81. Sólo hay una diosa griega
Empujo a David apartándolo de mí y camino alejándome de él, a una distancia adecuada para que me deje respirar.
Bien lejos.
―No te aguanto ―me quejo.
―¿No quieres la llave? ―insiste.
―Mentiroso ―lo agredo y me pongo de espaldas hacia él, para no mirarlo más.
Se ríe.
―Okey, lo admito, no es la llave.
Ruedo los ojos.
―Que insoportable.
―Dime ¿Dónde está el documento? ―Oigo su tono dominante, pero no me intimida.
―Sueña que te lo diré ―Sus brazos me rodean ―¡Ya déjame! ―grito alterada.
―Nadie va a venir por ti, Crista. Yo qué tú, me lo pensaría mejor ―susurra en mi oído. Puedo sentir su respiración en mi nuca ―tienes más enemigos que amigos.
Le pego un codazo y me aparto.
―No me toques ―Me giro y lo miro directo a sus irritantes ojos verdes ―Nick vendrá por mí ―Sonrío.
―¡Huy! Cuanta confianza le tienes, a alguien que ni siquiera dice su verdadero nombre ―se burla ―. Ríndete a mí Crista, olvídate del resto.
Esto es más estúpido que ver una película romántica, dónde sabes que es obvio que los protagonistas terminarán juntos. Que patéticas esas historias.
Frunzo el ceño.
―Deja de molestarme y ve a buscar a otra mujer ¡Me tienes harta! Te ves ridículo pidiendo estupideces.
Sonríe.
―Te diré algo Greek goddess. Puede haber muchas mujeres, pero sólo hay una diosa griega, furiosa, orgullosa, demandante, pero sobre todo, que lleva un profundo dolor dentro que nadie puede entender ―Camina hasta mí y yo retrocedo.
Respiro agitada.
―No digas cosas como si me conocieras ―Siento mis mejillas arder y mi corazón latir a gran velocidad.
―¿Qué? ¿Estoy equivocado? Entonces ¿Por qué estás nerviosa?
―No estoy nerviosa ―Me choco contra la otra pared.
Posa su mano a un costado de mi cabeza.
―¿Y entonces por qué estás sonrojada?
―No estoy sonrojada ―exclamo firme, pero es más que obvio que estoy mintiendo.
―Dime la verdad, Greek goddess ―Se acerca a mis labios ―. Te moví la estantería con lo que dije, ¿no?
―Púdrete.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top