Parte única


My devil on the bed


Ambos jóvenes entraron a la habitación, tambaleándose entre besos interminables y respiraciones agitadas.

El menor devoraba los labios de quien egoístamente lo sujetaba de la cintura y lo dirigía de la misma, guiándolo poco a poco a la cama tras su espalda, en la que sin impedimento alguno lo tumbo en ella, profanando con sus húmedos labios y tibia lengua la blanca piel del más bajo.

Entre jadeos y gemidos bajos, Ruki se encargó de destrozar la tela que le impedía tocar la caliente piel de quien ahora se encontraba devorando y marcando su cuello con chupetes y mordidas.

Nuevamente Reita subió a sus labios, devorando estos con fervor, atrapando entre sus labios los carnosos belfos y lengua ajenos.

"Nuestras tibias respiraciones se enredan"

Mientras sus manos indecorosas recorrían sus torneadas piernas del chico bajo el, llegando a la bragueta, bajando lenta y tortuosamente este, dejando expuestas –a excepción por la tela de su ropa interior- sus nalgas, de las cuales no perdió tiempo y apretujo a su gusto mientras mordía los labios del contrario, logrando que sangraran un poco, haciéndolo para ambos, un beso mas "dulce."

"Muérdeme sin apartar tus ojos

Para que no lo hagas en la punta de mi lengua".

-¿Te gustan, cierto?- sonrió ladinamente al formular la pregunta, encontrándose con la lujuria marcada en la mirada del rubio, quien mordiendo su labio y frotando ambos miembros por sobre la tela contesto.

-Mierda si, luce tan apetecible para mí-

Ruki mantuvo la mirada y entre jadeos debido a la fricción en sus miembros gracias al pequeño vaivén que el rubio mayor hacía con su cadera, paso sus manos por la piel descubierta de su abdomen, descubriendo la alta y deseosa temperatura de este.

Quito la camiseta de Ruki, casi rompiéndola, para después devorar los ya erectos pezones de este, halándolos levemente con sus labios o haciendo círculos con su lengua, manteniendo las caricias en sus piernas y cintura.

-Ahh, R-Reita- Gimió al sentir su tibia lengua jugar deliciosamente con sus pezones mientras de nuevo apretaba sus nalgas.

Se levantó, quedando Reita de Rodillas, frente a frente, para después girarse y dejarle una excitante vista al mayor mientras quitaba su pantalón y ropa interior, estando ya desnudo frente a él, se inclinó, dejando expuesto su trasero, más específicamente, su entrada ante la atenta mirada del rubio quien sin perder ni un segundo, lo tomo de las caderas pasando sus grandes manos por sus nalgas y después darle una nalgada.

-Mhh más Daddy- Reita sonrió y no negó la petición de su pequeño, esta vez incluso dejando una marca rojiza donde atino el golpe, causando un gran gemido de satisfacción en el contrario.

-¿Te gusta que te nalguee, pequeño?-

-Mhh, si Daddy- pero una idea mucho más placentera cruzo por la cabeza del menor - ¿No quisiera Daddy comerme el culo? –dijo incluso meneando un poco su trasero.

Un escalofrió lo recorrió cuando sin dudarlo de un momento a otro, Reita se acercó a su entrada, pasando primeramente sus labios y después pasar su lengua por el contorno del anillo muscular, encargándose de preparar lo mejor posible al menor, por ahora, solo con su lengua.

Un sonoro jadeo escapo de sus labios al sentir la lengua del mayor abrirse paso de a poco en su entrada. Apretó las sábanas entre sus puños, con la sensación de un placentero cosquilleo en su abdomen llenarlo poco a poco.

Moviendo su cadera un poco para más contacto, sentía su miembro endurecerse cada vez más, hasta sentir el líquido pre seminal humedecer la punta.

Reita al ver esto, y el líquido transparente caer en la sábana, quito de a poco sus últimas prendas, quedando completamente desnudo. Tomo su miembro acercándolo a la entrada del menor, frotando levemente la punta, sin la intención de meterlo –por ahora-.

-P-por favor Daddy...-

-¿Qué es lo que mi bebe quiere?- queriendo jugar un poco con el hizo una leve presión, haciéndolo gemir.

-N-no me torture D-Daddy- dejo caer su frente sudada en la almohada –Métalo, quiero sentirlo dentro-.

-Se más claro, bebe- Ruki se sentía desfallecer con cada presión que el mayor ejercía con su miembro, pero al mismo tiempo estresado.

-Folleme Daddy...-

"Mi demonio en la cama"

-Con gusto-.

Y de una sola estocada introdujo todo su miembro en la estrecha entrada del menor. Un dolor punzante invadió su parte baja, pero este poco a poco fue desapareciendo con cada golpe preciso a su punto con cada estocada.

-A-ahh... Más Daddy -.

Con esas simples palabras Reita aumento la velocidad de sus movimientos, causando que en toda la habitación solo se escuchasen los gemidos de ambos junto con el deleitante sonido de sus pieles desnudas chocar una con la otra.

Reita paso su mano por la caliente espalda del menor hasta llegar a su cabello, tomándolo con fuerza, haciendo que este arqueara su espalda.

Sin la necesidad de incluso tocar su propio miembro y solo estimulando levemente sus pezones.

De esta manera, con su próstata siendo abusada con los fuertes y rápidos golpes de cada estocada del miembro de Reita y la habitación llena de gemidos por parte de ambos, fueron la combinación perfecta para que en su tan ansiado orgasmo se dejara liberar el líquido blanquecino en las sábanas.

Cansado, se dejó caer en la cama.

-¿te gusto bebe?- sonrió ladino.

-Claro que si- mordió su labio, dirigiendo su mirada al aún erecto miembro de Reita. –Pero Daddy aún no se ha corrido...- llevo sus manos a los hombros del mayor, dejándolo recostado en la cama. –Y yo quiero la lechita de Daddy en mi boca-.

-Entonces consíguela amor-.

Dedicándole una sonrisa traviesa, tomo entre sus manos el gran miembro, masturbándolo un poco hasta meter solo la punta en la boca, jugando un poco con su lengua en ella.

-Mhh... sigue así bebe – satisfecho con hacer disfrutar al mayor con su boca, provocándole gemidos, siguió con su acción.

Metía y sacaba, creando un sonido de succión como si de un chupete se tratara, hasta tenerlo todo en su boca, con la punta golpeando su garganta y ahuecando sus mejillas en cada acción del vaivén.

El líquido pre seminal inundaba su boca con el agrio sabor.

Reita lo sujeto por los cabellos, moviendo sus caderas, follándose la boca del más bajo, hasta correrse en ella.

Ruki trago todo el líquido blanquecino y limpio con su lengua y dedos lo que escurría por sus labios.

-Rico-.

........

-No sabes lo bien que me la paso contigo- dijo levemente el menor, acariciando el pecho desnudo de Reita, ambos ya cubiertos por la fina tela de las sábanas.

-Digo lo mismo, aún sin terminar en la cama, tu simple presencia es única para mí-

Pero esto solo causo una triste sonrisa en el menor.

-Reita... he querido hablar de esto contigo desde hace tiempo, pero... nunca encontraba el momento adecuado- el mayor lo miro con duda y este, tomando el valor de hablar, después de un largo suspiro lo hizo- me gustaría formalizar lo nuestro, significar para ti algo más allá de un simple acoston de una noche...-

Temiendo por la respuesta del mayor, cerró los ojos, queriendo disfrutar de lo que podrían ser los últimos segundos a su lado, antes de uno de los peores rechazos de su vida, en cambio, abrió sus ojos con sorpresa al sentir un beso en su frente y escuchar la leve risa del contrario.

-Ruki... ¿es que aún no lo entiendes? –el mencionado lo miro interrogante, esta no era le reacción que esperaba, sin embargo era la mejor que pudo haber visto –Ya eres importante para mí, hace tiempo que guardo todo tipo de sentimientos hacia ti, al principio me negaba a creerlo, pero con forme fue pasando el tiempo, me di cuenta de que poco a poco caí enamorado de ti, con cada palabra que de tus labios salía, y cada gesto que hacías, simplemente cada vez me costaba más alejarme de ti. Pero termine cediendo ante la hermosa sensación de tenerte a mi lado, y es mucho mejor ahora que se... que soy correspondido-.

Para entonces las lágrimas amenazaban por brotar de los ojos del menor, conmovido por la manera en que Reita le hizo entender sus sentimiento y la alegría de igualmente ser correspondido, sonrió grande gasta sentir sus mejillas doler, y después juntar sus labios con los del mayor en un tan ansiado beso.

Sin apuraciones ni segundas intenciones, solo el fino roce de sus labios en una muestra sincera de amor.

-Así que... ¿me harías el honor de convertirte en mi pareja?- dijo una vez terminado el beso, pero sin dejar de abrazarse.

-Por supuesto que si... Daddy-

-Me haces tan feliz... mi bello demonio-.

.........

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top