79. No puedes escapar de mí
David
Esta es la gota que rebasó el vaso, una cosa es hablar mal de mí y otra muy distinta, es actuar contra mí. Más aún, quitándome lo que por derecho me corresponde, la paternidad de mi hijo.
¿Pero cómo enojarme con Crista si la deseo tanto?
Pues bien, se acabó el David amable. Ahora se hace lo que yo digo.
Voy a secuestrar una diosa.
En la Antigua Grecia, esto sería sacrilegio, pero como estamos en la actualidad ¿A quién le importa? Ah cierto, a las autoridades, pero soy un mafioso, así que también resta importancia.
―You can't escape me ―La tengo rodeada entre mis brazos, está de espaldas hacia mí, pero puedo oler el delicioso aroma de su cabello ―. Rico shampoo.
―¡Eres insoportable, suéltame! ―Forcejea.
―No, tú te vienes conmigo, hasta que me digas dónde está el documento ―le aviso.
―Nunca ―dice seriamente.
―Okey, entonces ¡Let's go! ―La obligo a retroceder ―¡Nos vamos! ―repito en su idioma.
―Detente ahí ―Reconozco la voz y sonrío.
―Hola Nick ¿No te fuiste todavía?
Este frunce el ceño.
―Creo que la señorita dijo que la soltarás.
―¿Y si no quiero qué?
Sonríe.
―Te voy a cazar como a un animal.
―Que divertido ―Saco mi arma e intento dispararle, pero se oculta rápido ―¡Ven por mí, te estaré esperando! ―Me río.
―¡Es lo que haré! ―es lo último que lo oigo decir, porque aprovecho para salir y meter a Crista en el auto.
―¡Me las pagarás! ―se queja ella cuando le ato las manos.
―Sh, Greek goddess, no grites, nos estamos escapando.
Arranco el vehículo y nos vamos ¡Huy! Que turbio que soy, no he parado de sonreír, ante tal escena que me monté, soy tan malo, que me enorgullezco de mí mismo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top