Ⓤⓝⓞ

—Seokjin—  Repitió la mujer frente a la gran cama.

Soltando un sonoro suspiró al ver que su hijo aún estaba durmiendo y por más que lo intentaba, no lograba que este despertara.

—Seokjin— repitió esta vez moviendo de manera brusca la cama.

Logrando que el rubio en ella se levantará de manera repentina, aún sin abrir los ojos por completo intento buscar la causa de los movimientos, encontrándose con su madre frente a él.

La señora Kim cubrió sus labios intentando retener una risa al ver el rubio cabello alborotado de su primogénito, además de su rostro hinchado.

—Madre, ¿Qué haces?— recriminó el menor mientras se sentaba al borde de la cama.

—¿Qué que hago?, Seokjin, reacciona... Arréglate rápido, ya debe de estar en camino—

—¿Quién?—

—Jin, es viernes, tu hermana llega hoy— avisó la mayor mientras salía de la habitación.

Con rapidez el menor se levantó de su lugar, ocasionando un mareo momentáneo debido al repentino movimiento.

Una vez que su vista se aclaró, comenzó a vestirse y asearse para recibir a su querida hermana.

Jisoo se había ido hace dos años a Nueva Zelanda, como parte de un programa de becas que le dió la oportunidad de viajar a aquel país y terminar su carrera.

Debido a ello, desde entonces no había logrado verla. La extrañaba demasiado, desde pequeños eran muy unidos, siendo confidentes de sus travesías uno de otro.

Ella no podía desaprovechar esa oportunidad; a pesar de lo doloroso y difícil que fue en un inicio vivir alejada de su familia, siendo su único contacto por años aquellas videollamadas o llamadas casuales.

Recuerda como en su último contacto, ella muy emocionada le comento que pronto iría con ellos, con una gran sorpresa.

Seokjin agradeció ver a su hermanita tan contenta aún así a través de una pantalla.

Una vez vestido con su impecable traje azul marino, salió de la habitación en dirección al gran comedor, dónde una fila de sirvientas esperaban a la familia con los alimentos ya servidos sobre la mesa.

Aquellos sirvientes lo recibieron con una reverencia respetuosa que el correspondió. Casi al momento sus padres vestidos de manera elegante lo acompañaron al comedor. 

—Hoy es un gran día, Jisoo regresa a casa— mencionó el señor Kim, quien con anterioridad había ordenado remodelar la habitación de su hija, para recibirla como un miembro de la familia Kim se merece.

—Por supuesto, hace un año que ella termino sus estudios y logró instalarse en una empresa, ya imagino el gran trabajo que haría aquí— mencionó su madre.

—Claro madre, en el área de relaciones internacionales necesitamos algo de apoyo, no dudo que mi hermanita haría un gran trabajo— Alago Seokjin ante la idea de trabajar juntos, como lo planearon desde adolescentes.

—Por favor, preparen un gran banquete para esta noche— ordenó el señor Kim ante sus sirvientes quienes comenzaron con los preparativos.

El día transcurría con relativa normalidad, Seokjin junto a su padre se dirigieron a la empresa, de la cual él dentro de unos años, asumiría el cargo como dueño.

Una vez solo en su oficina comenzó a arreglar el papeleo de compra y venta de acciones de empresas vecinas con las que han colaborado. Con extraña alegría realizaba su trabajo.

—Permiso, joven Kim. Traigo el contrato con la última empresa—.

—Muchas gracias Yoongi— el mencionado reverencio antes de entrar a la oficina y entregarle los documentos. —Y deja los modales de lado— sonrió.

—Lo siento Jin, estoy un poco perdido hoy— mencionó el pelinegro tomando asiento frente al escritorio.

—¿Es por Jimin?— el contrario solo asintió —¿Qué ocurre con él?—

—Le conté que tu hermana, Jisoo, regresaba hoy, no le agrado la idea de que fuera yo quien la recibiera en la empresa—.

—Es inseguro de nuevo— mencionó ante el semblante serio de Yoongi.

Yoongi y Jisoo en un pasado tuvieron una relación, mientras que ella estudiaba la universidad y hacia prácticas en la empresa, Yoongi la apoyaba en todo lo necesario al ser la mano derecha de la familia Kim. Todo iba muy bien, hasta que la noticia del viaje de la menor llegó a sus oídos.

Sin poder soportar la idea de una relación a distancia por tanto tiempo, terminaron.

Guardaban comunicación a pesar de ello, sin embargo, para ambos, no era lo mismo.

Hace un año que Yoongi formalizó una nueva relación con un pequeño pelirrosa 7 años menor que él. Jimin era un gran chico de gran sonrisa y grandes mofletes que hacían ocultar sus ojitos, aunque a través de aquellas sonrisas se escondiera un muchacho muy inseguro.

Seokjin tuvo la oportunidad de conocerlo, formando una gran amistad con él en tan poco tiempo, dónde el mayor adoraba de cuidarlo y apoyarlo en sus estudios.

Jimin estaba al tanto de la relación que mantuvo Yoongi con anterioridad.

—Mi padre organizó un gran banquete de bienvenida para ella, ven con Jimin— invitó Seokjin.

—No estoy muy seguro...—

—Anda, hazlo, quizá el no se sienta tan inseguro cuando la conozca—

El pelinegro asintió, tratando de convencerse de que era una buena idea.

La tarde llegó, y Seokjin miraba a través del gran ventanal que cubría casi por completo la pared de su oficina, dándole la grandiosa vista de la ciudad con el atardecer a sus espaldas.

Amaba tomarse descansos así, en los que junto con una taza de café en su mano disfrutaba del silencioso atardecer.

Hasta que.

Unos golpes leves se escucharon en la puerta haciéndolo girar hacia esa dirección, encontrándose con su padre.

Quién lo miró con una gran sonrisa antes de hacerse a un lado, dejando ver a una joven castaña tras de él.

Seokjin se levantó inmediatamente de su asiento, para recibir con un gran abrazo a su hermana.

Ella con una gran alegría le correspondió, casi saltando sobre el más alto. Se sostuvo de los hombros de Seokjin quien a manera de juego comenzó a dar vueltas con Jisoo entre sus brazos.

—Mira cuánto has crecido, y lo linda que eres— alagó Seokjin al ver a Jisoo arreglada con un maquillaje que hacía resaltar el azul en sus ojos.

—Basta, harás que llore— se quejó la menor una vez fue dejada en el suelo —te extrañé tanto, tengo demasiado que contarte—

Ambos se tomaron de las manos, fue en ese momento que Seokjin noto algo en la mano izquierda de la menor.

Levantó la misma, observando un anillo, brillante y con un gran diamante adornando el centro de este.

—Dime que no es lo que pienso...—

—Ay no, olvidé guardarlo... Hermano, quería darles la sorpresa en casa, pero ya lo supones—

Ella miró a su padre quien venía acompañado de Yoongi, parándose frente al escritorio con la mirada de los tres presentes sobre ella, levantó nuevamente su mano izquierda y mostrando el anillo les sonrió.

—Me voy a casar—

Los presentes guardaron silencio ante la repentina noticia, hasta que su padre comenzó a aplaudir; estaba tan contento de que su hija se casará, por supuesto de que estaba convencido de que el hombre con quién su hija contrajera matrimonio sería digno de formar parte de su familia.

Seokjin y Yoongi la felicitaron de igual manera.

"¿Quién será el afortunado?" Pensó Jin.





~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡Primer capítulo!

Me debatí si hacerlo una historia completa o simplemente un One Shot.

Pero se queda como historia.

Aclaro lo de las edades:

Jisoo 24
Seokjin 26
Yoongi 26
Namjoon 25
Jimin 19

Con forme vayan apareciendo nuevos personajes se dará más información.

Gracias por leer. Perdonen su hay algún error.

-Akira.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top