♣16♣-Maratón♣ 10/10 ♣

Narra Valentina:

Mis ojos se abrieron a tope al sentir sus cálidos labios junto a los mios. Sentí una inmensa felicidad al ver que me había besado. ¡Él me había besado! "Y claro.... Valentina de tonta que se deja". Comencé a moverme desesperada para que me soltara. Pero sus brazos me tenían atrapada. El beso fue brusco, pero a la vez sentí que al igual que yo también estaba desesperado por besarme.

-No sabes cuanto te he extrañado- Murmuro en mis labios, y volvió a besarme. Esta vez no hice nada. Me deje llevar por aquel beso, poco a poco se volvía a tornar tierno y dulce. Me separe de él para tomar oxigeno, y aproveche para mirarlo. Dios, como amaba esos ojos chocolate. -Valu necesitamos hablar- Dijo y eso me sorprendió más que nada. ¿Quería hablar?

-¿De qué? ¿De cómo me trataste el lunes pasado?- Dije cínica

-Valu yo- Llevo sus manos a su sedoso cabello y lo estrujo. -Vámonos

-¿Qué? ¡No!

-¡Anda Valu!- Su mano izquierda tomo la mía y me percaté de que ya no tenía la venda en su mano derecha. La tome y la observe varios segundos.

-¿Ya no te duele?- Pregunté

-No en lo absoluto- Medio sonrei y después regrese mi mirada a sus ojos. -Valu, vámonos.... Tenemos mucho de que hablar.

-Michael no puedo.....

-¿Por qué? ¿Tienes miedo?

-¡No!, es solo que ya falte una semana, no quiero volver a hacerlo.

-Solo hoy, lo prometl- Lo mire varios segundos, él sonrió haciendo un pequeño puchero, haciéndome sonreír.

-Solo hoy- Le dije suspirando. "Maldito sea Michael Ronda, por ser tan perfecto".

Michael sonrió victorioso, me atrajo hacía sí de manera que pude respirar todl su aroma varonil. Me llevo hasta el copiloto de su auto, donde me abrió la puerta, me ayudo a sentarme bien, cerró mi puerta y rodeo el auto para subirse al piloto y comenzar a conducir.

En el camino, Michael volteaba a verme, podía sentir su mirada en mí. Más,sin embargo, no me digne a verlo a los ojos. Solo miraba por la ventanilla. En realidad estaba dolida por todo lo que había pasado, pero la esperanza de que todo se arreglará aún estaba en mi corazón

Después de un largo y silencioso camino, Michael se estacionó en una playa, al precer es privada, ya que se podia ver un gran portón con candado. Bajó del auto para abrirme. Me ofreció su mano, la cual sin dudar, acepte. -¿Qué es aquí?- Pregunté curiosa.

-Ya lo verás- Cerro la puerta y luego activó la alarma.

Uno de sus brazos se poso eni cintura, mientras me dirigía a la entrada del gran portón. Saco unas llaves y abrió el candado. Al abrir el portón, este rechino, haciendo que tapará mis oídos. Entramos y Michael volvió a poner el candado, cerrándolo. Miró a los lados y luego sin decir nada me abrazó por detrás. Respiro el aroma de mi cabello y luego comenzamos a caminar.

-Te extrañe tanto estos días- Murmuro en mi cuello mientras daba un leve beso.

-¿En serio?

-Si- Me dijo sonriendo, caminamos unos pasos y me di cuenta debque habiaw una cabaña algo grande luego mire hacía el frente y me di cuenta de que era una mar no tan grande, mire a mks pies y me encontré con arena. -¿Te gusta?- Preguntó, lo mire sonriente.

-¡Me encanta!- Dije sin dejar de sonreír, quite mis tacones y los aventé cerca de la cabña. Comencé a jugar con la arena, dejando que esta tocará mis pies descalzos. -Mi pedicura se arruinara, pero no importa- Dije y el río. El cielo comenzó a nublarse, y el sol poco a poco desapareció.

-Ven, vamos a hablar- Dijo, me dio su mano y lo seguí. Nos sentamos en la arena, justamente frente al mar. Michael se quitó sus zapatos, y suspiró.

Me miró unos segundos y apartó un rebelde mechón que el aire había puesto en mi cara. Lo llevó atrás de mi oído, sonrió y dijo. -Esperame un momentito- Asentí, se fue a la cabaña y lo seguí con la mirada, demoro menos de 3 minutos y salió, él y una guitarra. Se volvió a sentar y me dijo. -En esta canción, entenderás lo que en verdad eres para mí- Dicho esto, se puso a tocar una melodía, y empezó.

Eres mi flor favorita en un cuento de hadas,
Eres la frase más bella jamás escuchada,

Eres el frío, el calor,
Eres el miedo, el valor,

Eres la sombra que sale cuando quema el sol...

Eres, un confidente de todas mis emociones,
La causa, la razón de mis canciones,
Los sueños, la verdad y mucho más
Mucho más...

Eres, un mar donde navegan emociones,
El cielo en el que flotan corazones,
Mi cómplice, mi guía y mucho más
Mucho más...

Eso eres..

Eres pregunta y respuesta, mi euforia y mi calma,

Eres tu bella sonrisa, la rima y el alma,

Eres el frío, el calor,
Eres el miedo, el valor,

Eres la sombra que sale cuando quema el sol...

Eres, un confidente de todas mis emociones,
La causa, la razón de mis canciones,
Los sueños, la verdad y mucho más
Mucho más...

Eso eres...

Un mar donde navegan emociones,
El cielo en el que flotan corazones,
Mi cómplice, mi guía y mucho más
Mucho más...

Eso eres..


-La canción lo dice todo y yo solo quiero decirte. Eres tan hermoss Valentina- Le dediqué una tierna sonrisa. -No tengo un discurso o algo así, Dios, Valu perdoname por como te traté el lunes. Yo no quería hacerlo, pero me sentía tan dolido que no pensé en las cosas que dije.

-¿Dolido?

-Si, Valen heriste mi orgullo. No, heriste mi corazón. Yo te declaré mi amor y tu lo que hiciste fue huir.

-Lo lamento- Agache mi cabeza. -Yo no sabiaw lo que sentía por ti en esos momentos.

-¿Ahora lo sabes?

-Si- Volví a mirarlo a los ojos. -Ahora lo se.

-¿Me lo dirás?- Asentí sin dejar de mirarll. -Bien, te escucho.

"¿Le dirás Valentina? Le dirás? No puedes hacerlo!!" Pero esta vez, no escuche a la culpable y orgullosa vocecita de mi cabeza. Lo mire sonriendo.

-Siento que- Mire sus ojos. -Que cada vez que veo esos ojos chocolate y penetrantes, siento que estoy perdida, que cada que esos labios hacen contacto con cualquier parte de mi piel, muero en vida, que cada vez que toco ese cuerpo, Dios, creo que me vuelvo loca. En realidad, que cada que te vel, mi corazón da brinquitos y mi estómago se revuelve. Siento que yo- Suspire. -Estoy enamlrada de ti....

Michael sonrió.

-Dios, Valen. Te amo- Dicho esto, se acercó a mí y me beso.

-También te amo Mike- Dije separándome de él, la felicidad invadió cada parte de mi ser, una gran sonrisa apareció en mi rostro, y en mi corazón. ¿Cosa más feliz que está? ¡Ninguna! Nos habíamos declarado nuestro amor, y podía ver en sus ojos que era real. - Tenemos que celebrar esto- Dije y fruncio el seño. Me levante y comencé a quitar cada prenda de mi cuerpo.







Las kiero!!

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