Capítulo 179 ~De vuelta a lo desconocido~

Te bendigo, @SheilaRowlling (? :'D cap dedicado a ti ^^

***

Narra Amy

Eso era imposible. Por una parte, no hablábamos mucho de Shadow con ella, a no ser que Mighty o Honey le hayan platicado algo.

Y por otra, él está muerto... Me duele decirlo, pero quizás Rory sólo se lo imaginó.

Esa misma noche, volvía a tener la misma pesadilla. La mirada de Shadow, fijada en mí, mientras me ponía su brazalete. Después, la explosión. No me podía despertar por alguna razón, pero un repentino y extraño sueño hizo que me tranquilizase.

Él...

Estaba en un prado lleno de flores, el día estaba soleado y llevaba un camisón blanco. Le vi a unos cuantos metros, así que me acerqué muy deprisa y le intenté abrazar. Pero no pude. Me había tropezado, pero me había alcanzado a agarrar para no caer.

Alzé la vista y le miré. Sus ojos brillaban mientras una suave sonrisa se formaba en su rostro.

-Shadow, yo... Lo siento tanto...

-Pequeña...tranquila. -Me dijo regresándome wl abrazo.

-Me haces tanta falta.

-No más de lo que Mobius te necesita a ti.

-¿C..cómo?

De repente, me mostró imágenes de mis amigos y de la gente que vive en Mobius. Todos se veían tristes y asustados, en aquél planeta cada vez faltaba más el color...

-Tienes que regresar...

Dicho eso, comenzó a desaparecer poco a poco, haciendo que ya no le pudiese tocar, o al menos, no en aquél sueño. No quería que se fuera, quería tenerle más rato allí, conmigo... Pues era la única forma en la que sólo le podía ver.

-¡No te vayas, quédate! -Gritaba entre lágrimas.

***

No sé por qué hice caso, aunque la parte más profunda de mí lo deseaba. Al día siguiente, empacaba mis cosas y las de Aurora. Mighty entró y me miró extrañado, pues no le había dicho a nadie sobre mi decisión recién tomada.

-¿Amy? ¿Qué haces? -Preguntó.

-Mighty... Me regreso a Mobius.

El armadillo formó una sonrisa en su rostro, pues era obvio que la noticia le había alegrado.

-¿Entonces... Le dirás? -Preguntó refiriéndose a lo de siempre.

-No voy exactamente a eso... Es algo complicado. Una extraña sensación me inclina a que regrese.

-Sí. La sensación de presentarle a tu hija a su padre.

-No, diferente. Bueno, ¿Vendrán conmigo o no?

***

Honey y Mighty se fueron en su propia nave, mientras que Rory y yo en la mía. Pues al llegar, yo me dirigiría a mi casa, y ellos, a la que solía ser suya. Sabía que mi padre podría con el reino sin mi presencia, pues a pesar de ya ser abuelo, no es viejo.

Al llegar, ya había anochecido. Aterricé en un acantilado muy retirado de mi antiguo hogar, pues la gasolina de mi nave ya se había agotado; apenas logramos llegar hasta acá...

Habían pasado tres años desde mi última ve aquí y ya nada parecía ser lo mismo. Todo había cambiado.

Green Hill parecía desierta, como si ya fuese demasiado tarde, como de madrugada. Pero sólo eran las 21:00 hrs. Eso me resultó extraño, pues a éstas horas, se suponía que la gente seguía paseándose por las calles tranquilamente.

Rory se había dormido y yo intentaba encontrar un taxi, pero seguía sin ver rastro de vida alguna. En eso, una prostituta se nos acercó a nosotras disimuladamente.

-Hey dulzura, una chica como tu no debería estar a éstas horas por aquí, y menos con una niña pequeña, es peligroso. -Dijo.

-¿Peligroso? ¿Green Hill?

-Ajá... No sé cuánto tiempo lleves fuera pero desde hace unos meses esto ya no es lo de antes. Unos malvados piratas y ladrones asolan todo el continente, atemorizando a la gente.

-¿Piratas y ladrones? -Pregunté sorprendida.

-Si... Destruyen a todo aquél que se opone a sus normas y han prohibido salir de noche.

-Hmm... Gracias por la información. Pero no les tengo miedo.

-Eso mismo dijeron los de G.U.N. y el guardián... No me acuerdo como se llama.

-Knuckles... -Murmuré.

-¡Eso! Trataron de enfrentarse a ellos, pero su tecnología es demasiado alta. Por cierto, me resultas conocida. ¿Cuál es tu nombre?

-Soy Amy... Amy Rose.

-Mi nombre es Thalia.

Me fijé en ella, no tenía mala apariencia para ser lo que era. Era una iguana de color avioletado con grandes ojos naranjas en los que se veían buenas intenciones.

-Thalia... ¿Y la alcaldesa? ¿Y su gente? ¿No han hecho nada en contra de ellos?

-Me temo que presos, sino es que muertos...

-¿Muertos?

-La verdad no lo sé. No los hemos vuelto a ver desde que decidieron enfrentárseles. Los demás continentes han querido mandar ayuda, pero los piratas son demasiado listos y los demás ya no se arriesgan a perder de su gente. Estamos solos en esto.

-¿Y los Acorn...?

-Me temo que huyeron.

-¿Y el Sonic Team? -Pregunté temerosa.

-No sé. Creo que planeando un ataque, pero es difícil ya que les ganan en número. ¿Les conoces? -Preguntó curiosa.

-Sí... Mejor que nadie... -Dije con tristeza.

-Ehh, ya sé de qué te conozco. Tu estabas en el Sonic Team.

-Sí, estaba. Pero me fui un largo tiempo.

-Vaya, pues aún me sorprende que no te hayan visto llegar.

-¿Que no me hayan visto...?

Oh no... ¡Mighty, Honey!

Dejé con la palabra en la boca a Thalia y corrí por aquéllas calles. Estaban sucias, malolientes y totalmente vacías de vida, de no ser por las cucarachas e insectos que se paseaban por ellas.

Aceleré el paso sin aflojar de mis brazos a Aurora. Ya casi había llegado al centro de la ciudad cuando escuché unas voces a lo lejos.

Había una construcción a medio terminar al lado, así que destrocé la cerradura y escondí a mi pequeña allí. Una vez fuera, me encontré con los dueños de aquéllas voces roncas y gruesas.

-Vaya, vaya... Una damisela que osa desobedecer nuestras órdenes. -Dijo uno.

-Enseñemosle la lección. -Dijo el otro.

Llegaron bajo la luz de una farola y pude ver que eran aves. Dos pequeños (uno mujer) y uno grande y gordo.

-¿Ustedes son los temibles piratas? -Se me soltó decir.

-Exacto. Como veo que no estás al corriente de la situación, me presentaré. Soy Francis el pirata, y estos son Anne y Henry.

-Diría "Encantada de conocerlos", pero les estaría mintiendo. ¿Van a dejar de molestar a los ciudadanos? -Me impuse. Ser reina te hace tener carácter para proteger a los tuyos, y aunque este no sea mi reino, he crecido aquí la mayoría de mi vida y no pienso quedarme sentada de brazos cruzados.

-¿A caso crees que una niña insolente como tú va a lograr detenernos? -Dijo la chica mirándome de mala manera.

-No deberías subestimarme.

-Mira niñata, nuestro continente, nuestras normas. Y las estás incumpliendo. Me temo que tendremos que castigarte eliminándote.

Estaba claro que no saldría de allí sin pelear. Me quité la chaqueta y la tiré al suelo, preparandome para el combate. Primero me atacaron Anne y Henry, pero eran muy lentos y les esquivaba, haciendo que se cansasen. El grande, Francis, se enfadó, por lo que los golpeó haciendoles a un lado, enfrentándose a mí...

-Ha llegado tu hora. -Setenció.

Francis trató de golpearme, pero convoqué a pikopiko y desvié su ataque. Después decidieron que me atacarían los tres a la vez, pero escuché que Aurora comenzaba a llorar asustada. Ellos también la oyeron y corrieron en busca del sitio del que provenía aquél llanto. Me les adelanté y tomé a Rory en brazos, pero ellos ya me estaban alcanzando para atacarnos, apreté los ojos, esperando que la herida fuera yo y no mi hija...

Pero no llegó golpe alguno.

Al abrir los ojos, vi a mi mejor amigo y a su novia delante de mi, deteniendo el ataque de los piratas. Tras un largo rato, Mighty, Honey y yo habíamos logrado noquearles.

-¿Estás bien? -Preguntó Mighty.

Asentí y cogí en brazos a Rory, quien tenía los ojos cerrados y temblaba de miedo.

-Tranquila, pequeña, mami está aquí. -Le susurré, haciendo que se calmase un poco. -Oh chicos, me alegro que hayan llegado con bien. -Les dije.

-La verdad es que se nos hizo un poco extraño el ambiente al llegar, dos extraños individuos nos atacaron, pero logramo vencerles. -Dijo Honey.

Les conté todo lo que Thalia me había dicho sobre los piratas y ladrones que amenazaban Northamer y lo del Sonic Team.

-Debemos encontrarlos. -Dijo Mighty decidido.

Asentimos entre los tres, pero antes, tenía que ir hacia aquél lugar...

No se opusieron, al llegar, les pedí que me dejaran unos momentos a solas y cedieron...




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top