Cosas que amo y actualizar rápido y jugar con los sentimientos de los lectores :'3 los amo ♡

Narra Amy

-¿¡Estás loca!? -Me dijo Mighty jalándome hacia él, alejándome de aquél puente en el que debajo pasaban los coches. -¿No pensabas saltar hacia abajo, o sí? -Preguntó alarmado mientras me abrazaba.

-Ya no quiero... ya no aguanto más... -Sollozé.

-Todo va a estar bien...

-Es fácil decirlo.

-Tienes que intentarlo por ti, no puedes estar así para siempre...

-Si estuvieses en mi lugar entenderías....

***

Ganas de llorar, no querer hablar, ni escuchar a nadie... ¿Ánimo? ¿Qué es eso? Caminar sin saber a dónde, avanzar, sin saber dónde, sólo observar, querer estar a solas, dormir para no sentir, accionar sin pensar, querer sentir aún más dolor. Pero eso ya no se puede, estoy destrozada.

Ese horrible sentimiento, esa horrible sensación, cuando es de madrugada, y no puedes dejar de llorar, tapas tu boca ahogando los sollozos contra la almohada, quieres gritar, quieres llorar bien. Pero no querer que nadie te escuche, no querer que te oigan cuán bajo caíste...

Sólo faltaba una semana para la dichosa boda... llevaba casi tres encerrada en casa, deprimida... intentando escapar de todo aquéllo que me rodeaba, ya que cada vez que salía no eran más que comentarios sobre aquello...

Se supone que me seguía queriendo... ¿Acaso Shadow me mintió? ¿Por qué lo habría hecho? Aunque dudo que haya sido por lastimarme... ¿O acaso decía la verdad? No lo entiendo... no entiendo nada...

Traté de suicidarme, pero siempre fallaba, quedando peor de lo que estaba ante la desesperación de Mighty y Honey... se habían tomado muy en serio lo de cuidar de mí y ahora... no sabían que hacer...

Sonó el timbre, supuse que sería alguno de mis amigos que venían a tratar de animarme, pues no se habían despegado de mí las últimas semanas...

Al abrir me encontré con la que solía ser mi amiga... aquélla ardilla marrón con cabello rojizo y ojos azules. Como siempre, más alta que yo. Pero no se veía que era la Sally dulce y educada que conocía... se veía más... creída...

La muy descarada entró sin ser invitada y se puso a mirar por todos lados.

-Pasa... y esas cosas. -Dije irónica.

-Creo que no es necesario avisarte que pronto seré la futura esposa de Sonic. Como sea, me presentaré, soy Sally Acorn, hija de los reyes de Northamer y pronto, futura reina también. Claro, cuando sea la señora de Speeder.

-No hace falta que te presentes, Sally, si te conozco. ¿O no me recuerdas?

-Bueno, solo me gusta presentarme con mi futuro nuevo cargo.

-Ahm... que bien...

-No hace falta que seas falsa querida.

-¿Y quién dice que lo sea? ¿Y a qué has venido? -Pregunté seca.

-Menudos modales... aunque no se puede esperar más de una cualquiera como tú. Ya veo porque Sonic te dejó, no lo culpo, sabía que después de todo terminaría por volver a mí. Vengo a dejarte en claro que él se va a casar conmigo, así que no intentes nada raro.

-No hables sin saber con quien estás hablando, pues te llevarías una sorpresa ;) Y por lo de Sonic... ¿Tanto miedo tienes de que te deje plantada?

-Eres patética.

Tuve que controlarme para no darle un buen putazo con mi martillo, cosa que me apetecía, y mucho. Por suerte, logré mantenerme calmada. Ella no me haría daño, nadie me puede hacer más daño. Sabía que había querido a Sonic pero... ¿Cambiar su actitud? Me mantuve firme en mi postura sin ceder ante sus insultos... Me moría por ganas de soltarle quien era yo, aunque callé.

-¿Has venido a insultarme? Digna actitud de.. ¿Cómo era? Ah si... de la futura reina. -Me burlé.

Me puso los ojos en blanco para después soltar un "Pff" de su boca.

-En realidad venía a darte esto. -Me entregó una cajita azul, dentro había un papel alargado, con algo escrito. -Es una invitación para la boda, si es que tus patéticos lloros no te impiden ir...

-Allí estaré. -Dije firme.

-¿Qué? -Dijo cortada.

-Lo que has oído. Allí estaré.

-Ja. Merecerá la pena verlo. Nos vemos.

-Por supuesto que sí. Hasta luego. -Dije invitándola a irse.

Después de eso se marchó, cruzándose con Rouge en la puerta... ésta la miró con cara de asco y entró corriendo a mi casa.

-¿Qué hacia esa lagarta aquí? -Preguntó. -Desde que anunció su compromiso con Sonic se ha vuelto muy pesadita.

-Vino a invitarme a la boda...

-¿Qué? ¿Y vas a ir?

-Sí...