Capítulo 48 ~¿Buenos amigos?~

Narra Shadow

Al fin... Al fin voy a terminar con el ser que tanto me ha hecho daño, con el que he vivido una larga mentira sobre quien soy, o lo que soy...

Un dolor punzante inunda mi cabeza. Es entonces cuando caigo de rodillas y sin más, se cancela mi fevertransformación.

El causante de todo lo recién ocurrido es aquél gran ser oscuro del principio, el cual me ha teletransportado hacia una clase de espacio en donde no existe tiempo alguno. Solamente las estrellas son nuestra única materia alrededor de nosotros.

—No tan rápido, Shadow. Todavía no es su hora, todavía no sabes la verdad completa —se limita a decir.

—Ugh, ¿Hay más? —otra vez aquél dolor punzante se hace presente en mi cabeza. Lo miro con total desconcierto. —¿Qué está pasando conmigo? ¿Más recuerdos? No puedo quitar esas imágenes de mi mente... —admito. —¿Por qué... las criaturas negras me conocen? ¿Quién era antes de todo esto?

Inexpresivo, toca mi cabeza con una de sus manos.

—Mira esto.

Diviso unas imágenes de lo que parece ser el pasado. Hay una gran estación espacial. Me muestra más cerca; hay una chica humana de cabellos rubios corriendo de la mano con un erizo negro de vetas rojas. Ese era yo.

—¿Acaso es...?

—Así es, es la Colonia Espacial ARK, hace 50 años —dice, antes de que pueda formular mi pregunta.

—Hace 50 años... —murmuro para mí mismo. Ahora todo empezaba a tener sentido.

—Tal vez eso te recuerde lo que el ejército ése te hizo. Nunca olvidarás... esa horrible imagen.

Una cápsula sale disparada del ARK, y un disparo al mismo tiempo. Está demás explicarlo todo.

—¿P-por qué me enseñas esto? —cuestiono observándolo con total molestia.

—Tú eras la última forma de vida, pero esos tal G.U.N. querían destruirte, y lo lograron. Debes vengarte, Shadow... debes descansar... debes estra preparado para el ritual final... —dice finalmente para desaparecer.

***

Abro los ojos y reconozco que estoy en esa base de Eggman en la jungla, en la cual me encontré a uno de los androides.

Es entonces cuando me giro y lo veo. Maldita sea. De nuevo aquél erizo azul. ¿Es que me está siguiendo o algo?

—No puede ser, tu otra vez —bufo.

—Me alegra verte también —dice con una sonrisa burlona en su rostro. Ugh. Me molesta su optimismo, es... demasiado. Se encontraba parado sobre una nave, ¿Vendrá solo? —Necesito que nos ayudes, tú tienes todas las esmeraldas y nosotros nos dirigimos al ARK —continúa. Ya decía yo que no había recurrido hacia mí por nada. —Ven con nosotros, Eggman influyó al presidente sobre una nueva arma llamada "Cañón Cometa", que dice que salvará al planeta, pero no es así, lo destruirá.

Frunzo el ceño. No sé, hay algo en mí que me hace odiarlo con tan sólo el verlo.

—Yo voy con ustedes —sin aviso alguno, una voz femenina se hace presente en la conversación que estaba dispuesto a terminar con un "no".

—¿Y quién eres tú? —le pregunto a la murciélago de cabellos blancos.

—¿Ya no recuerdas a tu sexy compañera, guapo?

—¿En serio no recuerdas nada? —interroga el erizo.

—No. A ninguno de los dos.

—Bueno, yo soy Sonic, Sonic the Hedgeheog. Y ella es Rouge the Bat.

Rouge...

"—Tú, Rouge y yo... El mejor equipo." Recuerdo las palabras de Omega...

¡Ella debe saber algo!

—Iré si va ella —digo finalmente.

—Ya extrañaba esto —comenta con emoción la fémina.

—¡Próxima estación, ARK!

***

Narra Amy

Escucho que se abre la puerta deslizadora de la habitación en la que me encuentro, Sonic ha vuelto a entrar a la nave. Me encontraba leyendo una novela sentada en el sofá.

—¿Eggman estaba allí? —le pregunto mientras cierro mi libro y lo dejo de lado.

—No, Ames, me temo que se nos adelantó al ARK. Iré con Tails a decirle que nos dirija hacia allí cuanto antes. Ah, y Amy...

—¿Sí?

—Recuerda lo que te dije hace unas noches. No te compliques.

¿A qué se refería? En esta nave sólo nos encontrábamos Sonic, Tails, Knuckles y yo, los demás se quedaron en el hotel. La nave no es muy grande y no cabríamos todos, no fue fácil el esfuerzo que hice para que Sonic me dejara venir.

Entonces, entran. Mi pregunta anterior ha sido respondida inmediatamente.

—Hola, sugar, ¿Qué crees? Nos uniremos a ustedes como en los viejos tiempos.

Rouge... Mierda.

Y detrás de ella, aparece él...

—Shadow... en serio estás vivo —balbuceo al verlo.

Él me mira indiferente. No ha cambiado su mal humor. Pero, aún tendrá buen corazón... supongo.

—Rouge, quiero respuestas y las quiero ahora —habla con autoridad, ignorándome por completo.

—Claro. ¿Qué quieres saber?

—¿Cómo perdí la maldita memoria?

Shadow me mira como si quisiera que me largara de allí. Pero...

—No te preocupes por ella, a ti te simpatiza.

¿Le simpatizo? ¿Le simpatizo al erizo más amargado? Me ruborizo un poco.

—¿A qué te refieres con que ella me simpatiza?

—Tú me lo dijiste antes de que perdieras la memoria, por eso no llegabas a matarla nunca e incluso siempre le salvabas la vida. Ay, guapo, en serio que necesito refrescarte la memoria. Venga, sentémonos los tres —sugiere, a la par que se tumba en el sofá y cruza la pierna. Da unos cuantos golpecitos en el mismo, ademán de que quiere que nos sentemos. Hacemos caso.

—Shadow, tú eres el clon del proyecto original "Shadow".

—Eso ya lo sé, pero como es que perdí la memoria.

—Después de la batalla final contra los Metarex, tu te sacrificaste por todos nosotros. Tal vez lo recuerdes más con el tiempo. En fin, pasaron los meses y me alejé de los chicos estos por asuntos personales. Yo soy una cazarecompensas y varias veces me trataba de robar las esmeraldas caos que tú tenías para Eggman, pero obviamente no me lo permitías. Medio año después de esa batalla, descubrí que Eggman tenía un "tesoro", como él lo llamaba así. Pensé que serían joyas o algo de valor, así que investigué en donde estaba la base de Eggman donde supuestamente tenía su tesoro y me dirigí hacia ella. Logré infiltrarme a una sala donde había una cápsula.

—Allí estaba yo, ¿No?

—Exactamente. Tecleé una contraseña, y pudiste salir, pero un robot llamado Omega me intentó disparar, ya que según te cuidaba, pero tú me salvaste. Entre ustedes empezaron a luchar y yo los tuve que separar. Omega tenía rencor de que Eggman le había olvidado tantos años en esa bodega oculta y tú querías saber qué hacías allí ya que Eggman sabe como alterar tus recuerdos. Así nos volvimos un equipo contra él. Nos volvimos buenos amigos los tres.

—¿Qué?

—En tu pasado, yo ya lo sabía, pero no me atrevía a decírtelo. Eggman había hecho varios androides de ti y los usó para su beneficio, nosotros los destruimos todos. Al final de una batalla que tuvimos contra el doctor, no conseguimos nada, todo fue una farsa. Así que nos separamos. no volví a saber de ti, hasta ayer que luchaste con Eggman y casi lo destruyes. Te seguí.

—Un momento... ¿Estabas allí?

—Sí.

Narra Shadow

Después de esa conversación, más recuerdos llegaron a mi mente. Rouge sale con la excusa de que tenía a un amigo en esa nave a quien le gustaría ver. Me quedo solo, con la eriza rosa... Amy, creo.

—Así que... ¿Te simpatizo?

—No lo sé —respondo secamente.

—Pero Rouge dijo que-

—¿Qué más da? No recuerdo nada. Agh, mi cabeza, ¿Quién diablos es María?

Golpeo con rencor la almohada en la que Rouge estaba recargada antes, esta impotencia que siento al haber sido usado y engañado...

—Yo sé tu historia...

Me giro a ver a la eriza de ojos esmeralda que estaba parada mirando por el ventanal. Me acerco a ella con decisión.

—Dímela.

Y me cuenta todo, haciendo que varios de ésas memorias volvieran a mi cabeza... Mi vida hace 50 años con María en el ARK y cómo se sacrificó por mí, mi rivalidad con Sonic, el cómo Eggman me había sacado de la Middle Prison Island, por qué le servía a él... Cuando ella, Rouge y yo desactivamos unas alarmas con los Metarex, cómo fue que traté de matar a Amy pero a la vez le salvaba la vida, la lucha final contra los Metarex, todo.

Aprieto los ojos para suavizarlos enseguida. Ahora sé lo que debo de hacer.

Narra Amy

Se queda inmóvil, mirando al suelo. Quizá no fue buena idea el decirle todo de golpe. ¿Qué he hecho? Tal vez Sonic tenía razón y no se puede ser amigo de alguien como... él. Se abalanza hacia mí, ¿Me hará daño? Pero me tranquilizo y me quedo desconcertada cuando me doy cuenta que sólo me abrazaba agradecido .

—Gracias por contarme, Amy. Ahora sé que aunque algunos recuerdos no eran míos y otros no los recuerdo por completo, puedo sentir que tengo un pasado. Eres una buena chica. Quizá por eso me simpatizabas.

Me sonrojo ante tales palabras. Madre mía, Amy. Iba a contestarle algo, pero se escucha la puerta deslizadora. Un erizo azul nos mira, y Shadow aún no me soltaba.

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