Estaba aterrada, ese hombre era muy grande, se veía fuerte y gracias al aroma que venía de él podía darme cuenta que se trataba de un Ghoul. Era horrible, no tenía quien me ayudara y yo no era lo suficientemente fuerte para poder defenderme. Quizás lo que el destino tenía para mí era una muerte rápida, acabar con mi existencia como lo hicieron con mi hermano... Nadie sabía quien era yo... Más con sólo captar mi aroma se dan cuenta que soy tal como ellos, una Ghoul...

Trague saliva y decidí que lo mejor era intentar salvar mi vida, atacar para luego saber el resultado obvio de una pelea.

Saque mi Kagune, tal como la de mi hermano. – ¿Qué rayos quieres? Déjame en paz...

– Owww... Que niña más valiente. ¿Qué acaso no sabes que te puede suceder, idiota?

Con un rápido movimiento de piernas corrió hacia mí y golpeo mi rostro dándome una fuerte patada que en lugar de lanzarme por los aires caí directamente al suelo. Solté varios quejidos y alcé la mirada, y no por voluntad propia, aquel hombre me había sujetado de los cabellos obligándome a mirarlo. – Déjeme paz... – Llore.

No sé si había sido obra de mi imaginación o lo que había visto era real.

Alguien había tomado el cabello del mayor y proporcionado un golpe que provoco que la cabeza del señor se desprendiera de su cuerpo. El cuerpo había caído a un lado mío y pude observar al joven de la cafetería, Nishiki...

– Ni-Nishiki... – Murmure.

– Cállate niña, tengo que llevarte a Anteiku para que te ayuden. – Hablo en voz bajo y se acercó a mi puerta para cerrarla, luego me tomo en sus brazos y me llevo a Anteiku.

(...)

– Por dios Hikari... Mira como te dejo ese tipo... Menos mal que estaba por ahí Nishiki para ayudarte... Me sorprende que lo haya hecho. – Hablo Touka en un tono serio, notándose lo preocupada que estada en su voz. Me limpiaba la sangre que escurría de mi boca y nariz mientras le ponía alcohol a las heridas abiertas.

– Cállate plana. Estaba de paso... Ademas, no tolero que abusen de chicas menores... Ella apenas y puede pasearse por las calles sin perderse demasiado. – Se defendió el de cabellos naranjas molesto.

– Lo siento... – Me disculpé. – Yo... Yo no quiero que se preocupen por mí o que anden lidiando mis problemas. Gracias Nishiki. En serio, si no hubiese sido por tu presencia quizás estaría muerta. – Me avergoncé por lo débil que era.

– Vamos... No hables así, ya verás que todo saldrá bien, yo misma te voy a ayudar a ser una chica fuerte. – Murmuro Touka, regalándome una leve sonrisa. Intentaba hacer que no estuviera tan mal después de lo que paso.

– Esto... ¿Qué paso con el cuerpo del señor? – Pregunte.

– Me deshice de él. – Hablo Nishiki con una sonrisa victoriosa.

– Tranquilo, sólo acuérdate como te dejo Kaneki el día que intentaste matar a su mejor amigo, y como te deje yo cuando intentaste matarlo. Y fíjate que en esos tiempo éramos más jóvenes, se supone que tenías que seas fuerte que nosotros. ~ – Se burlo Touka.

Me reí entre dientes, me daba gracia las cosas que contaba Touka sobre esos días que se la pasaban bien con Kaneki. Me daba mucha pena saber que él mismo había decidido dejarlos por Aogiri para volverse más fuerte y poder protegerlos. Él siempre me decía lo mismo, se agarraba el mentón y sabía que ocultaba algo tras esas palabras. Nunca me había gustado eso, él siempre corría mucho peligro.

Me tuve que quedar toda la noche platicando con Touka sobre lo que había sido nuestras vidas, yo no tenía mucho, pues realmente he vivido de puros encierros para no correr riesgos como los corrió mi hermano.
Touka a pesar de ser una chica fría y sería tiene sentimientos que muy rara vez los muestra, a veces me gustaría poder hablar con ella a más  profundidad, saber que siente  y que piensa sobre las personas. Yo sé que ella muy en el fondo es amable y no sólo con los clientes.

A veces me gustaría ser como ella, oculta sus sentimientos, yo suelo ser demasiado tímida y muy miedosa, quiero ser fuerte y valiente como ella, alguien que sea de gran ayuda.