twenty four | champions


▇▇▇▇▇▇▇▇▇

❪🎙️❫



LAS MANOS DE ALESSIA SUDABAN Y EL CUERPO LE TEMBLABA, por más que intentara controlarlo no lo lograba. Sus compañeros y amigos se encontraban por sus costados, y la persona más cercana a ella era Kurt, quien se aferraba al brazo de Alessia como si su vida dependiera absolutamente de ello.

   Todos estaban nerviosos a más no poder.

   Sin embargo, Alessia podía asegurar que habían dado todo de ellos. Dejaron que las letras de las canciones y sus voces se sincronizaran con la pasión nacía desde sus interiores. Dejaron fluir todo como si fueran solo ellos viviendo un momento en la intimidad de la amistad que mantenían como grupo de coro. En sus mentes fingieron que el público no existía y que solo eran ellos en el auditorio de la escuela.

   Y todo salió de maravillas desde la perspectiva de Alessia. Estaba segura de que ella misma dio todo de sí. Estaba segura de que cantó por todos los que no podían, incluyendo a Aurora en esa categoría. Alessia cantó como si su vida dependiera de ello, porque esta vez, en mucho tiempo, la rubia sentía que tenía las razones suficientes para hacerlo.

   Así que ahí se encontraban, amontonados en una de las esquinas del escenario, mientras que en el espacio consiguiente se encontraban situados los demás equipos que participaron a par de ellos en las nacionales.

—Es hora de anunciar al ganador individual de este año del premio al cantante más valioso —anunció el anfitrión.

   El silencio que indicaba suspenso se hizo presente una vez más mientras todos esperaban a que dictaran al ganador.

—De Vocal Adrenaline, del bachillerato de Carmel, ¡Wade "Unic" Adams!

   Los aplausos se hicieron presentes desde el público mientras que Wade se acercaba a los jueces para recibir su premio. Sin embargo, el coro de New Directions seguía concentrado en implorar al universo mientras aplaudían.

—Y ahora, un aplauso para los tres finalistas del Campeonato Nacional de Coros de este año.

   Una vez más los aplausos se escucharon y el nerviosismo se manifestó con mayor predominio en cada uno de ellos.

—En tercer lugar... desde Oregón, Portland "Los pioneros de las Escalas"

   Y Alessia dejó de escuchar. Su mirada se centró en el público que se encontraba expectante en busca de finalmente saber quien era el ganador, al igual que ocurría con los concursantes.

—Los ganadores del Campeonato Nacional de Coros de 2012 es...



▇▇▇▇▇▇▇▇▇



ALESSIA AÚN NO LO PODÍA CREER DEL TODO, la euforia aún yacía estancada en su interior, manifestándose como una emoción que parecía ser de todo menos efímera.

   Igual que todos los años anteriores desde que se retomó el Glee Club, habían dado todo en la competencia, y además se habían divertido. Lo vivieron sabiendo que para muchos sería la última vez que podrían presentarse de esa forma. Lo vivieron porque era un momento y experiencia única. Lo vivieron como nunca porque en esos momentos estaban tocando la felicidad al máximo.

   Y ganaron.

   Después de tanto esfuerzo, tantas peleas, tantos contratiempos, después de tantos sucesos lograron tomar el trofeo de campeones con sus manos y pudieron ver como el público aclamaba por ellos, debido a una presentación inigualable, y por aquella hermandad que mantenían la cual era muy poco probable se llegara a corromper. Porque sí, por supuesto que peleaban, que muchas veces se detestaban, pero eso era parte de una hermandad. No estar de acuerdo en todo era parte de ser humanos y tener opiniones, incluso si la mayor parte del tiempo se encontraban en desacuerdo por gusto propio.

   Pero ellos eran una hermandad. Sin dudas lo eran.

   En ese instante, Alessia bajó el último escalón del autobús dando un salto. A su lado izquierdo, Kurt se encargó de entrelazad sus brazos, mientras que Blaine por su lado derecho hizo exactamente lo mismo.

   Intercambiaron miradas y se apresuraron a seguir al resto de sus compañeros y amigos por el estacionamiento de McKinley.

   Encabezando al grupo, Puck y Mike se encargaron de abrir las puertas, con Artie siendo empujado por Finn siguiéndoles el paso. El trofeo que se encontraba sobre el regazo de Artie golpeó una guirnalda de letras que se encontraba colgada sobre la entrada principal y la cual terminó por caer sobre Finn.

   Todo el lugar estaba sumido en el silencio absoluto, y temerosos de que el recibimiento fuera idéntico a los años anteriores en dónde les arrojaban sluchies, siguieron avanzando a paso cauteloso.

   Y entonces, a la vuelta de un pasillo pudieron encontrar a todos los estudiantes y maestros esperando por ellos. Dos chicos pertenecientes a uno de los equipos de deportes se acercaron a ellos con un vaso de sluchies cada uno en sus manos, cuando estuvieron a solo un par de pasos arrojaron el contenido.

   Para sorpresa de todos el contenido no se trataba ni nada más ni nada menos que de confetti. Y en ese preciso instante los virotes y celebración comenzó.

   A eso le siguió una celebración especial en la sala de coros, en dónde bebieron champaña y en dónde también tuvieron una guerra en donde quedaron empapados con esta y con confetti pegado a sus cuerpos por sobre la ropa.

   Alessia juró que nunca antes había alcanzado ese nivel de felicidad.

   Por la tarde se llevó a cabo la ceremonia para anunciar al maestro del año, premio que muy bien merecido se llevó el Sr. Schuester. La rubia concordaba con las palabras dichas por Finn, y es que si bien todos los maestros allí enseñaban cosas útiles para el futuro, para el desarrollo que tendrían como personas una vez terminaran la escuela, el Señor Schue les había enseñado lo más valioso de todo.

   Les enseñó a soñar, a vivir más allá de lo que tenían. Incluso les entregó un nuevo significado de felicidad, un nuevo propósito.

   Organizaron una presentación para celebrar al galardonado, interpretando We Are The Champions de Queen, canción que corearon mientras se turnaban para abrazar con cariño al maestro favorito de todos en el Glee Club.

   Y entonces la premiación llegó a su fin.

Cada uno de ellos se marchó a casa y Alessia no fue la excepción. A pesar de que Kurt y Blaine, Quinn, y Rachel y Finn se habían ofrecido a darle un aventón para que no caminara de vuelta a casa a solas, la rubia se negó.

   Lo cierto era que le agradaba la idea de volver a casa caminando. No quedaba muy lejos y el fresco de la noche sin dudas era tranquilizante.

   Tenía mucho en lo que pensar y con la graduación acercándose cada vez más los sentimientos y asuntos pendientes revoloteaban con mayor fuerza en su cabeza.

   Estaba a solo un par de días de terminar la escuela y aún no sabía que sería de su vida. No había preparado una guía para los días del futuro una vez se hubiera graduado. Y es que lo cierto era que Alessia nunca creyó que llegaría tan lejos.

   Si bien como había confesado alguna vez, llegó a pensar en el suicidio un par de veces nunca fue capaz de concretar nada, pero eso no significaba que realmente se viera a si misma caminando hacia el futuro.

   Su plan desde que llegó a Lima siempre fue sobrevivir el día a día y desde que se permitió comenzar a vivir se agregó el vivir cada día como si fuera único.

   Y allí estaba, de pie aun, a nada de llegar al gran día que muchos solían esperar para comenzar una vida de independencia. Tal vez ese era el asunto con Alessia, y es que desde que tenía memoria siempre había hecho las cosas por si misma y el hecho de que estuviera viviendo casi a solas desde los 15 era la prueba de ello.

   La mayoría a su alrededor tenía un plan. Kurt y Rachel irían a Nueva York a estudiar en NYADA, Quinn entraría a Yale, Mike probablemente se dedicaría al baile, Artie seguiría siendo un genio, Mercedes se dedicaría a buscar suerte en la música y Santana... bueno Alessia no sabía cuales eran los planes de Santana. Pero el punto seguía siendo el mismo. Todos tenían un plan a excepción de ella.

   Tal vez encontraría un propósito a medida que avanzaban las vacaciones tras la graduación y esperaba que eso fuera acertado.

   O simplemente podía arriesgarse.

   Cuando menos se dió cuenta ya se encontraba adentrándose a su vecindario. Sus pies siguieron avanzando siguiendo el camino mientras observaba observó cada casa a su paso. Muchas luces se encontraban apagadas, y otro par encendidas, como era el caso de la luz de la sala de la Señora Luisa.

   Por un momento Alessia pensó en pasar a pedir un consejo, pero finalmente descartó aquella idea y siguió su camino. No parecía buena idea incordiar con sus debates mentales, mucho menos a esa hora.

Por esos momentos simplemente descartó todo, excepto la felicidad que aún yacía en su interior. Aquello lo conservo con anhelo.

Sus pies dieron un giro y siguieron avanzando, adentrándose al sitio en donde se encontraba su hogar. Pronto su mirada se alzó de su posición en el suelo, e inmediatamente Alessia se encontró con un par de ojos color esmeralda bastante hipnotizantes.

Una media sonrisa ladina se desplazó por los labios de la rubia, con sus pies diminuyendo velocidad, manteniendo el ritmo en un suave balanceo.

Sebastian se encontraba de pie, frente a la puerta de su hogar, dándole la espalda a la residencia. La mirada del castaño se encontraba sobre ella, observando la gracia con la cual ella se acercaba.

   Alessia se plantó a una distancia que parecía ser aproximada a dos metros, así que Sebastian movió sus pies, avanzando un par de pasos cerca de ella con media sonrisa danzando en sus labios.

—Así que lo hicieron —comentó mientras se acercaba.

   La rubia asintió.

—Sí, lo hicimos —acordó.

—Sabía que lo harían.

—¿Lo sabías? —cuestionó con media sonrisa divertida.

—Claro. La competencia no era mucha así que entre los pésimos club que se presentaban ustedes eran el más rescatable.

   Alessia frunció su ceño y alzó su brazo, dándole un golpe de puño cerrado en la zona del deltoides del chico.

   Sebastian se limitó a reír.

—Estoy bromeando —declaró con diversión.

—Pues no me causa gracia, Smythe.

   El castaño dió otro paso cerca.

—Era obvio que ganarían —hizo saber finalmente.

   Alessia le observó entrecerrando su mirada.

—Digo, tú estabas con ellos, sin ti seguramente habrían perdido.

—Claro, sin el relleno no serían nada —blanqueó su mirada.

—No eres relleno.

—Sebastian...

—Tengo el presentimiento de que no te das el mérito que mereces.

—Soy solo apoyo.

—Y aún así eres una de las mejores —señaló con seguridad.

—Smythe...

—Lo digo en serio, Alessia —prometió—. Eres...

   Blanqueando su mirada, sintiendo como el calor subía acentuándose en sus mejillas, Alessia se abalanzó hasta él, colgando sus brazos en su cuello y tomando el impulso necesario, unió sus labios.

   Ante la sorpresa y también como una respuesta automática, Sebastian dejó caer sus manos en la cintura de Alessia, abrazándola ligeramente a su cuerpo mientras permitía que ella guiara el ritmo del beso que compartían.

Le gustaba cuando era ella la que tomaba el impulso de besarle. Era algo que ocurría con poca concurrencia porque usualmente era él quien tomaba la iniciativa.

Los labios de la rubia eran suaves y adictivos. Guiaba un ritmo pausado, con roces suaves pero también profundo mientras le acariciaba la nuca con las yemas de los dedos. Había algo en el sentimiento de cada vez que se besaban que le hacía desear a Sebastian que nunca se apartaran.

Luego se sentía ridículamente cursi por pensar eso y le daban ganas de vomitar.

No era broma.

Segundos más tarde Alessia rompió el beso, y luego de estrellar sus labios en un beso de estrecha duración se alejó unos centímetros, tomando una bocanada de aire.

Sentía que el corazón le latía demasiado rápido, y cuando su mirada se encontró con al de Sebastian solo pudo sentir como este se aceleraba aún más.

—¿Y eso? —cuestionó el castaño, sin abandonar la postura de sus manos sobre la cintura de Alessia.

—Era para que cerraras la boca de una buena vez —mencionó, con una sonrisa divertida.

Sebastian imitó el gesto, dejando fluir una leve carcajada.

—Yo creo que me extrañaste.

—Desearías —se burló ella.

Le dió una sonrisa y salió de su camino, dirigiéndose hasta la puerta de su hogar.








▇▇▇▇▇▇▇▇▇








MIS BEBÉS,
están cada vez más in love

¡¡¡no sé olviden de votar y comentar!!!




© 2O23 | PRFCTGUSTIN

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top