"And a happy ending"

- ¿Estarás ocupada mañana en la noche? - cuestionó con seriedad el de cabellos dorados a través de la línea.

La de cabello corto no entendía el extraño comportamiento que había adquirido el rubio desde hace un mes y medio. Ya se veían sin ningún tipo de ataduras, no había quien los privara a verse en público.

Pero Adrien actuaba distante y cortante cada vez que la tenía cerca, con los demás no era así; evitaba hablar de ellos, siempre estaba en el teléfono e incluso cuando se veían el se apartaba de ella para contestar las llamadas que le llegaban cosa que antes no hacía.

- ¿Y? - volvió a decir sacandola de su pequeña burbuja de pensamientos.

- ¡Oh, No! Estaré libre ¿Por qué? - pregunto curiosa la castaña haciendo un extraño gesto con su rostro.

- Nada importante, ponte hermosa. Pasaré por ti a las 8:30pm - mando el rubio - Tengo trabajo, hablamos luego - Y colgó sin dejar que la de cabello corto se despidiera.

(...)

- Relájate que harás un agujero en el suelo - habló con fastidio la rubia a la cual ya se le notaba su barriga abultada por el embarazo.

- No puedo llevarla al mismo sitio a donde Luka la llevo - contesto exasperado el rubio pensando en tantos lugares que habían en París.

- Me estás estresado y no estoy para eso rubio - regaño la rubia enojada.

- ¡Tuve un mes y medio para hacer todo esto para al final arrepentirme porque de casualidad el la llevo ahí también! - exclamó frotando su cara desesperado - ¡Y lo peor es que ya le dije para vernos mañana!

La rubia lo veía incrédula por el comportamiento inmaduro que estaba teniendo en este momento, no podía creer que eso fuera un impedimento para el. Trataba de pensar en una solución que lo ayudará pero nada pasaba por su mente, el había hecho todo de manera perfecta y sólo por un pequeño detalle se echaba para atrás.

Una loca idea paso por su cabeza y era relacionado con su madre, sabía que no se negaría pues Audrey adoraba a la castaña y al rubio, y si era algo que los relacionaba aceptaría sin pensarlo. Unió todos los puntos para darle mejor toque al plan maestro del chico y finalmente decidió hablar.

- Mami tiene un Helicóptero- sonrió y luego vio los ojos brillantes del contrario.

(...)

Al día siguiente...

No había hablado con el rubio desde ayer, ella trato innumerables veces de comunicarse pero sus llamadas eran ignoradas algunas veces su teléfono estaba apagado o era mandada directamente al buzón de voz.

Estaba agradecida internamente porque lo vería hoy y sin duda le pediría respuestas a como se ha comportado con ella.

Su día paso de manera normal, la hora de empezar a arreglarse ya había llegado. Entró a ducharse pensando en las palabras que utilizaría para enfrentar al rubio, terminó de bañarse y salió para secarse el cabello, se hizo unas pequeñas hondas con el rizador al tenerlo completamente seco y luego sujeto dos extremos a la parte de atrás con un gancho dorado con pequeños brillos, se maquillo de manera simple, sombreado un poco sus cejas, aplicando base y polvo en su rostro, resaltando sus largas pestañas con un poco de rimel y colocarse un gloss neutro en los labios.

Se coloco un vestido rojo de mangas largas hasta las rodillas que era cruzado en la espalda baja dejando un escote, el cual acompaño con unos tacones de punta dorados. Se roció con perfume y se dispuso esperar al rubio que en pocos minutos llego, pero para su sorpresa no era el, sino su chofer.

(...)


El auto se detuvo frente a la torre Eiffel, dos hombres de traje se acercaron al auto y la recibieron ayudándole a bajar del mismo y llevándola a dentro de la torre. Mientras transcurría el traslado se percató de que no había nadie más en el lugar y por donde caminaba habían pétalos de rosa que los guiaba.

Al finalizar el camino en el punto más alto de la torre, se percató de una pequeña mesa redonda muy bien decorada, los hombres que la acompañaron le dieron uno de los asientos y se marcharon.

Sus oídos percibieron el hermoso sonido de un violín y de pronto sintió pasos detrás de ella para luego aparecer en su campo de visión un ramo de rosas blancas y orquídeas, para después ver al rubio de sus sueños frente a ella con un hermoso traje negro y corbata roja que hacia juego con su vestido.

- Eso de ponerte hermosa te lo tomaste muy en serio mi Ángel - halago Adrien plantandole un pequeño beso en la mano.

- Y veo que tu no te quedaste atrás - dijo sonrojada.

El rubio tomo asiento frente a ella y se dedicó a admirarla durante unos segundos, detallando sus facciones con cuidado intentando buscar algo que no fuera perfecto, que no fuera tan hermoso, pero no encontró nada.

Estaba maravillado por como lucia, tan delicada y elegante, sus ojos se iluminaba como si tuviese en frente a una de las maravillas del mundo pero no estaban lo suficientemente cerca como para compararlas con ella.

- Se que no me e comportado de la mejor manera contigo, pero espero que esta travesía haya valido aquello - explicó.

- ¿A qué viene todo esto gatito? - cuestionó con una sonrisa en el rostro.

- A que tu amiga Arya me ayudó a prepararte está gran cena porque si la hacia yo iba a terminar en el hospital con quemaduras de tercer grado - sonrió burlón.

- ¿Arya te ayudó? - pregunto incrédula después de terminar de reírse por el comentario del rubio, el asintió sonriendole - entonces la comida a de estar deliciosa.

- No la hice yo, así que lo dudo - bromeó nuevamente le rubio sacándole una sonora carcajada a la chica - Toca esa campaña- señaló el rubio.

Confundida la tomo y la agitó una vez asiendola soñar, rápidamente aparecieron dos meseros con platos de comida muy bien decorados y con un aroma espectacular. Colocaron los platos frente a ellos y luego trajeron vino el cuál sirvieron con rapidez en las copas que se encontraban en la mesa.

- Buen provecho mi Ángel - extendió la copa y ella le respondió de la misma manera haciendo un brindis.

(...)

- ¿Para qué es esto? - habló entre risas la de cabello corto, el rubio trataba de taparle los ojos con una venda pero ella no se dejaba.

- Deja ponerte la venda, en serio. No es nada malo - explicó y ella dejo ponerse dicho objeto - Hay otra sorpresa más.

- ¿Más? - pregunto con asombro pues después de la cena hubo postre y después de eso bailaron a la luz de la velas de la manera más bonita junto a la música acústica de Jagged Stone, el cuál estuvo personalmente para tocarle tres de las canciones más hermosas que tenían que no eran precisamente de rock. Agregandole el hecho de que la sorprendió con un hermoso show de fuegos artificiales.

- Si, y es lo mejor de la noche - explicó el rubio dejando un pequeño beso en el cuello de la castaña.

Bajaron de la gran atracción y se dirigieron a los jardines donde se encontraba la última y mejor sorpresa. Se detuvieron al llegar, la posicionó en frente de aquello que la dejaría sin palabras y quito la venda.

Sus ojos admiraba lo que tenía en frente, un camino guiado por velas y pétalos de rosas blancas que se detenían hasta llegar a un lujoso helicóptero negro en donde se encontraban los hombres que la habían recibido uno a cada lado de la puerta.

- Pero... ¿Cómo? - cuestionó con asombro.

- Mami tiene un Helicóptero- imitó la voz de Chloe haciendo reír a la de vestido rojo.

- ¿Ella también te ayudó? - pregunto incrédula, el sólo asintió.

Adrien tomo la mano de ella y la llevo hasta el transporte aéreo, los hombres se encargaron de subirla y colocarle el cinturón de seguridad para luego darle las orejeras de protección pues irían con las puertas abiertas.

Al estar ambos dentro ya asegurados el helicóptero despegó otorgándoles una hermosa vista, pasearon durante un gran rato, en el cuál la de cabello corto se estuvo emocionado por cosas tan simples como que las personas parecían hormigas desde ahí, haciendo que al rubio se le derritiera el corazón de amor pues era la reacción que esperaba.

Volvieron a pasar cerca de la torre Eiffel y el rubio tocó el hombro del piloto haciéndo que los elevarán hasta pasar la altura de la torre, ectivo el micrófono que tenía y se lo cedió al rubio el cual se lo colocó de inmediato para luego encender el audio de las orejeras de la chica.

- ¿Me escuchas? - Ella asintió, tomo ambas manos y se giro levemente en su dirección pues el cinturón no le permitía girar por completo - Llegó el momento...

"Tengo tantos sentimientos encontrados en este momento que me cuesta ordenarlos para poder decirte esto. Tengo un diálogo mentalmente para mis ideas para no decir algo estúpido - la de cabello corto río - no se como ni cuando te adueñaste completamente de mi corazón, no hay momento de mi vida que no te piense y el corazón no se me quiera salir del pecho.

No soy bueno en las palabras como el idiota de Luka, pero hago lo imposible demostrandote mi amor de mil maneras - Ella sonrió - eres mucho más maravillosa que todas las maravillas del mundo juntas y no me imagino un mundo sin ti.

Y mucho menos me imagino una vida si tu no estas en ella - los ojos de la de cabello corto se cristalizaron y el soltó una de sus manos para sacar algo de su bolsillo - por eso esta noche quiero preguntarte... - abrió la pequeña caja de terciopelo negra en la cual se encontraba un hermoso anillo de compromiso.

¿Quisieras hacer una vida junto a mi?"

La de cabello corto sólo asintió con una sonrisa y lágrimas de felicidad que bajaban por su rostro, para luego abalansarce a los labio del rubio dándole un dulce beso.

- No podría estar más feliz... - habló el rubio con una sonrisa en su rostro.

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