Crista

Entro a mi oficina y frunzo el ceño. ¡¿Pero qué rayos?!

―¿Quién te dejo entrar?

David sonríe.

―Tengo mis métodos.

―Salte de mi silla ―le digo al él estar sentado en el asiento de mi escritorio.

―Qué mal humor, tengo una invitación que no podrás rechazar ―Se levanta y se acerca hasta mí.

―Todo lo que venga de ti es desechable ―Sonrío, camino hasta la puerta y la abro ―como tú, bye ―Muevo la mano.

Vuelve a acercase hasta mí.

―Pero mi hermana quiere hacer una cita doble y pensé en ti. La desilusionare si voy solo ―Me guiña el ojo ―y a su acompañante también.

―Qué bueno ―exclamo feliz.

―Ven ―Se acerca a mis labios.

No me inmuto.

―No me importan, ni tú, ni tú hermana, ni mucho menos su acompañante, así que apártate ―Lo empujo.

―Yo creo que con este último te equivocas ―Se ríe.

Levanto una ceja.

―Ah ¿sí? ¿Qué tiene de diferente?

―Pues te daré una pista, empieza con Carter y termina con Elek.

―¿Qué? ―Me sorprendo ―¿Qué tiene que ver tu hermana con ese imbécil?

―Lo iba a matar, ella lo conoció y ahora se divierten juntos ―se burla.

―¡Ja! ―Ruedo los ojos ―Obviamente es una broma, Violette Lovelace está loquita por Nick, vino hasta aquí por él ¿Tienes mala memoria o qué? ―Me río ―Ah no, cierto. No tienes memoria.

―A mi hermana le gusta cambiar de pareja todo el rato, es normal ¿Te suena a alguien? ―Sigue sonriendo ―Creo que él y ella son tal para cual. Porque ninguno se obsesiona con ninguno ―Vuelve a reír.

Entrecierro los ojos.

―¿A dónde quieres llegar?

―A una cita doble ―Ofrece su brazo.

Ruedo los ojos.

―Ni creas que voy a tomarlo.

Hace una sonrisa de lado.

―Lo suponía ¿Nos vamos? Sino iré solo y desamparado ―Sobreactúa.

Bufo.

―Muévete ―ordeno y voy delante, poniéndome los anteojos de sol.

No sé qué planea, pero lo voy a descubrir.