Capítulo 188 ~Venganza cumplida~

Repitan la canción si se acaba antes de que terminen de leer el capítulo. Si gustan, pueden poner una a su preferencia que les haga sentir emotivos.

***

Flashback Sonic-Aurora (Hace unos días)

Se suponía que en las noches era peligroso salir a las calles de la infestada Green Hill. Todos temían que algún pirata los asesinara, o mucho peor, que los atrapara y los llevara con su líder, pues los rumores acerca de lo que les hacía el o la que dirigía a todos aquéllos piratas, se hacían cada vez más polémicos. Nadie quería sufrir.

Pero esa noche, se podía sentir el ambiente tan calmado... Por lo que un erizo azul, cuyo llevaba de a caballito a la hija de lo que alguna vez fue su todo, decidió salir a ver las estrellas y mostrárselas... Claro, sin que su madre lograra enterarse.

Se acostaron, no muy lejos de la base, en el suave pasto de la colina en la que se encontraba la misma. Sonic, acomodó sus manos detrás de su cabeza, para que de una manera, se acostara cómodamente. En seguida, la pequeña Aurora le imitó el movimiento.

-¡Mida pa.. Sonii! -Habló emocionada, señalándo aquélla estela brillante que había pasado velozmente en el cielo, al mismo tiempo que se sentaba.

De vez en cuando, se le salía decirle "Papi" al erizo, pues en él, no veía a un hombre como su abuelo, o como a su "tío" Mighty. En él, veía algo más como... una figura paterna.

-Eso, pequeña Rory, se llaman estrellas fugaces. -Le respondió él, serenamente, imitando la posición de la niña.

-¿Estellas fugaces? -Repitió.

-Sí, estrellas fugaces. Dicen que cuando logras ver una, el deseo más anhelado que tengas, se te cumplirá.

La eriza, con mucha ilusión, apretó los ojos y los puños. Estaba pidiendo su deseo. Al volverlos a abrir, sonrió emocionada.

-¿Qué has pedido, Rory? -Preguntó curioso.

Al decirle ella su deseo, el erizo sintió una gran punzada en el pecho, haciendo que sus ojos se cristalizaran un poco y soltara una pequeña pero notoria sonrisita.

-¿He dicho algo malo? -Preguntó con inocencia.

-No... No, Rory. -Siguió sonriendo con ternura. -Vamos, regresemos con los demás...

Narra Amy (Actualidad)

Aquéllo dejó a Sonic completamente perplejo, aunque siempre tuvo sus sospechas, pero eso fue un pensamiento pasajero. No sabía como sentirse, si enojado porque no le había dicho desde un principio, o felíz al saber que la pequeña con la que había formado un gran lazo, encariñándose con ella, era su hija. Por un corto momento, por dos lentos segundos, sonrió para sus adentros, pero su mirada cambió al ver como la malvada bruja, Black Moon, le devolvía a Aurora al pirata que la había traído hace unos momentos. Volvió hacia donde yo.

-¿Ya te vas a rendir?

-No...

Ahora estaba totalmente furiosa, pues dudo que antes haya habido alguien que soportase tanto rato sus oscuros poderes. Pero esta vez, no me provocava dolor con imágenes, sino, con un dolor mental tan insoportable, que estaba a unos cuántos segundos de rendirme.

Pero no, ya había llegado hasta aquí. No podía dejar que aquélla rata ganara y se quedara con Rory, Sunny y Peter.

El dolor era demasiado, no sabía si podía aguantar más. Entonces pasó. El brazalete de Shadow que llevaba y que no me quitaba, comenzó a brillar. Un pequeño lanza caos salió de él, dañándo a Black Moon.

¿Pero cómo eso fue...? Yo no hice nada... Ni siquiera puedo controlar energía caos. Eso no era posible...

De repente, sentí cómo los dedos de la bruja ya no se encontraban más apretando mis sienes. Levanté la vista y la vi, blandiendo la espada que portaba en el cinto de su vestido. El atacarla, la ha enfurecido más de lo que estaba.

Traté de pararme de allí, pero lo evitó apretando una de sus manos fuertemente contra mi cabeza, logrando que cayese al suelo por completo. Levantó la espada... y cerré los ojos esperando a que me la clavara.

Pasaron los segundos, pero no recibí impacto alguno. Observé que la bruja ya no estaba en frente mía, aunque no estaba segura, pues mi vista se estaba nublando poco a poco. Con dificultad, logré moverme y levantarme. Estaba a punto de volver a caer, pero unos brazos impidieron que me estampase contra el suelo. Miré hacia arriba y logré ver sus ojos, sus perfectos verdes ojos... había logrado safarse de los brazos de aquélla silla, salvándome de ser asesinada.

-Sonic... -Susurré, apenas logrando que se escuchase.

-Has llegado demasiado lejos, Black Moon. -Dijo él, mirando con desprecio a la rata, la cual estaba en el otro extremo de la sala encima de una mesa de brujería ya rota, pues Sonic le había golpeado con fuerza, mandándola hasta allí.

-Eso es trampa. Tú ya pasaste, y perdiste. -Contestó ella.

-He venido aquí por los niños y no me pienso marchar sin ellos. -Dijo firme.

-De acuerdo, entonces, venceme y te los devolveré.

Por el impacto del lanza caos, la bruja no había podido retener más el hechizo que hacía que las sillas cobrasen vida, haciendo que mis amigos lograran liberarse, y corrieran a rescatar a los niños.

Sonic y Black Moon, luchaban a muerte. El erizo se defendía más de lo que tenía que atacar, ya que, él no llevaba armas y ella tenía consigo una gran espada.

-¡No! -Logré gritar.

La rata había rasguñado parte del estómago de Sonic con la filosa punta de la espada. No podía observar con claridad si la herida era profunda, pero estaba completamente segura que a Sonic le dolía. Levantó la espada, para al fin terminar con la vida del erizo...

Fue Al la que, yendo por detrás, logró clavarle la espada que le había quitado al pirata que llevaba a Rory, haciendo que su frío corazón se desangrase poco a poco...

-Juré vengarme, juré vengar la muerte de mis padres... Y ahora pueden descansar en paz. -Articuló orgullosamente la eriza.

Cuando la última gota de sangre de Black Moon fue derramada, las almas del lago de los difuntos fueron liberadas, entre ellas, las de los padres de Al. El cielo y el castillo recuperaron sus formas naturales, y los piratas que causaban daños en todo el contiente, volvieron en sí, demasiado confundidos...

Mis amigos regresaron a la sala con Peter, Rory y Sunny en brazos. También habían rescatado a algunos presos que Black Moon les tenía encerrados, tales como la alcaldesa, su gente, y la familia real Acorn.

Me arrastré con dificultad hasta donde estaba Sonic, y me acosté en su pecho, fatigada, débil...

-N..no mueras. -Le susurré, mientras de mis ojos salían pequeñas lágrimas.

Sentí su brazo rodearme hasta que posó su mano sobre mi espalda. Bajó la mirada a su pecho y me sonrió.

Poco a poco, nuestros ojos se fueron cerrando al mismo tiempo, hasta quedar completamente inconscientes...

-Chicos... ¿Chicos? ¡¿Chicos?! -Gritó el armadillo...

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