qué soy bisexual? —cuestionó alzando una ceja divertida. Suponía que eso quería preguntar porque la mayoría tenía aquella inquietud cuando se acercaban a su persona— Sí.
Rory se sonrojó inmediatamente ante lo dicho por la rubia.
—No era eso lo que iba a preguntar.
—Oh —musitó por lo bajo—. ¿Entonces..?
—¿Es cierto que eres Italiana?
—Nací en Nueva York, pero viví toda mi vida en Italia, sí —afirmó—. Soy una mezcla de culturas con tres nacionalidades.
—Eres la sensación aquí —comentó Rory.
—No creo ser la sensación —negó con gracia—. Solo soy una más, pero a las personas les llama más la atención aquellos que son distintos.
—Bueno, no es lo que he escuchado por los pasillos —comentó él.
—Algo que debes saber es que los rumores de pasillo mienten, Rory —informó, intentando esconder la mueca que quería formarse en su rostro.
—Lo sé. Porque no eres nada a como te describen en los pasillos.
—¿Y cómo se supone que me describen en los pasillos?
—Como un perra.
—Puedo serlo, cuando alguien se mete con las personas que me importan, ya sabes —se encogió de hombros, sin muchas ganas de continuar con aquella conversación—. ¿Quieres ir por un helado?
—Claro —el irlandés asintió con una sonrisa—. Me agradas, Alessia.
La rubia se limitó a sonreírle amistosamente.
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SIENDO UNA DE LAS NUEVAS TAREAS impuestas por los maestros de ambos grupos dd coros existentes en, las New Directions y las Trouble Tones habían tenido que hacer presentaciones con mashups, siendo el primero de ambos en hacer su combinación de canciones y habiendo presentado horas antes.
Por lo que, en esos momentos el grupo observaba y escuchaba la presentación de las Trouble Tones, la cual constaba de un mashup de canciones de Adele. Muy buena elección si se lo preguntaban a Alessia.
Al terminar la presentación Santana bajó del escenario encarando a Finn quien hacía segundos había murmurado algo al oído de su novia.
—¿Qué le dijiste? —inquirió alterada.
—Le dije que estuviste estupenda —respondió Finn confundido con el actuar de la chica.
—No. Mientes —acusó la pelinegra.
—No, en serio dijo eso —aseguró Rachel.
—¿También le contaste a ella? —inquirió una furiosa Santana—. Por tu culpa todos se enterarán.
—La escuela entera lo sabe, y a nadie le importa.
Cierto, Santana es lesbiana... Alessia se recordó aquello en su mente.
—No solamente la escuela, idiota—negó con voz ahogada—. Todos —remarcó.
—¿De qué estás hablan...? —y antes de que Finn pudiera terminar de decir aquello, un ruido sordo retumbó por el salón, cortando las palabras del joven y sorprendiendo a todos allí.
Santana le había dado una cachetada que de ser posible le hubiera dado vuelta el rostro a Hudson.
Seguido de aquello Santana se apresuró a salir del lugar, y Alessia siendo la primera en salir del asombro no dudó en seguirle.
—Oye, Santana —llamó, siguiendo sus pasos—. Espera.
—¿Qué demonios quieres, Alessia? —se volteó a observarle furiosa y con mirada cristalina.
—Quería ver si estás bien —mencionó, frunciendo ligeramente su ceño—. Si necesitas ayuda puedo...
—¿Qué? ¿Acaso buscas algo ahora que sabes que soy lesbiana? —cuestionó con burla venenosa—. ¿Acaso quieres un beso?
—¿Qué demonios pasa contigo? —protestó Alessia.— Estoy tratando de ser amable. Comprendo por lo que estás pasando, porque también pasé por ello.
—No sabes lo que es.
Alessia soltó un bufido mezclado con una risa.
—Toda mi familia está en Italia. ¿Qué crees que hago yo aquí? —expuso—. No todos van a juzgarte por amar diferente.
Ambas guardaron silencio.
—Te dejaré sacar tomar tus conclusiones —determinó, dándose la vuelta, sin embargo no tardó en detenerse—. Y por cierto, tener una sexualidad distinta no significa que automáticamente te gustara todo el mundo, porque para que quede claro, no me gustas, Santana.
Y sin más se alejó de ahí, pensando en que eso ganaba siempre que intentaba ser amable.
Solo esperaba que a Santana le fuera mucho mejor que a ella.
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buenas, es tarde i know, pero
acabo de terminar este capítulo
y dije ¿por qué no?
no sé que mas decir, cuídense
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