Capítulo dedicado a @Vicent1510

Cállate Naomi >:v

El multimedia cuando se los pida :)

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Narra Amy

Llegamos a Athens hacia media tarde. Y digo "llegamos", porque Mighty y Honey me acompañaron como siempre, a parte de que mi abuela los quería mucho. No le había dicho a nadie sobre esto, mas que a ellos, pues suficiente lástima he causado ya.

Bajamos de la nave y miramos impresionados como la capital, Athnas, había progresado desde que nos fuimos con aún más esplendor. Caminamos hacia el castillo, en donde mi padre me esperaba.

-Tesoro... -Me saludó triste, brindándome aún así un caluroso abrazo.

-Papá... -Dije entre lágrimas.

-Sus habitaciones están listas. Bajen en media hora, los estaremos esperando en la capilla real.

Asentí y me dirigí con mis amigos hacia nuestras respectivas habitaciones, ellos se quedarían juntos, mientras que yo me quedaría en mi habitación. Al entrar a aquélla habitación de paredes blancas con adornos rosas y azules y cerrar la puerta, no pude evitar correr hacia mi cama y tirarme en ella a desahogarme y gritar con la almohada en mi cara. Mi mundo se desvanecía muy rápido, quería morir en ese momento. Lamentablemente, no podía hacerlo. Mi madre, mi abuelo, mi abuela, Shady... ¿¡Quién sigue!? ¡¿Qué más me tiene que pasar para que el destino me deje ser felíz?!

Pasaron varios minutos, cuando decidí levantarme y vestirme adecuadamente. Abrí el armario y decidí ponerme un vestido negro con caída circular hasta la rodilla, junto con zapatos que combinaban. Me limpié el rostro y me cepillé el cabello, para ponerme al final, un tipo de sombrero negro elegante junto con el colgante de la familia Rose.

Di un largo suspiro y salí, encontrándome con Mighty y con Honey también vestidos elegantemente de negro. Me dedicaron una suave sonrisa y salimos del castillo para dirigirnos hacia la capilla, la cual estaba llena de gente tanto importante (en Athens), como de la ciudad. Al entrar, me hicieron una reverencia... Me senté en la banca de hasta adelante, junto con mi padre y mis amigos. Al terminar la breve ceremonia, nos dirigimos en silencio al cementerio real familiar.

Tras el funeral, me quedé con dos rosas en la mano. Todos se habían ido ya del cementerio, excepto mi padre, Mighty, Honey y yo.

Deposité cada flor en las dos tumbas que estaban juntas... en una se encontraban "William y Natalie Rose", y en la otra, estaba mi madre, "Nimue Rose". Al dejar las rosas, una lágrima rodaba por mi mejilla. Hicimos una reverencia ante las tumbas y regresamos al castillo...

-Amy, debes cenar algo... No puedes quedarte sin comer tanto tiempo. -Me decía mi mejor amigo.

Yo sólo observaba la comida con asco, a la vez que jugaba con ella moviéndola de un lado a otro en el plato con el tenedor.

-No quiero... no puedo... -Dije.

-Haz el intento, tesoro. -Dijo mi papá serio.

-Aunque sea, sólo un poco. -Me animó la gata de cabellos negros.

Suspiré molesta e incrusté el tenedor en el pedazo de ternera que había en el plato para meterlo a mi boca. Masticaba y tragaba el bocado sin ganas... así pasaron treinta minutos hasta que me acabé la mitad del plato. Ya no puedo más.

Mi padre me miró preocupado, pero en el fondo me entendía. Al saber lo de Shadow se ha entristecido también, pues con Shadow se llevaba muy bien y se supone que estaríamos celebrando una boda y no dos deprimentes funerales.

Puse mis manos en mi boca y los cachetes inflados.

Oh no...

Sentí como el estómago quería devolver la poca comida que había ingerido, corrí hasta el baño junto a mi habitación y comencé a vomitar todo.

Por eso no debo comer cuando no quiero.

Me cepillé los dientes y me fuí a acostar a mi habitación, mirando hacia el techo, recordándoles...

-¿Se puede? -Escuché decir a mi padre detrás de la puerta.

-Adelante.

Entró y me incorporé para que se sentara a mi lado, posó su mano en mi hombro, dedicandome una ligera sonrisa.

-¿Pasa algo? -Pregunté desanimada.

-Venía ver como estabas. Nos dejaste preocupados por lo que sucedió allá abajo.

-Estoy bien. Cuando como forzadamente supongo que pasa eso.

-Está bien... pero debes de comer, intentarlo, es por tu salud. No puedes estar siempre así. Sé que estos últimos días, han sido difíciles para todos, en especial para ti... Pero verás que con el tiempo, lograrás superarlo.

Mis ojos se cristalizaron recordándoles, en serio les extrañaba.

-Ya no sé que hacer para sentirme mejor. Simplemente no puedo... Fue un doble golpe muy duro para mí.

Mi padre me dio una foto enmarcada, tomada cuando recién Athens recuperaba su esplendor. En ella, estábamos él, mi abuela, Mighty, Honey, Shadow y yo... Apreté la foto contra mi pecho, dejando caer unas cuántas lágrimas más.

-Tesoro, a ellos no les gustaría verte así. Ahora, ellos te cuidan desde otro lugar, y quieren que sigas adelante con tu vida.

-Tardaré en superarlo...

-Lo sé. Así es esto... Pero bueno, tienes que dormir. Mañana será un día muy importante para Athens y para ti. Pero tengo que estar seguro de que estarás bien, ¿Estarás bien?

Asentí con la cabeza, dejándole más tranquilo. Me sonrió y me besó la frente, para salir de allí. Y así quedé dormida, abrazando aquélla foto...

***

Se estaba haciendo de noche. Hoy era mi coronación como la nueva reina de Athens. Las sirvientas del castillo me preparaban tanto a mí, como a Honey, pues ella fue declarada por mi abuela como mi dama de compañía. Tenía los brazos estirados hacia los lados mientras me acomodaban el corsét y la falda del gran vestido. Era en tonoz rojos y dorados. El de Honey era en tonos azules y blancos. Al terminar de maquillarnos, las jóvenes nos señalaban a donde iríamos.

Después de la coronación, se haría un baile real, en donde varias familias reales se presentarían. No escuchaba los nombres que mencionaban acerca de ellas, pues estaba más hundida en mis pensamientos que nada. Había algo que me inquietaba y no había tenido el tiempo de descubrir...

-La princesa Amy Rose de Athens. -Anunció un mariscal. -Y su dama de compañía, Lady Honey White.

Salimos de donde estábamos, para aparecer frente al salón, arriba de las escaleras. El salón del trono era una amplia sala en tonos rojos y dorados, colores de la realeza de mi planeta. Tenía un grab sillón al otro extremo con el escudo Rose encima. Estaba lleno a reventar, con la gente formando un pasillo en medio. Mi padre, con el vestuario de rey, estaba junto al sillón, esperando...

Bajamos las escaleras y comencé a caminar por aquél pasillo con Honey acompañándome. Todos me miraban, al mismo tiempo que reverenciaban. Mi padre besó mi mano, después, tomó una preciosa corona de encima de un cojín aterciopelado, que colocó cuidadosamente sobre mi cabeza. Mientras que yo miraba a la multitud real que se encontraba en frente mía, mirandome también.

-Les presento a su majestad, Amy Rose, reina de Athens. -Dijo después.

-¡Larga vida a la reina! -Dijeron todos.

Me senté en el trono con Honey y Mighty a mis costados. Mirábamos como algunos comenzaban a comer los bocadillos, otros charlaban de sus cosas y otros tomaban a su pareja y comenzaban a bailar al centro del salón.

-No puede ser... -Susurró Mighty.

Le miré confundida y le vi con una sonrisa, al igual que a Honey. ¿Qué tanto miraban?

Miré al frente y allí estaba él... a tan sólo unos pasos de mí.

Sonic se arrodilló ante mí y besó dulcemente mi mano...

-¿Me concedería una pieza, mi reina?

[Importante ver la traducción de la canción :3 la encontrarás en el multimedia, también es la canción que bailan Sonic y Amy aquí abajo :')]

Tomé su mano y él se incorporó, llevándome al centro del gran salón. Todos, asombrados y admirados, abrieron paso ante nosotros, dejándonos un gran espacio para Sonic y para mí. Puso su mano en mi espalda, apretándome suavemente contra él, yo posé delicadamente una de las mías en su hombro, y nuestras manos sueltas nos las tomamos. Mi corazón latía a mil por hora...

Comenzamos a balancearnos hasta tomar una perfecta danza al ritmo de la música. Era como si bailásemos uno de esos bailes reales de antes, de esos tradicionales...

But I set fire... to the rain...

En ese momento, me tomó de la cintura con sus manos y me cargó, girando en varias vueltas, haciendo que los olanes de mi vestido volasen junto a mí. Cuando me soltó volvimos a retomar el baile, en ratos me dava una vuelta, para después volver a toparme con él cara a cara.

Observé a los demás, varios bailaban también, Mighty, Honey, Sonia, Manic y su novia, Daiana, miraban emocionados la escena, mientras que mi padre observaba con interés y atención a aquél erizo con el que estaba bailando... el príncipe de Yurashia.

-Vuelve conmigo. -Me dijo de repente, sin perder el ritmo.

-Yo... no puedo...

-¿Por qué no puedes?

-Mi... mi reino me necesita... y ahora, yo no puedo tener algún tipo de relación amorosa... no quiero...

-Entiendo. Pero no permitas que deje de verte...

-Sonic, por favor... yo...

-Sé que es difícil lo que estás pasando, yo también he vivido pérdidas...

-No sé si pueda con todo esto...

-Serás una gran reina. Creéme.

Le dediqué una media sonrisa.

-Ames... por favor... démonos otra oportunidad.

-No...

-¿No?

-No.

-Eso no es lo que quieres...

-Por favor, sólo... déjame empezar de cero, aquí. No quiero recordar nada de mi pasado. No quiero... estar contigo...

-¿E...eso es lo que quieres? -Dijo con un hilo de voz, deteniéndo nuestro baile.

-Sí.

Suspiró cabizbajo.

-Bien... Entonces... supongo que esto fue todo... ¿No?

-Así es.

-Bien... respetaré tu desición. Tu y yo vamos a rehacer nuestras vidas, lejos de cada uno.

-Que así sea.

Nos separamos y cada uno tomó su camino. Mighty y Honey, pararon su baile y me miraron confundidos. Mis ojos, cuyos habían aguantado para no soltar las lágrimas, comenzaron a cristalizarse.

Corrí hasta mi habitación y cerré la puerta; me tumbé deslizandome en la puerta, hasta quedar sentada, con mi cabeza hundida en mis rodillas...

Ese había sido nuestro último adiós...

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Esperé diez minutos en el baño, caminando de un lado a otro, nerviosa, con aquél pequeño aparato en mis manos. Tragué saliva y miré el resultado. Lo que tanto me había inquietado las últimas dos noches desde la coronación había sido confirmado. Oh no... Salí y vi a Honey, esperándome en mi cama. Al verme se levantó y se acercó a mí.

-¿Y bien? -Preguntó nerviosa, a la vez curiosa.

-Positivo. -Le respondí.

-Oh Chaos... Eso significa que...

-Sí, Honey. Estoy embarazada...

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