Crista

¡¿Secuestrarme?! ¡¿Cómo se atreve?! Encima le quiso disparar a Nick ¡¿Qué le pasa?! Su obsesión se ha pasado de la línea, ha superado hasta la mía con Carter y eso ya es decir mucho.

―¡Abre la maldita puerta! ―le exijo señalándola, ya que mis manos han dejado de estar atadas.

Sonríe.

―¿Por qué? ¿No te gusta la cabaña? ―Mira a la ventana ―Puede verse el ambiente silvestre, las aves, las ardillas...

―¡¿Y a mí que me importan los animalitos?! ―exclamo furiosa ―Esos son para comer.

Se ríe.

―Ay, qué sádica ―Camina hasta mí ―¿Me vas a dar el documento?

―No ―digo firme.

Me empuja contra la pared y se acerca a mis labios. Luego vuelve a sonreír.

―Entonces, vamos a probar convivencia aquí.

Sonrío.

―Entonces, cuando estés dormido te cortaré la garganta.

―No te creo capaz ―Vuelve a reír.

Frunzo el ceño.

―Dame la llave y terminemos con esto.

La saca del bolsillo de su chaqueta.

―¿Te refieres a esta? ―La cambia de lugar adentro de su pantalón ―Pues agárrala.

Levanto una ceja.

―¿Crees qué no soy capaz de meter mi mano en tu entrepierna?

―Eres capaz, por eso lo hice ―Se ríe.

―Entonces no es la llave ―Ruedo los ojos.

―¿Quién sabe? ―se burla.

Lo mataré, definitivamente lo mataré.